Hola mi nombre es Grimmjow Jaegerjaquez y se encontraba cerca la fecha de mi cumpleaños número 25 y desde hacía días notaba a Ichigo un tanto extraño, hacia llamadas a escondidas, guardaba cosas en secreto, se arreglaba más que de costumbre y en la cama se comportaba de una manera exquisita y salvaje, siempre hemos sido una pareja muy caliente, pero él deseaba tener sexo a toda hora y a cualquier lugar, me despertaba a altas horas de la madrugada exigiendo de una manera muy sensual y cariñosa que lo poseyera, a lo cual yo no podía negarme, caía rendido a sus placeres, amándonos de una manera loca y desenfrenada y varias veces llegaba tarde a mi trabajo, con sueño y cansado por estar complaciéndolo, pero así era mi fresita, muy fogosa y ardiente, era una de las cosas que más me encantaba en nuestro año de matrimonio, su siempre disponibilidad a nuestros calientes y deliciosos encuentros sexuales.
El día de mi cumpleaños ella me llamo a la oficina diciéndome que me esperaba en casa hacia las 6 de la tarde, sabía que habría preparado alguna sorpresa y a pesar de que tenía una cita con unos amigos para tomarnos algunos tragos, la cancele y llegue puntualmente a casa, tan pronto me abrió la puerta comprendí porque me había casado con Ichigo.
-Qué bueno que llegaste Grimm, ven a mí- dijo Ichigo sensualmente
Estaba más radiante y lindo que nunca, estaba usando una diminuta de bata de baño de seda color azul muy vaporoso, que dejaba al descubierto sus lindas y largas piernas, de inmediato me rodeo con sus brazos por mi cuello y se encaramo sobre mi dándome un delicioso beso, mis dos manos se posaron bajo su bata para sostenerlo, aproveche para palpar su caliente y contoneado culo, acaricie la redondez y suavidad de sus nalgas mientras mi boca se abría para recibir su caliente y húmeda lengua, repasaba sus magnificas nalgas bajo una delicada tanga, su boca chupaba de una manera deliciosa mi lengua, la succionaba como un pequeño pene, acaricie una vez más sus nalgas y palpe su gordo miembro contenido por su diminuto panty, su lengua se enroscaba una y otra vez a la mía, sentía mi verga latir bajo mi pantalón, aquel húmedo beso era interminable, su lengua recorría mi cara y volvía a introducírmela en la boca donde la recibía gustoso y chupaba, su aroma, su delicioso perfume y todo en el me excitaba, luego de ese delicioso e interminable beso, Ichigo se separo de mi, lo tome de la mano y lo obligue a dar una vuelta, quería verlo, lucirse para mi, bajo su corta bata note su diminuta tanga azul claro de encaje, estaba hermoso!!!!!!!!!!!!!, radiante!!!!!!!!!.
Me tomo de la mano y me llevo a la sala que se encontraba en penumbras, apenas iluminada por unas cuantas velas y el fuego de la chimenea, en la mesa de centro había una botella de champaña fría y a su lado se encontraba mi pastel de cumpleaños, era una tarta de chocolate en forma de pene enorme, sus bolas estaban recubiertas por fresas y en el glande de color claro aparecían hermosamente distribuidas mis 25 velitas. Pedí un deseo y apague las velas, Ichigo me tomo de la mano y me sentó en el sofá de la sala, coquetamente y contoneando su magnífico culo se dirigió a servir la champaña, sentía mi verga despertarse, se sentó delicadamente en mis piernas a horcajadas de frente a mí, e hicimos un brindis por nuestra felicidad, nuevamente nuestras lenguas cual dos serpientes se buscaron ávidas de amor, queríamos demostrarnos cuanto nos amábamos y deseábamos, me sentía el hombre más feliz y afortunado al tener a mi preciosura anaranjada, mi mano nuevamente se poso bajo su bata, sentía su calor, el calor de mi amante, me dedique a acariciar esos melocotones que tiene por nalguitas bajo el panty, nos chupábamos las lenguas de una forma salvaje, note su panty húmedo, su verga destilaba su liquido pre seminal, se estaba endureciendo y restregaba cadenciosamente su glande en mi estomago, aquello lo volvía loca, palpe sus tetillas sobre la tela de la bata, baje la teda de uno de sus hombros dejando descubierto parte de su pecho y acaricie su erecto pezón, mi boca succionaba su tetilla, recorría su aureola sin dejar de presionar mi miembro entre sus nalgas, estaba como poseído, aquella fresita me volvía loco.
