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Sorpresas del Futuro por Yadira xD

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Notas del capitulo:

Aqui les traigo el nuevo capitulo, esperando como siempre que les guste xD

Todos los presentes en el Gran Comedor, observaron como la pequeña Rigel se lanzaba a los brazos de un sorprendido Regulus, después de haberle soltado la impactante noticia de que era su hija.

 

-Papá.- chillaba muy contenta Rigel.- No sabes lo contenta que estoy de haber tenido la oportunidad de verte en tu faceta de estudiante.- decía esto mientras abrazaba a su papá.  

 

Regulus no sabía qué hacer, una cosa era oír y ver a los hijos de sus amigos y de su propio hermano, y otra, es ver a sus propios hijos, bueno en este caso hijas con sus propios ojos.

 

-Rigel no seas tan efusiva, no ves que papá no puede respirar ni hablar a causa de tu abrazo demasiado apretado.- decía Lyra de lo más divertida.

 

-No creo que sea ese el motivo de su silencio.- susurraba Lucius a su ahora novio, Remus; el cual solo asintió en confirmación.  

 

Lyra se encamino a la mesa de las serpientes e igual que su hermana Rigel, abrazo a su papá, dejándolo aún más impresionado.- Hola papá.- decía Lyra.

 

-¿Desde cuándo tan educada? Eso ni tu misma te lo crees, Lyra.- decía Blay con burla, ganándose una mirada que prometía venganza.

 

-Me sorprende que conozcas ese término, primito.-decía con sarcasmo, ganándose una sonrisa de lado por parte del susodicho.-

 

-No deberías subestimarme, primita.

 

-Ahora lo sé… ¡AH! por cierto, ¿ya le dijiste a mi tío Sev que te suspendieron de Hogwarts por una semana?.- decía la pelirroja con preocupación (fingida), ganándose una mirada de horror por parte de Blay.- Ups, se me salió.

 

-¿QUE, QUE? ¿CÓMO QUE TE SUSPENDIERON POR UNA SEMANA? ¿ME VAS A DECIR EN ESTE MOMENTO LO QUE HICISTE, MOCOSO?.- gritaba Severus.

 

-E…es..eso no es cierto, papá.- tartamudeaba nervioso Blay.- Lyra dile la verdad.

 

-Ay, no es para tanto Severus, que son una, dos o diez suspendidas al año.- decía un sonriente Sirius.- Es joven, déjalo que viva la vida.

 

-¡AH! También lo suspendieron del Quidditch.- comentaba la pelirroja con una sonrisa marca “Black” en los labios.

 

-¿QUÉ HICIERON QUE? ¿CÓMO QUE TE SUSPENDIERON DEL QUIDDITCH? ¿QUE DIABLOS HICISTE?.- gritaba un muy enojado Sirius.

 

Blay solo pudo tragar saliva. Cuando lo regañaba su papá era muy malo, pero cuando su papá se unía con su padre era simplemente aterrador. Y esos ojos no prometían nada bueno para él. 

 

 

 

Diez minutos después, lleno de muchos gritos, regaños y castigo. Blay Orion Black-Snape se encontraba sentado en la mesa de los Gryffindor tomando jugo de calabaza. Todo estaba bien, sino fuera porque a su derecha se encontraba su papá (aún muy enojado) y a su izquierda su padre (el cual echaba chispas por los ojos). Por lo que Blay no tentó a la suerte y se quedó lo más tranquilo que su sangre Black le permitía. 

 

-Bien, como iba diciendo, antes de que cierto “estorbo innecesario” interrumpiera.- Lyra volvió a su sonrisa confiada.- papá.- Regulus que se había cansado de estar parado, se volvió a sentar en la mesa de las serpientes, con la pequeña Rigel en sus piernas. Este prestaba atención a todo lo que su hija decía y hacía.

 

-Como mis amigos que acaban de pasar, igualmente nos presentaremos nosotras.- Rigel asintió en confirmación.- Hola a todos, es un placer conocerlos. Todos tan jóvenes y sin arrugas.- decía Lyra con su típica sonrisa radiante.

