Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La reconciliación es la mejor parte. por G-tzii

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bien, yo debería estar estudiando, pero no puedo dejar pasar el día de hoy así como así.

Este One shot va en honor a una de mis amigas más hermosas por su cumpleaños. <3

Ella me lo pidió y yo la complací. Happy Birthay Julie, espero que lo disfrutes. <3

 

Y pues, yo lo debía, este One Shot decidí ligarlo a 14F, quiero darles el BaeRi que tanto han esperado. Ya saben <3

La reconciliación es la mejor parte.

 

 

No quiero darte ni quiero que me des.

Quiero que el placer surja, sin que lo busquemos,

de la sombra de nuestras caricias

 

Alejandro Jodorowsky.-

 

Pov Seungri.

 

Entré sin mirar a nadie. Caminaba lo más rápido que podía por los pasillos, casi corriendo. Cualquiera que me viera se daría cuenta que yo estaba enojado. A pesar de que me encantaba pasar tiempo con los integrantes de YG, ahora ni atención les presté cuando llegué a la empresa. Además, sólo estaba aquí por una razón, el idiota de mi ‘Hyung’. Estúpido Young Bae, mínimo debía esperarme en casa, no iba a ir por mí al aeropuerto debió esperarme en casa. Yo estaba bueno, no podía llevar enojado toda la vida. Es decir, desde que Ji Yong Hyung y yo comenzamos a jugar de manera idiota en los domos, y Ji hizo como que me besaba en el escenario, Young Bae estaba enojado. Y de eso ya habían pasado varias semanas. Incluso, yo había decidido irme de viaje a Las Vegas con Ji Yong Hyung para pasar año nuevo a ver si así recapacitaba y me decía que estuvo mal, pero nada. ¿Cómo iba a desconfiar de su mejor amigo? ¿O de mí? Era  normal que estuviera celoso, pero llevaba casi un mes en posición de no dejarme dormir ni hablar si quiera con él. Y yo me cabreé cuando se puso así, así que comencé a practicar la indiferencia, para ver quien cedía primero, pero estaba en abstinencia y nadie me dejaba en abstinencia a mí.

 

Caminé directamente al estudio de grabación, seguro estaba ahí. Abrí la puerta de golpe, casi como las películas de acción. Ahí estaba, sentado escuchando demos. A mí me hirvió la sangre y tomé uno de los cuadernos que se encontraban ahí y se lo lancé por la cabeza. Él reaccionó y por fin había lograr llamar su atención.

 

-¿Qué haces? –Así, eso fue lo único que dijo. Nada de ¿Cómo estás Ri? ¿Cómo llegaste? ¿Has comido bien mi pandita? ¡Te extrañé! No nada.

 

-¿Cómo que qué hago? –Le grité alterado, vamos, ya me estaba desesperando con esta situación. Le lancé el celular que llevaba en mi mano en su cabeza, puso cara de pocos amigos mientras se acariciaba el lugar afectado por el golpe, me observaba más que furioso. -¡¿Y para qué tienes un puto celular si no respondes?!

 

-¿Será porque estoy trabajando? –Me dijo como si fuera lo más obvio de mundo. –Además, ¿por qué estás tan molesto? Pensé que vendrías feliz de tu viajecito con GD.

 

Ok, eso me había hecho enojar mucho más, ¿por qué era sí? Ah, pero esto no se quedaba así. Hoy por la noche yo no volvía a dormir solo, eso no.

 

-¿Qué por qué estoy tan molesto? –Me acerqué a él y Bae sólo giró en su silla  mirándome, serio. Ah, como lo odiaba en estos momentos. –Pues fíjate, que tengo un idiota de novio que se enojó por una idiotez, y ya va casi un mes que ni siquiera me habla y encima ni siquiera me espera en casa para decía ‘Feliz año nuevo’ cuando regrese o ni siquiera llamó por teléfono ese día en la noche. ¿Por qué? ¡PORQUE ES UN IMBÉCIL DE PRIMERA! UN MALDITO CELOSO DE SU MEJOR AMIGO. QUÉ ESTUPIDEZ.

