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Isla del amor por Hola soy yo

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen.

Esta historia es creada por mí y mi extraña imaginación, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Notas del capitulo:

Hola :DD

Es mi primer fanfic y… ya no se que mas decir :/

Así que mejor os dejo la historias, nos vemos abajo en las notas finales

¿Cómo habían terminado allí?

No tenían idea.

¿Por qué estaban en ese lugar?

Bueno, pues…porque…amm

-Todo es culpa del tío Sinbad- murmuro sin malas intenciones un pequeño niño con el cabello recogido en un fina trenza color azul.

-¿¡Culpa mía!?- el rey de los 7 mares se levanto de la piedra en la que estaba sentado.

-Usted fue quien tuvo la idea de “dar un corto paseo por el mar”- Yamuraiha dibujaba garabatos en las arenas de la costa con su bastón.

-¿Cómo iba a adivinar que el barco seria atacado por ese extraño pulpo gigante?-

-Se supone que recorriste el mundo- protesto Alibaba.

-¿Y?-

-¿Cómo que y? -se molesto Jafar- Nos pides que demos un “insignificante” paseo, dejas que nos ataque una criatura extraña, haces que todos nos perdamos en esta isla misteriosa y finalmente no quieres hacerte responsable-

Por un momento un ápice de culpa cruzo la conciencia del Rey de Sindra, solo por un momento.

-Lo del pulpo no fue mi culpa, ustedes pudieron haberse defendido -cruzo los brazos para mostrar superioridad.

-Eso no lo niego- la maga del grupo levanto la mirada de la arena con el ceño levemente fruncido -De seguro es culpa de ese espadachín borracho- murmuro, cansada.

-¡De nuevo yo! -el mencionado se levanto del suelo para darle frente -¡Explícame porque es mi culpa, vieja bruja!-

-¿Vieja?- ignorando el pedido de una explicación, se levanto también, furiosa y con una vena palpitando en la sien.

-Sí, lo que escuchaste, V-I-E-J-A- deletreo la palabra como si de esa forma intentara que se le quedara claro.

-¡Yo no estoy vieja, maldito borracho!-

-¡Yo no soy un borracho, detestable bruja!-

-Cállate, borracho-

-Oblígame, bruja-

Y mientras los dos generales discutían, los demás trataban de calmarlos a cualquier costa, ¿cómo?, pues de la manera más efectiva conocida actualmente por el hombre: Observando.

-Quizás deberíamos detenerlos- dijo Aladdin observando atentamente la pelea.

-Lo mejor es dejar que se desahoguen y que se digan lo que tienen que decir- respondió Sinbad sin darle demasiada importancia a lo que sucedía.

-Oigan, tengo hambre- lloriqueo infantilmente Alibaba -Deberíamos buscar algo de comida.

-Alibaba-san tiene razón -apoyo Morgiana.

 -Ah- y claro, no podían faltar las grandes e inspiradoras palabras de Masrur.

-Debemos buscar comida en ese bosque- todos, menos los dos que estaban peleando, giraron la cabeza para mirar el gran bosque que se encontraba detrás de ellos.

-Buscar comida…- murmuro Aladdin.

-En el bosque- completo la frase Sinbad.

-Exacto- Jafar sonrió de la nada, pero no era una sonrisa de esas felices que lanzan los niños cuando sus padres le obsequian una mascota nueva, no, era más bien una sonrisa como las que pone una novia celópata cuando su novio ha hecho algo muy, pero muy malo -Rey Sinbad-

¿Le había llamado con su nombre completo y además con su título de Rey?

Oh no, problemas graves y peligrosos problemas. La alarma de peligro de Sinbad se activo automáticamente, tenía que encontrar una forma de zafarse de esa situación y rápido.

-¿Q-que sucede Jafar-kun?- esa casi nunca fallaba, casi.

-Que le parece si usted, por ser el que ha navegado los 7 mares y por ser quien ha enfrentado incontables peligros va a buscar el alimento necesario para todos- en ningún momento quito su “cálida” sonrisa.

-M-me parece bien-

-Solo- arrastro la mortal palabra con lentitud.

-¿Solo?-

-Yo apoyo esa idea-Alibaba salto emocionado con una extraña mescla de emoción y malicia en la mirada.

