Estados Unidos era el último lugar al que hubieran pensado que irían y más por buscar a alguien. Nuevamente Judal hizo práctica de sus métodos y saco de escondidas a Aladdin de su casa, ahora mismo estaba hablando por teléfono a los padres del menor para informarle que regresarían en unos días. Aladdin a veces no comprendía como es que sus padres todavía no habían corrido a Judal de la casa si ya les había hecho pasar varios sustos… pero bueno, eso por el momento no importaba.
Morgiana también quiso unirse al viaje en cuanto se enteró y el peli azul aun no entendía cómo es que los había seguido hasta el aeropuerto y se había subido al mismo avión si todo lo habían hecho con la máxima discreción posible.
Ahora mismo los dos menores estaban cerca de la dirección que estaba escrita en la carta de Yunan, su primo se encontraba unas cuadras atrás ya que en cuando Morgiana y Aladdin habían comenzado a ubicar las calles de la dirección habían salido corriendo cuando Judal no veía.
-Aladdin, ¿Crees que Alibaba nos acepte nuevamente? – dijo la pelirroja un poco preocupada
-¡Por supuesto señorita Mor! Él es nuestro amigo y estoy seguro de que también debe sentir que le hace falta algo en el mundo – Aladdin no comprendía la preocupación de Morgiana… a lo mejor era la ansiedad de volverlo a ver después de mucho tiempo.
-Espero que tenga una vida feliz en estos momentos… con la familia que siempre necesito
La sonrisa de Morgiana era de esperanza y felicidad la cual contagio también a su pequeño amigo.
-Jejeje, no puedo esperar a ver su reacción cuando nos recuerde – Aladdin tomo la mano de su amiga - ¡Vamos juntos señorita Mor! ¡Vamos por Alibaba!
Los dos nuevamente comenzaron a correr (mientras Judal trataba de seguirles el paso)
Aún faltaban unas cuadras para llegar a la dirección ¿Qué le dirían en cuando lo vieran? No lo sabían, lo único que deseaban en ese momento era volverlo a ver. Morgiana comenzó adelantarse un poco aun tomada de la mano de Aladdin (comenzaba a jalarlo) pero de repente paro en seco haciendo que Aladdin chocara contra ella.
-Señorita Mor, ¿Qué ocu…
Aladdin dejo de hablar, de repente sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas y una enorme sonrisa se dibujó en su rostro. Frente a ellos estaba Alibaba.
Su querido amigo se veía exactamente igual a como lo recordaba (era probable que también tuviera la misma edad de cuando lo conocio), el rubio estaba sentado en la acera de una casa, tenía una extraña cara de ansiedad y nerviosismo. Morgiana y Aladdin sonrieron uno al otro agradeciendo que Alibaba no había cambiado: seguía siendo el chico que mostraba todos sus sentimientos a través de sus expresiones.
Alibaba parecía estar teniendo un debate mental, primero lo vieron cerrar sus ojos profundamente como si pensara en tomar una gran decisión, después (por alguna razón) se sonrojo y tapo su rostro con sus dos manos… el nerviosismo y vergüenza del rubio era casi palpable para sus dos amigos que lo observaban desde lejos
Judal por fin había llegado con ellos, pero se detuvo impresionado antes de hablarles, no fue porque había visto a Alibaba… si no por la persona que acaba de llegar a lado de él y que parecía divertirse mucho con las expresiones del menor.
-No sabía que hicieras actos de mímica en calle, Mocoso
El rubio alzo la vista encontrándose con un apuesto pelirrojo (mayor que él) que lo miraba de manera burlona.
-¡No hacía nada de eso! – Grito exaltado el ojidorado, - además… ¿¡Podrías decirme porque vienes vestido de una forma tan elegante?! – el chico suspiro enojado –por todos los cielos Kouen, como si en tu vida no atrajeras ya la suficiente atención de las mujeres con tu rostro – termino Alibaba resignado viendo como todas las mujeres que pasaban cerca de ellos prácticamente se quedaban babeando ante al mayor y no era para menos, el tipo estaba usando un elegante traje color gris (de marca, para variar) y encima llevaba un abrigo negro (era temporada invernal) que lo único que hacía era amoldarse mejor a la figura del otro, que con sus ojos rojos y su mirada de “el mundo no me merece” solo hacía que el tipo pareciera toda una estrella de cine
-Ho, ¿Eso quiere decir que mi pequeño mocoso esta celoso? – Preguntaba Kouen de manera maliciosa acercándose demasiado al rostro del Alibaba.
