Su cuerpo dolorido y entumecido ya no le responde, las palpitaciones de su corazón recorre cada herida y golpe haciendo intensificar el dolor. Lucha por mantener los profundos ojos azules lo suficientemente abiertos para poder ver como aquel que un día fue su mejor amigo alzaba por tercera vez aquel puño de metal con intención de volver a hundirlo con rabia en su rostro. Siente el dolor ardiente que los agujeros de bala dejaron en su muslo y espalda al igual que siente el hormigueo de su rostro dormido por el dolor y como poco a poco le costaba más mantenerse despierto.
-Hazlo...-Susurra sin vacilar, ¿Para que iba a vivir sabiendo que perdería de nuevo a su mejor amigo? Ya no importa nada, ya no quiere luchar más. Mira los oscuros ojos llenos de ira y rabia, estaba dudando y mantenía el puño alzado sin bajarlo y así terminar con su vida. Aquellos ojos que en un tiempo tan feliz como nostálgico le miraban con amor y amistad. El dolor desaparece a medida que iba perdiendo en la lucha de no desmayarse, se pierde en aquellos ojos y mientras nota que el aire le empieza a faltar un recuerdo llega a su mente.
Aquellos ojos de pronto ya no lo miraban con odio y confusión sino que un brillo de admiración se aprecia en ellos. Una música suave y unos gritos triunfantes se escuchan de fondo junto al sonido tintineante de las copas al chocarse. Una batalla más acabada en victoria y el increíble Capitán América había sido prácticamente arrastrado a celebrarlo.
-¿Dónde decías que está Peggy? -Echa un ligero vistazo a su alrededor sentado en la barra con su amigo al lado viéndolo tomar de un sorbo su copa haciendo que el rubio arrugue ligeramente la nariz.
-Lo siento Steve pero si no te digo eso no sales ni aunque te de una patada en el culo...-Le sonríe de aquella manera tan característica suya, una sonrisa pícara y burlona que consigue contagiarsela al rubio.
-No va a venir ¿Verdad? -Lo ve negar y de sus labios escapa un suspiro resignado mientras que se lleva su copa a sus propios labios.
-Ya se que tienes muchas cosas de tío musculoso que hacer y mucha gente que salvar heroicamente pero desde que te has convertido en el hombre más querido de América casi no te veo, vamos Steve quedate un rato...no quedamos para tomar algo desde aquel día que te quise buscar una chica -El rubio vuelve a mirarlo y entonces se da cuenta a lo que ha tenido que llegar el otro para conseguir tomar una copa juntos.
-Lo siento Buks...-Este vuelve a sonreírle levantando la mano para restarle importancia y que así no empiece a disculparse cada cinco minutos, lo conocía tan bien como si hubieran sido verdaderamente hermanos de sangre.
-No lo sientas tanto y quedate a disfrutar unas copas con tu mejor amigo abandonado -Bromea y alza su copa para que en cuestión de segundos fuera levemente chocada por la copa del otro haciendo que su sonrisa se amplíe- Y dime Steve, ¿Cómo te va con Peggy? Dime por favor que la has besado ya
-Por Dios no...yo...yo quiero invitarla antes a...una cita o un baile al menos...no soy como tú -Un sonrojo adorable cubre las mejillas del rubio y el soldado a su lado solo puede intentar aguantar la leve risilla que escapa de sus labios- No te rías de mi...