Tomo una fresa y la llevo a sus labios carnosos ofreciéndomela, mi boca se abrió para recibirla, nos la comíamos por los extremos hasta que nuestros labios se unían, repitió muchas veces esta deliciosa cesión, terminábamos con nuestras lenguas húmedas unidas y luego de varios segundos me tomo por el cuello y fuertemente me penetro mi garganta con su apéndice bucal, estaba en el cielo, mis manos no dejaban de acariciar su hermoso y delicado culo, sentía mi verga explotar, le di vuelta sin soltar su lengua y lo acomode en el sofá, recorrí su cuerpo sin deshacerme de su bata hasta llegar a su sexo donde me detuve a aspirar su aroma, descorrí su delicada tanga y OH!!!! sorpresa, mi Ichi se había depilado totalmente, ni un solo pelo aparecía en su miembro, bolas o ano, aquel espectáculo era maravilloso, baje sus pantis viendo como un pequeño hilo de liquido pre seminal lo seguía y me arrodille sobre el piso, mi amado separo sus piernas ofreciéndome su rica verga y su delicioso ano, mi boca se trago su polla húmeda y caliente, mi mano se apoyo en sus nalgas haciendo presión hacia arriba para poder introducirme más su falo, su grueso falo, mi lengua recorrió su extremidad, palpo sus deliciosos testículos, los metía en mi boca una y otra vez halándolos, Ichigo suspiraba del placer, luego de una rica mamada me concentre en su hoyito, su delicioso y exquisito ano se me ofrecía como una flor, lo ensalive una y otra vez, separe sus glúteos hasta que mi lengua se poso en su ano, su olor era embriagador, mezcla de perfume y sexo, relamí su culo como nunca lo había hecho, con rabia, con deseo, acariciaba suavemente su ya erecta verga mientras mi cara se perdía en sus nalgas aspirando una y otra vez su aroma; mi lengua se introducía fácilmente en su delicioso agujero, lo deseaba!!!!!
Mi verga estaba a punto de romper mi pantalón, me enderece y mi amado se abalanzo sobre mi desnudándome, tomo mi gruesa verga y de inmediato procedió a darle la más fantástica y deliciosa mamada, nadie me comía la verga como él, solo mi esposo sabía lo que me gustaba, me encanta ver su boquita llena de mi grueso rollo de carne, chupaba mis gordas y repletas bolas muy suavemente, descorría mi pellejo con su manita sin soltar mi glande de su adorada boca, su lengua recorría mi grueso tallo arrancándome el mas delicioso espasmo, una y otra vez relamía mi cabeza ahora húmeda, recogía mis jugos y los chupaba con gran placer, lo tome de los hombros y empecé un delicioso mete y saca de su boquita, su lengua se relamía de placer, mi polla ardía, su boca tragaba todo lo que podía, su manita apretaba mis huevos, sentía mi orgasmo cerca, decidí parar un poco, lo levante y terminamos de desnudarnos completamente.
