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The Immoral Memory por YamiOni

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Notas del fanfic:

Yami: WIIII despues de tener este fic sin terminar por cerca de un mes al fin lo termine y aqui esta mi segunda obra escrita como solista.

Hay cero drama, cero tragedia, cero historia y puro lemmon. JAJA

Sakito estaba mimando un poco a su pequeño Aguro cuando, binó a su mente un recuerdo, era el recuerdo de cuando en su juventud había encontrado a la persona que se convertiría en su mejor amigo, en su compañero de proyectos y porque no mencionarlo, el gato también había sido su compañero de cama en más ocasiones de las que era capaz de enumerar.

Recordó cuando, por mera casualidad él y Mitsuo se habían conocido en una de sus clases de guitarra y se habían puesto a hablar, descubriendo que sus caminos se cruzaban más veces de las que podrían creer para no haber hablado nunca antes ni por casualidad, ya que vivían relativamente cerca... a un par de calles de distancia, iban a la misma escuela, etc. y descubrieron que coincidían en gustos más de lo que creían al haberse prejuzgado.

Recordaba también cada pelea que habían tenido no era difícil, podia contarlas con los dedos de una mano, recordó sus primeros encuentros con la adolescencia y entre estos recuerdos surgió, el de su época de “experimentación” con Mitsuo durante la secundaria.

Habían empezado sus experimentos con besos sencillos simplemente juntando sus labios, subiendo la intensidad de estos con el pasar del tiempo, hasta que estos se convirtieron en juegos húmedos con sus lenguas enredándose en ambas bocas, después pasaron a carisias, sin contar que sus experimentos se daban cuando querían y donde querían, pero donde más solían tener encuentros pasionales, aunque suene increíble eran los baños de la escuela, dado que no estaban en el mismo grado podían encontrarse en los baños a ciertas horas.

Flashback.

Estaba un joven Sakito sentado en el borde de los lavamanos de la escuela esperando por Hitsugi, habían acordado saltarse esa clase para estar juntos, pero el sentía que llevaba horas esperando a que el gato llegara, tal vez eran solo sus ansias, siempre había sido él el que sentía más necesidad al estar con Hitsugi, quizá ese año de diferencia hacia que su mente fuera más caliente, sobre todo cuando recordaba algunas de las cosas que veía en las pocas ocasiones que tenia de estar a solas en casa, algunos videos que hacían que su imaginación volara al momento de auto satisfacerse.

Y hablando de auto satisfacerse, notaba aún más nítidamente la erección que comenzaba a surgir en él mientras se dirigía a los baños pensando en lo que harían en ese lugar. Casi como reflejo comenzó a acariciarse por sobre la ropa.

—Qué hubiera pasado si hubiera entrado otra persona—Sakito se volteó de golpe para encontrarse con Hitsugi que atrancaba la puerta, el verlo solo lo hiso aumentar las caricias que se propiciaba.

—Tardaste—contesto Sakito en un jadeo, mientras Hitsugi se acercaba a él lamiéndose los labios, dejando ver la primera de muchas perforaciones que terminaría teniendo.

Hitsugi se acercó a Sakito tomándolo por la cintura y pegándolo a él para iniciar un húmedo y lascivo beso, este le colgó los brazos al cuello correspondiendo al beso al tiempo que envolvía su cintura con las piernas. El menor comenzó a mover sus caderas haciéndole sentir a Sakito su erección atrapada en sus pantalones contra la suya, haciendo que los dos jadearan dentro del beso sin poder evitarlo, Sakito corto el beso bajando a lamer y dejar suaves mordidas en el cuello del menor, mientras este acariciaba y estrujaba sus muslos cuando mordía de forma muy lasciva, el mayor llevo sus manos a la corbata del otro, deshaciendo el nudo de esta y comenzando a desabotonarle la camisa mientras seguía besando y mordiendo cada centímetro de piel que iba desnudando,  sus hombros, sus clavículas, ahogando los jadeos que soltaba debido al rose de sus erectos miembros.