 

Frunció el ceño. Lo cierto es que yo ya estaba harto de la situación y casi desesperado. Me miró con enojo y se puso de pie, pero apenas lo hizo yo lo lancé lejos, él cayó sobre el sofá negro que estaba ahí y me miró asombrado de la fuerza que había tenido que ni siquiera yo sabía que existía.

 

-¿Y qué quieres que haga? ¿Qué esté feliz de que tú te andes manoseando con GD? –Me dijo exasperado.

 

-Maldita sea, es tu mejor amigo, es mi Hyung, ¿qué va a pasar? Además, no nos manoseamos, sólo estábamos jugando, y ni siquiera eso, él andaba jugando conmigo, yo ni la corriente le seguía.

 

-No pensaste que yo era tu Hyung cuando me coqueteaste. –Habló y juro que me dieron ganas de darle un par de golpes en su hermosa cara.

 

A mí me entró nuevamente el enojo repentino y me senté sobre él que se hallaba tirado en el sofá negro del estudio por el empujón propinado anteriormente. Él abrió sus ojos y yo, sin vergüenza alguna tomé su entrepierna por encima de los pantalones, con fuerza y con mi mirada seria, como nunca. Sus ojos se abrieron y soltó un suspiro, ya que esa era una zona muy delicada, que al más mínimo roce hace reacción. Apoyé mi mano libre en su pecho y le miré directo.

 

-No, cuando me acerqué a ti nunca pensé que eras mi Hyung, nunca fuiste como mi Hyung, porque yo te veía de otra forma. –Zarandeé mi mano y Taeyang se retorció debajo de mí soltando jadeos, estoy 100% seguro que mi voz ruda, mi tono firme y mis manos moviéndose por todo su bulto comenzaban a calentarle. Yo sabía cómo hacerlo, a mí me encantaba encenderlo, pero ahora era más como un castigo, pronto gritaría por mí el muy maldito y rogaría, sí, rogaría por follarme.

 

-Eso no quita que tú… uhm… -Le había apretado y él se retorció. –Anduvieras jugando con Ji.

 

-Ahí está la diferencia. –Apreté fuerte y cerró sus ojos y sus manos se hicieron puños. No sabía bien si estaba enojado o lo estaba disfrutando, pero de algo estaba seguro, no me iba a detener. –Ji es mi Hyung, a él le debo respeto, y sólo lo veo como mi Hyung, pero nunca podría verlo de otra forma y menos, desahogar mi enojo de esta forma. –Noté que bajo mi mano, una erección se había formado y sonreí. Ya estaba hecho, sólo faltaba que él asumiera que fue un tonto y ya. Lo masajeé con más intención y se le escaparon algunos jadeos de sus labios, yo estaba siendo salvaje, no le estaba dando tregua. –Pero al parecer tú eres el que no lo entiende y me da mucha pena… -Ok, estaba actuando demás, pero entre más lo hiciera sentir mal, mejor. –A ti nunca te vi como mi Hyung, porque a ti te veía como hombre. –Ya está, lo tenía. Mis palabras más mi apretón fuerte en su erección habían marcado el final de la discusión. Me puse en pie y le miré serio, menos mal que era un súper actor, sino ya se habría dado cuenta hace mucho que le estaba tomando el pelo. Vamos que a mí me encantaba jugar con Ji Yong Hyun, pero eso de que con Bae era distinto era verdad, de todas maneras éramos novio, siempre habría preferencia.

 

-Seungri… -Se quejó al dejar de sentir mis manos trabajando sobre su erección que a estas alturas era demasiado notoria.

 

-¿Qué me vas a decir? –Me hice el resentido. Si había algo cierto, era que Young Bae era demasiado tierno y transparente, odiaba hacer sentir mal a la gente y era muy amable, por eso me era fácil aprovecharme de sus momentos de debilidad, como ahora.

