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¿Este oso es tuyo?
Como estaba distraído, me sobresalté por la repentina pregunta del castaño, y las palabras no me salían.
-S-ss-í- dije con nerviosismo, al ver aquellos ojos esmeraldas me estaban viendo fijamente.
-Ya veo- dijo el chico dibujando una sonrisa en su rostro, - entonces, toma a tu preciado amigo.- dijo con una voz dulce.
Al instante separé a Teddy cuidadosamente de las manos del chico, lo único que pude hacer era abrazar a Teddy, ya que lo tenía de vuelta conmigo, después recordé que aquel chico seguía allí, me levante para darles las gracias por a verme devuelto a mi preciado amigo, pero cuando miré al frente mío él aquel chico había desaparecido, miré hacia todos los lados pero ni rastros del castaño.
Con algo de decepción, me paré guardé a Teddy en mi bolso, y seguí mi camino a mi casa, a llegar lo primero que escucho son gritos.
-¡Te dije que no lo puedo!- dijo mi madre enojada- ¡mañana tengo que estar con mi cliente en un caso muy importante!
-¡Lo mismo digo yo! , ¡Mañana tengo que hacer una cirugía de 4 horas!- dijo mi padre con voz ronca.
-Entonces voy a llamar alguno de mis asistentes para que vaya a ver la matrícula del año escolar, de este niño así, nos ahorramos problemas- dijo mi padre con tono de despreocupación.
-Bueno, sería mucho menos problemático para mí – dijo mi madre con tono sarcástico.
Al instante supe, que hablaban de mí, mis padres siempre han sido así cuando se habla de mi educación, salud o mi vida social, simplemente yo era “una existencia molesta” para ellos.
------2 meses después------
Sonó el despertador, me levanté, me bañé, me preparé el desayuno, ya que mi madre nunca me lo hace, hice mi bolso, y salí hacia la calle con el destino de llegar a la escuela, ya que las vacaciones habían terminado, llegué a la escuela, y me senté en mi lugar favorito, y al instante sonó la campana del inicio de clases.
Entonces entró la profesora y dijo.
-Chicos, sé que es un poco inesperado pero hoy tenemos un estudiante de intercambio por favor sean amables con él.
Todos en la clase empezaron a murmurar, un estudiante de intercambio, en estas épocas del año, bueno da lo mismo, ojalá no sea una persona molesta.
-Ya puedes pasar- dijo la profesora con voz amable.
Pero, cuando el estudiante entró, quedé petrificado, pelo castaño, piel carmesí, y esos ojos esmeraldas que nunca olvidé, eran esos mismos ojos que vi hace dos meses, en aquel viejo parque.
-Hola a todos, mi nombre es Oda Ritsu, espero que nos podamos llevar bien.- dijo el chico con una sonrisa en su rostro.
-Bueno- dijo la profesora- Oda- kun viene de Inglaterra a Japón, así háganlo sentir como en casa, ahora veamos tu asiento, a ya sé, al lado de Takano-kun – dijo la profesora mientras me apuntaba, estaba tan nervioso, que no me di cuenta cuando él ya estaba al frente mío y me dijo:
-Nos volvemos a ver- dijo con la sonrisa todavía en su rostro.
Lo único que pude hacer fue asentir con la cabeza, un largo rato después, el castaño se hizo popular al instante, como era un estudiante de intercambio desde Inglaterra, era bien parecido y tenía un aura de príncipe, las chicas se mostraban coquetas, y esto molestó a los chicos, pero a él no parecía importarle, traté de acercármele, pero simplemente no tenía el valor.
A la salida de clases, me paré y guardé mis cosas y me dispuse a irme a mi casa pero alguien me tomo del brazo, al darme vuelta vi que era Haitani.
-Dime Takano, - dijo con voz ronca.
-¿Qué?- dije con poca paciencia
-Tú crees que te vas a zafar de lo de la última vez.-dijo.
-Ahh, tú hablas de esa vez, pero ¿no fuiste tú el que quedo llorando?- pregunte con ironía.
-Sí, pero ahora te devuelvo el favor- vi levantar su puño y a punto de golpearme, alguien que estaba detrás de él detuvo su golpe.
-Por favor detente- dijo aquel chico de ojos esmeraldas.
Ha,pero miren, si es el niño bonito-dijo burlón
-La violencia no sirve para nada,-dijo seriamente
Jajá claro, y quien eres tú para decírmelo- dijo riendo.
Pero su acción me dejo sin palabras, lo tomo del brazo y en un abrir y cerrar de ojos, Haitani estaba en el piso.
-E-e-nn-ten-di –do, pero ¡suéltame!, dijo adolorido, Oda lo soltó del brazo, este se fue corriendo.
¿Estás bien?- dijo preocupado.
-Ah, s-sí,- asentí con nerviosismo, me ponía muy inquieto con él al frente mío.
-Ahh, ya veo – dijo pensativo, después de unos segundos me pregunto:- ¿acaso por él se te había perdido tu oso la vez anterior?
-¿Cómo lo supiste?,- le pregunté sorprendido por su certeza.
-Nada solo lo supuse, como tú dijiste “la última vez” pensé que fue en ese mismo viejo parque, se ve que le tienes aprecio a ese oso- dijo gentilmente.
-Ah, sí lo tengo desde que tengo memoria, siempre ha estado conmigo en las buenas y en las malas, él es mi único amigo.- Lo dije sin pensar, me moría de la vergüenza, por decir esas palabras al frente de Oda, lo único que quería era irme de la sala, pero cuando me iba, el castaño, me estrecha su mano y dice:
-Entonces, déjame ser tu amigo.- dijo con una sonrisa en el rostro, yo quede emocionado por las palabras de Oda, estreché mi mano con la suya y con voz emocionada le contesté:
-¡S-sí!
------------CONTINUARÁ-------------