Esta vez nos acostamos en la alfombra cerca de la chimenea, tomamos otra copa, veía su delgado y delicioso cuerpo, notaba la redondez de sus nalgas, la firmeza de sus piernas, la erección de su gruesa verga, me acosté boca arriba cogiendo mi verga y llamándolo, mi Ichi se sentó a mi lado, paso los dedos sobre la crema de la tarta y procedió a embadurnarme la verga con ella, su mano recorría mis bolas y mi tallo untándome esa crema, la sensación era maravillosa, se agacho sobre mi dejándome ver su ojete depilado y apetitoso, tomó mi verga con sus dos manitas y sentí como su boca la devoraba, subía y bajaba su cabeza deleitándose con mi embadurnada verga, mamaba como nunca, me enderece un poco y tome también algo de crema que aplique a su ojete, estábamos en un delicioso 69, esta vez deje que mis dedos untados de crema horadaran su ano, pego un pequeño respingo, volvió a realizarme aquella felación mientras dos de mis dedos hurgaban su delicioso y excitante culito, aquello lo volvía loco, nos volvía locos, quite mis dedos y con mis manos separe sus nalgas observando su maravilloso hoyo; mi lengua como un dardo certero se perdió en su interior, chupaba su orto una y otra vez mientras me comía la verga, sudábamos a mares, quería poseerlo ya, se volteo y esta vez esparció una cantidad mas abundante de crema en su ano y en mi endurecida y gruesa verga, se acomodo frente a mí, subió sus piernas y lentamente empezó a incrustarse en mi tranca, la crema era un magnifico lubricante, aquello era fabuloso, doblo sus rodillas dejándose caer suavemente en mi verga, subí un poco mi pelvis para ayudarlo a incrustarse en mi ansiosa verga, lentamente mi verga se alojo totalmente en su rico ano, sus bolas rozaron mi vientre, Ichigo empezó a mover sus caderas subiendo y bajando de mi polla, mi mano busco la suya y comencé a masajeársela cadenciosamente mientras sus nalgas aprisionaban mi verga, se reclino sobre mi pecho mordiéndome una tetilla, sentía mi orgasmo próximo, acelere mas mis movimientos sobre su verga, mi fresita gemía y gritaba del placer, mi verga la taladraba, su lengua se enrosco en la mía mientras sentí mi mano húmeda, su semen caliente caía en mi abdomen y mi mano, en ese momento eleve mi pelvis y mordiendo su lengua descargue todos mis chorros calientes en su interior, la descarga fue fenomenal, ambos jadeábamos e Ichigo acelero sus movimientos, sus nalgas se cerraron sobre mi verga exprimiéndola al máximo, su cabeza se desgonzó sobre mi pecho, pase mis manos por sus nalgas moviendo rápidamente mi verga en su ano, bese sus labios mientras sentí que su culo se liberaba de mi tranca y de su abierto ano mi semen caía en mis testículos, lo apreté hacia mí y durante minutos nos chupamos las lenguas sintiendo su calor.
Mi esposo me susurraba dulces palabras al oído mientras mi mano acariciaba su redonda nalga, de pronto sonó el timbre, rápidamente me pare colocándome una toalla alrededor de mi cintura y fui a abrir la puerta, era Ulquiorra, un antiguo amante, de 28 años aunque no los aparentaba. Recuerdo que cuando lo conocí era de estatura baja y constitución delgada, que, junto a su piel totalmente blanca, le confiere un aspecto frágil (frágil mis calzones me daba por todos lados). Su pelo era de color negro, ahora lo llevaba corto y desordenado, con un mechón que cae por su frente y se bifurca en dos al llegar a su nariz. Mas el rasgo más destacable de Ulquiorra son sus grandes ojos, de un color verde profundo casi felinos creo que eso fue lo que me atrajo de él.
Hacía casi dos años no lo veía y casi no ha cambiado nada solo esta mas alto, casi tan alto como yo y mas fornido se había estado ejercitando pero seguía con el mismo gesto indolente e inexpresivo en su cara venía acompañado por un escultural pelirrojo que me presento como Renji, un muchacho muy alto y exuberante aunque su peinado me recordaba a una piña, nos saludamos y los hice pasar a la sala mientras llamaba a mi esposo, el me dijo que la visita de ellos era una sorpresa y vaya que me sorprendió.
Ichigo se coloco su bata sin nada debajo y salió a atender la visita mientras yo me duchaba, recordaba a Ulquiorra y nuestros deliciosos encuentros, tenía una verga fascinante, tan gruesa como la mía pero un poco más larga, la añoraba, no pude evitar una erección recordando cuando mi boca se degustaba con aquel rico mástil, termine de ducharme, me vestí y fui a la sala, donde mi esposo les había ofrecido unos tragos, charlamos animadamente y mis ojos no quitaban la vista del escultural acompañante de mi ex Ulquiorra, la conversación era muy animada, la música agradable y el calor de los tragos elevaba la temperatura.