 

-Lo siento… -Ajá, ahí estaba. Pronto ya estaríamos haciendo el amor. –He sido idiota, me he enojado por algo muy estúpido, te he dejado de lado bastante tiempo y no le he hablado a mi mejor amigo sólo porque los celos me cegaron. Lo siento, no es que dude de ti, es que odio ver a alguien más acercándose a ti. –Había bajado su cabeza. Yo asentí con la mirada, como si estuviera escuchado comprensivo, faltaba poco. -¿Ahora sí nos reconciliamos? –Ajá, ahí estaba. De eso hablaba, él iba a rogar por follarme, para nosotros reconciliación era a otro nivel. No bastaba con solucionar nuestros problemas, no, nosotros desahogábamos todos nuestros deseos carnales. Pero debía hacerme de rogar un poco, ¿no? Si accedía muy fácil se daría cuenta que todo fue una farsa para que dejara de estar enojado. Seguro él se estaba volviendo loco con esa gigante erección abajo y bueno, yo moría por verla también, para qué mentir, adoraba sentirla.

 

-¿Crees que así como así tendremos reconciliación? Me dejaste tirado casi un mes, ni siquiera me dejabas dormir contigo, con suerte me mirabas, por algo muy estúpido. –Le recriminé y él me fulminó con la mirada y se puso de pie. Ok, esta parte me encantaba más, cuando él estaba que moría por hacerme suyo y se ponía salvaje. Hacerse el duro tiene sus ventajas, así me lo hace con más pasión.

 

-Pues, ya te dije que lo siento. Que fui idiota. Pero tú deberías hacer algo también porque me tienes erecto y no haces nada al respecto, deberías estar de rodillas atendiéndome en vez de reclamar. Sabes que lo quieres y que lo necesitas tanto como yo, después de todo tú no aguantas mucho tiempo sin esto. –Con su dedo apuntó a su erección haciéndome sonreír. De cierto modo, yo había sido el que había perturbado a Young Bae, yo era muy ‘sucio’ por así decirlo, pero con el paso del tiempo mi ‘suciedad’ fue transmitiéndose a Young Bae, lo cual encontraba genial, al principio me trataba casi como un principito en la cama, ahora simplemente me daba duro, y eso era lo mejor. Aunque de vez en cuando lo hacíamos con más tranquilidad y románticamente, de todas las maneras posibles, siempre terminaba siendo súper pasional.

 

-No sé si lo mereces. –Lo estaba provocando.

 

-A no sé, pero ahora mismo me das lo que necesito.

 

Con la mayor fuerza posible de sus brazos me pegó a su cuerpo y me besó con casi desesperación. Yo claramente no me hice de rogar demasiado y rodeé mis brazos en su cuello dejándome llevar por él. ¿Después de todo tendría lo que tanto había querido en todas estas semanas no? Me besó con total pasión y necesidad, eso me obligó a responderle de la misma manera, aunque a mí tampoco me molestó mucho que digamos. Yo me aferré a su cabello haciendo más profundo nuestro beso y obligándonos a tener más cercanía con el otro. Su lengua acarició mis labios y yo solté un pequeño jadeo mientras abría mi boca dejándole espacio para que entrara. Yo junté mi lengua a la de él y recorrí todo cuanto podía de su boca, los efectos del beso de Bae comenzaban a hacer efecto en mi cuerpo, mi erección sabía que Bae estaba haciendo un buen trabajo, por eso él era tan buen amante, lo hacía todo bien, y cuando digo todo, es TODO.         Nos separamos con tranquilidad, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo, bueno, a nosotros nos encantaba tomarnos todo el tiempo cuando de estas cosas se trataba. Bae soltó un suspiro y me miró, lascivo, seguro algo se le había venido a la mente y el responsable de llevar a cabo todos sus pensamientos era yo. Cuando estábamos en la cama era como una explosión. Es decir, a mí me encanta el sexo y todas esas cosas y creo que casi todo el mundo sabe ese secreto, pero por otro lado, el gran secreto de Bae era que él era un salvaje en la cama. Qué virgen y que nada, ese chico me hacía re joder literalmente sin treguas ni delicadeza, y eso a mí me gustaba también. Por eso que nuestra relación era la mejor, era terriblemente ardiente y genial. Entre más caliente fuera, mejor me sentía.

 

-Seungri… -Eso salió casi como un gemido de sus labios.

 

-¿Sí? –Le lancé una mirada seductora y lo tomé por el cuello de su camiseta que, por cierto, era sin mangas y holgada, dejaba ver parte de sus brazos y de aquel tatuaje en forma de cruz que tanto adoraba.

