Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Reencuentro en verano... (XiuChen) por EXOticWuFAN

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Dedicado a Pochis ^0^ por su cumpleaños ;D jeje.

¡Felicidades! ^^

Notas del capitulo:

Primer y único capítulo ^^ (aunque siento que me pedirán más X'D)

No sé si venir a la playa fue una mala o buena idea… pero, independientemente de lo que sea, me trae recuerdos inolvidables…

El estar así, con la sensación de la arena tibia bajo mis pies, estar viendo el atardecer rojo a punto de darle paso a la luna de salir, el viento soplando en mi rostro y haciendo bailar a mi cabello castaño… Sí, definitivamente todo es lo mismo que en aquél entonces… a diferencia de que han pasado más de 15 años de lo que ocurrió…

Cierro un poco los ojos y llegan a mi mente las sensaciones de hace tiempo… Aún me resulta patética la forma en la que lo conocí… Sin embargo, me alegra mucho haberlo hecho, porque si no hubiera estado huyendo, con lágrimas en los ojos y mis sentimientos desgarrados, él no me hubiera consolado, teniéndome en sus brazos bajo la lluvia inesperada…

-          Ah… deja de soñar despierto, Minseok. Ni siquiera has venido a la playa porque quisieras… –me dije.

Me levanté del rincón en el que estaba y fui al hotel donde me estaba hospedando. Cuando llegué, fui a bañarme. Extrañamente, me gusta bañarme con agua fría, porque ésta hace que despierte, por lo tanto, me hace darme cuenta que sigo vivo… Bueno, en este caso, me gusta relacionarlo con la frase de Oscar Wilde: “Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo”.

Salí del baño y me puse a leer un libro. Abrí la página en donde me había quedado y, de esta, salió un pequeño sobre con una nota. Saqué la nota y la leí:

“Minseok, espero te la estés pasando bien en tus ‘merecidas vacaciones’. Un profesor de literatura también las necesita. Cuídate. Luhan.”

Aventé la nota a un costado mío. Maldito Luhan, si no fuera por su espléndida idea de cambiar sus vacaciones por las mías no tendría que estar aquí. Es más, en este momento estaría dando mi clase a mis alumnos de recién ingreso de la universidad… pero no, en su lugar, estoy en una habitación, leyendo un libro que es mi favorito pero no lo estoy disfrutando, ¿por qué? por temor a que en cualquier momento me lo encuentre…

Cansado, cerré mi libro y me vestí. Ya listo, lo único que hice el resto de la tarde-noche fue mirar hacia el mar y mirarlo oscurecer… A veces me dan ganas de ser como el mar… él es el único que da un gran espectáculo y no pide nada a cambio… El mar es el único que se atreve a llevarse cosas nuevas sin temor a ser herido… sin temor a nada…

Estaba tan absorto en mis pensamientos que no me di cuenta que ya había oscurecido… La luna era la única que me iluminaba en el balcón donde me encontraba… “La luna me alumbra en esta noche sin retorno”, já, qué poético se escucha eso.

Justo antes de retroceder unos pasos para irme a acostar unos brazos me envuelven en un abrazo cálido, que si no imaginara quién fuera, seguramente estaría forcejeando y llenándome de pánico, pero no fue así. Hace mucho tiempo esperaba este momento… al igual que hace tanto tiempo… Esperaba que me salvara de mi propia tragedia, de mi propio yo; sólo así, sólo abrazándome y pasándome su tranquilidad con un leve roce…

-          Te extrañé… te extrañé demasiado… –susurró.

-          Yo también… Te extrañé como no tienes idea…

De repente, siento que mis lágrimas comienzan a correr por mis mejillas. Esas lágrimas que estuve aguantando tanto tiempo y que ahora se hacen presentes como finos hilos de plata gracias a la luz de la luna.

-          No llores… al menos no enfrente de mí… –suplicó.

-          No puedo… ¿Tienes idea de lo que he pasado? ¿Al menos sabes por qué lo hago?

-          ¿Este es el momento en el que debo preguntar “por qué”?

