Si bien conocía ya a estas alturas que a Cain no le gustaba dormir demasiado, era algo que no conseguía comprender. Al menos no hasta hacía algunos días atrás....
¿Como podía, algo que tanto me gustaba, convertirse en tal aberración?
La simple idea de quedarme dormido esa noche me horrorizaba y estaba a punto de entrar en pánico.
Permanecí en mi cuarto a oscuras, dejando amargamente que las lágrimas fluyeran. Todo parecía desaparecer a mi alrededor. El pecho se sentía vacío, como si hubieran arrancado algo de ahí. Mi respiración se aceleraba, temblaba, sollozaba...estaba cansado. Pero si llegaba a dormirme con la extraña euforia depresiva, tendría pesadillas y se empeoraría.
-¿Haru, estas bien?-hubo un suave golpe en mi puerta.-¿Estas dormido?
Sollocé en silencio para no alertarlo. Estar solo en mi cuarto no era muy tranquilizante, ¿Debía hacerlo pasar? ¿Debería dejarlo pensar que ya estaba sumido en el sueño que no quería tener?
¿Debería pedir que me consolara?
Mi mente estaba casi en blanco y no conseguía saber que hacía.
-No. No estoy bien.-contesté secamente.-
Mi corazón estaba gritando por consuelo.
-Quería...-empezó a hablar suavemente detrás de la puerta.- Quería disculparme por lo de antes....
¿Antes? Oh...recordé vagamente y miré en mi mano. Ahí estaba el collar...o lo que quedaba de él.
Le había hecho enojar y todo terminó así. Aunque ese no era del todo el motivo de mis lágrimas.
-No...yo también estaba algo frenético....-intenté de que mi voz no sonara demasiado extraña.-
Hubo un breve silencio.
-¿Que pasa?-me estremecí al oirlo esta vez. Se había dado cuenta.-
Suspiré tratando de calmarme.
-El... Fair....-mi voz se quebró casi de forma inmediata y no pude seguir.-
Una prolongada falta de sonido me dio tiempo a tratar de relajarme. Pero antes de conseguirlo él volvió a hablar.
-¿Puedo pasar?
Respiré pesadamente intentando al menos de parar de sollozar y temblar tanto.
-S-si....
La puerta se abrió suavemente. Apenas vi su sombra atravesando el umbral para acercarse y sentarse a mi lado.
-Haru-chan.-me llamó con gentileza.-
-N-no mires...p-por favor...-me cubrí el rostro.-
El suspiró y permaneció en silencio.
Me sacudí de pies a cabeza.
-Se acabó....-solté finalmente.-...ya no....hay nada...-sentí que todo lo que llevaba iba a matarme-
-Sabes lo que pienso de esto...no esperes que diga más para consolarte.-se acomodó a mi lado.-
Realmente no quería hablar mas de eso. Quería distraerme.
-No quiero dormir.-pronuncié entre dientes.-
Sentí su mirada y hubo otro suspiro.
-Te acompañaré esta noche.
El silencio se extendió por un largo rato. Tratando de focalizarme en otra cosa, presioné el trozo de collar en mis manos.
Suspiré tristemente. Se sentía extraño.
¿Que era yo para Cain? ¿Era su... amigo? ¿Su amigo con derecho? ¿Su compañero de administración?
Tener el collar significaba para mi, ser de su propiedad, tener una sensación de tranquilidad de "ser su gatito" y no más, ni menos. Al menos sabía que era.
Pero sin él... No lo podía definir.
Al principio usarlo era incómodo. Pero me proporcionaba el sosiego de saber que al menos teníamos un vínculo de algún tipo determinado.
-Quiero mi collar...-suspiré apretando el trozo entre mis dedos.-
-Haru, no es momento para eso... Además no tiene sentido. Ya te "liberé".-contestó.-
Me estremecí y sollocé.
-....¿Ya no soy tu gatito?-alcancé a pronunciar temblando, levantando la mirada a él por primera vez.-
Me devolvió la mirada, quizás un poco extrañado.
-¿Aun quieres ser mi gatito?
Suspiré y sonreí debilmente.
-Si aún quieres a este irritante bipolar y triste gato... No me molestaría.
Me devolvió la sonrisa con suavidad, desordenando mi cabello
-Entonces...eres mio.-en ese momento selló mis labios.-
-Si...amo.-suspiré al romper el contacto.-
Estaba algo avergonzado. Sin embargo me acurruqué en su pecho.
El beso había puesto en blanco mi mente. Tanto que había dejado de pensar en Fair. Incluso había parado de llorar.
"Esto es lo que necesito"
Apenas habían pasado unos segundos para unirme a él con otro beso, quizás un poco mas demandante.
-Haru...no creo que sea buen momento...-suspiró.-
-Necesito...-susurré.-....dejar de pensar.
"Te necesito a tí"
Me miró un poco sorprendido y le concedí una súplica.
-¿Estas seguro?-lentamente fue empujándome bajo su cuerpo, me pareció curioso ya que naturalmente el habría accedido de inmediato. Parecía inseguro.-
-P-por favor...-temblé.- Ya no quiero...pensar en nada.-mis brazos envolvieron su cuello desesperadamente. Posé mis labios contra su oído, permitiéndole sentir mi aliento.- Vuélveme loco. Hasta que sea incapaz de recordar.....
No hizo falta más. Me dejé sumergir en su juego de besos y caricias, el calor y el placer bailaban de manera unísona por cada centímetro de mi cuerpo, la vibración por las sensaciones, el movimiento inconstante, el tacto ardiente... derritiéndome una y otra vez hasta que el amanecer acompañó mis últimas y desgastadas fuerzas.
Solo nos alcanzamos a tender juntos, envolviendo al otro en un cálido y sosegado abrazo.
El agotamiento nos impidió mantener los ojos abiertos por mucho tiempo.
Perdí mi miedo a quedarme dormido. El estar junto a él me causaba paz.
Poco a poco la conciencia se me iba, y antes de caer plácidamente en el mundo de los sueños, sentí la necesidad de decirle algo.
-Te quiero...-suspiré lentamente, aún sin mucho aliento.- Gracias...-y mi mente se oscureció.-
No tuve pesadillas durante esa mañana. Solo un recuerdo dulce, haciendo eco en mi cabeza durante el tiempo necesario para mantenerme tranquilo en mi letargo...
"Yo tambien te quiero, gatito"
Amor Yaoi
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