 

Era Slytherin, sin duda alguna era una serpiente, pensaban al unísono los presentes. Por el contrario, sus amigos solo sonreían, después de todo, ser así era típico de la familia de su padre (algunos).

 

-Me llamo Lyra Schedir Weasley-Black y ella es mi hermana menor Rigel Cassiopeia Weasley-Black.

 

Esto sí que era un shock, todos regresaron a ver a cierto pelirrojo de ojos azules que se encontraba sentado en la mesa de los leones, junto a Frank Longbottom y a James Potter. 

 

Sirius Black se encontraba con la boca abierta, por lo que su ahora novio Severus, tuvo que cerrársela. Igualmente, un sorprendido Lucius Malfoy se encontraba con la quijada fuera de lugar por lo que Remus al igual que Severus tuvo que colocarla en su lugar.

 

Arthur Weasley y Regulus Black se quedaron bien con los ojos muy abiertos, la sorpresa reflejada en toda su cara.

 

La tensión del momento fue cortada cuando un torbellino negro empezó a tirarle platos, vasos y a gritarle al pelirrojo.

 

-¿CÓMO TE ATREVES A HACERME ESTO? ¡TE METISTE CON REGULUS!.- el joven histérico era Ethan Nott, un Slytherin de cabello negro, complexión delgada, alto y de ojos verdes oscuros, que muchos confundían con negro; que gustaba de pasar sus días en la biblioteca leyendo o con sus amigos. En especial con el rubio platinado con el que gustaba jugar ajedrez mágico. 

 

Verlo completamente alterado sorprendió a más de uno y sobre todo a sus amigos. Severus y Lucius se pararon de repente y corrieron a detener el frenesí de su amigo.

 

-¡cálmate Ethan! Te hará daño y a los…- dijo Severus siendo interrumpido por el propio Nott.

 

- ¿QUÉ ME CALME? NO ME CALMARE, NADIE SE METE CON UN NOTT Y MUCHO MENOS SE BURLA, ESE HIJO DE…

 

-¡Que te calmes!.- decía Lucius con voz severa y agarrando de la cintura con mucho cuidado al pelinegro, mientras que Severus agarraba su cara y hacia que lo viera a los ojos. 

 

-Algunos están que arden y si las miradas mataran… creo que alguien ya estaría muerto.- dijo Pansy a Draco señalando la mesa de los Gryffindor. Y en efecto, Sirius y Remus estaban lanzando miradas asesinas a Ethan Nott.

 

Arthur se levantó y corrió con el pelinegro.- Tranquilízate Ethan, sabes que yo nunca te traicionaría.- Severus y Lucius se hicieron a un lado para que el pelirrojo pudiera hablar mejor o en el peor de los casos, para detener a Ethan de lanzar algún imperdonable.

 

Como elásticos, Sirius y Remus fueron al lado de sus respectivas parejas. Sirius envolvió a Severus en sus brazos y lo apretó a su lado, mientras que Remus tomaba posesivamente la mano del rubio platinado.

 

Severus resoplaba y rodaba los ojos, mientras Lucius sonreía socarronamente. 

 

-Celos, ¿Dónde?.- decía Blay viendo a sus padres y a los de Draco con diversión.

 

-Cómo pudiste hacerme esto, yo te amo. Y nuestros hijos.- decía Ethan con dolor en sus ojos y voz.

 

-Yo no he hecho nada.- decía un frustrado Arthur.

 

-¿Qué quieren decir con “nuestros hijos”?- preguntaba con desconcierto Sirius.

 

Lucius y Severus hicieron como que las paredes les hablaban. Miraban a todos lados menos a sus novios.

 

-Eso es fácil de responder.- decía Rigel que había estado presenciando todo desde la comodidad de las piernas de su ahora estático papá.- Abuelito Ethan, está hablando de padre y mis tíos.

 

Ethan automáticamente bajo el plato que tenía en la mano y Arthur regreso a ver a la pequeña Rigel.

