Todos regresaron a ver a la puerta del Gran Comedor cuando escucharon ese estruendoso ruido, y al ver cuál era el motivo del ruido, quedaron atónitos.
No podían creer lo que estaban viendo y sobre todo, los del futuro no podían creerlo.
-Oh, mierda. Estamos muertos.- Blay hablo y eso solo sirvió para que sus amigos se pusieran blancos del miedo.
-Es el fin. Adiós a todos.- Lyra decía mientras se tronaba los dedos del nerviosismo.- Fue un placer conocerlos, menos a ti, Blay.
-¿Qué hace él aquí?.- Ron estaba temblando, mientras se agarraba a su novio quien a pesar de su tono de piel, se las había arreglado para verse blanco como la cal.
-Ay Merlín, ay Merlín, ay Merlín.- Neville repetía las mismas palabras, mientras como todos los demás veía al recién llegado.
-Aún sigo siendo virgen y puro, como para morir.- dijo Draco, recibiendo una mirada asombrada de parte de Harry, quien por lo visto había olvidado al muy molesto recién llegado.
-¿Eres virgen?.- Draco regreso a ver a Harry y se puso rojo como un tomate.
-No creo que sea el momento de aclarar la vida sexual de Malfoy, Harry.- Hermione solo tenía una sola cosa en la cabeza en estos momentos.- ¿No ves que están a punto de matarnos? O peor, de expulsarnos.
-… Sigo diciendo que debes ordenar tus prioridades, Mione.- Ron no podía creer que su amiga tuviera sus prioridades tan revueltas. Lo que a él le preocupaba, es no tener que pasar el resto de sus días en azkaban, o peor, como objeto decorador en la pared de la casa del recién llegado.
Los chicos del futuro no eran los únicos que estaban asombrados viendo a la persona que se encontraba en la puerta del Gran Comedor.
-E…e…ese…no.- Remus parpadeaba incontable veces mientras veía a la persona que acababa de llegar.
-¿Estoy soñando?.- Severus no podía dar crédito a lo que veía, simplemente era imposible.
-Ese no es…- Iba a decir Ethan pero fue cortado por una voz muy potente y los chicos del futuro que estaban a punto de salir como a quien los persiguen dementores y una estampida de hipogrifos, se detuvieron también.
-¡MOCOSOS DEL DEMONIO! NO SE ATREVAN A DAR UN PASO MÁS. SI LO HACEN, JUREN POR SALAZAR QUE TODOS ACABARAN EN AZKABAN.
El dueño de esa voz era un hombre alto, de cabello negro corto, de traje negro impecable y muy apuesto…Pero eran sus ojos los que llamaban más la atención, ya que eran de un rojo sangre.
-Tom.- Susurro James.
Todos estaban asombrados viendo al profesor Riddle del futuro, que no se percataba del ruido de pasos que se acercaban cada vez más a la entrada del comedor.
-¿DÓNDE ESTÁ ESE ENDEMONIADO MOCOSO?.- Esa voz tan conocida hizo que a Severus se le pusieran los pelos de punta.
Junto al muy enojado Tom del futuro, llegaron corriendo James Potter, Sirius Black, Remus Lupin, Billy Weasley, y Barty Crouch.
Todos los chicos del futuro fueron lo bastante inteligentes para no huir, teniendo en cuenta las caras que traían los recién llegados, sobre todo el padre de Harry.
Tom vio a Harry y con paso firme se acercó a él, junto a James. Haciendo que el ojiverde tragara duro.
Los presentes prestaron atención al aspecto de los recién llegados; James aún mantenía su apariencia actual; cabello corto, actitud segura y esos horribles lentes. La única diferencia era que se le veía más alto y una pequeña protuberancia en su estómago ¿estaba embarazado?.
Detrás de estos se veía a un Sirius “enojado” adulto.-PADRE.- Blay no sabía si llorar de alegría al ver a su padre o ponerse a llorar por el eminente castigo que le deparaba y rogar misericordia.
-BLAY…
Blay supuso que su padre no lo iba a castigar, ya que le estaba hablando. Por lo que corrió a su encuentro mientras Sirius hacia lo mismo con paso firme.
-PADRE…
-BLAY…
-PADREEEEE
Sirius había crecido como unos diez centímetros, se había dejado crecer el cabello; lo traía más abajo de los hombros, sus facciones se habían afilado y se veía aun más guapo que su versión joven. Aunque aún tenía esa aura de gigoló, se le veía más sereno que su versión joven.
-MALDITO MOCOSO. TE VOY A MATAR.- Quizás no tan sereno.
