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Contra Todo por Leana

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Notas del fanfic:

Besotes a los lectores y lectoras más guapas de la vida! *w*

Esta vez vengo con un fic de mi OTP como protagonistas: Jean x Marco ♥ El cual está escrito en base a la serie y el manga de Shingeki no Kyojin. Por ello, habrá spoiler del manga, desde el capítulo 42 hasta el capítulo 50 Eso quiere decir que cambiaré varias cosas dentro del desenlace de los hechos. Además Jean es el protagonista, por ello está narrado desde su perspectiva mayormente.

Creo que es solo eso xD

*Este fic está dedicado a Keissy, ella me lo pidió por ask y gracias a eso me di cuenta de que no tenía ningún fic de ellos como protagonistas >w<

*Gracias a Nayen, que está beteando este fic, además de ayudarme con las ideas y a mejorarlo, nena, tu paciencia es infinita y tu voluntad extrema ♥

Espero les guste y… al leer! :3

 

Disclaimer: este fic no me pertenece, porque si así fuera, Marco jamás hubiese muerto, y mi fic es sin fines de lucro.-

 

Notas del capitulo:

Como dije antes, hay cosas que adapto a mi versión.

Sólo se debe poner atención a ciertos detalles…

 

 

Capítulo 1

 

 

 

Jean caminaba a paso ligero, bastante perdido en sus pensamientos. Acababa de terminar la cena de la noche de graduación para los cadetes. La imagen del castaño de ojos verdes aún daba vueltas en su cabeza, estaba por debajo de él en el ranking y lo que era peor, esas palabras rezumbaban en sus oídos tan claras como si el mismo Eren se las estuviera repitiendo al oído.

“¿Te vas a rendir sólo porque crees que no puedes ganar?”

Apretó los puños, realmente Eren tenía agallas, quizás algo de razón. Pero, debería ser más inteligente, aceptar la realidad y vivir cómodamente dentro de los muros.

“¡Yo mataré hasta el último de ellos y me liberaré de estos muros!”

Una punzada atravesó el pecho de Jean. Ese realmente era un sueño suicida, pero valiente. Sacudió la cabeza, alejando aquel pensamiento mientras se detenía frente a la puerta del dormitorio. Esa noche les dieron un cuarto con dos camas, baño privado y el privilegio de escoger con quién compartirlo. Si al día siguiente los arrojarían a las fauces de esos monstruos, por lo menos tenían algo de piedad.

Jean entró al cuarto, seguido de Marco, que cerró la puerta tras ellos. El castaño ceniza se arrojó sobre la cama, sintiendo su cuerpo rebotar contra el colchón. Un suspiro escapó de sus labios y Marco se quitó la chaqueta del uniforme, doblándola para dejarla sobre la mesita a los pies de su cama.

— Por fin estamos aquí — dijo Jean con una sonrisa de total felicidad—. Ya verás, Marco. Todos los privilegios que tendremos una vez que estemos dentro de Sina.

Los ojos achocolatados del moreno se toparon con los de Jean. Un mal presentimiento se deslizó por la espina dorsal del chico, sentía que Marco tenía algo que decirle, pero el pecoso no se animaba a hablar. Jean tragó con fuerza, frunció el ceño y se giró cuando el moreno le dio la espalda para comenzar a desvestirse.

— ¿Qué sucede?

— Es sólo que estoy agotado, Jean — Marco lo miró sonriendo como de costumbre, mostrando sus blancos dientes mientras caminaba al baño.

Jean se acomodó nuevamente, pasando sus brazos tras su cabeza. Sus ojos se perdieron en el techo, tenía la sensación de que su mejor amigo le estaba ocultando algo. Tal vez era sólo su imaginación, los nervios estaban a flor de piel, sobre todo porque a la mañana siguiente sería la ceremonia de selección. Pero Jean no comprendía por qué eso debía afectar a Marco, se suponía que su sueño era servir al rey, debería estar más que contento al poder realizarlo ¿no?