 

- Lo llamaste… ¿Abuelito?.- decía Arthur.

 

- ¿De que otra forma iba a llamarlo?, abuelito Art.- Rigel hablaba como si todo fuera obvio.

 

-Rigel, los abuelos no entienden, porque no les hemos dicho nada.- Lyra decía con una sonrisa en la cara. 

 

-Lo siento mucho, abuelos, papás y todos los presentes. Creo que debí haber empezado por explicar todo esto de nuestra familia.

 

-Creo que eso lo hubieras dicho desde un principio y no hubieras propiciado que mis padres casi se maten.- un chico serio de cabello negro y ojos azules le dijo a Lyra, uniéndose a su lado el chico que habían llamado Ron.

 

-¿padres? ¿Abuelos? ¿Qué es todo esto? Explíquense en este momento y dejen de darle vueltas al asunto.- decía muy irritado el profesor Riddle.

 

-Lo siento mucho padrino de Blay, quiero decir Señor Riddle.- Lyra tuvo el descaro de verse avergonzada y el profesor Riddle se dio cuenta de que no era invento eso de que iba ser el padrino de ese chico (mocoso con complejo de payaso) Black.

 

Los presentes intercalaban la mirada entre Rigel, Lyra, Ron y el chico de cabellos negros que amonesto a la pelirroja.

 

-Rigel y yo no somos hijas del abuelito Arthur, somos hijas de Bill. William Arthur Weasley-Nott. Hijo mayor del matrimonio del abuelo Arthur y el abuelo Ethan.

 

-¿Qué?.- decía muy consternado Regulus.

 

-Eso no es posible, porque en ese caso el susodicho Bill, tendría la edad de ustedes.- comentaba James, el cual hablaba por primera vez.

 

-No exactamente.- decía Severus.

 

-¿Cómo que no exactamente?.- ahora el que preguntaba era Sirius.

 

Ethan Y Arthur se regresaron a ver, pasaron unos segundos hasta que ambos asintieron con pesadumbre.

 

-Hazlo Severus.- dijo Nott.

 

-¿estás seguro?.- pregunto este.

 

-¿hacer que?.- preguntaba Sirius.

 

Ethan asintió en confirmación, Severus solo suspiro he hizo lo que Ethan pidió. Saco su varita y murmuro un hechizo, que por lo bajo que lo dijo solo las hormigas o arañas pudieron escucharlo.

 

 Todos contemplaban con los ojos a punto de salirse de sus cuencas a Ethan, mientas Arthur lo abrazaba de su cintura muy ¿redonda?

 

-¿Cómo es esto posible?.- dijo el director ya recuperado de la broma del joven Black. 

 

Ethan y Arthur se sonrojaron.- Bueno, todos saben cómo se hacen los bebes, director.- dijo Lucius con su típica lengua afilada.

 

-¿tú lo sabias?.- pregunto Remus a lo que este asintió.

 

-Tú también.- Sirius lo dijo como un hecho y no como una pregunta.- ¿Por qué no me lo dijiste? 

 

-¿Por qué será? Quizás porque tú y yo no éramos nada, pulgoso.- Severus lo dijo con sarcasmo.

 

-¿Cómo me dijiste?.- Sirius frunció el ceño molesto.

 

-Ya basta ustedes dos, y 20 puntos menos a Gryffindor.- decía Tom a punto de lanzarles un imperdonable a todos por irritarlo. James noto que el profesor estaba realmente molesto, ya que sus ojos (hermosos) verdes se habían vuelto de un rojo sangre, y esto solo pasaba cuando el profesor se enojaba realmente. ¿Qué cómo lo sabía? Por azares del destino (lo espiaba). 

 

-¿Por qué solo a Gryffindor?.- preguntaba Peter.- también Snape estaba molestando.

 

-¡Cállese Pettigrew! 5 puntos menos por contestarme.- volvió a decir Tom. Peter prefirió no decir nada más.

 

-Ahora contesten, jovencitos. ¿Cuánto tiene de embarazo, joven Nott?.- dijo el director, observando divertido como un chico castaño con lentes miraba embelesado a su irritado profesor de defensa.

