Capítulo 2.- Suerte, comidas e hijos.
¿Tenía suerte?
Pues esperaba que si, en serio, quería tener suerte ese día, pero hay que ser realistas, con esa loca tripulación las cosas cambiaban de un momento a otro.
Ahora tenía que pensar sobre como poder darle el anillo a Luffy, pues si iba a hacer esto, lo haría de una forma correcta.
Solo que no encontraba la forma de pensar en algo por la pareja que estaba frente a él. Y se refería al espadachín y al cocinero.
Como cada día desde muy temprana hora, Sanji era siempre el primero en levantarse a preparar el desayuno de todos y quiera ahora o no, Zoro se encontraba cerca de él en todo momento, más ahora que tenía que cuidar mejor a su rubio.
-¿Así que serán padres?- pregunto Law, para su suerte nada más estaban ellos tres.
-Por supuesto- aseguro Zoro que tenía abrazado a Sanji.
-Fue una gran sorpresa saber que podía traer una vida a este mundo. Chopper dijo que una mínima parte de los hombres pueden quedar embarazados ¡Zoro déjame un momento!- intentaba zafarse de los brazos de su esposo.
-¿Qué hay si te lastimas?- pregunto el peliverde.
-¡Que no me va a pasar nada!
-Se nota que serás un padre muy sobreprotector, Roronoa-Ya- Law reía internamente ante tal escena de la pareja.
-Cambiando de tema, ¿Qué hay de ti?- pregunto Sanji.
-¿En serio le pedirás matrimonio a Luffy?- pregunto Zoro.
-Que rápido vuelan las noticias, ni siquiera se lo he podido preguntar.
-No es razón para que te molestes.
-Por qué no simplemente se lo propones y ya- hablo Zoro.
-¿Ustedes están de acuerdo?- pregunto Law sorprendido, según tenía entendido esos dos eran demasiados sobreprotectores con Luffy.
-Solo si Luffy te acepta- contesto el rubio.
-No debes de dudarlo, todos aquí estamos muy seguros de que Luffy te aceptara, solo debes de buscar una forma en que puedas decírselo.
-No es por apagar ilusiones ni nada, pero su capitán solo piensa en comida y juegos.
-Puedes aprovecharte de eso- propuso Sanji.
El ruido de varias pisadas corriendo en dirección a la cocina los pusieron en alerta, un agujero negro se acercaba y estaba seguro de que arrasaría todo a su paso.
-¡Sanji, Comida!- grito Luffy tan feliz como siempre.
-¡No grites tan temprano!
-Buenos días- saludaron los demás Mugiwaras.
-Buenos días, capitán- también llegaron los piratas Heart.
-Siéntense- ordeno Sanji –En un momento les paso su desayuno.
-¡Torao!- Luffy se sentó a su lado.
Law no tuvo otra escapatoria más que quedarse sentado a su lado, pero una idea apareció en su mente lo aprovecharía.
Sanji empezó a repartir los platos con ayuda de Zoro.
Por suerte para Law solo habían preparado onigiris para él y algo de té. Solo había algo que lo inquietaba y lo molestaba… ¡Luffy no estaba robando su comida! En cuanto el menor había tenido su plato enfrente empezó a devorar su desayuno y de vez en cuando le robaba un poco a sus nakamas.
¡Excepto el suyo! Incluso Bepo, Penguin o Sachi ya habían sido asaltados por Mugiwara-Ya. Al principio de la alianza no le importaba, pero ahora se sentía excluido, como rechazado.
Muy pocos notaron el aura negra y deprimente que surgía de la persona al lado del capitán.
-¿Torao, no vas a comer?- Trafalgar vio a Luffy.
-Sí, es solo que estaba pensando en algo.
-¿Qué cosa?- Luffy preguntaba con su característica curiosidad.
¿Qué le respondería? Ya sabes, lo normal, que te veo de una forma distinta a como debería de verte y tú no lo notas, además de que planeo casarme contigo y ni tienes idea de lo que planea mi mente cada vez que te ve.
-Nada- respondió el moreno. No, definitivamente no le diría eso, sería demasiado confuso y complicado, incluso para él lo fue.
-Qué raro eres- un balde de agua fría cayó sobre él –Mejor come ¿Qué no son tus favoritos?
-Sí, tienes razón, son mis…- Law cuando había tomado uno de los onigiris e iba a comer uno se dio cuenta de algo ¿Cómo diablos supo sobre su comida favorita? -¿Qué?
-¿Qué de qué?
-¿Cómo supiste lo de los onigiris?
-Recuerdo que dijiste que no te gustaba el pan, así que decidí preguntarle a tus nakamas que es lo que te gusta comer más. Sanji los preparo y yo vi como los hacía.
“No es por apagar ilusiones ni nada, pero su capitán solo piensa en comida y juegos”
-Por eso es que tampoco te he robado nada, quería que comieras tranquilo shishishi.
El sentimiento de rechazo y exclusión se habían retirado de su pecho.
-¿Estas enfermo?- pregunto Luffy.
-No.
-¿Entonces porque tu cara esta roja?
-No es por nada.
Luffy aún no estaba muy convencido, pero cuando una segunda ración apareció en su plato se olvidó del asunto. Entonces Law decido ofrecerle un onigiri.
-Solo es por gratitud- el Cirujano no mostraba su rostro.
-Shishishi, bueno si es así, dame.
-¿Qué?- pregunto Law.
-Vamos- Luffy abrió su boca. Law miro a los otros, por suerte nadie los estaba mirando, por ahora.
-Bien- se dijo a sí mismo, más para convencerse de lo que estaba a punto de hacer. Acerco el onigiri a la boca del chico, era gracioso la forma en que le daba de comer, como si fuera una cursi pareja de casados, solo esperaba que un futuro pudieran serlo.