-Yo apoyo a Alibaba-san-

-Ah-

Estaba decidido, tendría que ir a buscar comida, solo, en ese extraño y misterioso bosque el cual le daba mala vibra de tan solo mirarlo. Aunque…

¿¡Que tan difícil podía ser!?

Había enfrentado peligros que matarían a cualquiera, había sobrevivido a las miles de adversidades que se le presentaban enfrente, había creado un imperio entero. ¿Qué tenia de peligroso ese inofensivo y simple bos…

-¡Grrr!-

Mierda, mierda, mierda, mierda.

Un gruñido, lo escucho claro y fuerte, un gruñido, y Sinbad sabia, mejor dicho, aseguraba que ese no era el gruñido de un animal normal como un tigre o un león, era como…como…

-¿Qué se supone que esperas?- la voz de Jafar a sus espaldas logro ponerlo en alerta.

Era el bosque o Jafar, el bosque o Jafar. Aun podía escoger el boque.

Se giro. Era hora de hacerle frente a su destino y aceptar aquella mortal misión que se le había encomendado.

-¡¡Suficiente!!- el grito de Yamuraiha, quien aun peleaba son Sharrkan, lo salvo de su “trágico destino”.

-¿Qué demonios te sucede ahora, vieja?-

-¡Ahora veremos quién es el viejo!- ante aquella oración el peliblanco levanto una ceja- Haber, ¿qué edad tienes, borracho?-

-¡Oye, yo no soy un borracho!-

-Si, si, lo que digas, solo contesta mi pregunta-

-Esto me parece estúpido- murmuro para luego chasquear la lengua- Tengo veintidós-

-¿Veintidós?- sonrió de lado, orgullosa, levanto la cabeza y lanzo la cifra que definiría todo –Pues yo tengo veinticua…- un momento.

Veinticuatro menos veintidós es igual a dos

Dos años de diferencia. Lo que la llevaba a la conclusión de que…

-¿T-tu, realmente, e-eres más joven que yo?- un gesto fue de cabeza fue todo lo que necesito para que todo se viniera abajo- Durante este tiempo…- con la cabeza gacha se sentó en el suelo a hacer circulitos en la arena con los dedos mientras un aura depresiva la rodeaba-Eh estado peleando con un niño-

-¿¡¡EH!!?- y ahí empezaba de nuevo la clásica pelea- ¿Cómo que un niño?, son solo dos años de diferencias-

-Dios, un niño- y la mujer simplemente parecía ignorarlo- y para empeorar un princeso-

-¡Oye!- bueno, ahora si se estaba molestando-  ¡Maldita, no me ignores!-

-¡Cállate!-

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Y en el algún otro lugar de la isla:

-Tengo hambre-

-…-

-Quiero una manzana-

-…-

-¡Quiero fruta!-

-…-

-¡¡Tengo hambre!!-

-¡Kougyoku!- un pelinegro se giro para mirar de frente a la princesa- ¿Quieres callarte?-

-Pero Judal-chan- protesto la joven- De verdad tengo hambre-

-Todos tenemos hambre- dijo Kouen quien caminaba frente al grupo.

-Y sueño…-agrego en un murmuro Koumei quien cargaba a un inconsciente Kouha en su espalda.

-Quizás sea cierto- la voz de Hakuei se logro escuchar entre el grupo- Pero pienso que debemos ser optimistas-

-Descansemos aquí- sentencio el mayor, ignorando las palabras de su prima, cuando llegaron a un pequeño claro.

Ninguno sabía porque, ni cómo llegaron hasta allí, lo único que recordaban era que estaban reunidos en el salón de reuniones, un sirviente sirvió un poco de té para cada uno pero después todo se tornaba borroso. Lo siguiente que supieron fue que estaban en una gran y extraña isla.

-Oe, Hakuryuu- llamo Judal atrayendo así, la atención del otro- ¿Cuándo mides?-

-¿Ah?- levanto una ceja ante aquella repentina pregunta.

-Solo responde-

- 169 cm- contesto aun algo dudoso.

