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¿Como paso esto? por Yadira xD

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Notas del capitulo:

Este capitulo esta dedicado para una personita que ha estado apoyandome desde que comence a publicar mis fic aqui y que siempre comenta y me da animo en cada uno de los fic que publico. 

 

Muchas gracias "Yuki Rivaille", este capitulo va en especial para ti y con una participacion de tu parte :D 

 

Espero que les guste este nuevo capitulo.

 

Disfrutenlo (^_^)

Capítulo 03

 

Tres meses atrás…

Un Takao ansioso se encontraba dando vueltas por toda su cocina. Había invitado a Midorima o Shin-chan como él gustaba llamarlo, a pasar el rato y ahorita mismo el susodicho se encontraba sentado en la sala, leyendo una revista de horóscopos; pero la verdad del porque lo invito, fue porque estaba decidido a confesarle sus sentimientos. Todos y cada uno de los sentimientos que albergaba en su corazoncito. Este era el momento, debía ser un hombre y atacar. Contundentemente y directo. 

Quizás el cambio de  actitud por parte del “Ojo de Halcón” era que últimamente se sentía amenazado por una chica llamada Yuki. ¿Quién era esa chica y porque se sentía amenazado? Esa es una pregunta fácil y la respuesta es porque iba detrás de su amado cuatro ojos friki de los horóscopos. No lo iba a permitir, NUNCA.

La guerra (en opinión de Takao) entre esa chica y él había empezado hace una semana, cuando Midorima y el propio Takao habían terminado las prácticas y se dirigían a sus respectivas casas. Ahí fue cuando apareció con su estúpida sonrisa y su melena moviéndose por el viento, tratando de llamar la atención de Shin-chan. Y para el horror de Takao, por primera vez en su maravillosa vida, vio como Shin-chan correspondía el saludo. No es que fuera un saludo de lo más increíble pero aun así fue suficiente para que Takao se diera cuenta de que esa chica era peligrosa. Así que se decidió de una vez por todas a actuar.

Eso fue lo que llevo ha Takao a este preciso momento. Esa misma mañana había invitado a Shin-chan a ver una película a su casa, estaba tan nervioso por lo que iba hacer que al salir de la escuela fue corriendo a la primera tienda y compro todo lo que vio. Hasta unas latas de cerveza. Lo bueno de la tienda en la que las compro, es que el anciano que vende esta más ciego que Shin-chan y ni cuenta se dio que era menor de edad. 

Quizás si me tomo una agarrare valor, es lo que pensaba Takao.  Agarro la primera lata y le dio un sorbo. 

-Quizás esto también ayude en el humor de Shin-chan.- dijo Takao con una sonrisa de lado.- pero no creo que quiera tomársela. 

Takao pensó y pensó como hacerle para que se bebiera la cerveza y no se diera cuenta. Hasta que Kami-sama lo ilumino con una gran idea. Iba a disfrazar el sabor con jugo. Corrió al refrigerador y saco un galón de jugo de naranja. Vertió el jugo en una jarra y las cervezas. Si, “las” porque no solo agrego una, sino, que le puso cinco cervezas.

Después de haber llevado acabo su idea, Takao fue a la sala y ahí encontró a un Shin-chan de lo más concentrado leyendo su revista. Takao no perdió el tiempo y le sirvió un vaso a Midorima de esa rara combinación. 

Midorima no sospechaba nada de lo tramado por su compañero así que se bebió lo que le dio sin detectar ni darse cuenta de que algo iba mal. Después de unos cuantos minutos en que veían la película y bebían ese raro jugo, Midorima empezó a sentir los efectos del alcohol. Al no ser alguien que consumiera alcohol con frecuencia, Shin-chan rápidamente se embriago. Por lo que Takao se decidió a actuar.

-Shin-chan.- dijo Takao con un poco de temblor en sus palabras.- hay algo que te he querido decir desde hace mucho tiempo.

Midorima volteo a verlo, sintiendo que todo le daba vueltas. 