-Lo siento, lo siento...es que, aún con todos esos músculos sigues siendo el pequeño niño tímido y adorable que antes...ni el suero más potente hará que cambies -Esconde su sonrisa en la nueva copa que le ponen bebiendo un pequeño sorbo- ¿Sabes? Quiero sincerarme...Steve, cuando te vi...cuando me cogieron y ya no tenía esperanzas de sobrevivir, aguantando las torturas que ahora no recuerdo...temí por un segundo que hubieras cambiado...que ya no fueras aquel chico canijo por el que yo daba la cara y recibía más de un golpe -Daba vueltas a su copa viendo distraído como aquel líquido bailaba en su interior mientras que el rubio lo miraba con la intención de decir algo más las palabras mueren en su garganta cuando el otro sigue hablando-...Steve...eres mi mejor amigo y lo sabes pero...con todo esto de HYDRA...a cada batalla que vamos siento que debo protegerte a toda costa...aunque ahora seas tú el que me protege a mi pero...yo sigo viendo en ti aquel chaval que aunque le dieran una paliza de muerte siempre se levantaba, Steve...-Alza su mirada notandose en ella la sinceridad y hasta una pizca de miedo podía notarse en sus ojos- pase lo que pase...seguiremos siendo amigos ¿Verdad? Porque...yo daría mi vida por ti y lo sabes
-Lo se Buck y ya lo has hecho muchas veces y si nos sinseramos...yo también temo por ti cada vez que salimos a una misión pero no quiero que des tu vida por mi, tienes mucho que vivir y no quiero cargar en mi pecho el dolor de saber que por mi culpa no logres vivirla. Yo soy quien tiene el suero no tú…
-Pero no eres inmortal y lo sabes...siempre he estado a tu lado Capi, y nunca te he dejado de lado ¿Por qué piensas que esta vez será distinto? Poder luchar con el icono de América es un honor y aún más si este es mi mejor amigo -Le sonríe terminandose su segunda copa para luego ya tener una nueva en la mano- Steve lo que quiero decirte es que...más que mi amigo, yo te quiero como si de mi propio hermano se tratase, como si ambos hubiéramos nacido de la misma madre y...hasta puedo decir que te aprecio y quiero mucho más allá que eso...es un sentimiento tan sincero que realmente no me importa si muero por protegerte...
-...Siempre fuiste un tonto suicida -Acaba sonriendo de lado levemente sonrojado por las palabras del otro mientras que este se encoge de hombros y le sonríe de forma pícara de nuevo-
-Habló el que no se rendía aunque le partieran los huesos
-Lo mío era orgullo y dignidad...era pequeño pero no pensaba rendirme ante nada
-De cabezón no te ganaba nadie eso desde luego pero te toca ser sincero Capi, vamos yo te he abierto mi corazón y aunque esté algo contentillo es todo verdad ¿Me vas a dejar aquí con la cara de imbécil? -Lo mira con un pequeño puchero exagerando estar ofendido a lo que este no puede evitar soltar una suave risilla mientras que negaba con la cabeza.
-Bucky...siempre te estoy recordando lo importante que eres para mi y siempre te quejas de mi por ser tan cursi pero si es lo que quieres...yo te quiero incluso más que a Peggy…¿Contento? -Lo mira divertido como este se acomoda en el taburete con un aire orgulloso y algo cómico, tan extravagante como siempre algo que siempre lo animaba y hacía sonreír.
-¿Tan difícil era Steve? No es mi culpa ser más encantador que tu querida dama -Ambos empiezan a reir y el moreno le pasa un brazo por los hombros de su amigo atrayendolo y juntar así sus sienes
-Estas borracho Buck -Susurra pasando su propio brazo por la espalda del otro temiendo que este pudiera caerse del taburete.
-Solo un poco pero no te hagas ilusiones Capi, tendrás que invitarme a muchas más copas para conseguir de mi un beso -Bromea y vuelven a reír.
-Entonces se acabaron las copas por hoy, vamos anda...te llevo a tu piso mañana te necesito fresco y concentrado
-Que aburrido eres Cap...algún día conseguiré llevarte de fiesta conmigo, ahora la excusa esa de que te sientes mal por tu cuerpo ya no vale -Se separa del rubio sin apartar su brazo de los hombros ajenos sonriéndole con sinceridad y cariño, gesto que de inmediato el rubio imitó.
Se terminaron de separar y al levantarse y pagar las copas consumidas por ambos es cuando siente una fuerte opresión en el pecho que lo hace tambalearse siendo agarrado al instante por su amigo- Steve...¿estás bien? Creía que no podías emborracharte...-Oye sus palabras como si sus oídos estuvieran entaponados "Si...si, estoy bien" logró susurrar y ni siquiera se da cuenta que lo hace. Su vista empieza a nublarse y cuando se da cuenta un golpe en su espalda le indica que había caído y el suelo había recibido el peso de su cuerpo. Escuchaba los gritos de Bucky llamándolo en la lejanía zarandeandolo asustado y aunque quiere seguir allí, aunque quiere mantenerse en aquel recuerdo el aire empieza a faltarle y de pronto su cuerpo ya no estaba en ningún suelo ni metal, lo siente ligero por el agua. Había caído en el agua y su conciencia empezaba a desaparecer a medida que su cuerpo se hunde. Pierde la esperanza y siente que el momento de su muerte se acerca pero no siente miedo, no teme aquel momento porque se sentía preparado.