Renji resulto ser amigo de Ichigo, era un hombre alto, de ojos café, pelo largo de color rojo carmesí, un cuerpo atlético y escultural, su ajustado pantalón dejaba ver su apetitoso trasero marcado y redondo y su camiseta apenas contenía su musculatura, me pare y fui a la cocina a prepara una picada, estaba concentrado en mi labor, cuando sentí por detrás los brazos de Ulquiorra rodeando mi cintura, sentí su aliento en mi nuca y voltee mi cabeza para recibir un caluroso y húmedo beso, pensé que había olvidado el calor de su boca, pero aquel beso me excito, me voltee mirándolo a los ojos, sus bellos ojazos verdes, mi mano se poso en su nuca y mi boca en la suya, recordaba sus deliciosos besos y durante un breve instante volví a revivir con su lengua, deseaba comérmela, lo atraje fuertemente hacia mi mientras el posaba sus manos en mis nalgas y nuestras lenguas se reconocían una y otra vez, adoraba su aliento, baje mi mano y palpe su bulto, alcanzaba a oír las risas de Renji y mi esposo, sin pensarlo dos veces me arrodille en la cocina, desabotone su pantalón y mi mano se introdujo en su bóxer, sintiendo el calor y grosor de su rica y añorada verga, mi sorpresa fue grande cuando vi aquella enorme polla, mi boca se abrió y su gordo glande me penetro sin previo aviso, durante cerca de 5 minutos estuve palpando, observando, reconociendo, acariciando y chupando como nunca aquella enorme pija, blanca, resplandeciente y sin circundar, me entretuve en su gordo prepucio, mi lengua se posaba en su glande absorbiendo sus jugos, era una verga inmensa y gruesa, sus venas se marcaban perfectamente, su tamaño no podía compararse con la de mi esposo, era una delicia!!!!!!!!!!!!.
Ulquiorra estaba muy excitado, acariciaba mi pelo mientras mi boca como una aspiradora succionaba y tragaba todo lo que podía, recorría una a una sus gordas bolas, me extasiaba con aquel fenomenal trozote de carne, su derrame no tardo en llegar, sin anuncio de ningún tipo, agarro fuertemente mi cabeza, flexiono sus nalgas y un delicioso torrente de semen caliente inundo mi boca, me apure a tragar todo lo que podía, algunas gotas resbalaban por mi barbilla cayendo al suelo, limpie su polla lo mejor que pude y la guarde arreglándole la ropa, el agradecido volvió a besarme traspasándole alguna porción de su cremosa leche.
Apresuradamente nos dirigimos a la sala, mientras pasaba la lengua por mis labios recogiendo el último vestigio de su leche, me sorprendí al ver a Renji arrodillado entre las piernas de mi esposo, la bata le cubría la cabeza, los ojos de Ichigo estaban entrecerrados, Ulquiorra y yo nos sentamos al lado observando como aquella pelirrojo se comía la verga de mi fresa, era todo un profesional, chupaba primero muy suave y luego aceleraba sus movimientos, la gruesa pero corta pija de mi fresita desaparecía totalmente en la boca de Renji, bese a mi esposo dándole mi aprobación a aquella caliente felación, Ulquiorra se coloco detrás del pelirrojo bajando su pantalón y dejando al descubierto un monumental, brillante y fabuloso culo, era una delicia, descorrió un poco su slip y su lengua se apodero de su ano, estaba visto que aquello era parte de mi regalo de cumpleaños y mi esposo lo había planeado todo.