 

-Necesito atención. –Apuntó a su erección y yo sonreí con malicia, yo había provocado eso y seguramente ahora se estaba muriendo por salir de ese apretado pantalón que le envolvía.

 

-¿Y qué quieres que haga? –Besé su cuello lentamente, lo recorrí con mi lengua y mordí donde se me diera la gana. Seguro Bae estaba cada vez más desesperado, pero ya decía yo, él iba a rogar porque le atendiera, porque por su culpa estuve auto complaciéndome varias semanas pensando en él cuando podría haberme estado haciendo de todo.

 

-Ri… por favor… -Ya sabía yo a dónde iba. Mi boca era un paraíso según decía Bae cada vez que me besaba, pero no sólo era un paraíso para que me besara, sino también para ocuparla besando otras cosas. Pero no se la iba a dar fácil.

 

-¿Mmm? No entiendo. –Mis manos se escabulleron por debajo de su camiseta, por Dios, me encantaba. Si había algo que me encantaba era su torso tan bien formado, tan caliente, tan perfecto. Mis manos subieron hasta encontrar sus pezones y los apreté con fuerza, él soltó un jadeo.

 

-Seungri, sabes de qué te hablo, no te hagas el tonto… -Sonreí y le quité la camiseta rápidamente. Como amaba su cuerpo por Dios. Verlo y tocarlo eran otro nivel. Yo bajé mi mirada a su estómago y seguí bajando hasta ver sus caderas. En el límite de su pantalón tenía marcadas algunas venas, o lo que parecían. Yo le miré lascivo y pasé mi lengua por mis labios. Vale, a mí me encantaba todo de él, y cuando decía todo también me refería a su parte baja del cuerpo, para mi saborearla era un gusto.

 

-Dímelo claro, Bae, sino no sabré qué quieres. –Fue mi última advertencia y besé su hombro mientras mis manos se colaron hasta el cinturón de su pantalón.

 

-¡Por Dios Seungri, sólo dame la felación de tu vida! –Se exasperó y yo me lancé a reír, si había algo en lo que Bae no era bueno, era en usar el lenguaje sucio.

 

-Podría haber dicho sólo mamada y ya. –Me reí y él me tomó de los hombros y me obligó a bajar la altura.

 

-Seungri, ya no aguanto… -Ahí estaba, suplicando. Sonreí victorioso y me puse de rodillas mientras desataba su cinturón y bajaba el cierre de su pantalón.

 

-Ok, amorcito, no te hago esperar más… -Dije seductor. Bajé sus pantalones lo suficiente y luego tomé su bóxer para bajarlo también. No tardó mucho en aparecer frente a mí su erección. Grande, bien proporcionada. Yo la miré con lujuria y acerqué lentamente mi mano hacia ella, la toqué en la base y sentí los suspiros de Young Bae comenzar a salir de sus labios.

 

Yo lo masajeé unos minutos y luego me pasé la lengua por mis labios para humectarlos un poco. Miré a Bae y él me miraba atento, yo sonreí y entonces acerqué mi boca a su entrepierna. Besé brevemente la punta para luego pasar mi lengua por la misma zona, como si de una paleta se tratase. Los gemidos de Bae se hacían un poco más fuertes en el estudio, eso me incitaba a más, así que no le hice esperar mucho más y mi boca formó una O mientras  comenzaba a meter todo lo que me cabía de la erección de Bae a la boca, mi mano tomó la base y la otra sus testículos. Yo comencé a chupar con ganas todo lo que tenía para mí mientras mis manos trabajaban en el masaje toda la base de su entrepierna. Mi lengua pasó por toda la extensión de piel y luego la posé en la punta del glande moviéndola en círculos, los gemidos de Bae era cada vez más roncos y fuertes, yo volví a metérmelo por completo y sentí la mano de Bae entre mi cabello, vaya que lo estaba disfrutando y el muy idiota pensaba dejarme en abstinencia toda la vida cuando él también disfrutaba de esto. Comencé a acelerar el ritmo, succionando todo cada vez que lo metía a mi boca nuevamente, apretando mis labios con fuerza contra su erección para que así se sintiera mejor. Su sabor me encantaba y, a estas alturas no podía parar de chupar, era todo lo que podía hacer. Sentí un sabor salado colarse por la comisura de mis labios y supe entonces que era su líquido pre seminal, tenía la intención de seguir hasta el final, pero la mano de Bae me detuvo, tirando de mi cabello hacia atrás para que dejara mi trabajo. Su respiración era agitada, se le notaba algo sudado y estoy seguro que moría por correrse. Me tomó del brazo y me levantó con fuerza.