-Takao, tu habitación se está moviendo.

-Eso no importa en este momento Shin-chan.- dijo Takao con un mohín en los labios.

 -Pero….-este no pudo continuar porque fue interrumpido por el pelinegro.

-Estoy tratando de decirte algo muy importante y tu sales con que el cuarto se mueve.- exasperado Takao dijo estas palabras.- 

-¿No crees que hace calor aquí?.- dijo un Midorima, sin ni siquiera haber oído lo que su compañero dijo.

-SHIN-CHAN.- pero Midorima no lo escucho y un Takao muy sorprendido fue la única respuesta que gano. 

Ya que un Shin-chan ebrio se estaba quitando la camisa. Para sorpresa del pelinegro.

-¿Que…que…que haces, Shin-chan?

-Te dije que hacía calor, Takao.

-S…si quieres enciendo el aire acondicionado.- Takao trago duro y no porque tuviera vergüenza, sino todo lo contrario. Si, Shin-chan seguía quitándose más ropa delante de él, sería como estar pidiendo que lo atacara. 

Takao miraba embelesado como su cuatro ojos friki de los horóscopos se quitaba la camisa y los pantalones hasta quedar en un sexy bóxer. 

-Ahora ya está mejor. ¿Qué era eso que querías decirme, Kazu?

-¿Kazu?.- dijo sorprendido Takao, si Shin-chan seguía haciendo y diciendo estas cosas le daría un infarto.

-Se escucha mejor que decirte tu apellido o tu nombre completo ¿Y bien? ¿Me vas a comentar eso que querías decirme?.- 

-Bueno…Yo quería decirte que.- No pudo completar la frase ya que Midorima se le iba acercando cada vez más hasta quedar justo en frente de él. ¿Quién en su sano juicio no iba a actuar teniendo enfrente al sujeto de todos sus sueños justo delante de él? Así que hizo lo que todo joven sano de su edad haría. Ataco a Midorima.

Todo paso tan rápido. 

Takao salto sobre Midorima, arrojándolo al suelo. Tanto tiempo queriendo besar esos labios y por fin iba a poder. Lo beso, mordió, lamio. Takao estaba en el cielo, estar por fin con quien ha amado durante tanto tiempo, es la mayor felicidad que podía a ver pedido. Paso sus manos por todo su torso, sus brazos, hasta llegar a su miembro, el cual se encontraba erecto en todo su esplendor. No perdió mucho tiempo en pequeñas cosas como prepararse, ya se encontraba más allá de la excitación, no podía esperar más tiempo. Oír a su Shin-chan jadear lo llevaba más allá de la excitación y el placer. Por lo que no tardo ni dos minutos cuando este ya se encontraba desnudo y encima de su gran amor. Se colocó encima de su miembro y poco a poco fue descendiendo. 

Dolor, placer, alegría y un sentimiento de plenitud es lo que sintió Takao al ser llenado por Midorima. Midorima lo atrajo hasta su boca y lo beso con hambre. Mordió, chupo y lamio sus labios, haciendo que más de un jadeo saliera de la boca del pelinegro. Midorima agarro fuertemente las caderas de Takao y comenzó el descenso. Bajo y subió repetidas veces, hasta alcanzar el clímax, a la vez que lo alcanzaba Takao. 

-Te amo Shin-chan, siempre te he amado. Lo entiendes, ¿no?

-Si.- esta fue la simple respuesta del peliverde.

Ambos jadeaban extasiados; Takao se recostó sobre el torso de Midorima y cerró los ojos, se sentía en el cielo y no había cosa alguna que podría destrozar el momento. O eso había pensado. 

Al recobrar un poco el buen juicio y haberse percatado de donde se encontraban, ayudo a Midorima a subir a su habitación, y como buen compañero lo recostó en la cama mientras él lo limpiaba. Al terminar, Takao se dirigió a tomar una ducha. 

