Danae tomo su celular y le mando un mensaje a su hermano, el mensaje decía “Kidd tenemos que irnos de aquí, ellos vienen por mí, quieren alejarme de ti y de Bonney, estoy escondida en el salón 5C, por favor ven rápido o me encontraran y me llevaran. Por favor hermano sálvame” luego lo mando y espero la respuesta de su hermano mientras ella se escondía.
Luego de dos minutos su hermano le respondió “Tranquila ya voy para allá, le avise a Killer y dijo que fuéramos a su casa, ya me entrego las llaves y también me dijo que tenemos que ordenar un poco pero es un lugar seguro para esconderse... No te muevas de donde estas, iré por ti, estarás bien”, después de leer el mensaje lo único que pudo hacer fue quedarse sentada en el salón, casi llorando de la impotencia por no poder hacer nada en contra de esas personas.
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Kidd estaba sentado en el patio casi dormido con Killer a su lado leyendo una revista sobre autos, cuando le llego un texto que lo saco de su tranquilidad, luego de leer el mensaje se apresuró a pedirle a Killer las llaves de su casa para poder esconderse ahí con su hermana.
-Ok, llévatelas pero rápido, Saigo te necesita AHORA así que ve rápido y avísame cuando estén en casa para estar tranquilo- le dijo Killer al pelirojo que ya estaba escribiendo el mensaje respondiéndole a su hermana.
-Si ya me voy, gracias Killer te debo una- dijo Kidd para luego salir corriendo en dirección a donde estaba Danae.
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Danae empezó a sentir pasos rápidos, esa acción la asusto porque pensó que eran sus “Padres” que habían ido tras ella para llevársela, sentía que se acercaban cada vez más y lo único que ella podía hacer era mantenerse quieta y en silencio.
Luego de unos segundos que parecieron horas, una persona entro por la puerta, Danae estaba tan asustada que lo único que pudo hacer fue asomarse unos centímetros fuera de su escondite, al reconocer unos cabellos rojos, sintió que de nuevo podía respirar sin sentirse en peligro.
Kidd al ver a su hermana lo único que hizo fue acercarse a ella lo más posible tratando de no asustarla más de lo que estaba, al notar que unos cabellos castaños se asomaban por detrás de unos pupitres, lo que hizo fue regalarle una sonrisa llena de tranquilidad para luego seguir acercándose, ella al verlo frente a frente lo único que pensó fue en no alejarse nunca más de su hermano, luego de pensar eso, se le abalanzo sobre Kidd abrazándolo con todas sus fuerzas llorando de felicidad sobre su hombro, el mayor al sentir las lagrimas y escuchar los sollozos de su hermana solo le correspondió el abrazo.
-Gracias... por venir... a buscarme Kidd- le dijo entre sollozos la castaña.
-No me lo agradezcas enana, es mi deber y de los chicos cuidarte, ese día te prometimos que siempre lo haríamos y no pensamos romper esa promesa- le dijo Kidd a la castaña limpiándole las lágrimas.
-Gracias hermano mayor, pero ahora tenemos que salir de aquí antes de que ellos lleguen- le dijo Danae aun abrazada a su hermano.
-Sí, creo que alguien viene- dijo el pelirojo soltando a su hermana.- Sube, creo que tienes que estar cansada emocionalmente por culpa de esas personas- le dijo haciendo un gesto para que se subiera a su espalda.
-Está bien Kidd- dijo y se subió a la espalda del mayor.
Cuando ya estaban listos Kidd se dispuso a salir pero no pudieron porque alguien les tapo el paso.
-¡¡Tenshi porque huiste así, me tenías preocupado!!- le grito Zoro a Danae.
-Tranquilo Zoro, estoy bien pero me tengo que ir de aquí ahora, dile a los chicos que luego les mandare un texto con una dirección para que nos juntemos ahí, pero por ahora Kidd y yo tenemos que irnos de aquí y rápido- le dijo Danae a su amigo.
-Bien pero tienes que avisarnos si algo pasa y váyanse porque creí haber visto a esas personas buscándote en el piso de abajo- les dijo el peliverde para luego dejar pasar a su amiga.
-Gracias por cuidar a nuestra hermana Zoro, luego nos vemos, espero- dijo el pelirojo para luego irse con su hermana en dirección a la universidad a buscar a alguien.
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Kidd corria por todos los salones con su hermana buscando a uno de sus amigos, específicamente a Marco.
Cuando lo encontró, Marco estaba besándose con uno de sus mejores amigos, para ser más precisos con Ace y no se le ocurrió nada mejor para interrumpir el momento que lanzarles un zapato de su hermana.
-Auch, ¿No pudiste hablarnos simplemente Kidd?- dijo Ace mirando seriamente al pelirojo.- Ten Saigo- le dijo a la castaña tendiéndole el zapato.
-No, no pude, tenia ganas de golpear a alguien y me dieron la oportunidad perfecta- le respondió Kidd.- Pero eso no es lo importante ahora, ellos vinieron por Saigo y tenemos que salir de aquí rápido, iremos a casa de Killer pero nos demoraremos demasiado si vamos a pie por eso venía a pedirte tu moto Marco-
-Claro que te la prestare, es nuestra responsabilidad cuidar de nuestra hermana menor- le dijo el rubio a Kidd.- Ten las llaves- le arrojo las llaves en la cara pero su hermana menor alcanzo a detenerlas antes de que lo golpearan- Váyanse rápido y mándennos un mensaje cuando lleguen para saber que están bien-
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Fueron todo el camino en silencio, pensando en cómo librarse de esas personas, estaban tan concentrados que casi chocan a tres personas, casi se estrellan contra dos árboles, un muro y cuatro automóviles.
