Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Retorcida Sumision por Tenshi Mermaids Melody

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Como dije aqui esta el segundo cap.

""No lo pienses demasiado, aunque sea triste persisten los buenos recuerdos""

-Es un bonito pensamiento. Cerré de golpe mi cuaderno y volta a ver quién era.

-Deker. Estaba recargado en la parte trasera de la banca observando por mi costado.

-Hola, puedo sentarme. Su voz se notaba mas decaída, aun peor de cuando nos topamos en el hospital.

-Siéntate no soy el dueño de la banca. No sabía exactamente cómo actuar o de que hablarle, estuvimos en silencio durante algunos minutos hasta que recargo su cara en mi hombro.

-Lo siento si te estoy incomodando, solo necesitaba relajarme. Mi hombro se empezaba a humedecer y el temblaba débilmente.

-No me incomoda, ya te lo había dicho antes cuando lo necesites. Así estuvimos durante un rato hasta que su teléfono sonó, haciendo que contestara.

-Si está bien, en un momento voy para allá estor cerca. Colgó y me volteo a ver.-Tengo que irme,  tienes teléfono.

- Si. Le di mi numero, aunque no sabía exactamente para que lo quería, se despidió de mi con un ademan mientras se dirigía a una motocicleta negra y se iba.

A las horas mi madre me dijo que se iría con mi abuelo, llevarían a la esposa de Evan a su casa y mi madre se quedaría ahí. No le tome importancia volvía a casa y le conté a mi padre, solo me escucho y no comento nada, le dirigí a mi habitación a dormir está demasiado cansado ese día.

Mi madre y la esposa de Evan creo que se llama Elena, se había vuelto muy unidas Elena venia a casa seguido y conversaban casi siempre se quedaba hasta noche cuando alguien venia por ella, creo que unos de sus hijos. Mientras mi madre se pasaba horas hablando con esa mujer yo me vi con la necesidad de preparar la comida para todos la verdad no me molestaba me gusta cocinar, mientras preparaba la pasta para la cena escuche que Elena le decía a mi madre que Derek se había ido desde el día del entierro y no le han vuelto a ver.

No le di vueltas a ese asunto, ese tipo era un verdadero idiota que no sabía cómo reaccionar, después de la cena me retire a mi habitación e intente dormir. Eran las 2 am y no podía dormir a veces maldecía el sufrir de insomnio, sentí como vibraba algo en mi mesa de noche era un mensaje en mi teléfono, el numero no lo reconocía pero aun así abrí el mensaje...

<<De: desconocido. Asunto: Hablar. Podemos vernos en el parque del centro, mañana a las 11:20 am, por favor >>

Estaba demasiado somnoliento así que solo deje el teléfono de nuevo en la mesa y me dedique a dormir.

Desperté cerca de las 9 de la mañana, después de salir del baño tome mi teléfono volviendo a leer el mensaje de Deker, lo mejor sería ir con el tras guardar mi teléfono en mi bolsillo, salí a la cocina encontrando a mi madre y a Elena tomando café.

-Buenos días. Salude con pesadez mientras me dirigía a la cocina para empezar a cocinar.

-Buenos días. Saludaron las dos a la vez.-Hijo tu padre salió ya al trabajo, hace que no le prepares desayuno.

-Está bien, a te quería decir que saldré a ver a un amigo como a las 11.Solo asintió con la cabeza para volver a su charla con Elena.

Prepare suficiente omelette para los tres y serví los platos, para empezar a comer en silencio por mi parte, ellas no dejaban de cotillear sobre temas vánales. Tras terminar de desayunar recogí los platos y me dirigí a mi cuarto para bañarme y alistarme para salir, hacia algo de frio así que tome una sudadera blanca y un pantalón de mezclilla algo viejo, me mire al espejo para acomodar mi algo largo cabello negro, observe la pequeña cicatriz que tenia bajo el ojo y sonreí amargamente sintiendo nostalgia.

Salí de mi casa cerca de las 10:43 aun era temprano para la cita, pero aun así me dirigí al parque para pasar el rato, tan pronto como llegue note lo poco recurrido que era el sitio me subí en uno de las columpios mientras sentía el viento frio en mis manos.

Los recuerdos de el vinieron a mi mente provocando que dejara escapar algunas lagrimas de pura y retenida tristeza, así estuve un rato sin moverme en el columpio dejando que el viento me intentara consolar con su roce. Después de unos minutos las lágrimas pararon pero aun seguí en esa posición sentado sin moverme, me levante bruscamente el sentir como alguien me impulsaba en el juego, iniciando un suave balanceo...

-Llegaste temprano. Era Deker, aunque solo fue un débil susurro. Gracias por venir.

-Me gusta este lugar. Le decía mientras giraba la cabeza para poder mirarle, sus ojos se veían con tenues ojeras y en su rostro una débil sonrisa.- ¿Como has estado Deker?

