Después de escuchar como Shinobu le explicaba que él no debería olvidar a su sensei porque para él era sumamente importante su recuerdo, Miyagi al escuchar todo se confundía ¿Acaso él estaba diciéndole que lo olvidara? ¿Acaso ese niño no podía conformarse con una simple declaración ante la tumba de alguien que una vez amó? ¿Qué demonios esperaba? Debería aclarar las cosas antes de que se compliquen las cosas.
“Al atacarme constantemente, es tan débil” pensaba cuando tomaba la castaña cabellera de un lloroso Shinobu. “A pesar de decir barbaridades, se pone rojo hasta las orejas…”
-Escúchame bien, niño-habló con voz autoritaria-¿Qué acabo de decir enfrente de la tumba de sensei?
Shinobu interrumpió su llanto para escucharlo aun con lágrimas en los ojos.
-Dije que te quería, que eres lo más importante para mí- lo miró con como queriendo darle entender ese detalle-¿Qué te aqueja?
Al escuchar eso el oji gris no aguantó más y empezó a llorar.
-Oye, sí que lloras como hombrecito-comentó el profesor de universidad antes de tomar el rostro del chico y darle un beso, se separaron para tomar aire y volvieron a besarse. Pero ese beso fue más dulce, aunque al profesor le costara reconocerlo se había enamorado del hermano de su ex mujer, sí, estaba consiente que lo amaba. Había olvidado a sensei por andar pensando como un loco en Shinobu.
-Miyagi…-balbuceo el chico al terminar el beso y se aferró en la espalda del profesor-…te quiero.
-Sí, lo sé. Desde el principio-respondió Miyagi en los oídos de Shinobu.
***
Después de regresar al departamento del profesor, ambos estaban en la cama (con pijamas xD) Shinobu mostró su mano con una marca de un anillo.
-¿Y la sortija?-preguntó Miyagi con incredulidad a un molesto Shinobu que ponía un puchero, con las mejillas rojas e infladas dándole un toque adorable.
-Estoy tan furioso- contestó el castaño claro, en un puchero al mismo tiempo que el mayor le ponía la sortija que; cuando comenzaron a salir el profesor y él se compraron sortijas iguales, pero al saber que Miyagi aun guardaba su foto en donde aparecía con esa mujer, se la había regresado en el asiento del auto cuando se fue enojado del estacionamiento.-Si me vuelves a hacer enojar esta vez te juro que te dejo, maldito viejo-lo dijo mientras Miyagi se acomodaba mejor para verlo mejor.
Después el profesor sonrió divertido y se abalanzó hacía Shinobu quién no se opuso y se cubrieron con las sábanas para jugar sucio (ya saben xD)
-Voy hacerte mío, ¿Estás de acuerdo?-preguntaba Miyagi riendo mientras besaba a Shinobu que se encontraba debajo de él y se dejaba hacer mientras se aferraba a la espalda de Miyagi quién ya se encontraba ocupado en desnudarlo.
-Sí, estoy de acuerdo, pero hazlo con cuidado-respondió el chico mientras reía cuando sentía como su amor lo besaba y ya casi estaba por hacerlo suyo cuando este lo detuvo y salieron de las sábanas.
-Espera.-dijo Shinobu asustado como preocupado por algo que había olvidado.
-¿Qué pasa?
-Aun no me has dicho que me quieres-respondió el chico como si eso hiciera falta antes de hacer el amor.
-Ahhh-se quejó el mayor-¿Para qué quieres que te diga si ya lo sabes?
-Sí, pero quiero que esta vez me lo digas, estamos juntos ahora así que es mejor momento para decirlo-explicó Shinobu mientras le daba palmaditas en el pecho del mayor, mientras que este acomodaba sus brazos como almohadas.
-No quiero-negó Miyagi y otra vez puso a Shinobu debajo de él pero el otro lo detuvo y salieron de nuevo de las sábanas.-¿Ahora qué, niño?
-No me has dicho que me amas.- volvió a repetir el chico con preocupación.
-Ya te lo había dicho, además no se lo he dicho a nadie- respondió el mayor, mientras se volvía a acomodar.
Shinobu se quedó pensando, o sea que ni siquiera se lo había dicho a su hermana.
-¿Ni siquiera le dijiste a Risako?
-Con ella fue diferente-respondió Miyagi un poco sorprendido por la pregunta al mismo tiempo que le permitía a Shinobu recostarse a lado de él y acariciarle el cabello.
-Pues entonces dímelo a mí, ya no va a faltar el hecho de que tú me digas que me amas- dijo Shinobu mientras bajaba su vista para ver los ojos de su pareja y que este accediera.
Miyagi negó con la cabeza.
-Por favor, dilo-pidió el chico con ojos chibis y a punto de llorar.
-No-negó Miyagi y volvió a ponerse encima de Shinobu quien esta vez no se dejó y lo tomó del cuello algo así como abrazándolo pero en realidad lo estaba apretando tanto que lo estaba asfixiando. Aunque era un niño de 17 años era alguien fuerte.
-¡Dilo, di que me amas!-pedía el chico mientras lo sostenía más fuerte.
-Por favor… no puedo… no puedo respirar…-Miyagi sentía que no podía seguir respirando y forcejeaba con el niño pero este no se rendía.
-Di que me amas, así que hazlo o me quedaré viudo a los 17 ¡Dilo!
-Te quiero…-gimió de dolor el mayor.
-¿Qué?
-…por favor que no puedo respirar…-esta vez Miyagi se estaba poniendo morado y sus ojos estaban grandes, estilo anime.
-¡Dilo!
-Te amo…-chilló el mayor.
-No te escucho.
-Te amo- lo dijo con el poquito aire que le faltaba.
Al oír eso, Shinobu sonrió y lo dejó, Miyagi respiró rápidamente sosteniéndose el cuello; Shinobu se recostó con una sonrisa en su rostro.
-No pensé que fueras tan fuerte.
-¿Ya vez que no fue tan difícil? A cualquier persona se lo puedes decir si tienes ese sentimiento.
Miyagi lo miró durante unos segundos y después sonrió.
“Maldición, a pesar de que me causa un dolor de cabeza, es alguien muy especial, de verdad, lo amo” Pensaba Miyagi al sonreír y después abalanzarse sobre Shinobu que esta vez no le hizo nada para impedirlo.
Fin.