 

De un momento a otro hizo volar por el estudio todos los botones de mi camisa. A eso me refería, era un salvaje. La tiró lejos y se lanzó como si yo fuera comida sobre mí. Mordió mi cuello y repartió besos por todas partes, succionó hasta dejar marcas que posiblemente tendría que tapar al otro día, yo apenas sí me sostenía de su espalda. Tomó con fuerza de mi pantalón atrayéndome más a su cuerpo. Yo solté un jadeo.

 

-Uhm… qué bruto… -Jadeé. –Era mi… camisa nueva…

 

-Luego te compro otra. –Me dijo rápido mientras quitaba el cinturón de mi pantalón y bajaba con fuerzas el mismo para luego bajar el bóxer también lo suficiente para que no le molestara en el trabajo que iba a realizar. –Ahora mismo ya no puedo contenerme, me importa una mierda romperte toda la ropa, te necesito. –Gimió en mi oído y yo cerré los ojos mientras su mano tomaba con fuerza mi erección. Yo suspiré y me mordí los labios. Me alzó con fuerza y yo rodeé mis piernas a su cintura dejándome llevar por él al lugar más cercano que pareciera apto para hacerme de todo. Me froté contra Bae todo lo que pude en el trayecto, haciendo que nuestras erecciones se proporcionaran mayor placer. Sentí algo frío bajo mi trasero y entonces abrí los ojos para verificar que estaba sobre el escritorio del estudio. Poco me importó. Sus labios de nuevo se devoraron los míos con pasión y fuerza al mismo tiempo que comía mi cuello y todo a su paso. Yo abrí las piernas para darle accesibilidad, Bae me miró y sonrió. Tomó su propia erección  y la acomodó y mi entrada, Yo le rodeé el cuello esperándolo. La erección de Bae vibraba por lo excitado que estaba. Tomó de mis caderas y sin si quiera delicadeza alguna entró de lleno en mi interior con todas sus fuerzas. Yo me aferré a sus hombros, rasguñándolo y apoyando mi cabeza en su cuello.

 

-ARGG… -Fue un gemido entre placer y dolor al sentir la fuerza con que entró y que a la primera llegó a mi próstata.

 

Era una sensación tan jodidamente agridulce que no sabía si relajarme o llorar, pero opté por la primera. Relajarme, después de todo ya me había acostumbrado y me gustaba lo fiero que se ponía cuando estábamos ya en eso. No esperó ni siquiera un poco más, volvió a entrar en mí con la misma fuerza llegando nuevamente a mi punto, esta vez lo disfruté más y gemí mientras me mordía los labios. El dolor era intenso, pero nunca insoportable. Ya se me pasaría, a la mierda el dolor, yo necesitaba más. Los labios calientes de Bae se lanzaron a mi cuello mordiéndolo con fuerza y pasando su lengua por todas partes. Las embestidas comenzaron a hacerse rápidas, y pronto dejé de sentir molestia, ahora comenzaba a sentir total excitación y la gran necesidad de que me diera más duro, hasta que cayera rendido en el suelo exhausto. Contraje mi entrada, de puro gusto para que Bae se desesperara.

 

-Ah… Seungri… eres jodidamente exquisito. –Gimió en mi cuello mientras sus manos se posaban en su cintura para afirmarme. El sonido de sus caderas golpeando mi entrada era notorio en el estudio y el rechinar de la mesa era igual de fuerte.

 

-Ahm… -Solté un gemido y me aferré con mis manos al escritorio del estudio tratando de afirmarme, comenzaba a sentir mi sudor y el entrar y salir frenético de Bae me estaban poniendo desesperadamente caliente. –Más… ahm… m-más fuerte… Bae…

 

-mmh… ¿A-así? –Gimió acelerando el ritmo y llegando hasta el fondo con todas sus fuerzas, yo solté un gritito agudo y mi cabeza se dejó caer sobre sus hombros. Sus manos me afirmaban con fuerza y yo sólo quería dejar salir todo, comenzaba a hacerme falta el aire, y ya me sentía sofocado.