El menor reacciono rápidamente empujándolo.
-¡Por supuesto que no! – Alibaba bajo su rostro un poco apenado - ¿Qué tiene de malo querer tener un paseo normal de vez en cuando? Y ahora… siento que me veo un poco fuera de sintonía contigo – Alibaba observo sus ropas, no era que vistiera mal, de hecho había buscado sus mejores ropas para la ocasión, pero a diferencia de su acompañante a él no le gustaban los trajes y la ropa formal (después de todo tenía 17 años ¿¡A que chico de 17 años en su sano juicio le gustarían?!).
El pelirrojo observo como el menor se había quedado cabizbajo.
-Oye, Alibaba
-¿Qué quieres?
Apenas el rubio alzo el rostro, sintió una mano del otro alrededor de su cintura y la otra en su mejilla, mientras que ahora era besado por Kouen. Al principio (como en ocasiones anteriores) el rubio no sabía cómo responder, pero cuando sintió como la lengua del otro pedía permiso para entrar en su boca, simplemente se dejó llevar por las maravillosas sensaciones que le proporcionaba su pareja con tan solo un beso.
Cuando se separaron el pelirrojo ni siquiera tuvo el gusto de ver el rostro sonrojado de su novio ya que Alibaba inmediatamente trato de cubrirse lo más que pudo con la bufanda que llevaba, lo cual solo provoco que Kouen comenzara reír a carcajadas.
-¿Qué ocurre mocoso? ¿Demasiado para un virgen?
Los ojos de Alibaba destilaban enojo puro, el mayor, sabía que aunque el otro se estuviera muriendo del coraje no le diría nada, ya que el rubio nunca hablaba cuando estaba muy avergonzado.
A una moderada distancia de ellos, estaban otras tres personas que habían visto con todo lujo de detalle semejante espectáculo, Aladdin y Judal aún se preguntaban mentalmente si lo que acaban de ver había sido real y Morgiana por otro lado sentía que su alma se saldría de su cuerpo.
Aladdin de repente se sintió muy confundido: ¿¡Que hacían Kouen y Alibaba juntos?! De alguna manera hasta parecía un bizarro chiste, no es que estuviera en contra de que su amigo tuviera como pareja a un hombre, si no que… ¿¡Porque Kouen Ren?!
El peli azul de repente recordó la manera en que Alibaba había muerto
-¿Aladdin? – Le hablo Judal al ahora preocupado niño
El pequeño ni siquiera lo escucho y tomando la mano de Morgiana corrió directamente hacia la dirección de la pareja.
Tenía que hacer que Alibaba recuperara sus recuerdos a como diera lugar. Era fácil, solo tenía que tomarle la mano… ¡Aunque tocara solamente uno de sus dedos le bastaría!
Morgiana aun sin entender lo que pretendía su pequeño amigo, se dejó guiar, sabía que se dirigían hacia Alibaba y… el otro, pero se sorprendió de ver que pese a estar a escasos pasos de ellos Aladdin no freno ni un poco sus pasos.
Chocaron irremediablemente contra la pareja… más específicamente contra Kouen Ren.
Alibaba se sorprendió al ver a dos niños encima de su novio.
-¿Están bien? ¿No se lastimaron? – Alibaba ayudo a levantar primero a la pelirroja preguntándole preocupado repetidas veces si no se había lastimado.
Cuando se dispuso a levantar a Aladdin se detuvo por un momento antes de tomar su brazo, el rubio de repente se sintió confundido con el niño… ese rostro, esos ojos… era como si los hubiera visto en alguna parte.
Alibaba acerco su brazo más lentamente hacia Aladdin –Tú...
-¿Qué diablos? – Kouen se levantó de golpe tomando al peli azul de la parte trasera del cuello de su abrigo (como si estuviera tomando una mascota) - ¿Por qué demonios a mí no me ayudas a levantarme eh? – Pregunto el mayor a Alibaba.