Se ducho y cambio. Vio al que mañana por la mañana seria su novio y sonrió. Se acostó aun lado de él y cayó en un sueño profundo. 

Pero su felicidad no duro ni veinticuatro horas, porque fueron destrozadas a la mañana siguiente por el propio Midorima.

Este no recordaba absolutamente nada, NADA DE NADA. El maldito cuatro ojos había tomado su virginidad y este no lo recordaba. Okay, era su culpa por haberlo embriagado, pero que iba a saber él, que Midorima era uno de esos borrachos que al día siguiente no se acordaban de nada de lo que habían hecho. 

Se sentía estúpido, había pensado que todo estaría bien entre ellos pero se había equivocado. Quizás hubiera sido mejor pedirle a Kami-sama ayuda con Shin-chan en vez de una idea de cómo embriagarlo.

Iban a la escuela, entrenaban, Shin-chan se hacía cada día más amigo de esa “Yuki”, comían juntos e iban a uno que otro lugar a pasar el rato, como si nada hubiera pasado. Aunque por dentro Takao estuviera rompiéndose día tras día. Se sentía a morir. 

Y literal. Habían pasado tres meses de lo ocurrido y Takao se sentía a muy mal. Mareos, dolores de cabeza, celos, llantos al ver bambi, antojos, hambre descomunal y más llanto, eran los síntomas que había estado sintiendo desde hace tres meses. 

Por la cabeza de Takao no paso ni por un segundo que estuviera embarazado; hasta que se encontró a un Kasamatsu de lo más histérico y enojado (nada raro en él)  a fuera de una farmacia. 

Fue cuando un rayo de luz lo golpeo, los mismos síntomas que el sentía (menos, tanto llanto) los sentía Kasamatsu también. Miedo fue lo que sintió al enterarse de las similitudes y de lo que Kasamatsu sospechaba. Compraron ambos la prueba de embarazo y decidieron ir a la casa del capitán de Kaijo para realizarlas. Y como este lo sospechaba, en efecto… ¡ESTABAN EMBARAZADOS!. 

En ese momento, no tuvo mucho tiempo en reaccionar, ni sopesar lo que estaba pasando, ya que Kasamatsu se desmayó en el acto.

 

 

Takao alzo las manos y solo tuvo tiempo de decir las siguientes palabras:

-¿Kami-sama porque?, yo solo quería emborracharlo.- y con un suspiro se agacho para atender a un Kasamatsu desmayado. 

 

Lo que Takao ignoraba completamente era que Midorima se acordaba totalmente de todo lo ocurrido ese día…

 

+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

 

Todos escucharon la historia de Takao, no sabían exactamente qué decir. Por la mente de todos paso una idea semejante pero ninguno quería decirla en voz alta… Bueno, no todos.

-Así que básicamente te violaste al tsundere obseso de los horóscopos.- Kagami sin un pelo en la lengua dijo lo siguiente. 

-….- Todos supieron lo que ocurriría a continuación, menos el pelirrojo que estaba más concentrado en su malteada de vainilla que en la persona que tenía a su izquierda y que emanaba un aura asesina.

 

Cinco minutos después.

Kagami se encontraba tirado en el piso con un chipote en la cabeza a causa del golpe que le metió Kuroko con una bandeja que usaban para traer las bebidas, y todo esto por andar de boca suelta.

En ese mismo momento antes de perder la conciencia, Kagami pensaba en cuanto amaba a su sombra. Aunque últimamente se comportaba un poco raro y muy gruñón.  

-Disculpe señor, ¿qué hacemos con él?.- dijo la mesera con el nombre raro, señalando al herido Kagami.

-Déjelo ahí.- dijo un desinteresado peliceleste. Nadie lo contradijo por miedo a recibir un golpe como el que acababa de recibir su novio.

La mesera se alejó de ahí con mucho cuidado y sin su bandeja, ya que el peliceleste no se la había devuelto. Quizás este día la ocuparía más de una vez con ese pelirrojo, pensaba ella.