-          Sí… –me volteé –. Lloro por todo, lloro porque tuve que irme, lloro porque me alejé de ti, lloro porque fui demasiado cobarde como para regresar por mi propia cuenta y decirte… decirte lo que he querido decir desde hace 15 años…

-          Hoy estás aquí, Minseok, y puedes decirme lo que debías…

-          En ese entonces tenía mi mente muy revuelta por distintos factores, pero ahora… ahora todo es más claro…

-          …

-          Yo… desde el primer momento en que te conocí… me enamoré de ti… –bajé la cabeza.

-          ¿Por qué lo dices con la cabeza gacha? –agarró mi rostro y lo levantó –. Si me lo dices de frente… puedo sentir que es verdadero y puedo corresponderlo…

-          … te amo…

Chen me besó primero en la frente, después removió mis lágrimas para tomar mi rostro entre sus manos y besarme suavemente en los labios… ¿Hace cuánto deseaba este beso? Creo que todos los días, todas las horas, minutos y segundos de los últimos 15 años… Hace tanto tiempo…

-          Chen… –apenas podía decir porque él seguía besándome – Chen… yo…

-           Jongdae.

-          ¿Eh?

-          Dime Jongdae.

-          J-Jongdae…

-          ¿Sí?

-          Yo… yo no quiero que esto resulte como hace tiempo…

-          … me imagino que viniste poco tiempo… ¿cierto?

-          S-sí…

-          Entonces… –me besó – debemos aprovechar al máximo ese tiempo.

Jongdae volvió a besarme con necesidad, pero en el beso podía sentir todo el amor que quería transmitirme; ese amor que no se vio corrompido a pesar del tiempo.

No me di cuenta cómo, pero ya me encontraba recostado en mi cama, con Jongdae arriba de mí. Yo tenía mis brazos alrededor de su cuello y él dejó sus manos en mi cintura, aunque no duraron mucho tiempo ahí, ya que éstas se atrevieron a explorar debajo de mi camisa y comenzaron a acariciar mi cintura con las meras yemas.

La sola sensación de los roces hacían que una ola electrizante de poca magnitud pasara por ahí, además, no me ayudaba en nada que ahora Jongdae quería devorar mi boca por completo. Aunque, ¿a quién engaño? He querido experimentar este tipo de cosas con Jongdae, sólo con él.

Mi camisa ya se encontraba desabotonada y las manos de Jongdae acariciaban mi abdomen y pecho como si fuera un área jamás descubierta, aunque lo estaban haciendo con suma delicadeza. Por mi parte, mis manos fueron más precipitadamente y ya le habían quitado la camisa a Jongdae, y se encontraban acariciando su espalda.

-          Jongdae… –me separé.

-          ¿S-sí?

-          Q-quiero que lleguemos hasta el final…

-          ¿Estás seguro?

-          Más que nunca.

-          No quiero que te arrepientas de esto después.

-          No quiero arrepentirme por no haberlo hecho.

-          De acuerdo –sonrió comprensivamente.

Jongdae se abalanzó contra mí, lamiendo mi pecho y soplando en el camino que había dejado. Fue bajando poco a poco hasta llegar a mi short, el cual fue desprendido muy lentamente. Mi rostro denotaba vergüenza, puesto que nadie más me había visto así, pero Jongdae se dio cuenta y besó mi abdomen, susurrándome un “eres precioso” para después bajar mi bóxer de forma lenta y a la vez excitante.

Jongdae pudo ver que mi miembro ya estaba lo suficientemente listo, así que se acercó a él, soplando un poco y dándole un beso. Después,  lo agarró de la base y comenzó a lamerlo, llevando un ritmo lento pero frenético a la vez; desde la base a la punta. Mientras hacía eso, su mano derecha viajó a mi pecho, específicamente a uno de mis pezones, y empezó a jugar con él mientras yo me retorcía en la cama aferrándome a las sábanas.

-          J-Jongdae… ahhh…

-          ¿Se siente bien, Minseok? –me miró mientras él me masturbaba.

-          S-sí… Muy… bien…

-          Me alegro.