-¿Por qué? Kouen tu eres enorme, es más fácil que estos niños se hallan lastimado al chocar contigo, que tú por caer al suelo – Respondió el otro como si fuera lo más obvio del mundo.
Kouen volteo a ver al niño que tenía en su mano y se vio bastante tentado a soltarlo y que se golpeara, pero luego recordó que seguramente a su pareja no le gustaría para nada eso. Le mando la mirada más amenazante que pudo.
-¿y tú que tienes que decir niño? – le hablo bastante rudo
Aladdin de repente se sintió indefenso, ahora ya no le parecía tan buena idea el aventarse contra ellos, pero… había sido la determinación del momento.
-Yo... yo...
-¡Fue nuestra culpa! – Dijo Morgiana mientras hacia una reverencia – Nos hemos separado de la persona con la que veníamos y… de repente… nos dio miedo porque no conocíamos ninguna calle
El peli azul se impresiono por la pronta respuesta de su amiga.
Kouen parecía no creerles del todo.
-Ya veo, deben de estar muy asustados ¿cierto? – dijo Alibaba amablemente mientras acariciaba el cabello de Morgiana quien al contacto se sonrojo. Cosa que no le gusto para nada a Kouen.
-¿Y qué más da? No es nuestro problema
-¡Kouen! – Regaño el rubio - ¿¡cómo puedes decir eso?! Ellos son tan solo unos niños y nuestro deber como adultos es ayudarlos
-Tks, tu apenas tienes 17
-Sí, y tú 22 pero pareces tener la mente de un niño de 15.
Antes de que el pelirrojo reclamara, Alibaba le arrebato a Aladdin de sus manos y lo bajo para que pudiera ponerse a lado de su amiga.
-Lamento mucho eso chicos, a esta bestia le falta mucho camino por recorrer para convertirse en un ser humano – les dijo Alibaba ignorando completamente a su pareja. – pero si no les molesta, los podemos acompañar hasta la estación de policía, de seguro su acompañante ira con ellos tarde o temprano ¿no creen?
Aladdin y Morgiana se miraron unos segundos y después asintieron.
Kouen Ren iba bastante enojado caminando con dos niños a lado de él, mientras que su pareja parecía divertirse de lo lindo ya que lo consideraba su venganza por lo del beso.
-Esto… - dijo Morgiana quien estaba a lado del rubio - ¿Ustedes son pareja?
Alibaba se congelo de repente sin saber que contestar, mientras que Kouen comenzó a reír disimuladamente por el rostro de su novio.
-Esto… bueno… veras, ¿Por qué lo preguntas? – dijo al fin el chico
-Los vimos besarse
Aladdin también estaba sorprendido de la naturalidad y franqueza de su amiga para preguntar tales cosas.
-Bueno, es obvio que el besarse es algo que hacen las parejas ¿no? – dijo Kouen
Morgiana se sorprendió pero al mismo tiempo se deprimió un poco, Alibaba por otro lado estaba avergonzado por la franqueza del pelirrojo.
-¿Y son felices juntos?
-…
La pregunta de Aladdin hizo que el ambiente se volviera silencioso, sin que nadie lo notara Alibaba y Kouen cruzaron una mirada fugazmente para luego hacerla a un lado sin ningún tipo de expresión.
-¡Hola! ¡Lamento mucho las molestias!
Ante ellos llego corriendo Judal, quien considero que ya era necesario que hiciera su entrada.
-¿Usted es? – pregunto Alibaba
-¡Oh!, lo siento mucho, mi nombre es Judal y soy el acompañante de estos dos pequeños, nos separamos unas cuadras atrás y apenas logre alcanzarlos.
-Si eres responsable de dos niños es obvio que necesitas vigilarlos en todo momento ¿seguro que eres confiable? – dijo Kouen un poco fastidiado.
-Oh bueno, es que vera…
Mientras Judal se inventaba una larga excusa para que no creyeran que era un descuidado que no podía hacerse cargo de unos niños, Aladdin y Morgiana se quedaron a lado de Alibaba. El rubio se agacho para quedar a la altura de Aladdin mientras se quitaba el gorro que llevaba y lo ponía en la cabeza del pequeño.