-Hiiii.- Blay analizo la posibilidad de correr y esconderse detrás de su papá del pasado pero con el humor que se cargaba su padre, ni eso iba a detenerlo.
-¿DÓNDE ESTÁ MI PRINCESA?.- Bartemius era otro que llamaba la atención, con su pulcro traje y esa forma de andar tan confiada y serena, nada como su yo del pasado. Tenía el cabello corto y peinado hacia atrás lo cual resaltaba sus hermosos ojos. Y al igual que todos, había dado su buen estirón.
-PADRE.- Eileen corrió al encuentro de su padre quien al verla, también corrió a su encuentro.
-¡Ah! Así que el culpable del comportamiento mimado de esa mocosa, es el propio Bartemius.- dijo Lucius recibiendo el asentimiento de quienes lo habían escuchado.
Barty estaba sumamente impresionado. Si, en parte por verse en su yo del futuro pero lo que realmente lo tenía anonadado era el hecho de cómo estaba corriendo su yo adulto al encuentro de esa mocosa. ¿Desde cuándo él llamaba a las mocosas como princesa? ¿Era porque era su hija? ¿Ella lo había cambiado? ¿O había sido Pettigrew?
Dumbledore tenía una sonrisa en su cara, le agradaba ver que sus alumnos se habían convertido en prometedores adultos y sobre todo le agrado saber que habían dejado las riñas de casas. Después de todo, los Gryffindor y los Slytherin podían convivir juntos y viendo a sus alumnos ahora adultos, hasta podían tener hijos y casarse.
El gran comedor se mantenía en suspenso y veían atentos el andar de las versiones adultas de sus compañeros.
-Nunca había visto a Remus tan enojado antes.- Lily veía al Remus adulto, el cual era una maraña de ira mientras caminaba en dirección a su hijo y primogénito, pero aun así se apreciaba la diferencia en sus facciones. Eran más definidas y estéticas. Había crecido al grado de que casi era tan alto como James y Sirius, y se había vuelto más hermoso…Quizás influencia de Malfoy. Al igual que James, mantenía su mismo aspecto que su yo joven, ropa, cabello, forma de caminar y sobre todo su esbelta figura.
Al lado de Remus, se apreciaba a un joven de unos cinco centímetros más alto que el futuro esposo de Malfoy. Pelirrojo, de cabello largo, ojos de un azul hermoso y un cuerpo de ensueño. Al cual los del pasado no reconocían por ningún lado.
-¿Quién es ese?.- Frank señalo con su barbilla al chico que iba andando al lado del de Remus adulto.- Nunca lo había visto antes, aunque se me hace conocido.
Regulus se quedó embobado, olvidándose de todo lo que estaba pasando. Lo único que ahora le llamaba la atención era ese joven pelirrojo con cuerpo de dios griego.
Ethan y Arthur intercambiaron una mirada entre ellos, solo con ver a ese joven se habían dado cuenta quien era. Una sonrisa cruzo sus rostros y miraron a Regulus que aunque no supiera quien era, había sentido la atracción hacia él.
-Soy sexy hasta de grande.- Sirius corto el monologo interno de Ethan y Arthur, así como la ensoñación de Regulus.
-Cállate, Sirius.- cortó Severus a su novio, mientras veía caminar al Sirius del futuro con paso decidido.
James y Tom llegaron al lado de su hijo con un semblante severo, haciendo que el pobre Harry quisiera volverse invisible. Su capa de invisibilidad le hubiera servido mucho en estos momentos, pensaba el ojiverde.
-Harry James Riddle Potter.- ¡Diablos! Las únicas veces que su papá lo llamaba con su nombre completo era cuando se avecinaban serios problemas.
-Papayo…
-¿papayo? ¿Porque diablos me llamas como a una fruta?.- James alzo una ceja y Tom bufo.- Ahora ya se me antojo.
-No te dijo papayo, James. Quiso decirte ¡papa, yo!. Pero por lo visto, hasta el poder de hablar bien ha perdido.
Harry alzo la mirada y se encontró con los ojos rojos de su padre.
- ¿Y bien, Harry? ¿Sabes lo que pasara a continuación?
Harry trago duro y regreso a ver a sus amigos quienes veían a su padre como su fuera una serpiente con hambre y ellos unos ratones. Con voz temblorosa contesto.
-¿Nos enviaras a Azkaban?