 

-Tiene ocho meses, director.- decía Arthur.

 

-¿Y pensaban que no nos íbamos a dar cuenta nunca?.- preguntaba la profesora McGonagall.

 

-Nunca se dieron cuenta de los otros, así que si, eso pensábamos.- decía de lo más tranquilo Severus.

 

 -¿otros? ¿Qué otros? Explíquese joven Snape.- pregunto la profesora McGonagall.

 

-Bill, Charlie y Percy.- decía Ron con una sonrisa de oreja a oreja.- Nuestros hermanos.

 

-¡Joven Nott! ¡Joven Weasley! Esto es imperdonable.-decía la profesora de transformaciones muy enojada.

 

-¿Tienen tres hijos?.- preguntaba sorprendida Lily.- ¿desde cuándo son novios y desde cuando son padres?

 

-Pues desde que teníamos 15 años, estábamos en cuarto año.- decía Ethan.- Bill nació cuando íbamos en cuarto año, Charlie en quinto,  Percy nació cuando estábamos en sexto año y ahora en séptimo, tendremos a los gemelos. Severus y Lucius nos ayudaron a encubrir todo. Severus invento un hechizo que ocultaba mi estado.

 

-¡Joven Snape! Como pudo hacer eso y usted también joven Malfoy.- McGonagall estaba que arde.- Bajarles puntos a sus casas no será lo único que hare como castigo a su falta.

 

-Ya ya Minerva, no es para tanto.- decía el bonachón director.  

 

-Pero Albus…

 

-Lo hecho, hecho esta Minerva.- sonreía muy feliz el director. Se habían salvado del castigo, Lucius, Severus, Arthur y Ethan suspiraron aliviados.

 

-Entonces tu.- el pelirrojo no había pasado de alto el “hermanos” que dijo Ron.- Bueno sin duda eres mi hijo.- lo miro de arriba a bajo.

 

-Es tu misma imagen.- decía Ethan con lágrimas en los ojos.- las hormonas me están afectando mucho.- sonreía siendo abrazado por Arthur.- entonces eres mi hijo.

 

-Somos.- decía Ron al pelinegro a su lado.- ¿verdad Theo?

 

-¿Cómo?.- preguntaba Arthur.

 

Theo y Ron se miraban con complicidad.

 

-Hola padres. Yo soy Theodore Weasley-Nott.

 

- Y yo Ronald Bilius Weasley-Nott.

 

- Somos su segundo par de gemelos o más bien cuates.- decían los cuates al unísono.- Nacidos de bolsas distintas, por ello somos distinto y no tenemos mucho parecido con excepción de los ojos. Ron se parece a padre, mientras que yo me parezco a papá.- decía Theo. Y ahora que lo veían mejor, quitándole la capa de mugre que cargaba encima, en efecto, el joven Theodore era la viva imagen que Ethan.

 

-Para dejar todo en claro.- decía Lyra que hasta el momento se había quedado callada.- Somos los Weasley. 

 

-Rigel y Lyra son hijas de nuestro cuñado Regulus y nuestro hermano mayor Bill. Y nosotros somos el hijo seis y siete de Arthur y Ethan Weasley.

 

 -¿seis y siete? ¿Cuántos hijos vamos a tener?.- pregunto Nott con los ojos muy abiertos por la sorpresa.

 

-Somos ocho, papá. El mayor William Arthur o Bill, el segundo hijo Charles o Charlie, de ahí sigue Percy Ignatius, los gemelos Fred y George, de ahí somos nosotros y al último la pequeña Ginevra o mejor dicho Ginny.- contestaba Ron.

 

-¡Por Merlín! ¿Qué no tienen otra cosa que hacer aparte de estar procreando hijos?.- dijo Severus.

 

-¿quieren crear su propio equipo de Quidditch, o que?.- pregunto Narcissa.

 

-¿quieres intentar tener un equipo, Severus?.- pregunto con un tono coqueto Sirius, acercándose más a Severus.