 

-M-más… Bae… D-ale más… sé que tienes más para tu panda… -Le gemí mordiéndome los labios, no sé qué más me podía dar, la verdad se movía tan rápido como podía y sus movimientos eran certeros y fuertes. Seguro después no caminaba, pero ahora lo estaba disfrutando demasiado.

 

-Nunca… uhm… te conformas… eh. –Sonrió y yo le besé como pude. Una de sus manos que yacía en mi cintura fue a parar a mi erección y mi espalda se arqueó al sentir lo caliente de su mano con mi erección que ya estaba pidiendo a gritos ayuda.

 

-No… ah… no estaré conforme… porque sé que ah… puedes darme más… -Le dirigí una mirada llena de lujuria, tentadora y él sonrió.

 

Tal como lo había dicho, siempre podía darme más y no se hizo esperar. Sus embestidas comenzaron a ser salvajes y su mano comenzó a moverse con rapidez en mi erección. Yo sentía mi entrada contraerse y Bae se retorcía cada vez que sucedía. Nuestros gemidos se escuchaban por todo el estudio. Mis manos estaban aferradas a sus hombros, incluso estaba dejando marcas de rasguños que posiblemente se verían al día siguiente o en la tarde. Yo sentía que no podía más, me iba a correr en cualquier momento. Busqué con la mirada Bae y él sonrió. Sentí su líquido pre seminal correr por mis piernas y caer sobre el piso, pero poco me importó.

 

-Me… uhm… correré… -Avisó y yo ya no pude más, lancé mi cabeza hacia atrás, sin responder.

 

-A-AAAH…. –Solté el gemido más fuerte cuando me corrí en su mano y pronto sentí a Bae correrse dentro mío cuando yo contraje mi entrada. Mi respiración era demasiado agitada. Sentía que podía faltarme el aire. No sé con qué fuerzas Bae me bajó del escritorio y me sentó en el sofá negro.

 

Y ahí fue cuando lo sentí.

 

Joder, no podría sentarme, ni caminar, ni dormir, ni bailar, NADA, ME DOLÍA MÁS QUE LA CRESTA MI TRASERO. Literalmente me había hecho joder una vez más. Bae me sostuve sobre él y yo intenté que mi dolor pasara desapercibido, pero por Dios que casi me mata. Ok, yo lo había incitado y le había pedido a gritos que me diera duro, no podía quejarme.

 

-¿Volvemos a repetir en casa? –Me preguntó y yo le miré.

 

-Vas a terminar de partirme el culo. –Le dije, Bae se rió y me besó. –Pero la tentación me gana, vamos a casa. –Bueno, digamos que nunca me cansaría de hacerlo con Bae, si había algo que me encantaba era hacer el amor de la manera más loca que pudiera.

 

-Te amo, panda sexón. –Me dijo poniéndose de pie y entonces recordé que mi camiseta estaba destruida, al parecer tendría que salir de YG abrazado a mi cuerpo para que no se dieran cuenta. Sonreí, y le miré de forma coqueta.

 

-Te amo también, mi negro salvaje. –Le cerré el ojo. –Pero no correrás la misma suerte si vuelves a andar de novio celoso y dramático.

 

-No lo haré, lo juro. –Yo me reí mientras intentaba ponerme el bóxer con total delicadeza para no terminar de romperme el trasero. –Pero tú tampoco andes dándole mucha atención a nadie más.

 

-Como diga mi lindo novio. –Dije y le lancé un beso con la mano. Él se rió y me besó rápidamente.

Notas finales:

Ya saben, por el capítulo 10 de 14F sucede lo de la pelea, y en el 11 vuelven de Las Vegas pero nunca se supo como se reconciliaron, así que aquí lo tienen. <3

 

PD: Julie espero que te haya gustado <3

 

Y espero que a todos ustedes también y les cuento, más adelante haré otro BaeRi también ligado a 14F pero creo que lo haré dentro del mismo fic, esperenlo <3

 

Gracias por leer, los quiero!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).