Hitsugi separo al mayor de su piel para proceder a hacerlo mismo que el mayor, pero él no se conformó con abrirle la camisa, así que se la quitó arrojándola a cualquier parte en el piso del baño, observando el pálido y delgado torso de su acompañante y sobre todo sus rosado pezones, los cuales miro con gula para después estimularlos uno con su boca, lamiéndolo, mordiéndolo y succionándolo, mientras acariciaba y pellizcaba el otro, haciéndolo jadear y gemir quedamente.

Mientras Hitsugi se entretenía con sus pezones, Sakito llevo sus manos a los pantalones del otro desabrochándole el pantalón y bajándole el bóxer por delante para dejar libre su erección y comenzar a acariciar la punta de este, que se humedeció después de algunas caricias, haciendo que la respiración del menor se acelerara y comenzara a jadear sobre su cuerpo. Hitsugi había pasado a besar y lamer su cuello, mientras con sus manos acariciaba la cintura y el trasero de Sakito. De nuevo siguió el ejemplo del mayor yendo a desabrochar el pantalón del menor... no llevaba ropa interior. Se le hiso de lo más excitante, tomo el húmedo miembro y comenzó a masturbarlo al mismo ritmo que Sakito lo masturbaba a él.

Sakito envolvió la cintura ajena con sus piernas, pegándole lo más posible contra él, casi rogándole de forma muda con sus acciones que sus cuerpos se restregasen mutuamente, Hitsugi lo interpreto de inmediato soltando la erección del mayor para pegarlo más a su cuerpo y fingiendo embestidas, haciendo que sus miembros se rosasen, haciéndolos gemir sonoramente.

Sakito tomo ambas erecciones comenzando a masturbarlas, de inmediato buscaron la boca del contrario para comenzar un húmedo y demandante beso enredando sus lenguas en una danza húmeda. Ambos ahogaban sus gemidos en la boca ajena. El menor se separó de Sakito comenzando a repartir lamidas por todo el pecho de este. Sakito seguía manteniendo el ritmo constante de sus manos haciéndolos jadear a ambos, sentían que alcanzarían el orgasmo de un momento a otro, el mayor presionaba el glande de ambos miembros, acariciando con mayor rapidez ambos miembros, haciendo que los dos se corrieran con un escandaloso gemido.

Fin del Flashback.

También recordaba el día que había perdido su virginidad.... también con Mitsuo, una de las ocasiones más memorables que habían tenido.

Flashback.

Ambos sabían a lo que iban, entraron con prisas a la habitación, tenían la excusa de estudiar juntos para la próxima temporada de exámenes, pero apenas cerraron la puerta comenzaron a besarse con desenfreno como en tantas otras ocasiones pero esta vez no se conformarían con solo besarse y restregarse mutuamente, sus cuerpos llevaban semanas pidiendo por más y ahora que estaban a solas en casa del menor nada les impediría probar todo del otro.

El mayor enredaba sus dedos en el cabello de su acompañante tal y como su lengua lo hacía con la del menor en una batalla húmeda donde lo único que ambos buscaban era que su lengua recorriera cada centímetro de la boca contraria, mientras tanto las manos del menor masajeaban la cintura y el trasero del contrario sin ningún pudor, haciéndolo jadear dentro del beso.

Avanzaron torpemente hacia la cama, unos pasos de esta se separaron bruscamente y de la misma forma se sacaron la ropa, se tomaron un minuto para observar bien a su amante, ambos con todas sus inseguridades veían la perfección en el otro, y el menor lo demostró con la manía que tenía desde siempre según él: lamiéndose los labios, sin embargo lo acompaño con una mirada cargada de lascivia, lo que incito a Sakito a abalanzarse sobre Hitsugi para reiniciar la tarea que habían abandonado segundos atrás, la de devorar sus bocas mutuamente. Se tiraron sobre la cama comenzando a restregarse mutuamente sin ninguna vergüenza, sintiendo que sus miembros se endurecían con solo los sutiles roces que recibían, acariciando cada centímetro de piel que sus manos alcanzaban.

