— ¿Cógeme y olvídalo? — cuestiono alzando una ceja.
—Venga, esa será nuestra frase en el viaje de graduación— respondió un joven rubio, una sonrisa bailando en la comisura de sus labios.
—Ni de coña pienso ponerme una playera con esa leyenda, estas jodido— respondió aquel, negando frenéticamente con la cabeza. El otro soltó un bufido, ellos habían planeado meses antes ese viaje y habían acordado que usarían playeras de ese tipo, pero parece que lo ha olvidado y eso le molesta en demasía.
—Deja de lloriquear, ya tengo suficiente con saber que vas a llevar a tu hermano menor al viaje— exclamo el rubio, mostrándose un poco irritado.
—JongIn no es tan menor, sólo son dos años y además, deja de quejarte que él va a quedarse en una habitación individual, no con nosotros— aseguro un pelirrojo molesto, sí, tenía planeado coger con alguien en la playa, pero no necesariamente debería portar una playera que lo evidenciara ¿Cierto?
—Lo sé, así cuando necesite nuestra habitación podré enviarte con él y así podré disfrutar de un poco de sexo— menciono el rubio con ilusión, estaba casi seguro de que nunca iban a dormir.
—Olvidaba que eres un puto, JoonMyeon— y el rubio se hecho a reír, su amigo era un amor al llamarle así.
—MinSeok, ese día hasta tú vas a ser un puto— aseguró JoonMyeon, riendo por lo bajo al ver al otro sonreír con emoción.
—Estoy seguro de que mi hermano va a ser más puto que todos juntos— puntualizo MinSeok pasándose los dedos por su sedoso cabello.
—Bitch please— escucharon a sus espaldas y voltearon para encontrarse con un pelinegro divertido. —Nadie es más puto que yo, y eso lo saben todos— aseguro el recién llegado, haciendo reír al otro par.
—Cierto, olvidamos que LuHan iba a ir— exclamaron al unísono ambos jóvenes, riendo al ver al como el nombrado se arreglaba el cabello.
—Vamos a divertirnos y recuerden, el que se enamora pierde.
…
El trío de amigos estaba emocionado con ese viaje, llevaban meses alucinando con lo que iban a hacer apenas llegaran a pisar el camión que les transportaría. Van a graduarse, el pretexto perfecto para hacer un viaje sin sus padres, sin mencionar que lo que les ofrece la agencia de viajes es maravilloso: barra libre las 24 hrs del día, barra libre en antros, la famosísima fiesta de collares, sin mencionar que disfrutarían de la comida de 5 restaurantes de lujo cuando lo quisieran y cabe mencionar que es un hotel 5 estrellas, yacusi, piscina, canchas deportivas.
El hermano menor de MinSeok, JongIn, les acompañaría porque ha sido invitado por su hermano, sin importar que diga el resto de los amigos; ellos van a pasarla bien.
El día antes de salir de viaje, hicieron las maletas, llevaban abundante cantidad de condones y eso que sólo serían cinco días, ellos iban a pasarlo de maravilla o eso era lo que planearon por meses.
Eran las diez con cuarenta, los tres amigos estaban fuera de la central de buses y junto a ellos, JongIn escuchaba música con su móvil, ansiosos por abordar ese bus que les llevaría a las vacaciones de su vida, aquellas que tienen bien merecidas después de hacer el examen de ingreso a la universidad y que examen, cabe destacar.
El bus estaciono frente al ala B, abriendo la puerta para dejarles el paso libre a los jóvenes graduados, eran alrededor de 5 camiones llenos de estudiantes del mismo instituto que ellos, compañeros y amigos. Primero se encargaron de subir el equipaje, posteriormente MinSeok saco de una hielera de mano 4 Finlandia, entrego uno a cada uno de sus acompañantes y tomo uno para sí mismo, lo primero en la lista era beber como nunca antes lo habían hecho. Sí, ellos tienen una lista de pendientes por realizar en aquel viaje.
Y una vez estuvieron arriba del bus, sentados en sus sitios, ellos gritaron con emoción; por fin estaban oficialmente de viaje.
Después de unos cuantos vodkas, los jóvenes se quedaron completamente dormidos y así se mantuvo por el resto del viaje, recorrieron todo el país, hasta llegar a aquellas recónditas y exóticas playas, las cuales serían testigos de una aventura de graduados.
…
Tras varias horas de viaje, los jóvenes arribaron al hotel con una sonrisa de emoción desmedida, llendo directo a tomar las llaves de sus habitaciones pues las reservaciones ya estaban hechas por la agencia de viajes, sólo debían pasar a registrarse y tomar las llaves.