-¡Oh! Que inteligente, hijo mío. Has acertado.- los ojos de Tom brillaban tan rojos que Harry pensó que realmente lo iba a enviar a Azkaban.- Ahora… estoy pensando si los meto en celdas separadas o en una sola.- Esto último su padre lo dijo en pársel, pasando la mirada entre todos sus amigos. Haciendo que estos tragaran duro. Sin duda no entendían nada de pársel pero esa mirada era más que suficiente para acobardar a quien sea.
-¡Basta de asustar a mi bebe, Tom!.- James rodo los ojos y toco el brazo de su esposo. Tom soltó un bufido y su actitud tensa descendió un poco pero aún permanecían los ojos rojos.
-Tu padre no habla en serio, Harry….Quizás.- Harry se estremeció visiblemente al recibir una sonrisa de su padre. Su padre nunca de los nunca sonreía. Sin duda estaba jodido.- No le hagas mucho caso, esta histérico porque llevas desaparecido muchas horas.- Tom volvió a lanzar un bufido y James sonrió hacia su esposo quien desvió la mirada.
-Perdió su amada paciencia cuando transcurrieron 3 horas y no te encontraban.- James trato de sonar serio pero simplemente no lo hacía tan bien.- Empezó a decir que iba a cruciar a medio mundo, junto con Lucius, Ethan, Severus y Arabella. Dumbledore tuvo que lanzarles un desmaius a los 5. ¿Sabes lo difícil que es calmar a una bola de Slytherin y que entre ellos haya un embarazado hormonal?
-James.- Tom llamo a su esposo para que no dijera nada más, pero obvio, este no lo escucho.
-Dejemos de lado que sacaste sin permiso un objeto que se encontraba en la casa bajo la supervisión del ministerio y que junto con tus amigos viajaron al pasado.- James veía a su hijo serio o lo que el pretendía que era estar serio.- Si no el hecho de que casi me matas de un susto e hiciste que tirara mi comida, cuando una lechuza llego a la casa mientras me comía un tarro de helado con jugo de calabaza y me decía que mi hijo había desaparecido dejando atrás el laboratorio de Snape destrozado.
-…
-…
-…
Ron le susurro a Blaise.- Parece ser que Hermione no es la única persona que va a tener que ordenar sus prioridades.- Blaise asintió en confirmación, esos Gryffindor estaban locos.
Tom suspiro y se pasó una mano por la cara, a lo que Harry vio que los ojos de su padre ya no eran rojos. ¡Gracias a Merlín!
El Tom del pasado estaba asombrado, ¿Perder la paciencia? ¿Él? No podía creerlo, simplemente no era como el actúa. El profesor observo al James del futuro, se había vuelto más maduro pero a él, ese aspecto no lo engañaba. Sabía que debajo de esos ojos con desaprobación y ese “regaño”, había un brillo que él había visto en el joven James.
Tom se pasó las manos por su frente, imitando el gesto que su yo del futuro. Su futuro sin duda sería muy revoltoso si se casaba con James y viendo a su hijo no lo dudó ni un segundo. Harry era la copia exacta de su papá, y esos solo significaba problemas.
Blay escuchaba como el papá de Harry lo regañaba, pero este no se atrevía a alzar la vista hasta que unos zapatos entraron en su campo de visión. Unas manos se acercaron a él también, Blay iba a sonreír pensando que quizás iba a recibir un abrazo de su padre… Lo que recibió no era un abrazo precisamente.
-¿Y tú que tienes que decir a tu favor?.
-Creo que si lo soltaras sería más fácil que hablara, Sirius.- Blay estaba siendo espectador en primera fila del placaje especial de castigo de su padre - O si.- Sirius escucho lo dicho por Bartemius quien tenía a su hija en brazos, y soltó a su hijo, no antes de haberle dado un coscorrón.
-¡Ay! Eso dolió.- Blay se sobaba la cabeza en donde había recibido el golpe.
-Eso es lo menos que te mereces. ¿Sabes en todos los problemas en que estas metido y no solo tú, sino todos ustedes?.
Blay trago duro y alzo la vista.-…No.
-Bien, te diré lo que hiciste. Entraste al laboratorio de tu papá sin permiso, robaste ingredientes de su reserva y tomaste sin permiso un objeto junto con Harry que el ministerio estaba custodiando en la casa de James. Ni yo en mis años de estudiante fui tan descuidado e irresponsable.
-Aja.- Severus bufo, siendo respaldado por los bufidos de sus amigos Slytherin.
-¿Y sabes que es lo peor?.- Blay sabia por instinto que lo que le iba a decir su padre lo iba hacer sentir como una mierda.- Que tu papá estuvo a punto de lanzarme un avada.
-¿Qué?.- No era lo que pensaba oír Blay.