-Está comenzando a hacer más frio ¿cierto? – Dijo mientras lo acomodaba suavemente en la cabeza del menor - ¿Sabes? Yo nací completamente solo, no sé quiénes son mis padres, ni siquiera sé si tengo hermanos o hermanas, eso me causaba mucha tristeza siempre, sin embargo aun cuando tuve que pasar por muchos lugares y por muchas cosas para vivir de pequeño, siempre tuve esa sensación de que yo tenía que triunfar en esta vida… y realmente me he esforzado por eso, me esfuerzo mucho en mis estudios, con los pocos amigos que tengo… en todo. Tal vez no me lo creas pero Kouen y yo nos conocimos de pura casualidad hace 3 años – dijo mientras sonreía débilmente – cuando él me pidió que comenzáramos a salir, sentí por primera vez en mi vida que todo el esfuerzo que había hecho hasta ese momento había dado resultado, al final comprendí que no me importaba realmente triunfar en la vida… sino que simplemente quería ser feliz… y la felicidad solo la encuentras cuando eres querido. Quiero mucho a Kouen y por lo mismo soy muy muy feliz con él.
Morgiana y Aladdin vieron una bella sonrisa en su viejo amigo. Aladdin apretó un poco sus labios… solamente tenía que confirmar algo.
-¿Lo amas?
El rubio se sonrojo un poco y luego rio torpemente.
-Sera nuestro secreto ¿De acuerdo? – dijo mientras ponía un dedo sobre sus labios.
Alibaba también se quitó los guantes que llevaba y los coloco en las manos de Morgiana.
Judal termino de dar su laaarga explicación a Kouen quien se sentía con ganas de asesinar a alguien en ese mismo momento (su paciencia estaba llegando al límite)
-Muchas gracias – dijo Judal haciendo también una reverencia mientras que con sus dos manos tomaba las cabezas de los menores e hizo que hicieran lo mismo.
-Solo no se metan en problemas – bufo Kouen molesto.
-Por cierto – dijo Alibaba extendiéndole la mano a Aladdin – mi nombre es Alibaba Saluja
Aladdin tomo su mano y trato de mostrarle su mejor sonrisa – Aladdin
El rubio se despidió del resto y siguió su camino a lado de Kouen siendo observados por el trío.
-Ya eres un pequeño niño grande – dijo Judal mientras ponía su mano en el gorro que tenía en la cabeza Aladdin.
El pequeño estaba llorando. Y cuando alzo su rostro hacia su primo sus sollozos se hicieron más fuertes.
-Judal… si yo… si yo… - decía entre lágrimas el peli azul – si yo lo hubiera hecho recordar, él nunca podría volver a sonreír de esa forma porque… entonces ellos no hubieran podido ser felices.
Morgiana también comenzó a sollozar mientras se agachaba y abrazaba a Aladdin.
-Tal vez ellos también habían pedido su propio milagro ¿no lo crees? – Dijo su primo- Uno solamente, para ellos dos.
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A lo lejos Alibaba y Kouen iban caminando en dirección a su departamento, el pelirrojo ya había notado que su pareja estaba un poco desconectado.
-Oye mocoso, ¿Qué te pasa?
-¿Eh? Nada, es solamente que… ese niño… los dos, tengo la sensación de que los he visto en otra parte.
-¡Ja! ¿Ahora resulta que has ido dejando hijos por el mundo?
-¡Tuuuuu! ¡Eres un idiota!
La risa del Ren hizo que de pronto Alibaba se sonrojara y sacara un pequeño paquete de su sudadera, el paquete era pequeño, forrado de color blanco con un moño rojo.
-Oye… Kouen
-¿Qué? – al momento de hacer su pregunta, sintió como algo se estrellaba contra su rostro, cuando quito el paquete de su cara, se dio cuenta que el rubio había salido corriendo adelantándose.
Abrió el pequeño paquete y encontró un colgante con un dije de un fénix.
Kouen sonrió dulcemente ante el regalo y lo coloco en su cuello mientras seguía caminando en dirección al departamento. Probablemente Alibaba ya había llegado y había visto el paquete que dejo en la entrada que tenía dedicatoria para él en una tarjeta que decía:
Feliz Aniversario.