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Domador de Ukes por Haruhiko Namikaze

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Notas del fanfic:

He bueno como ya saben, si han leido otro fanfic mio y si no, de cualquier forma lo explicare, estoy reescribiendo mis fanfics, cambiando muchas cosas pero basandome a sus ideas originales,si tu leiste mi versión original y te gusto sientete libre de decirme si esta gusta mas o menos

Notas del capitulo:

Contiene Lemon en Forma de Violacion desde que inicie aunque no es muy fuerte.

 

Contiene un Fuerte OoC por parte del Protagonista

Domador de Ukes

Capítulo I

El Inicio

 

­-¡D-déjame Estúpido Zorro! ¡A-ah! ¡N-no A-ahí No!- Hablaba o pretendía hablar hermoso un peliplata, a decir verdad eran más Gemidos entendidos e interpretados como la cabeza del Peliplata quería que se entendieran, lo miraba con ojos de coraje aunque no es que tampoco quisiera que se detuviera, en realidad estaba dando con su próstata y eso se sentía demasiado placentero.

-¿He? Kakashi-chan estas demasiado erecto, excitado y quieres más, no te hagas del rogar y coopera- se acercó a su oído del mayor que esbozar aquellas palabras el peliplata abrió los ojos como plato y una pequeña corriente lo recorrió- Di en el blanco, ¿no es así? Kakashi-chan- pregunto a su oído, aquel rubio sabía lo que exactamente quería el peliplata, lo estaba tratando delicadamente  a pesar de que sus embestidas no eran del todo delicadas con el mayor, el mayor por su parte volteó el rostro avergonzado, si alguien se enteraba de esto de cualquier forma el seria el que acabaría mal.

-N-no le digas a-a nadie de esto –esta vez sí controlo sus gemidos para hablar y al parecer lo decía en un tono demasiado serio provocando que el rubio que tenía entre sus piernas sonriera Zorrunamente y le mirara-

-¿Tienes Miedo que Alguien se entere que los Namikaze te han tomado tanto padre como hijo?-la piel del mayor se erizó mientras veía con sorpresa al menor que aún se movía dentro de él, pero en ese instante estaba sentándose para que el peliplata siguiera solo con la labor de seguir auto penetrándose con el miembro del rubio.

-¡¿Cómo supiste eso?!- pregunto completamente alterado el mayor, pensaba que el fantasma de aquella etapa jamás lo perseguiría, ya que tanto su sensei como el fueron demasiados cautelosos en no dejar huella alguna, no sabía cómo una persona los había descubierto, es más, no sabía ni como había pasado, cuando se dio la temporada de estar de amante de su sensei el Rubio menor no había ni nacido-

-Cuando vives en el bajo mundo por mucho tiempo te llegas a enterar de muchas cosas, ahora ya veo porque no estas casado, porque nunca mostraste interés por alguna chica en el pasado y porque te ponías celoso de mi madre­- en verdad sabia prácticamente todo lo que había pasado, incluso antes de que naciera el, incluso ante de que fuera concebido, se sabía que el bajo mundo tenía información oscura de todos los shinobis reconocidos de Konoha y otras aldeas pero esto ya iba a un nivel completamente diferente- Lo haré dentro –dijo sintiendo los dedos del peliplata aferrarse al mientras sus ojos estaban perdidos y comenzaban lentamente a derramar lágrimas, el mayor fue llenado por el semen ajeno del rubio que apenas termino y se retiró del interior del otro dejándolo recostado asegurándose que nada de su semen saliera del interior ajeno, guardo su miembro en el interior de su pantalón y se retiró del lugar dejando a su sensei en un mar de pensamientos inconclusos.

-¿Quién es él? -  se preguntó a si mismo mirando hacia el techo de la habitación donde estaba extendiendo su mano, sabía que era el hijo de su sensei, sabia también que no hacía mucho había regresado a Konoha, pero “¿Cuándo se Fue?¿Dónde Vivió?¿Quiénes Lo Criaron?”, miles de preguntas como ella se agolparon en su frente, ese chico era tan familiar pero a la vez desconocido, veía a su sensei en el pero su actitud le hacía retomar la cordura y no perderse en sus recuerdos….