La puerta del baño sonó haciendo que Jean saliera de su ensoñación. Se sentó para comenzar a quitar sus botas, cuando alguien tocó a la puerta, haciendo que ambos chicos miraran en su dirección. Jean se levantó para abrirla, viendo a Conny con una sonrisa maliciosa, con ello un escalofrío recorrió al castaño ceniza, sabiendo que esa expresión era un mal presagio.

— Hey, chicos —dijo el calvito apuntando con el pulgar a su espalda—, nos reuniremos en el cuarto de Reiner y Berth en 20 minutos.

— ¿Para qué?

— No seas tan desconfiado y sólo ve —le rebatió Conny frunciendo el ceño. Pasa la cabeza bajo el brazo de Jean y mira a Marco, que se estaba poniendo la polera de pijama—. ¡Tú no puedes faltar! Así que convence al pony para que vaya.

Es entonces cuando Jean aprieta el brazo, atrapando a Conny para frotarle la cabeza con los nudillos.

— ¡Está bien! —exclamó el chico de ojos ámbar con una lágrima humedeciendo su ojo izquierdo—. ¡Lo siento!

Jean lo soltó cerrando la puerta en sus narices, se volvió soltando un suspiro de cansancio y notó que Marco tenía problemas con las mangas. Se acercó a él soltando una risita de burla jalando de la tela y sus dedos rozaron la tibia piel trigueña del pecoso.

— Realmente eres torpe ¿eh?

Pero sólo recibió una sonrisa en respuesta. Marco se rehusaba a mirarlo y eso estaba poniendo a Jean de los nervios. Su mejor amigo debería estar emocionado por el gran paso que darían mañana. Por fin se irían a la Policía Militar, estarían juntos y vivirían en paz. Jean decidió no darle importancia al asunto, nunca fue muy bueno con eso de los problemas y consejos, esa era la tarea de Marco.

Las antorchas de los cuartos se fueron apagando, por la ventana se podían ver las de los demás oscurecerse. Ambos chicos sabían que era hora, Jean tomó un chaleco para abrigarse mientras Marco se colocaba la chaqueta siguiéndolo a la puerta. Con cautela se asomaron para corroborar que no había nadie en los alrededores. Jean le dio la señal al moreno para que avanzaran. Sus pasos apenas se oían, se iban agachando en cada ventana interior, observando para que los mayores no los descubrieran en su escapada.

— Mierda —se quejó Jean deteniéndose.

— ¿Qué pasa?

— No sé dónde está el cuarto de esos dos.

Marco se llevó la mano a la boca para ocultar la risita que pugnaba por salir, Jean se veía tan seguro avanzando entre la penumbra, que jamás imaginó que no supiera a dónde iban. El pecoso avanzó y agitó la mano para que el otro lo siguiera.

— Vamos, queda poco.

Avanzaron por el pasillo, doblaban a la izquierda y notaron una puerta justo al final. Marco se detuvo frente a ella y tocó con los nudillos un par de veces. El rostro de Berth apareció tras la puerta, sonriendo de manera tímida cuando vio a los chicos.

— Pasen —saludó dejando pasar a ambos.

— ¡Marco! —Exclamó Conny agitando la mano, estaba sentado junto a Christa y frente a ellos, Ymir se apoyaba a la ventana cruzada de brazos—. No creí que pudieras sacar al engreído del cuarto.

— Todos sabemos que Jean haría cualquier cosa que Marco le pidiera— soltó Ymir con la mirada aburrida.

Entonces la mirada del castaño ceniza se topó con la figura de Mikasa,  que miraba a Eren, con toda su atención puesta en cualquiera que fuera la estupidez que estuviera hablando el chico. Al oírlos hablar, la azabache los miró un instante. Jean sintió el nerviosismo corroer su cuerpo, la vergüenza se hizo ver con el sonrojo que se instalaba en sus pómulos.

Le gustaba esa chica, le gustaba mucho. Es que simplemente ella era perfecta para presentársela a sus padres, tan talentosa y bella, que seguro sería el héroe de su villa. Llegaría como un invicto perteneciente a la Policía Militar y con una guapa chica como futura esposa. Entonces, mostrarse débil con su mejor amigo, realmente se le hacía patético y la chica seguro quería a alguien fuerte.