Cuando por fin llegaron se estuvieron diez minutos enviándoles mensajes a todos sus amigos avisando que habían llegado bien a casa de su amigo.
Luego de un rato empezaron a llegar todos los chicos tanto de la universidad como del instituto, el primero en preguntar fue Luffy.
-¿Quiénes eran ellos Danae?- le pregunto Luffy a la castaña.
-Mis padres, si es que se les puede decir así- le respondió al pelinegro.
-¿Por que te estaban buscando?- pregunto ahora el peliverde.
-Porque quieren que ella se vaya con ellos y se aleje de nosotros- le respondió el pelirojo.
-Ellos saben que vivo con alguien que no conocen aunque yo hui de casa a los diez años- dijo Danae.
-¿Por qué huiste de casa, acaso no eras feliz con ellos?- le pregunto Nami.
-La verdad es que yo era feliz en ese lugar hasta que ocurrió el accidente- le respondió la ojicafe.
-¿Qué accidente?- ahora pregunto el rubio.
La castaña dudo y no pudo evitar mirar el suelo, su hermano mayor al notar esto solo le dijo.- Tranquila, diles, ellos solo se preocupan por ti hermana-
-Esta bien pero es una larga historia- dijo Danae.
-¡¡Tenemos tiempo!!- dijeron todos los Mugiwaras al mismo tiempo, ya que los amigos de Kidd ya conocían la historia.
-Ok... cuando era pequeña tenia una hermana, nosotras siempre estábamos juntas pero un día salimos con nuestro padre en el auto para comprar unas cosas en el centro comercial, mi hermana estaba sentada adelante junto a nuestro padre por ser la mayor, antes de llegar un maldito ebrio que iba manejando otro auto se estrelló contra nosotros, el impacto fue tan fuerte que mi hermana murió en ese mismo lugar, yo por suerte sobreviví pero al hacerme los exámenes descubrieron que yo posiblemente tenia doble personalidad pero que al tener ocho años no se veían los cambios, pero, cuando mi hermana murió, mi padre comenzó a beber todas las noches, siempre llegaba borracho y nos golpeaba a mamá y a mí, yo siempre escuchaba una voz que me decía que me defendiera, que le devolviera el golpe pero siempre trataba de reprimir esas voces porque en cierto punto sabia que eso no estaba del todo bien... soporte durante dos años los golpes de mi padre, pero el día de mi cumpleaños el no se acordó, solo recordó lo que le había pasado a mi hermana, fue a mi habitación, abrió la puerta, me miro y me dijo “Tu debiste morir, no tu hermana” y luego empezó a golpearme nuevamente, volví a escuchar las voces que me decían que me defendiera y esta vez les hice caso, tome a mi padre de la muñeca y trate de romperle la mano pero al ser pequeña no pude, pero pude patearle la rodilla, lo que me dio tiempo de huir de ahí... llegue a un callejón, me dormí ahí, todos los días cambiaba de lugar, no me podía quedar en el mismo lugar por mucho tiempo debido a las peleas callejeras que siempre había en los callejones, estuve así durante unos meses... después de un tiempo Kidd me encontró desmayada en uno de los callejones y me llevo a su casa y me cuido hasta que desperté, cuando desperté recordé todo y mire hacia lo que parecía la cocina y vi una chica con el pelo rosa cocinando algo pero cuando mire por la ventana me espante, esta por oscurecer y algo me decía que si oscurecía y esas personas estaban cerca de mi iban a salir lastimadas, así que entre en la primera habitación que vi y me encerré, después de unos segundo Kidd golpeo la puerta y me pregunto si estaba bien, lo único que le respondí fue “Si pero aléjate, algo malo va a pasar, no quiero que salgan lastimados” el mucho inteligente de mi hermano abrió y yo inconscientemente lo ataque, no se porque lo hice pero al sentir que no trataba de defenderse, me alegre, el me abrazo y empecé a tranquilizarme, luego de unos días conocí a los chicos, nos hicimos amigos y todas las noches ellos se quedaban conmigo para que me sintiera segura, me prometieron que me cuidarían y así lo han hecho hasta el día de hoy, nosotros somos como hermanos, al sentirse ambas personalidades queridas por igual gracias a los chicos, mi otro yo empezó a aceptar a las personas, pero un día Kidd enfermo y yo tuve que ir sola a la farmacia, cuando estaba volviendo no vi a un chico y tropecé con el y me dijo que me disculpara, pero ya estaba oscureciendo y yo de orgullosa no me disculpe y me dispuse a irme, pero el muy hijo de puta me golpeo reclamándome que me disculpara, yo no quería disculparme por algo que no había echo intencionalmente, al no disculparme todos sus amigos también empezaron a pegarme, pero llego Killer y los golpeo a todos por lastimarme, luego de eso mi otra personalidad ya no confía en los demás, solo en los chicos, Killer me dijo que no podía seguir permitiendo que la gente me lastimara, así que comenzaron a entrenarme y aquí me tienen, toda una mujer que sabe defenderse y que tiene buenos amigo y hermanos- termino que contarles la castaña sobre su pasado.
Ningún Mugiwara pudo decir nada, todos estaban demasiado impresionados por saber el duro pasado de su amiga y lo mucho que había sufrido de pequeña.