El sol inglés entró por la habitacion del detective y llegando hasta sus ojos, este despertó. Olió el desayuno y no pudo hacer otra cosa más que levantarse, lavarse la cara y salir de su cuarto corriendo hasta la cocina. Cuando llegó ahí, John estaba haciendo tostadas que tenían una pinta deliciosa.
- ¡Sherlock, por el amor de Dios! ¡Ponte algo!- Exclamó el doctor al ver a Sherlock completamente desnudo.
- Vamos John como si fuera la primera vez que me has visto desnudo...
Justo al decir esa frase la Sra. Hudson entro por la puerta.
- Oh, lo siento queridos, ¿les interrumpía en una conversación privada? Me marcharé, si quieren, para que puedan tener sus charlas de pareja- la Sra. Hudson puso una sonrisa pícara, sabiendo que a John le molestaban esos comentarios.
- Por última vez Señora Hudson, ¡No somos pareja!- intentó decir calmadamente John.
- Si, si, cariño... lo que tu digas...
John dio un suspiro.
- Pero enserio Sherlock, ponte al menos una manta encima...- replicó el doctor.
- Vale, vale.- Sherlock se puso su bata y todos se sentaron a desayunar.
Cuando hubieron terminado, Sherlock se sentó en el sofá (aunque raramente se sentaba ahí), sacó la pistola y empezó a disparar a la pared.
- ¡Sherlock, estás loco! ¿Qué haces?- se exaltó el doctor.
- Estoy aburrido, John, si quieres que pare, entretenme...
- Vale, erhm... ¿Qué quieres que haga?- se sentó en el sofá al lado de Sherlock.
- Hablemos... pero de cosas interesantes, ya sabes, realmente interesantes, porque si no, seguramente te disoare en la cabeza por el aburrimiento.
- Hablemos de cuando nos conocimos... ¿Qué pensaste de mi cuando me viste?
- Lo primeroque vi esque eras un militar herido en combate, y lo que pensé fue que estabas muy deprimido antes de que te dijeran que había un posible compañero de piso para ti. Se notaba que pasabas todos los días solo y que no sabías que hacer... Pero de repente esa misma noche se te veía más enérgico, más feliz y motivado, no he visto a ninguna persona capaz de hacer eso. Tu capacidad para recobrarte me fascinó. y, ¿tú qué pensaste de mi?
- Al principio, cuando te vi callado pensé que eras normal. Pero en cuanto abriste la boca me di cuenta de que no- soltó una pequeña risa.
- Entonces, si viste que no era normal, ¿por qué te quedaste?
- Porque supe que iba a ser una experiencia interesante...
Eso sacó una pequeña sonrisa al detective, pues nunca tuvo un amigo y por fin encontró uno que le apoya sin importarle sus defectos o las molestias que causa.
John se levantó caminó hacia un lado, pero se tropezó con los pies de Sherlock, estaba a punto de caer cuando este lo agarró.
- Gracias- se sonrojó John.
- De nada.
Hubo un largo silencio hasta que Lestrade llamó con un caso. Uno muy immportante.
- ¿Qué pasa Lestrade?- preguntó Sherlock.
- Es Moriarty, quién si no...- respondió Lestrade.
John y Sherlock se vistieron rápidamente y salieron del 221B.