- Se enteró de que fui yo quien te enseño la manera de entrar a su laboratorio y déjame decirte que no fue algo muy bonito de presenciar. Sobre todo cuando estas huyendo de tu esposo sumamente hormonal y a punto de dar a luz.
-¿Papá está bien?.- pregunto Blay preocupado porque sabía que su papá estaba a punto de dar a luz.
-No, ha estado llorando sin parar desde que desapareciste. Lo que no sé si es por ti o por su laboratorio.
- Padre…
-Estas castigado, Blay. Hasta que cumplas 30 años.- Sirius dijo y abrazo en seguida a su hijo.- Te extrañe cachorro. No sabes lo preocupado que estaba.- Blay asintió y dejó que su padre lo abrazara.- Así que si tu papá te mata cuando lleguemos, a lo menos sabes que yo si te quería.
-¡Ay!.- Blay sabía que su padre no hablaba en serio… Su papá no lo iba a matar ¿o sí?
-Lucius.- Remus llamo a su hijo y Draco sabía que cuando su papá lo llamaba por su segundo nombre era que realmente estaba muy enojado con él.- Eres lo bastante inteligente para comprender la situación en la que se encuentran, ¿verdad?.
-¿Si?.- Draco sonrió pero no por mucho tiempo, porque el ceño fruncido de su papá dio a entender que no estaba para bromas.- Sí.
-¿Sabes en donde está tu padre ahora?.- Draco negó y trago duro.- En la enfermería en Hogwarts junto con Thomas, Rodolphus y Rabastan. Les tuvieron que lanzar varios desmaius porque empezaban a decir puras incoherencias y a querer maldecir a todo el mundo. ¿Tú crees que eso está bien? Quítale el hecho de que tu padre es un exagerado.
-Eso no es verdad.- Lucius se ofendió a lo dicho por su futuro esposo.- Yo no soy un exagerado.
-Si lo eres.- Severus le dijo.
-Exagerado total.- Ethan le dijo.
-Rey de los exagerados.- Sirius aporto.
-Y dramático.- Regulus también aporto.
Lucius veía a sus amigos y al estúpido de Black con la mandíbula desencajada.- Eso no…
-Tranquilo, Lucius. No es tan cierto lo que dicen.- Remus trataba de arreglar las cosas, no ayudando en nada realmente.- Solo eres un poco exagerado, nada más.
-Gracias, Remus. Solo necesitaba una estocada más.- Lucius cruzo los brazos y le dio la espalda a su ahora novio. Remus sonrió y lo abrazo.- Pero así te quiero.
-En serio no veo que te gusta de ese oxigenado.- Sirius rodo los ojos.
- Y yo no sé qué veo en ti.- Severus corto.
-¿Qué?.- Sirius miro enojado a su novio a lo que Snape solo se encogió de hombros. Ambos giraron junto con sus demás amigos al escuchar el lamento de Draco.
-NOOOOO papá, no me puedes hacer esto. Lánzame un crucio o lo que quieras pero no me hagas pasar las vacaciones con el cuatro ojos.- Draco se veía totalmente miserable.- ¿No crees que es mucho castigo pasar todas las navidades en la casa de mi padrino viendo al estúpido de su hijo?
-¿Acaso te he preguntado tu opinión, Draco? Pasaras las vacaciones con Harry y porque no, también con Blay.
-Noooooo
-Estarás bajo el cuidado de Tom y lo ayudaras en lo que necesite.- Remus sonrió y los del Gran Comedor supieron que la influencia Slytherin de Malfoy había tocado al lindo Remus.
-Pobre, Draco. Pasar las vacaciones con el estúpido de Blay debe ser horroroso.- Lyra se estremeció al sentir una mirada en ella. Trago duro y se reunió con esa mirada que la estaba haciendo estremecer.
-¿En serio?.- El chico pelirrojo que los del Gran Comedor no conocían hablo.- Supongo que a ti también te encantaría pasar las vacaciones con Harry, Draco y Blay, ¿verdad?.
-Padre.- Y eso confirmo todo. Rigel sonreía al dueño de esa mirada. Se había olvidado totalmente que él estaba ahí, ver al padre de Harry había sacado su alma del cuerpo pensando que en cualquier momento iba a lanzarles a todos los presentes una lluvia de avada kedavra. Esa mirada no pronosticaba nada bueno, y es cuando lo supo. Nunca de los nunca debes hacer enojar a quienes siempre están felices y serenos, pueden llegar a ser muy peligrosos y ese peligro… era su padre.
Continuara...