— Eso no es verdad —contestó Jean desviando la mirada para ocultar su expresión—, ni siquiera me importa qué es lo que diga. Es sólo un amigo.

La mirada del pecoso se ensombreció de pronto, pero como siempre, sonrió mirando a los presentes, contagiando la dulzura que lo destacaba mientras Jean pasaba junto a él sin siquiera mirarlo.

Jean realmente no lo había dicho con malas intenciones, Marco era importante para él. Sí, porque era su mejor amigo, sólo eso. Mikasa era su amada y el castaño ceniza estaba dispuesto a agotar sus recursos con ella.

 

— No sé ni cómo lo aguantas, es un egoísta —dijo Eren al notar el desaire hecho por el castaño ceniza—. Además de idiota.

— ¡¿Qué has di…?!

— ¡Sshht! —Armin se llevó un dedo a los labios y miró hacia la puerta con nerviosismo—. Si hacen mucho ruido nos atraparán y eso puede afectar en su ranking, lo saben.

Ambos chicos se miraron, para luego hacerse un desprecio bastante infantil. Pronto apareció Annie dentro del cuarto, Eren hizo un espacio para que tomase asiento entre él y su rubio amigo y Mikasa frunció el ceño ante eso. La rubia ni siquiera dio las gracias, se limitó a tomar asiento y observó a Armin de reojo, que jugueteaba con sus dedos. Se notaba su nerviosismo y para la chica aquello no pasaba desapercibido, realmente Armin le parecía estúpidamente dulce.

De pronto Sasha irrumpió en la habitación, todos se giraron a verla ante la euforia de sus actos, cuando la castaña cobriza se giró mostrando un trozo de jugosa carne. El olor se impregnaba en el lugar, inundando las narices de los jóvenes, abriendo su apetito pero también su miedo.

— No me digas que… —comenzó a decir Christa con voz temblorosa.

— La tomé de los suministros de los encargados de la ceremonia —terminó de decir Sasha con una expresión, que por lo demás, daba escalofríos. La saliva escurriéndose, los ojos desorbitados y su hambre era palpable.

— Realmente eres estúpida —dijo Mikasa levantándose y se paró a un lado de Eren.

— ¡No es eso! —Le rebatió la chica patata con voz ofendida—. Es sólo que, tengo hambre, además, quería compartir esto con mis amigos, ya que es la última vez que los veré.

Un silencio abrumador se instaló entre los jóvenes cadetes. Las palabras de la chica realmente habían llegado hasta ellos, removiendo ese sentimiento de nostalgia y tristeza. Pasaron tres años juntos, sobreviviendo, peleando. Y al día siguiente no se volverían a ver más. Todos tomarían caminos distintos. Cada uno lucharía por su lado, uniéndose a la rama que representarían.

Conny se levantó tomando el trozo de carne y lo colocó sobre la mesa. Reiner sonrió, sacando un cuchillo de su bota, comenzó a cortar mientras Christa repartió los trozos entre los presentes. Todos recibieron aquella jugosa carne, pero así como ellos la degustaban, sintiendo la textura fibrosa deshacerse en sus bocas, los titanes lo hacían con su gente. Devoraban a sus familias, sus amigos, todo. Pero ahora se avecinaba su revancha, y sonriéndose con agradecimiento devoraron aquel pequeño robo. Porque aquel gesto era una promesa de que jamás se olvidarían, de buenos deseos. Porque todos eran amigos, se apoyarían porque ese era el momento de perseguir sus sueños. Eren mordió el trozo de carne, masticó con energía y alzando la vista hacia sus amigos con una sonrisa temeraria, tal como él.

— Los extrañaré chicos, pero cuando seamos libres, sabré que todo esto valió la pena.

— Sabes que iré a dónde sea contigo —dijo Mikasa con una sonrisa suave.

— Y yo, Eren. Somos mejores amigos —agregó Armin colocado su mano en el hombro del castaño.