 -Muy bien, ahora ¿quién sigue?.- pregunto Kuroko

-Yo.- dijo Kasamatsu.- es mejor salir de esto ahora, antes de que me arrepienta de esta loca idea.- dijo como si todo el peso del mundo estuviera sobre sus hombros.

Todos asintieron, porque la verdad, sentían una gran curiosidad referente a quien era el padre del hijo de Kasamatsu Yukio. 

-Bien.- con el ceño fruncido continúo diciendo y al darse cuenta que todos lo veían solo suspiro resignado.- Es...

Lo dijo tan bajito que todos pensaron que sus oídos estaban tapados o algo por el estilo.

-¿Qué?.- dijeron todos a la vez

-Ya lo dije, no lo volveré hacer.- Kasamatsu se cruzó de brazos

-Lo dijiste como si todos nosotros tuviéramos oídos súper sónicos. Yo conté mi historia y si no hablas y calmas mi vena chismosa, hare un berrinche como nunca.- Señalo Takao a Kasamatsu.- Con un embarazado 100% hormonal no se juega.

Kasamatsu alzo los brazos rendido.

-Es Kise.

-¿Qué?.- dijeron todos a la vez

-Es Kise

-¿Perdón?.-decían todos a la vez sin dar crédito a lo que oían.

-Es Kise

-…

Todos parecían haber salido de una especie de comedia. ¿Qué era lo que asombraba a todos que no les entraba en la cabeza quien era el padre de su hijo?

Todos estaban asombrados del hecho de que Kise, ese KISE, fuera el padre del hijo de Kasamatsu. ¿Cómo diablos había pasado eso? Kasamatsu es un gruñón, enojón y agresivo que se la pasaba dándole patadas a Kise cuando lo desesperaba. Y Kise, bueno, Kise es Kise.

Todos pensaban en ese mismo instante que a lo mejor a Kasamatsu le iba eso del BDSM*.

-¿De qué me perdí?.- dijo Kagami sobándose la cabeza donde recibió el golpe y sentándose al lado de su novio.- ¿Qué?.- dijo Kagami al percatarse de que todos estaban en silencio y viendo a Kasamatsu.

-Es Kise.- dijo un perplejo Sakurai.- Es Kise…

-¿Es Kise? ¿Qué es Kise?.- pregunto un tanto confuso Kagami, no entendía porque Sakurai murmuraba el nombre de ese rubio.  

-Es Kise.- ahora lo decía Furihata

Okay, esto se estaba volviendo un tanto raro, pensaba Kagami. Ante la confusión de Kagami, Kasamatsu decidió explicarle lo que todos por lo visto no podían decir porque habían entrado en algo como “el momento de estupidez” 

-Es Kise

-Creo saber muy bien quien es Kise, pero ¿porque lo nombran tanto y que tiene que ver él en esto?

-El padre de mi hijo es Kise Ryota, Kagami.- lo dijo con un suspiro.

-…

-…

-¿Desean algo de beber?.- dijo la mesera con el nombre raro, que había llegado al lado de Kagami.

-…

-¿Señores?

-E..e…es…

-¿eh?.- la joven mesera se encontraba un poco confusa con la situación, quizás el golpe que le metió el jovencito peliceleste lo dejo un poco ido o peor de los casos, ¡loco!.

-El padre es…es… ¿ES KISE RYOTA?

 

Estaba decidido, si a Kagami no le daba un ataque al corazón de tanta impresión, le daría uno a la pobre mesera, que del susto que le metió el pelirrojo con su grito, tiro toda la bandeja con los helados que cargaba. 

 

Este iba ser un día muy largo, pensaba Kuroko…

 

 

Continuara...

Notas finales:

BDSM* es el termino usado para referirse a la practica del bondage, dominación-sumisión, sadismo y masoquismo.

 

Espero que les haya gustado este tercer capitulo. El proximo quizas este para el lunes xD

 

Gracias por tomarse su tiempo para leer y comentar este fic :) 


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