 

-Aleja tus hormonas de mí, Sirius.- decía Severus todo sonrojado.

 

 -Tarde o temprano serás mío, Sev.- Sirius se volteo y miro a su hermano que se encontraba aun con Rigel en las piernas.- Así que hermano, ¿qué se siente que tu futuro esposo sea un mocoso de cuatro años?

 

Regulus miro enojado a su hermano y como toda buena serpiente, contraataco.- bueno, no creo que se sienta igual el saber que el primer hombre de tu novio fue tu hermano.

 

A severus se le desencajo la mandíbula por lo que dijo Reg, mientras todo el Gran Comedor se quedó atónito por lo dicho.

 

Arthur, Remus, Lucius y James se le aventaron encima a Sirius, el cual estaba a punto de tirársele encima a su hermano.

 

-¡Cálmate Canuto!.- decía James.

 

-Solo está tratando de regresártela.- decía Remus.

 

-No le pongas ni un dedo encima a uno de mi casa.- decía Lucius.

 

-SUÉLTENME, LO MATO, LO MATOOOOO.- decía Sirius loco de ira.

 

- Tranquilízate Sirius, es obvio que Regulus solo te está picando.- pero aun así, Sirius no escucho razones. Severus suspiro, no le quedaba otra que derribar a Sirius.- Desmaius.- Sirius cayo desmayado y encima de él, Remus, Arthur, James y Lucius.

 

-Sí que padre es celoso.- decía Blay mientras tomaba su jugo de calabaza y un pastel de origen desconocido.

 

 

 

Cinco minutos después, Severus se encontraba molesto en la mesa de los Gryffindor cuidando de un Sirius desmayado. De lo que se iba a tener que acostumbrar de ahora en adelante, pensaba el azabache. 

 

Todos se encontraban cotilleando acerca de lo ocurrido, y algunos envidiosos muertos en celo por ver a los protagonistas de sus sueños con alguien más.

 

Entre los del futuro también se estaba platicando de lo ocurrido.

 

-Pobre Sirius, lo que se gana por andar de preguntón.- decía el ojiverde.

 

-Ay Harry, tu padrino a veces se pasa.- decía Hermione.

 

Rabastan II tenía rato viendo a Ethan, el cual se dio cuenta de ello y se le acercó para saber el motivo.

 

 -Se puede saber que tanto me miras.- decía Ethan, seguido de Theo y Ron.

 

-Lo siento señor Nott, solo es que…-decía nervioso Rabastan.

 

Los presentes en el Gran Comedor se habían percatado de lo que estaba pasando y se habían quedados callados para escuchar lo que decían (chismosos).

 

 -Lo que pasa es que se te queda viendo porque estas embarazado de sus novios, papá.- decía Ron como si nada.

 

-Cielo, no deberías ser tan directo (estúpido).- decía Blaise pasando los brazos por detrás del pelirrojo y dándole un beso en el cuello.

 

Los chicos del futuro quedaron totalmente petrificados, hasta el propio Blay estaba tan callado como nunca lo habían visto antes, ni cuando era un bebe había estado tan callado. Podría hasta pasar una estampida de hipogrifos y ellos ni en cuenta. Saber que Rabastan estaba saliendo en un futuro con los gemelos que Ethan Nott estaba esperando sin duda era asombroso para los del pasado, pero eso no fue lo que asombro a todos los del futuro; sino el hecho de que Blaise acababa de decirle “cielo” y “besado” a nada más que Ron Weasley. 

 

No fue la voz de sus padres, ni la de nadie del pasado quien en esta ocasión se escuchó fuertemente en todo el Gran Comedor, sino la de alguien muy conocido para los del futuro, sobre todo una voz conocida para cierto ojiverde.

 

-¿QUITA TUS MANOS EN ESTE MOMENTO DE ESA COMADREJA, BLAISE ZABINI?.- gritaba Draco Malfoy de lo más alterado.

 

 

 

Continuara...

Notas finales:

Espero que les haya gustado este nuevo capitulo xD


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