-Lo que significa que esa pulga es el más bajo entre todos- señalo a Kouha quien ahora parecía dormir tranquilo en el suelo, y luego echo a reír a carcajadas.

-¡¡Tengo hambre!!-

-Kougyoku, no empieces- se irrito el magi, deteniendo toda carcajada o risa.

-Pero tengo hambre- lloriqueo con dos cascaditas descendiendo de sus ojos.

-¡Tengo una idea!- Hakuei aclaro su garganta antes de hablar- Koumei-dono, Kougyoku, Hakuryuu y yo iremos por alimento, ustedes se pueden quedar aquí y así construyen un refugio o algo antes de que anochezca, nadie sabe que peligros pueden haber en este bosque-

-Me parece bien- Judal acepto lo que la otra proponía, aunque solo lo acepto porque ya no quería caminar y se encontraba cansado.

Kouen por su parte solo dio un gesto de cabeza afirmativo.

-Entonces está decidido- la pelinegra se despidió con un par de rápidas señas- Regresaremos antes de que caiga el anochecer- dicho esto, avanzo por el frondoso bosque seguida por los otros tres.

-¿Qué crees que suceda?- interrogo el magi una vez los demás se habían alejado.

-Yo creo que… Koumei se dormirá en medio del camino-

-Esa no era la respuesta que espera- susurro lo suficientemente bajo como para no ser oído.

Así pasaron las horas en un silencio algo incomodo, intercambiando una que otra palabra, dando miradas de aburrimiento, lanzando bostezos y perdiéndose en sus propios pensamientos.

-Creo que se está haciendo tarde-

-…-

-Mejor buscare algo de comida, no te muevas de aquí-

Kouen siguió con la vista cada paso que daba el magi e inexplicablemente sus ojos se desviaron hasta sus caderas, las cuales se movían de un lado a otro sin que Judal se diera cuenta.

-Tentador- pensó. Escucho un bostezo cercano y supo que su hermano había despertado.

-Buenos días…- murmuro adormilado.

-¿¡Que tienen de buenos!?- grito Judal tratando de bajar los frutos de un árbol de manzanas.

-¿Ah?- confundido por aquel grito decidió no prestarle mucha atención. Sentía que le faltaba algo, algo importante- ¿Leraje?- noto la ausencia de la gran espada que siempre llevaba consigo.

-Larga historia, yo tampoco tengo mis contenedores de metal conmigo-

-Ya veo, por cierto, ¿dónde estamos?- observo a su alrededor tratando de encontrar alguna pista mas todo lo que se veían eran arboles, arboles y mas arboles.

-Te lo estas tomando con más calma de lo que creía- regreso Judal dándole un mordisco a una manzana- Pensé que te alterarías y te pondrías yandere o algo-

-Voy a ignorar eso, pero solo por esta vez- los ojos de Kouha se dirigieron a la fruta que el otro masticaba- Oye, ¿de casualidad los magis son inmunes al veneno?-

 -No…lo…creo- que no sea lo que estaba pensando, ¡que no lo sea!- ¿Es…venenoso, cierto?-

-Aja- escupió todo lo que tenía en la boca ante la mirada de Kouha, y la casi inaudible risa de Kouen.

-¡Lo sabías!- afirmo señalando acusadoramente al primer príncipe imperial.

-Cálmate, no resolverás nada con enojarte de esa forma- y tan rápido como su risa llego, despareció.

-De cualquier forma- hablo Kouha- ¿Dónde están los demás?-

-Salieron a buscar comida hace como cuatro horas-

-¿Y qué tal si se los comió un cocodrilo gigante?- se emociono Judal.

-…-

-…-

-…-

-No pienso responder a es…- empezó Kouen.

-¡Seria genial!- interrumpió el menor.

-Kouha- regaño Kouen.

-Nunca me dejas decir estupideces- se quejo haciendo un puchero.

-Deja de lamentarte, chibi- como no había a nadie más que quien molestar, a Judal se le ocurrió la brillante idea de fastidiar al pelirrosa.

-¿C-chibi?- se enfureció el otro- ¿Cómo que chibi?, ¡son solo 15 centímetros de diferencia!-

-Eso ya es mucho- con un gesto de mano recalco su altura para luego lanzarse a reír.