Se separaron jadeantes Hitsugi recostado sobre Sakito con una pierna entre las del mayor mirándose con el inmenso deseo que los dos sentían, pero sin detener sus mutuas caricias ni un segundo, Sakito comenzó a besar la mejilla de Hitsugi bajando por su barbilla, y llegando a su cuello donde deposito barios besos, lamidas y mordidas por donde paseaba su boca, el menor imito a su amante bajando sus labios a su cuello pero no se entretuvo demasiado ahí bajando por su pecho y abdomen, jugando un poco con la perforación que recientemente se había hecho en el ombligo y continuando su camino hacia el miembro del mayor.

Una vez que tuvo la hombría totalmente erecta de Sakito frente a su boca, empezó a dar besos por sus ingles matándolo de expectación y acariciando con su índice el glande y sintiendo en su dedo algo de humedad, tomo la base de este comenzando a lamer el glande y saboreando el líquido preseminal que este eyaculaba, para después seguir con su lengua por toda su extensión lo que ocasionó que Sakito se retorciera de placer al sentir no solo la húmeda y caliente lengua del menor si no también el piercing que tenía en esta soltando cortos pero sonoros gemidos, que eran música para Hitsugi, con la mano que no sujetaba la generosa erección del mayor, tomo una de las piernas de Sakito y la paso por sobre su hombro dejando a este expuesto ante él, Sakito levanto la cabeza para observar como el menor se metía su miembro a la boca, y entrecerró los ojos mordiéndose los labios por la sensación que le brindaba la cálida boca de Hitsugi, pero no pudo seguir observando, ya que al sentir como el menor succionaba con fuerza no tuvo más remedio que arquear su espalda enterrando la cabeza en el colchón y gemir sonoramente invadido por el placer que aquello le provocaba.

El menor sentía como su saliva y el líquido que surgía del miembro de Sakito se escurría por sus comisuras y su barbilla, pero no por eso se detenía en su tarea de darle placer, al mismo tiempo que trataba de acoger la erección del mayor hasta la base de esta pasando sobre sus hombros ambas piernas del mayo las cuales rodearon su cuello, mientras las manos de Sakito se aferraban a sus cabellos sintiendo que el agarre menguaba según la intensidad de sus succiones.

Sakito tomo las mejillas del menor separándolo de su deliciosa tarea, se dedicaron una mirada lasciva y luego apoyo sus pies en los hombros del menor empujándolo para que callera de espaldas y luego se colocó a cuatro patas sobre él dándole otro fogoso beso. Y luego se giró quedando frente a la erección desatendida de su acompañante y dejando su propia erección a la altura del rostro del menor que no tardo en reanudar su tarea de dar lamidas y succiones sobre su miembro y él lo imito haciendo que ambos soltaran fuertes gemidos que eran callados por la dura carne que ambos tenían ocupando su cavidad bocal provocándole al otro una sensación por demás placentera.

Ambos temblaban levemente y gemían debido al placer tan intenso que ambos sentían arrasaba con su cordura pero ninguno se detenía querían complacer al otro, pero por más excitados que estuviesen ninguno había pensado en que harían a continuación como debían continuar, aunque tampoco es como que sus mentes pudiesen ocuparse en pensar en cualquier cosa que no fuera el abrumador placer que los inundaba.

Ambos sentían que aunque no llevaran mucho tiempo haciendo aquello estaban a punto de correrse y no se equivocaron siendo el mayor el primero en irse en la boca de su amante que trago tanto como pudo, pero sin poder evitar que parte del esperma de Sakito mezclado con su saliva escurriese por sus comisuras hasta su barbilla y cuello,  y este acompaño el orgasmo con un fuerte y desgarrador gemido repercutiera contra el sexo de su amante con lo que también termino por correrse, mientras por reflejo embistió contra la boca de Sakito haciendo que este abriera su garganta para albergar totalmente su miembro y tragando todo el semen que era depositado en su garganta.