Hacía un calor del demonio, estaban a 41°, más eso les dio el pretexto perfecto para que se colocaran unas bermudas sin playera o sólo una de resaque, tomaron unos lentes de sol y estaban listos para comenzar la fiesta.
Fueron directo a la barra que está cerca de la alberca, pidieron algunos tragos exóticos y se pasearon por las instalaciones, haciendo un viaje de reconocimiento.
A las 10 pm se alistaron para ir al antro, playeras con leyendas y la más destacada fue “Cógeme y olvídalo”, la cual portaban LuHan y JoonMyeon, mientras MinSeok usaba la de “El que se enamora pierde” y JongIn una simple polera cuello en V, todos con jeans ajustados que hacían lucir sus traseros y piernas, dejando una linda vista para los desconocidos por conocer.
The Frogs era el mejor antro de la zona, reconocido por sus fiestas de espuma y ambiente sin igual, aunque en realidad el ambiente lo crean las personas que asisten a dicho lugar. Los chicos estaban entusiasmados, tanto que sentían esa sensación de adrenalina en sus vientres.
Al arribar al establecimiento deseado, los jóvenes caminaron directos a la barra y pidieron un “Jack Daniel’s” y fueron a por todas, mezclándose entre el mar de graduados y demás. Encontraron una zona privada y se largaron a sentar, disfrutando del primer trago de una larga noche de aventuras, romance y sexo; esperaban que hubiera mucho de lo último.
Los chicos bailaron al ritmo de Equinox de Skrillex, luego menearon sus cuerpos al ritmo de Rihana, más tarde con alguna canción de Eminem, entre un sinfín de músicos, cantantes y dj’s, bebieron hasta que reían sin razón. Sí, JongIn había conseguido a una chica bastante linda y se había ido primero. El resto coqueteaba con algunos graduados de otro instituto, oh sí, ellos van a disfrutarlo al máximo.
A pesar de que estuvieron a punto de irse con aquellos chicos con los que bailaron casi hasta el amanecer, el trío de amigos termino en el hotel, cada quien en su respectiva habitación y aunque hubiesen deseado tener sexo la primera noche, el único virgen se sentía feliz de que nada hubiera pasado. Sí, uno de ellos va con el objetivo de perder su virginidad y aunque está asustado, siente que las ansias se lo comen por dentro.
…
Los rallos de sol se colaban en la habitación desde el ventanal que daba vista al balcón, en la cama dos jóvenes semi desnudos, uno a cada extremo de la cama y con las piernas enredadas en las sábanas blancas. Uno rubio, el otro pelirrojo, el primero fue quien despertó en primer lugar y tras parpadear en varias ocasiones, profirió un bostezo abrumador; se volteó en la cama para quedar sobre su costado y de esta forma, vio a MinSeok con el cabello revuelto, los parpados cerrados y con aquella expresión tan amena que le hacía parecer una especie de niño, tan adorable… Pero tan sensual a la vez, porque sus exquisitas clavículas se muestran sin pudor y ni mencionar aquellos pectorales bien trabajados, esos brazos, aquellos pezones…
—Que me la ha puesto dura verle suspirar entre sueños, no cabe duda que estoy trastornado— susurró JoonMyeon, tallándose un ojo con la mano. —Un día de estos, que quizás sea hoy, voy a terminar atacándote y entrando en tu ropa interior— suspiró al pasar el dorso de su mano sobre la mejilla ajena, acariciándole con ternura y devoción.
Una sonrisa se posó en los labios rosáceos del rubio, cuando sintió al otro acurrucándose contra su mano, en una acción tan adorable y digna del gatito del grupo, más si sabes que JoonMyeon ama los gatos, todo porque ronronean y se restriegan contra su palma cuando les acaricia, eso le enternece.
JoonMyeon se levantó para cambiarse, porque para hoy tenían planeado hacer un sinfín de actividades y entre ellas estaba llevar a Amber, una amiga suya, hasta un grupo de chicas lesbianas para que se besase con una. El sueño de toda su vida, tener una amiga lesbiana.
Se colocó unas bermudas color beige, una playera cuello en V blanca y unas sandalias playeras, siquiera se dio el tiempo para peinarse, su look de recién levantado le quedaba espectacular, se veía… ¿Caliente? Sí, muy caliente y sensual.
Los tres amigos se reunieron en el bufete del hotel para tomar el desayuno juntos, posteriormente zorrearon a los chicos y chicas sensuales del lugar, para así ampliar su panorama a no sólo graduados, sino también turistas y demás.
A lo largo de la mañana probaron todo tipo de comidas, bebieron diversos cocteles y se dedicaron a conocer la ciudad costera, comprando recuerdillos, tomándose un sinfín de fotografías y divirtiéndose, esa era la segunda cosa en su lista; probar la comida, las bebidas y conocer el lugar.