-Ahora mi turno- hablo Luffy una vez que se había acabado el onigiri.
-No- lo corto Law, iba a permitir muchas cosas por él, pero esto no ¿Dónde quedaría su orgullo?
-Vamos- empezó a reprocharle.
Law seguía negándose pero Luffy era demasiado terco, hasta que ya harto de la insistencia del menor, acepto.
-Abre- Luffy había tomado un poco del pescado que tenía, Law tuvo que seguir las órdenes del menor. Adiós orgullo, si la familia Donquixote lo viera ahora, sería el hazmerreír de todos.
Pero si era Luffy quien hacia esto, no le veía el problema.
-Se ven tan lindos juntos- rio Robín, quien daba de comer al pequeño Tom.
Cuando los demás voltearon a ver a ambos capitanes, Law ya estaba muy lejos de Luffy.
-¿Torao ya no vas a jugar?- pregunto Luffy desilusionado.
-¿Qué jugaban?- pregunto Chopper.
-Al avión de comida- le respondió con una sonrisa.
-¡Yo quiero jugar!- hablo emocionado Chopper, Luffy había empezado a darle de comer.
-Luffy serás un excelente padre- hablo Franky, mientras trataba de sujetar a Olvia que presionaba sin parar la nariz de su padre viendo los diferentes peinados que formaban -¡Un súper padre!
-En realidad esto lo aprendí de Ace y Sabo.
-Sera difícil ver a Luffy cuidando de niños- hablo Zoro.
-Pero a ti tampoco se te ve muy bueno con los niños.
-¿Qué hay de Law?- preguntó Sanji.
-Ni se diga del capitán- contesto Sachi –Es demasiado siniestro como para estar a cargo de niños.
-Sachi- lo interrumpió Penguin, el castaño sintió una mirada asesina tratando de atravesar su corazón.
-Pues yo creo que Law es muy buena persona- hablo Luffy mientras seguía masticando su comida –Además Nami me dijo que si lograban soportarme a mí los niños ya no son problemas… aún no sé qué quiso decir, shishishi.
Todos suspiraron, por un momento creyeron que su capitán había dicho algo inteligente. Mejor decidieron volver a su desayuno antes de que Luffy acabara con todo.
-Mugiwara-Ya- hablo el Cirujano, Luffy dejo de prestarle atención a su comida para ver a su aliado. -¿De verdad crees que soy una buena persona?
-Por supuesto, me has ayudado en varias ocasiones, eres un gran amigo.
-Si te preguntara algo ¿me contestarías con toda sinceridad?
Luffy pareció pensarlo un momento y después asintió.
-¿Te cas…?- pero la pregunta se quedó incompleta, pues un mar de cabello azul inundo la cocina.
-¡¿Qué diablos ocurrió?!- pregunto enfadada Nami al ver su ropa manchada de jugo.
-Una súper disculpa- pidió perdón el ciborg –Olvia debió de haber ocasionado una falla.
-Es traviesa como tú- reía Robín.
-¡Limpien la cocina inmediatamente!- ordeno Sanji.
-No te alteres rubia.
Pero para los dos capitanes la cosa iba diferente…
-¿Torao, estas bien?- pregunto Luffy, el mar de cabello azul los tenia aplastado, haciendo que Luffy quedara arriba de Law, por la presión ejercida, sus rostros estaban demasiado cerca.
-Sí, muy bien- ¡Otra interrupción! ¡Por Dios que la suerte cambiaba demasiado!
-Menos mal, shishishi ¿Qué ibas a preguntarme?
¿Y ahora? Se lo preguntaba ahora, pero así no era como lo tenía planeado.
-Otro día- contesto desanimado.
Luffy lo miro extrañado ¿Qué le ocurría ahora?
-Si eres raro.
-Luffy-San- el esqueleto había retirado el cabello que estaba encima de ellos –Nami-San y Sanji dicen que debemos de limpiar.
-Que flojera- respondió el chico mientras se picaba la nariz.
-Sanji nos dio dos opciones: una patada o postre después de limpiar.
-¡¿Por dónde comenzamos?!
Luffy se levantó de Law y se alejó junto con Brook.
-Que mal por ti- Law sintió una mano en su hombro.
-No importa, ya veré otra forma de estar con él.
-¡Y una mierda!- gritaba el cocinero al seguir encontrando más cabello azul en la comida.
-Espero que solo tenga estos cambios de humor, no soportaría verlo con los demás síntomas- se lamentaba Zoro y caminaba en dirección a su esposo a ver si podía calmarlo o recibiría una buena patada que le impediría sentarse.
Law miro a Luffy, el menor junto a Chopper y Bepo recogían todo el cabello posible del cyborg.
Metió su mano en el bolsillo de su pantalón, sintió la pequeña caja que tenía dentro un anillo.
Robín se acercó a Luffy y puso encima del oso a sus dos hijos mientras ella seguía ayudando a Nami a acomodar de nuevo la cocina.
-Que niña más traviesa shishishi- Luffy hacia reír a Olvia y Tom, él tenía un gran talento con los niños, tal vez porque él seguía siendo uno.
Una sonrisa apareció en el rostro de Trafalgar al ver a Luffy con los pequeños. Volvió a mirar al cocinero y al espadachín, creyendo que Zoro estaría herido por los cambios de humor de Sanji, pero era lo contrario. Sanji lo abrazaba tiernamente y Zoro ponía sus manos en donde se encontraba ahora el hijo de ambos.
Por su mente paso la idea de que si lograba casarse con Luffy, sería una buena idea formar una familia y eso incluía tener hijos.
Días límite para proponer matrimonio: 3