Rápidamente me desvestí y me encarame sobre el espaldar del sofá ofreciéndole mi verga a mi fresita, quien abrió su boca y comenzó a chupar conservando el mismo ritmo que Renji hacia sobre su mojada verga, Ulquiorra continuaba hundido en las deliciosas nalgas de Renji, alternaba mi vista de la boca de mi esposo a la boca de Renji, aquel pelirrojo mamaba como nunca había visto, me deslicé por la silla quedando sentado al lado de mi esposo, Renji entendió y de inmediato se apodero de mi gruesa y erecta tranca, que mamada!!!!!!!!!!!!, nunca nadie en mi vida me había comido la polla como aquel pelirrojo, sus chupadas eran fuertes y prolongadas, masajeaba mis huevos mientras su lengua recorría todo mi tallo, alternaba sus lamidas en nuestras pijas, pasaba de mi verga a la de Ichigo, las masajeaba y chupaba y pasaba de una a otra, arrime a Ichigo lo mas que pude uniendo nuestros glandes y aquel pelirrojo hacia enormes esfuerzos por tratar de meterse las dos vergas al tiempo en su boca, nuestros glandes resbalaban con nuestros jugos, observe a Ulquiorra desnudarse y unirse a nosotros, ahora Renji tenía tres vergas a su disposición, pensé por un momento que se retiraría, pero al contrario recibió agradecido la nueva tranca y su lengua ávida pasaba de un glande a otro con una velocidad increíble, volvía a repasar nuestras pollas, jamás había estado en algo igual, mi verga estaba a mil, ni que decir de la de mi fresita y la de Ulquiorra, los tres estábamos totalmente empalados, sus grandes y fuertes manos restregaban mi verga y la de mi fresita mientras su boca gozaba con el descomunal falo de Ulquiorra, luego de algunos minutos de estar alternándose las vergas en su boca, en sus pies, aprisionándolas en sus antebrazos , me coloque detrás del pelirrojo, quería cogérmelo, quite su slip y OH sorpresa, entre sus contoneadas piernas apareció una mandarria descomunal, una gruesísima y larga verga con dos bolas brillantes y tatuadas, me apresure a desvestirlo y el cuerpo del tal Renji, estaba lleno de tatuajes tribales.
Mi esposo se abalanzo diciéndome que era una sorpresa, que Renji era un striper un delicioso y apetecible striper con la verga mas fabulosa que haya visto, estaba desconcertado pues no esperaba que hiciéramos una orgia, Renji empezó a bailar de manera lenta y sensual frente a nosotros soltando su larga y rojiza cabellera, luego se recostó cerca de la chimenea y su tatuado cuerpo brillaba haciéndolo lucir muy sexy y apetecible. Ichigo se sentó prácticamente en su cara ofreciéndole su polla y ano, yo me arrodille y de inmediato me apodere de su polla, poseía un olor dulce, aspire su delicado aroma, mi lengua se poso en su protuberante y rosado glande, abrí mi boca al máximo tratando de introducirme aquella enorme y tatuada verga, en ese instante sentí la caliente lengua de Ulquiorra en mi ano, era mi cumpleaños y lo aprovecharía al máximo, sentí sus manos separando mis nalgas y su deliciosa lengua hurgando en mi ano, la sensación era deliciosa, yo como podía le daba lengua al descomunal tallo de Renji quien continuaba ocupado alternando su lengua en el ano y polla de mi fresita, la tranca de Renji era impresionantemente gruesa y larga, mi boca al máximo apenas podía alojar un poco más de la mitad de su grueso tallo, Ulquiorra me arrancaba oleadas de placer, su lengua hacia mil malabares en mi ano mientras su mano acariciaba mi erecto miembro, levante la cara y vi la mirada cómplice y picara de mi fresita, sin soltar aquel mástil de mi boca lo mire, comprendí que él lo deseaba, deseaba ensartarse en aquella torre, nunca durante mi matrimonio he permitido que nadie se coja a mi cabecita de naranja, su ano es solo mío, de vez en cuando permitía que chupara algunas vergas de mis amigos, pero su ano nunca, su mirada era de suplica, mientras descorría el pellejo de aquella rica monstruosidad; le di mi aprobación, el feliz se volteo dándome sus nalgas, lo golpee suavemente, separo sus piernas y vi su orto palpitante y dilatado, Renji había realizado una buena labor, escupí abundante saliva sobre la cabezota del pelirrojo, tomo su grueso tallo y lo guié hacia el ansioso ano de Ichigo, el se dejo caer y me sorprendí al ver como su esfínter se dilataba al máximo y sin ningún problema se engullía una gran porción de aquella barra, meneo sus caderas y de una fuerte estocada Renji le introdujo la totalidad de su herramienta, en ese instante sentí el glande de Ulquiorra puyando por abrirse paso en mi ano, me aferré a las nalgas de Ichigo, separe un poco mas mis piernas y me prepare para recibir su estocada, de un delicioso golpe Ulquiorra introdujo su descomunal y grueso miembro en mi ano, la sensación era indescriptible, un corrientazo sacudió mi espalda, como añoraba aquella verga, no entendía como había podido vivir casi dos años sin ella, sentí mi orto en llamas, sus estocada eran profundas y largas, sacaba completamente su tallo y volvía a introducirlo fuertemente, sus testículos aplastaban los míos, había vuelto a recuperar a mi Ulquiorra, era delicioso estar incrustado en aquella masa caliente de carne gruesa y fibrosa y ver como mi fresita subía y bajaba de la vergota de Renji, de vez en cuando chupaba sus lisas bolas, aquello era mi mejor regalo.