Por la tarde jugaron futbol de playa, rentaron motos acuáticas y se broncearon un rato, alejando que un buen tono de piel es atractivo. Sin embargo, JoonMyeon coloco bloqueador a MinSeok en lugar de bronceador, sin decirle nada ya que adora su piel blanca como la espuma que provocan las olas al romper en la playa.
Cuando estaban jugando en el agua, JoonMyeon abrazo a MinSeok por la espalda y le hundió junto con sí, mojándose por completo, LuHan reía y le cuestionaba al rubio su actitud, más este sólo sonreía encogiéndose de hombros, prosiguiendo a molestar ahora al pelinegro, tirándole agua a la cara con ambas manos.
…
Por la noche, mientras MinSeok se duchaba, el otro par de amigos conversaba tranquilamente en la barra de la cocina de la habitación del rubio y el pelirrojo.
—Hey, que te he visto tirándole el sable a nuestro Seokkie— acuso LuHan, riendo al ver como el rubio ampliaba los ojos al escucharle, también atragantándose con su bebida.
—Sabes que le traigo ganas desde hace tiempo— se defendió JoonMyeon, provocando que LuHan alzara una ceja de forma inquisitiva.
—Quedamos hace tiempo en que íbamos a compartirlo, que ninguno haría ningún tipo de movimiento para seducirlo por el bien de los tres— dijo LuHan, poniéndose repentinamente serio. Sí, ellos habían quedado en que si no era un trió, ósea los tres en una misma cama teniendo sexo, ninguno de los dos haría cualquier especie de movimiento hacia el pelirrojo.
—Venga, no pensaras que MinSeok va a aceptar un trío ¿Cierto? — cuestiono un JoonMyeon divertido, dudando que LuHan fuera capaz de razonar tal situación.
—Por eso, si no puedo tenerlo, tú tampoco y ya cállate que ahí viene— puntualizo LuHan, logrando que el otro frunciera ligeramente el ceño.
LuHan y JoonMyeon sonrieron al ver a MinSeok salir del cuarto de baño, cabello húmedo, labios rojizos y portando esa camisa blanca tan provocativa, es que no deja nada a la imaginación.
—Hora de irnos— canturreo MinSeok, llendo directo a la puerta y siendo seguido por el otro par, fueron a algún lugar digno de presenciarles esa noche, quizás un buen club nocturno.
Las luces fluorescentes iluminaban el lugar, que de un tenue tono obscuro hacia brillar a aquellos que usaban ropa blanca. Ellos estaban entre un mar de cuerpos que se mecían al ritmo de la música, bailando criminalmente pegados unos a otros y es que el ambiente era maravilloso, tan exótico y caliente.
Tan sólo unos minutos de haber llegado, JoonMyeon se les perdió de vista y no le volvieron a ver a lo largo de la noche, sólo sabían que se había ido con un muchacho pelinegro con un sensual hoyuelo en la mejilla y obviamente, ellos dedujeron lo que fue a hacer.
Sí, él iba a coger y olvidar.
Entradas las dos de la madrugada, MinSeok caminaba por la playa con los pies descalzos, LuHan se había ido con un sujeto rubio y alto, cabe mencionar que el pelirrojo les vio besándose y restregándose fuera de los servicios, por lo tanto llego a la conclusión de que sería el único que no tendría sexo esa noche. Quizás nunca deje de ser virgen, sí claro.
Se detuvo frente al mar y suspiró, procediendo a sentarse sobre la pálida arena, contemplo el cielo estrellado que se extendía en lo alto del firmamento y alabo la belleza de la platinada luna, la cual se reflejaba de forma mágica sobre el océano. Lo obscuro del agua contrastaba con lo brillante de la luna, eran la combinación perfecta de colores, dándole así, vida a la noche.
Con ese escenario de fantasía y la melodía de las olas al romper contra la orilla, abrazó sus rodillas con los brazos, colocando el mentón entre estás, se mantuvo en esa posición contemplando las maravillas del paisaje nocturno que le ofrecía la naturaleza, inmerso en sus pensamientos fantasiosos.
—Parece que disfrutas del cielo nocturno, el amanecer va encantarte— se escuchó una voz detrás de él, provocando que MinSeok tocase tierra al volver en sí. Busco con la mirada a quien le ha hablado, encontrándose con una silueta masculina y sensual, que sinuosa se mece por la arena hasta salir de las penumbras, mostrando a un joven morocho que con los tres primeros botones deshechos de su camisa blanca, lucía una sonrisa coqueta y radiante.
—Debe ser maravilloso ver el resplandor de los rayos del sol extenderse por el océano— contesto soñador, imaginando tan preciado momento.