Sakito volvió a quedar de frente al menor, limpiado con su boca los restos de semen que escurrían por su cuello y su garganta a base de besos y lamidas, para terminar besándolo, Hitsugi aprovecho el beso para recostar al mayor y colocarse entre sus piernas, fingiendo envestidas haciendo que sus miembros se rosasen endureciéndose de nuevo, compartiendo más besos húmedos y pasionales. El mayor se volteó quedando de cara contra el colchón con las rodillas flexionadas y las piernas abiertas, apoyándose sobre sus manos, quedando en una posición sumamente sensual ante los ojos de Hitsugi, que no se quedó atrás apoyando sus manos en el trasero de Sakito y separándole las nalgas con los pulgares dejando su virginal entrada expuesta, cosa que éxito al mayor de sobremanera. Pero las cosas apenas estaban comenzando, Hitsugi paso su lengua por sobre la entrada de él mayor tratando de humedecerla lo más posible, Sakito arqueo la espalda al sentir la lengua de su amigo paseándose y jugando por su entrada junto con la perforación que lo hacía sentir que los brazos le fallaban dejándolos ceder quedando con su pecho contra el colchón al tener la espalda arqueada, retorciéndose sobre la cama desecha.

Hitsugi empezó a fingir suaves y rápidas envestidas con su lengua, haciendo que el mayor comenzara a gemir con fuerza aferrándose a las sabanas y tratando de ahogar aquellos indecentes sonidos contra la almohada, Hitsugi dejo de jugar con su lengua para subir a besar la nuca de Sakito acariciando la entrada de este con uno de sus dedos sin entrar en él, después se llevó dos de sus dedos a la boca humedeciéndolos bien, para seguir acariciando, pero ahora presionando lo suficiente para ir adentrando ese dedo, Sakito se tensó al sentir aquel intruso moverse en su interior, mordiéndose el labio inferior y apretando las sabanas con fuerza entre sus dedos.

Hitsugi movía suavemente su dedo acariciando su interior, dilatándolo poco a poco, fingiendo suaves y lentas envestidas, le extasiaba la estreches que sentía apresar su dedo, se esmeraba lo más posible tratando de hacer que Sakito olvidara la incomodidad y el dolor que estaría sintiendo. Sakito parecía ir relajándose de a poco hasta que fue capaz de meterle un segundo dedo, continuando con las caricias y suaves envestidas. Sakito había superado el dolor y la incomodidad inicial, pero al sumarle otro dedo ambos habían vuelto con mayor intensidad. El menor sentía que Sakito el rompería los dedos si seguía presionándolos con semejante fuerza, haciéndole difícil el seguir moviendo sus dedos, poco a poco Sakito se fue acostumbrando hasta que tuvo espacio suficiente para separar sus dedos, cruzándolos en aquella estrecha cavidad. Sakito gimio con fuerza sin poder evitarlo pues uno de esos dedos había tocado su punto erógeno, lo que lo hiso relajarse de inmediato, Hitsugi sumo un tercer dedo, volviendo a arremeter contra ese punto ahora con tres dedos, haciendo que Sakito gimiera con fuerza.

El menor saco sus dedos del interior de Sakito, que soltó un suave quejido que más bien pareció un gemido, a modo de reclamo, pero Hitsugi no dejo que se sintiera vacío por mucho tiempo, colocando la punta de su pene sobre la entrada del mayor y empujando hasta pasar el glande jadeando al sentir aquella estrecha entrada presionando su glande, Sakito volvió a tensarse, a pesar de que había sido correctamente dilatado, era la primera vez y dolía... y mucho, volvió a enterrar la cara en la almohada ahogando sus quejidos y alguna que otra lagrima.