Movía mis nalgas hacia atrás enterrándome más la deliciosa tranca de Ulquiorra, el se aferraba a mis caderas arremetiendo con sus embestidas, sabía que su derrame estaba próximo, entonces a mi pesar me saco su reluciente verga y se la ofreció a Ichigo y a Renji que en cuestión de segundos se devoraron su pija, Ulquiorra la froto y una catarata de cremosa leche fue a parar a la boca de los chicos, su derrame fue fantástico, Renji y mi Ichigo se peleaban por acaparar los últimos goterones de su caliente semen, se traspasaban su verga y relamían sus lenguas embadurnadas de la leche de Ulquiorra, yo observaba con mi verga a mil, el espectáculo era fascinante, comprobé que Ichigo continuaba ensartado en la polla de Renji mientras chupaba la ya flácida herramienta de Ulquiorra, me coloque detrás de mi fresita entre las contoneadas piernas de Renji y en un arrebato coloque mi verga encima de la de Renji, hice presión, moví mis glúteos y mi glande penetro la deliciosa cavidad anal de Ichigo, el pego un grito, estaba siendo penetrado por dos vergas, dos buenas pollas se alojaban en su dilatado ano, sabía que lo podía desgarrar, pero luego su grito de dolor se convirtió en un gimoteo de placer, mi perrita disfrutaba de estas dos mangarrias en su culo, la sensación era fantástica, el ano de Ichigo y el roce de mi verga con la de aquel pelirrojo era sencillamente deliciosa, sentía mi verga explotar en mil pedazos, Ichigo jadeaba feliz de esa caliente cogida, Ulquiorra de pie observaba, busque su verga y entre Ichigo y yo en cuestión de segundos la pusimos totalmente erecta, nuestras lenguas hacían su labor, su tallo recupero su plenitud, su grueso miembro me obsesionaba y Ulquiorra lo sabía, se coloco detrás de mí y suavemente lo alojo en mi ano, que verga!!!!!!!!!!!!!!, como me encantaba!!!!!!!!!!!!!, era una cogida fenomenal, entre Renji y yo cogíamos a Ichigo mientras Ulquiorra hacia otro tanto conmigo, tras breves segundos comprendí que ya no aguantaba más, todos estábamos en las mismas, nos separamos y los tres al tiempo comenzamos a masturbarnos sobre el cuerpo de mi fresita, la descarga no se hizo esperar, de las tres enhiestas vergas chorros calientes de semen salieron disparados y fueron a parar a la cara y pecho de mi fresita, quien mientras abría su boquita capturando una buena porción de nuestras leches, se masturbaba frenéticamente llegando al clímax y sus gotas empaparon su estomago y pelvis, su cuerpo relucía de nuestras cremas ahora era mi fresa con crema. Exhaustos y sudorosos Ulquiorra y Renji se retiraron al sofá a descansar, mientras yo me dedicaba a recorrer con mi lengua todo el brillante y cremoso cuerpo de mi fresa con crema, hasta quedar abrazados y con nuestras pollas húmedas y en contacto.
Este ha sido el mejor cumpleaños de mi vida. Te Amo Ichigo
-Y yo a ti grimmy
-Grimmy jejejeje-dicen Ulquiorrra y Renji riéndose
Desde luego Ulquiorra y Renji se volvieron nuestros amigos inseparables y nos reunimos cada ocho días en mi casa o en la suya, nuestras cogidas son fantásticas.