— ¿Te molesta si me siento a esperar el amanecer a tu lado? — cuestionó aquel morocho, dedicándole una mirada suave y amable, casi podía notar que no había ninguna intención de molestarlo en esos orbes profundos y obscuros como el océano nocturno.
—No veo porque habría de molestarme, hay suficiente espacio para ambos— contesto MinSeok, dejando así que aquel extraño le acompañase por el resto del tiempo hasta el dichoso amanecer.
Sin duda, ese extraño era cautivador, su forma de contemplar el cielo era tan… tan dulce, observaba a la luna con devoción, a las estrellas con ternura, al sol con admiración y a las nubes con amor.
Ese joven parecía estar enamorado de las nubes y la forma en que estás cubrían el cielo azul con su esponjosa estructura.
…
MinSeok llego al hotel alrededor de las 8 am, encontrándose con un JoonMyeon preocupado que pasó de regañarle a abrazarle con fuerza, como si hubiese temido no verle más.
—Por poco me da un ataque al ver que era tan tarde y no aparecías, dime; ¿Qué iba a ser de mí sin ti? — cuestiono JoonMyeon, acariciando ambas mejillas del pelirrojo, haciéndole sonreír.
—Gracias por preocuparte por mí, eres el mejor amigo del mundo— susurró MinSeok, abrazando con fuerza a JoonMyeon.
…
Han transcurrido dos días desde que MinSeok se encontró con aquel morocho, dos días en los cuales se ha estado cuestionando quien es y de donde viene, porque después de ver la adoración con la que observa al cielo, desea conocerle más a fondo. Está tan intrigado con la idea de saber aunque sea su nombre, porque así sabrá cómo se llama el protagonista de sus fantasías románticas.
Mientras el pelirrojo paseaba por la costa, ha visto esa silueta varonil recargada en una palmera y no ha dudado ni un segundo en acercarse, él no pensó, sólo lo hizo.
—Hey— saludo tan pronto estuvo lo suficientemente cerca del morocho como para que le escuchará y este se volteó para verle, luciendo una sonrisa ligera sobre sus rosáceos labios.
—Espera bebé, dame un momento— susurró al teléfono móvil aquel. —Hey ¿Has visto la puesta de sol alguna vez? El crepúsculo luce magnifico con sus colores tiñendo el agua del océano de violeta, rojo, naranja y dorado— alabo, sonriendo a MinSeok con calidez.
—Eso he podido apreciar, por cierto, soy MinSeok, Kim MinSeok— dijo extendiendo su mano para que el otro la estrechara.
Estrechándole la mano con suavidad profirió. — Encantado de conocerte MinSeok, para ti seré JongDae— una sonrisa radiante se extendió por los labios del pelirrojo y su cabello dejo de ser lo único rojo en su cabeza, ahora también sus mejillas estaban sonrojadas.
—El gusto es mío— aseguró MinSeok, sintiendo como el agarre entre sus palmas se iba desvaneciendo.
—Dame un momento, debo contestar antes de que la fiera se enoje— dijo JongDae, atendiendo de nueva cuenta su teléfono móvil.
“Sí, aquí estoy de vuelta bebé. Te extraño ¿Sabes?, ya sueño con el momento de verte”.
MinSeok no alcanzaba a escuchar lo que se escuchaba al otro lado de la línea, pero estaba seguro de que envidiaba a la persona con la que hablaba JongDae.
—Bebé, voy a poner el altavoz que es grosero que conteste el móvil cuando estoy con amigos ¿Esta bien? — preguntó JongDae al móvil, poniendo el altavoz sin darle tiempo a la otra persona de responder, la respuesta siempre era sí.
L: “Ya ansió estar con el dueño de mi vida”, se escuchó desde el otro lado de la línea, dejando a MinSeok atónito.
J: “Mhm, ese sujeto es muy afortunado de tenerte”, contesto JongDae.
…
MinSeok y JongDae habían ido a tomar un helado tan pronto el morocho termino de hablar por teléfono, luciendo tan lleno de vida que hasta contagiaba la sonrisa que destacaba en sus delgados labios.
Luego observaron la puesta de sol, juntos, provocando la preocupación de JoonMyeon y LuHan, más MinSeok estaba perdido en los soñadores ojos de JongDae.
MinSeok robo un beso a JongDae tan pronto las estrambóticas luces del crepúsculo fueron sustituidas por las brillantes luces de las estrellas y la luna; después de eso, salió corriendo sin decir adiós… Se sentía extraño por haber robado un beso a una persona enamorada, que al parecer era dichosa con su ser amado y por supuesto, correspondida.
Al llegar al hotel, se sintió como un niño después de haber dado su primer beso o haber recibido su primera carta de amor, sin duda, guardaría ese recuerdo para la historia.