Jean apretó los puños. No sabía por qué esos dos eran tan escalofriantemente apegados a un suicida idiota como Eren. Pero lo que más le molestaba, era que ese afán incondicional de Mikasa, no era por él. Sino por otro. Otro al que no le importaba aquello, que la veía como una estorbosa hermana. No se lo merecía, Eren realmente tenía muy buenos amigos y poco que los apreciaba.

Los demás miraban la escena, algunos enternecidos, otros comprendiendo a la perfección lo que es ese apoyo por sobre todo. Christa sonrió de esa manera angelical que hacía que se sintieran en el cielo, se levantó mirando a Eren.

— Yo también me uniré a la Legión de Reconocimiento —dijo con voz suave, haciendo que el castaño parpadeara sorprendido—. También quiero mi libertad.

Eren comprendió aquellas palabras, es la misma razón por la que él luchaba. Él quería dejar de vivir como ganado, quería salir a esas tierras que alguna vez pertenecieron a sus antepasados. Ver el mundo, ser parte de él.

— Y yo tengo mi libertad contigo, Christa.

La voz de Ymir provocó un estremecimiento en la rubia, que al oír aquellas palabras sintió su corazón latir con fuerza. Porque alguien la quería sinceramente, como a Eren. Entonces Sasha se colocó frente a ellos, alzando ambas manos en señal de acuerdo, puesto que no podía hablar al tener la boca llena. Conny se mordió el labio, se colocó a un lado de la castaña cobriza y tomó su mano para alzarla juntos.

— No creas que dejaré que te mates con lo acelerada que eres.

Reiner y Bertholdt se miraron, sonrieron acercándose al círculo que se formó frente a los tres amigos de infancia. Sin decir palabra, ambos dieron a entender que también se unirían a la Legión. Eren sintió sus ojos humedecerse, la emoción lo desbordaba de una manera sublime. Porque tenía grandes amigos, unos que le daban su apoyo a tal punto, que eran capaces de arriesgar sus vidas. Porque al final todos tenían el mismo sueño de libertad.

Jean sonrió de medio lado, observaba la escena un poco divertido. Pero eso era lo que demostraba por fuera. Por dentro sentía el impulso de unirse a ellos, quería ayudarlos, brindarles su amistad. Pero el miedo a morir podía más, y aunque sabía que los extrañaría montones, sólo quería que aquella despedida terminara pronto, para no seguir atándose más a ellos.

— Yo también me uniré a la Legión de Reconocimiento.

Aquella voz, tan dulce en ocasiones, tan persuasiva y tranquila. En ese momento fue firme. Jean sintió su cuerpo estremecerse ante aquellas palabras. El significado comenzaba a tomar forma en su cabeza mientras observaba a Marco acercarse a los chicos, dándole la espalda.

 

 

Words like violence

Palabras como violencia

Break the silence

Rompen el silencio

Come crashing in into my little world

Vienen a chocar en mi pequeño mundo

Painful to me, pierce right through me…

Me resultan dolorosas, me atraviesan…

Can't you understand?

¿No puedes entenderlo?

Oh my little girl…

Oh mi pequeña chica…

 

All I've ever wanted,

Todo lo que siempre quise,

All I've ever needed,

Todo lo que siempre necesité,

Is here in my arms…

Está aquí, en mis brazos…

Words are very unnecessary

Las palabras son muy innecesarias

They can only do harm

Solo pueden hacer daño

 

 

“Enjoy the silence” - Depeche mode.

 

 

 

 

 

Notas finales:

No Marco! Se suponía que te irías a la Policía Militar y tendrías muchos bebés con Jean!

Jean: los bebés van en tu otro fic ¬¬

Leana: Jean! No hagas spoiler! D: Marco! Jean me está molestando de nuevo, es un maldito Pony bocón!

Jean: Un maldito qué…?!

Marco aparece detrás de Jean y se lo lleva jalándolo del cuello de la camisa.

Ahora que el Pony sensual se ha ido, volviendo a ESTE fic… Sí, Marco se irá con las alas de la libertad.

¿Qué hará Jean ahora que se da cuenta que su mejor amigo no estará con él, como había prometido antes?

 

Nos leemos en el próximo capítulo!

Saludos y besos pegosos ♥


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