 

Konoha Algunos Años en el Pasado

Un pequeño niño corría por sus calles tratando de contener las lágrimas aunque eso prácticamente fuera imposible, sus ojos estaban inundados de estas, el chico corría y corría sin parar, solo quería llegar a su casa, solo quería que esto se acabara, no quería vivir más ahí, pero no podía hacer nada, ese era su día a día era molestado por tener a una bestia que el jamás deseó en su interior, por ser huérfano y no tener nada en que mantenerse, en la escuela siempre estaba solo, los padres habían prohibido rotundamente, jugar, hablar o tan solo acercarse a él, el que lo hacía ya sabía que se estaba ganando un castigo seguro, aun así la mirada de ese chico siempre estaba bien, estaba llena de esperanza y de amor, claro estaba así siempre y cuando nadie se metiera con él, por fin después de unos minutos llego a su casa, se metió en las sabanas y comenzó a llorar amargamente abrazándose ya que su cuerpo estaba lleno de moretones provenientes de una paliza que le habían dado hace unos minutos…. En la calle se encontraban 3 hombres maltratando a un pequeño animal el cual estaba chillando, lo estaban golpeando con palos y rocas.

-¡Déjenlo!-Gritó el rubio haciendo que los otros se dieran vuelta y el pobre animalito pudiera huir-

-¿Que tú no eres el demonio ese que a nadie le interesa?- uno de los tipos dijo mientras lo miraba con la misma cara que siempre lo miraban, una cara fría y sin ninguna clase de sentimiento-

-Yo no soy ningún demonio! –gritó nuevamente el rubio enojado yéndosele encima pero desafortunadamente fue alcanzado por un palo que lo agarro como si hubiera sido una pelota de baseball lanzándolo a algunos metros de donde estaban, los otros mayores comenzaron a golpearlo hasta que el rubio se paró y comenzó a correr con dirección a su casa, los aldeanos siempre buscaban alguna manera de acabar con la felicidad de aquel rubio.

-Vámonos de aquí- Escucho en la habitación una voz que le hablaba, era profunda y tenía algo que le daba miedo pero en el fondo se sentía reconfortante-

-¿Quién eres? ­– pregunto mientras intentaba pararse, cosa que no podía hacer, ya que su cuerpo se había enfriado y perdido adrenalina toda aquellas las heridas que tenía comenzaban a doler, el rubio estaba completamente adolorido y  miraba la habitación con mucha dificultad, sus ojos no se mantendrían abiertos mucho tiempo más

-confía en mí, yo te protegeré- fue todo lo que escucho el rubio antes de caer en la inconciencia-

-¿Dónde estoy? –dijo mientras se movía un poco adolorido, ya no le dolían los golpes, le dolía la posición en la cual estaba durmiendo, se levantó y miró a sus alrededores, la puesta del sol estaba en su punto y el simplemente estaba ¿en el bosque?-

-Vamos, Iniciemos con tu nueva vida, todo lo que necesitas está en el pergamino que tienes en tu bolsillo, es una manera compacta de guardar cosas que luego te enseñare- volvió a hablar la voz, ahora que podía ver más claramente no se veía nadie a su alrededor-

-No me busques, Yo estoy dentro de Ti, Mi Nombre es Kurama, me encargare de ti de ahora en adelante- dijo la voz al ver que el menor         comenzaba a buscarlo de forma alterada-

-¿Dentro?, bueno pues bienvenido Kurama-san, tratare de complacerlo en lo que usted deseé –dijo el menor de buena manera aunque por dentro seguía nervioso pero, fuera lo que fuera que estuviera dentro del prometió  encargarse de el así que sería como una especie de padre como el-

-No sé cómo tu especie puede despreciarte cachorro- en verdad, el corazón del demonio se había ablandado después de esos largos 6 años que paso con el menor, al ver todos sus maltratos, humillaciones y demás-

-No quiero saber… No quiero saber nada de ellos Kura-nii-dijo mientras trataba de controlar las lágrimas que querían salir de sus bellas y hermosas orbes color mar-

-Lo siento, Mi intención no era hacerte llorar- en verdad sentía mucha pena por él y no era para que el fuera uno de los que contribuyó para hacerlo llorar- pero vamos, movámonos antes de que alguien descubra que no estas y manden por ti.-dijo el zorro y el rubio se puso en marcha, no puso objeción alguna aunque se estaba alejando de aquel infierno a que desde pequeño estuvo atado-