Quería cerrar los ojos y volver a aquel recuerdo, una ilusión donde todo era feliz aunque fueran tiempos de guerra. Solo quería revivir aquel recuerdo, solo aquel...¿Peggy? No, solo quería volver con su amigo, volver a ser arrastrado a los bares, los constantes ánimos que este le daba, las profundas conversaciones que tenían antes de ir a una misión donde ambos se recordaban que debían volver vivos y que ambos siempre estarían juntos.
No quería sobrevivir esta vez, ¿para qué? Perdió a Bucky por su culpa, perdió a sus amigos, familia, a Peggy...no tenía nada y cuando intenta seguir con su vida el fantasma que lo tortura cada noche vuelve sin reconocerle. ¿Esto se merecía por todos los soldados que mató en la guerra? Pero no lo hizo por diversión...sino por justicia, por querer la libertad de los inocentes que sufrían la tiranía de un hombre sin corazón. Era necesario, salvó a más personas de las que había matado. A lo mejor su vida ya se había alargado demasiado, ¿Y que mejor momento de morir que siendo tu mejor amigo el que te libra del peso de tus hombros? Por primera vez siente la paz que tanto deseaba y deja que su cuerpo se hunda en la oscuridad en el fondo de aquel lago, está a punto de perder la conciencia y todo se vuelve negro.
Una mano de metal se hunde también en el agua.
"¿Va a rematarme?" Piensa y sus ojos acaban de cerrarse.
No, antes de dormir siente un tirón de su ropa, el aire vuelve a sus pulmones tras una enorme bocanada de aire.
Siente el frío calarle por la ropa mojada y el suelo ahora parece una mullida cama comparado con el suelo del helicopter. Respira agitado y se queda dormido, la imagen de Bucky empapado se apropia de su mente, su rostro confuso y asustado lo acompaña mientras duerme.
Escucha una máquina a su lado y ahora parece una auténtica cama donde se halla tumbado "¿Estoy muerto?" se pregunta y entreabre los ojos. Le duele todo el cuerpo y la luz en el techo daña sus pupilas por unos segundos.
-Buck...-Un susurro escapa de sus labios tan silencioso que ni el hombre que se halla a su lado se entera. Gira la cabeza y ve a su nuevo amigo leyendo lo que parece una revista, no estaba muerto y aunque lo necesitaba no pensaba volver a rendirse, no ahora que sabía o creía saber el miedo que debería estar pasando su antiguo mejor amigo.
-Por la izquierda...-Susurra algo más fuerte, sólo porque necesitaba reírse de sí mismo, necesitaba saber que estaba realmente vivo y la leve risa del otro se lo confirma. Sonríe, y sonríe feliz por unos segundos. Bucky lo salvó...no está todo perdido aún, puede recuperarlo.
Pocas semanas de recuperación que se hacen eternas y una "agradable" charla con Fury y Natasha en el cementerio. Le ofrecen un nuevo trabajo pero se niega, por supuesto que se niega y Sam no piensa dejarlo solo, bien, porque necesitará ayuda.
-¿Cuando empezamos? -Lo oye preguntar decidido en querer ayudarle.
-Ya hemos empezado...-Un suspiro sale de sus labios y mira la foto que agarran sus propias manos, una foto tomada en ya-ni-se-acuerda-del-año. Bucky y él, ambos sonriendo ante la prensa. Esa sonrisa, la misma que siempre ponía cuando estaban juntos, una sonrisa pícara y divertida.
Una sonrisa que aunque antes le atormentaba ahora le volvía a hacer sonreír. Quiere encontrarlo y debe hacerlo ya, quiere recuperar a su amigo...necesita tenerlo a su lado como antes.
Porque de todas las personas, si alguien le dijera a quién querría traer del pasado...esa persona sería Bucky.
"Lo siento Peggy" Piensa con pesar pero no se arrepiente. Bucky es Bucky...no es reemplazable por ninguna mujer, por nadie.
A la mierda el mundo, no piensa descansar hasta poder volver a tener a James a su lado. Porque es él y él haría lo mismo en su situación. Porque si antes él necesitaba a Bucky para seguir adelante aún después del suero...ahora era su amigo quien lo necesitaba a él y no pensaba rendirse.