Después de eso, Jongdae se metió mi miembro en toda la boca, haciendo un vaivén tortuoso y sumamente excitante. Faltaba poco para que llegara al orgasmo, pero Jongdae se separó de mí haciendo que me sorprendiera y mi miembro doliera un poco por la falta de atención repentina.

-          ¿P-por qué…? –me besó.

-          No quiero que esto acabe tan rápido.

-          ¿Entonces…?

-          Deseo que ambos tengamos placer mutuo.

Diciendo esto, se bajó de la cama y comenzó a quitarse la ropa hasta quedar desnudo, como yo.

Subió una vez más y me besó otra vez, para ir separando mis piernas y que él acariciara poco a poco mi entrada.

-          Ah-ahhh…

-          Relájate, haré esto lo menos doloroso posible.

Traté de relajarme en lo que me daba la vuelta, para así quedar recargado en mis rodillas y manos, dándole una vista completa a Jongdae de mi entrada…

-          ¿Sabes que me estás matando haciendo eso? –preguntó.

-          Sólo… sólo hazlo rápido…

-          Debo prepararte antes…

-          No lo hagas –volteé a verlo –. Te necesito ya.

Diciendo eso, Jongdae se acercó a mí, tomando mi cadera con una mano,  para después ir introduciendo su miembro poco a poco hasta que quedara todo dentro de mí y detenerse un momento.

-          Ah… ahh…

-          Dios, Minseok, estás muy… caliente…

-          Tú también… ahh… puedo… sentirlo…

-          ¿P-puedo?

-          Hazlo.

Jongdae comenzó con la faena de entrar y salir, y aunque no he de negar que fue algo doloroso al inicio, poco a poco se fue disipando hasta quedar la sensación de puro placer, sintiendo la necesidad de más. Más estocadas, más encuentros entre el miembro de Jongdae y mi próstata, más unión entre nuestros cuerpos y gemidos.

-          J-Jongdae… ahhh!!

-          Mi-Minseok…

-          Ya… ya no puedo…

-          Yo tampoco… ¡Minseok!

-          ¡Jongdae!

Llegamos al tan esperado orgasmo, uniendo nuestras voces en un único y último gemido que resonó en toda la habitación. Aun cuando seguía sintiendo los espasmos de mi cuerpo, Jongdae siguió entrando y saliendo de mí hasta que ambos caímos a la cama. Yo en ella y Jongdae encima de mí.

Tratando de controlar nuestras respiraciones, nos dimos la vuelta para quedar viéndonos de lado. Jongdae me tapó con la cobija y acariciaba mi rostro, dándome pequeños besos en todo este. Había un silencio, sí, pero nadie quería decir nada, ya que sólo nos comunicábamos con miradas y caricias. Inevitablemente, Jongdae fue el primero en hablar.

-          ¿Cuándo te vas?

-          Ah… –suspiré – en una semana.

-          Es muy poco tiempo.

-          Lo sé… aunque muy poco comparado al que hemos vivido…

-          ¿Sigues mortificándote por eso?

-          No quiero que te des una mala idea del porqué me fui… Créeme que desde ese momento he sentido lo mismo que hoy siento.

-          Yo también. Traté de localizarte pero el dueño del hotel no me dejó revisar el historial de los huéspedes.

-          ¿Hiciste eso sólo por…?

-          Por ti –me miró –. Yo también, desde que te encontré llorando me enamoré de ti. Pensé que eras muy dulce como para llorar por algo sin sentido.

-          Gracias…

-          Prométeme algo, Minseok.

-          Sí.

-          Prométeme que si te vas me avisarás. Prométeme que si necesitas alejarte me dirás el porqué, pero sobre todo…, prométeme que no dejarás de amar…

-          Esas son varias cosas.

-          ¿Las prometes?

-          Por supuesto que sí –lo besé –. No quiero repetir el mismo error dos veces.

Habiendo dicho lo que queríamos, nos besamos y después dormimos, para comenzar nuestra historia… Para comenzar desde cero…

Notas finales:

Juajua :v lamento si no pude llenar sus expectativas ^^' es mi primera vez que hago un One-shot :P

¡XOXO! ^^

Espero te haya gustado, Pochis :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).