El tiempo pasó desde que se fue el rubio de la aldea, por indicaciones del zorro había ido a parar a Kirigakure, porque sería mejor para completar la venganza del rubio, ahí fue acogido por una familia que lo trataba como un sirviente, aunque fuera un sirviente no se podía quejar de cómo estaba viviendo pues tenía todas sus comidas, le pagaban aunque fuera un poco y le daban un techo donde vivir, más que maldecir porque había salido solo a ser un mísero sirviente, el rubio agradecía que ahora tenía algo que podía llamar familia, aunque su familia o como él le decía, su hermano mayor, solo fuese el Zorro que vivía dentro de él, tiempo siguió su curso natural, el rubio  desde que llego a Kiri fue obligado a entrar a la escuela ninja, donde fue el único sobreviviente de su clase gracias a Kurama, como la mayoría de ninjas de kiri había aprendido a usar el Suiton como elemento afín y había aprendido algo de Raiton como Segundo elemento, cuando el rubio hubo cumplido 10 años, los señores murieron durante una misión dejándolo solo nuevamente y a la deriva, salió de Kiri a pesar de que la casa donde había estado viviendo se la había concedido la aldea a él, pero él no tenía nada ya que lo atara a aquel lugar realmente, le debía su vida ninja, si y también se sentía que tenía un hogar al cual llamar casa pero el a fin de cuentas salió de ahí, comenzó a vagar por los países ninjas como un alto criminal, buscado en casi todos los países a excepción de 2 contra los cuales jamás había atentado, la tierra de las Olas y la Tierra del Fuego, se le conocía en el bajo mundo como “El demonio naranja” y no es que el fuera malo, simplemente el cumplía con trabajos que muchas personas le pedían, en su mayoría eran asesinatos, secuestros, intercambios con personas peligrosas etc. Al cumplir el Rubio sus 16 años simplemente ya podía vencer al escuadrón de ANBU personal del Hokage, y aun con sus 16 años el ya aparentaba fácilmente en cuerpo y estatura a un hombre de 20, actualmente se encontraba caminando en los bosques aledaños a la honorable aldea de la hoja, vestía con unos pantalones negros de algo similar al cuero, una camisa naranja debajo de una chaqueta negra con detalles a juego con la camisa, su cabello estaba alborotado y largo hasta sus hombros por el frente su flequillo caían como si fueran 2 largos colmillos de algún animal, toda su ropa estaba a la medida del rubio marcándolo completamente, dejando ver aquel cuerpo formado y tonificado que le daría celos hasta el mismo adonis, se dirigió a la entrada de la aldea donde los 2 guardianes lo reconocieron mientras se acercaba,

-Que hay – saludó el rubio mientras entraba en la aldea, ninguno de los otros se atrevieron a hacerle frente pues estaban muy asustados-

-¡E-espera!-lo detuvo el de la venda en la nariz obteniendo una fría mirada  de reojo por parte del rubio que lo miraba con una cara que de seguro si lo hacía esperar mucho tiempo terminaría durmiendo con los peces-

-¿Qué? –preguntó el rubio no apartando su mirada de su interlocutor mientras lo seguía mirando de igual forma-l

-lo siento no demorará mucho, solo quería preguntar, ¿Vienes por negocio o placer? –El rostro del rubio se deformó en una macabra sonrisa y solo siguió caminando mientras seguía caminando y alzaba ambos dedos, lo cual quería significar que venía por ambos-

El rubio continuó caminando por la aldea mientras lo demás lo miraban se iban sorprendiendo de él, subió a un viejo poste de donde solía admirar la aldea, miró hacia todos lados y dijo a grande Voz

­­-Eh vuelto Bastardos- soltó una risa comenzando a caminar por los cables de alta tensión, después de todo la electricidad no lo afectaba, continuó caminando hasta llegar al edificio donde se encontraba el Hokage, bajo y entro sin ninguna autorización abriendo la puerta-¿Qué hay?...-observó detenidamente el espacio y encontró a 2 mujeres, una tetona y una con un cerdo- Veo que el viejo por fin murió –se adentró en el interior de la sala y se sentó en la silla frente al escritorio de la que era la actual Hokage-Muy buenas tardes­-dijo socarronamente con una sonrisa mientras miraba a la Hokage que lo miraba extrañada  y molesta-

-me quieres decir quien jodido te crees para irrumpir en mi oficina por tu voluntad- la puerta de la oficina fue abierta de una sola vez dejando ver a uno de los guardias de la entrada de la aldea, agitado y aun temblando un poco-

-Naruto Uzumaki, El Jinchuuriki del Kyuubi ha vuelto!-dijo el joven sin detenerse a ver quiénes estaban en la habitación-

-Suficiente Información, baachan? –la miró con una sonrisa mientras levantaba una mano dándole la razón al que acababa de entrar-

-Continuará- 

Notas finales:

y bien que les pareció? estoy algo nervioso, siento que me quedo algo flojo, onegai diganme si les parecio o no


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