-Se podría decir que bien. Su sonrisa se volvió algo amarga mientras se posicionaba en el columpio a mi lado. Necesitaba hablar con alguien, lamento usarte como si fueras un peluche.

-Parece que no entiendes, ya te la había dicho no me importa ser tu "peluche”. Recalque la palabra con la que me describió con un tono algo molesto.-Si necesitas hablar solo háblame yo te escuchare. Sonrió ante mi comentario, esta vez su sonrisa era una feliz y no triste.

-Gracias, pero aun hay un detalle.

- ¿Qué es?

-Pues tú sabes mi nombre y yo no sé el tuyo, además no recuerdo habértelo dicho. Me miro algo extrañado.

-Ahhhhhh eso, mi madre me lo dijo y me llamo Índigo como el color. Le dije con una pequeña sonrisa.

-Es un nombre raro, ¿tu madre era la mujer que me envió contigo al auto?

-Si fue su idea, oh hablando de ella al parecer se lleva muy bien con Elena. Le dije mirando hacia enfrente. Hasta se pasan todo el día hablando sin parar.

-Así que ahí se fue a esconder, tu sugiero que no te lleves mucho ella y estés pendiente de sus acciones, esa mujer es una sanguijuela. Mire en su rostro el enojo que le hacia la mención de Elena.

-Entonces no soy el único con ese tipo de problemas. Le sonreí abiertamente al comprender su situación el me siguió.

Después de eso el volteo hacia el frente parando su columpio, se creó un extraño silencio el quería decir algo...

-No creo que me hayas citado solo para esto verdad, quieres decir algo.

-Sabes leerme, tienes razón me mude a esta ciudad y quería que alguien conocido me recibiera. Volteo a verme, su mirada me decía algo pero no lo podía leer muy bien.

-Conocido? apenas nos hemos visto como dos veces. Le mire entre divertido y confundido.

-De verdad lo olvidaste. Me miro como sin creerlo, pero sonriendo de manera extraña. Eso es mejor.

-Si tú lo dices. No iba investigar más, el pasado es algo que no me gusta pensar.-Entonces bienvenido a la ciudad. Le sonreí algo feliz por tener a alguien con quien pueda hablar.-Y donde vivirás?

-No sé bien las calles, te lo puedo mostrar ahora. Me sonrió abiertamente. O tienes algo que hacer?

-No, vamos estaba demasiado aburrido en casa.

Nos levantamos yo me fui en dirección a mi auto y al su motocicleta, encendí el auto siguiéndole por las calles el centro al parecer su nueva casa está por la zona del centro. Estacionamos frente a un edificio como de 4 pisos, baje del auto y lo seguí hasta el tercer piso, no tenía la mejor apariencia por fuera pero al entrar me topo con un espacioso apartamento, limpio y bien amueblado.

-Lindo lugar.

-Gracias fue fácil conseguirlo, además de que no es muy caro. Me sentí algo nervioso al sentir su mirada posada sobre mí.

Cerró la puerta y se lanzo acostado sobre un largo sofá dando unas palmadas en un lugar libre a su lado para que me sentara con él, tan pronto como me senté el puso su cabeza en mi regazo y cerró los ojos relajándosenos sabia si sentirme incomodo por la cercanía, pero el calor de su cuerpo lograba relajarme, posicione mi cabeza en el respaldo del sofá al tiempo que empezaba a hacer círculos con su corto cabello castaño, debes en cuando daba suspiros como si estuviese durmiendo.

-Siempre he querido tener a alguien que permitiera relajarme, y pensar que serias tú. Silencio una palabra en esa frase. Gracias por ser mi peluche.

Abrió su ojos observándome con sus profundos ojos miel, reflejaban un poco de nostalgia y algo más que no supe comprender.

-Por qué peluche? Le mire curioso. No sería algo así como pañuelo de lágrimas. Le dije con algo de burla.

-Si peluche. Dijo decidido. Aun pañuelo no le puedes dar cariño como aun peluche. Me miro de una manera rara, logrando poner un color carmín e mi cara. Sigues siendo lindo como antes. Me decía mientras me tomaba la cara entre sus manos acercándome al su rostro.-Esta vez si sabré como demostrarlo.

-Quhmm. No pude terminar lo que iba a decir su boca sobre la mía me lo impidió, un lento y suave beso al que no podía resistirme solo cerré los ojos. Cuando el aire empezó a faltarnos se separo de mi, pero antes de poder decirle algo, me volvió a besar era un beso cargado de necesidad al que correspondí con sumisión, mordió mi labio inferior con algo de fuerza provocando un gemido de dolor que el aprovecho para recorrer el interior de mi boca con su hábil lengua, simplemente me entregue para que hiciera con mi boca lo que el quisiera lo cual aprovecho mordiéndome para provocar mas gemido de mi parte.

La necesidad de aire me hizo separarle con la poca fuerza en mis brazos, quedamos demasiado cerca el uno del otro respirando el aliento del otro. El me abrazo escondiendo su rostro en mi pecho.

Notas finales:

Espero les guste la historia...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).