Hitsugi termino de entrar de una sola vez en Sakito, quien ni siquiera con la almohada cubriendo su boca pudo callar el grito de dolor mezclado con placer, ya que al entrar había dado de lleno en su punto erógeno, haciéndolo olvidar un poco el dolor. Hitsugi comenzó a masturbar a Sakito para que se olvidara completamente del dolor, cosa que funciono, ya que aquellas paredes dejaban de amenazar con romper su miembro, para pasar a ser sumamente placenteras. Comenzó a moverse lenta y suavemente, dejando que el mayor se terminara de acostumbrar a la intromisión.

No tardó mucho en poder aumentar el ritmo de las envestidas, haciéndolos a ambos gemir como locos, extasiados, Sakito había comenzado a mover su cadera a contra corriente para que las envestidas fuesen más profundas, estimulando constantemente su punto erógeno.

Hitsugi por su parte también disfrutaba como nunca ya que Sakito contraía su entrada cada vez que estaba por retirarse, presionando su miembro de forma exquisita, ambos sentían que no podrían seguir con ese ritmo por mucho más tiempo, y se correrían en cualquier momento.

Hitsugi coló su mano entre las piernas de Sakito comenzando a masturbarlo al mismo ritmo que lo envestía, esparciendo el líquido preseminal que mojaba la punta de este por toda su extensión haciendo más fácil su tarea, sintiendo como el otro arqueaba su espalda entre escalofríos mientras gemía sin control.

—Dios... Mi-Mitsuo voy... voy a-a correrme.... AHHH!!!!—advirtió Sakito callando ese último gemido contra la almohada, corriéndose en la mano de Hitsugi.

—AHHH—Hitsugi no pudo evitar que un sonoro gemido escapase de su garganta al sentir que el mayor se tensaba involuntariamente al alcanzar el orgasmo, aprisionando su miembro de una forma sumamente placentera. Continuo con las envestidas aumentando aún más si se podia el ritmo de estas mientras recorría con sus manos la fina espalda perlada en sudor de su amigo provocando que este se estremeciera ya que aún sentía su cuerpo muy sensible después de un orgasmo como aquel. Al menor solo le hicieron falta algunas envestidas más para correrse.

Una vez que Hitsugi termino de correrse dentro de Sakito se dejó caer sobre la espalda de este quedando los dos recostados uno sobre el otro jadeando, mientras trataban de recuperar el aire y el ritmo normal de sus corazones que en ese momento parecían querer salirse de sus pechos.

—Mitsuo—susurro Sakito respirando sonora y agitadamente, llamando la atención del menor.

—Lo siento—dijo Hitsugi retirándose del interior de su amigo y tumbándose boca arriba a un lado del mayor, mientras este se volteaba quedando sobre su costado, dándole la espalda al menor. Quien mantenía la vista fija en el techo, ninguno podia mirar al otro, no se arrepentían simplemente aun no superaban lo que habían hecho. Pero no duro demasiado ya que el mayor se volteó levantándose sobre sus brazos mirando al menor desde arriba—Que pasa—pregunto este mirando curioso al mayor, que mantenía una sonrisa pícara... y muy sensual desde su punto de vista. Pero la única respuesta que obtuvo fue un húmedo y demandante beso que lo dejo casi sin aliento.

—Nada... debemos repetirlo—dijo apoyando su cabeza en el pecho del menor—aunque no ahora— dijo soltando una leve risita.

Fin del flashback.

Y esa fue solo la primera de muchas veces que compartió la cama con el gato, que recuerdos.... de una época tan inmoral, hablando de cosas inmorales tal vez sea buena idea llamar a Mitsuo y hacer más de esos recuerdos.

Notas finales:

Ojala les haya gustado, y dejen algun review. no tengo nada más que contar sobre nada y creo que quedo muy claro no hubo ninguna historia asi que no creo que haga falta aclarar nada.


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