-¡Cierra la boca!- al ver como el magi no detenía su risa, y tampoco daba indicios de hacerlo, avanzo hacia él y le dio un fuerte pisotón.

Automáticamente Judal dejo de reír para cambiar su cara de diversión y burla por una de dolor e ira.

-¿¡Qué demonios te pasa!?-

-No pongas tu pie en el camino del mío-

-¡Tu…!-

-¿Por qué no usas tu levitación para salir de aquí?- interrumpió sus quejas planteando una pregunta bastante inteligente.

-Esta isla es misteriosa- explico Kouen- Existe algo que impide el uso de la magia y el uso de los djinns-

-Magnífico- se sentó en un tronco cercano con una expresión de aburrimiento.

-Si tienes razón- el pelinegro lo imito pero sentándose en el suelo- ¿Qué podría ser peor?-

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-¡Llueve!- grito Alibaba poniendo a los demás en alerta.

-¿Lluvia?- se extraño Yamuraiha dejando de lado su pelea con Sharrkan- Es raro porque hace unos minutos el clima estaba soleado-

-Alguien altero la continuidad espacio tiempo- hablo Jafar con sabiduría.

-Eso es algo obvio- dijo Sinbad observando el cielo- ¿Ósea cómo?- interrogo viendo al peliblanco.

-Dijeron la frase- respondió bajo.

-¿La frase?-

-Exacto-

-¿Cuál frase?- se intereso, ¿una frase que cambiaba la continuidad espacio tiempo?

-Trata de adivinarla-

-¿Cuál podría ser…?- por más que pensara nada le llegaba a la mente.

-Sería mejor si buscáramos donde refugiarnos de esta lluvia- razono Morgiana quien ya estaba empapada.

-Ella tiene razón- secundo Sharrkan- Luego puedes tratar de adivinar la frase esa-

-Esto apesta- se lamento la maga.

-No sean tan negativos- animo Sinbad- Después de todo, ¿Qué podría salir peor?-

Terminada aquella frase la lluvia se intensifico, una fuerte brisa apareció y con ella llego también el frio.

-Esa frase- respondió en un suspiro Jafar.

-Haberlo dicho antes-

-Siento frio- Aladdin se abrazo a si mismo tratando de darse calor.

-Yo igual- siguió Yamuraiha.

-Con semejante ropa- Sharrkan temblaba levemente pero no por eso perdería la oportunidad de enfurecer a la otra.

-Eres el mejor indicado para señalarme eso-

-No empiecen ahora- la posible futura pelea fue detenida por Sinbad- Lo importante ahora es buscar donde quedarnos hasta que pare la lluvia-

-Eso dijiste hace rato y seguimos aquí parados-

-Ah- secundo Masrur.

-Bah, esto no puede ser peor, no entiendo porque se quejan tanto- la lluvia se intensifica, de nuevo.

-Deja de decir eso- enfureció Alibaba.

-¿Pero que dije?-

-Pues has dicho la frase esa…de nuevo-

-No es cierto, yo dije esto no puede ser peor- mas lluvia- y la frase era ¿qué podría salir peor?- aparecían los primeros relámpagos en el cielo- ¿o era que podría ser peor?- si al principio era una lluvia ahora podría ser llamado una tormenta.

-¡¡Ya cállate!!- grito la mayoría.

-Oh vamos, son frases diferentes- le quito interés haciendo un gesto desinteresado con la mano.

-No tienes remedio- sonrió levemente Jafar.

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Mientras tanto en una cueva en algún lugar de esa isla podía verse a cuatro personas sentadas alrededor de una fogata mientras comían unos pescados.

-¿Creen que esos tres estén bien?- pregunto Hakuei mientras daba un mordisco al pescado que estaba comiendo.

-Sí, son fuertes, ellos sabrán cómo cuidarse- respondió Koumei.

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-¡¡Corran!!- grito Judal mientras corría a quien sabe donde seguido de los dos hermanos Ren.

-¿Pero qué clase de criatura es esa?- Kouen giro levemente la vista para observar lo que les perseguía.

Una criatura extraña sin duda, con cuerpo similar al de un tigre, enormes garras que a simple vista parecían afilados cuchillos, unos colmillos dispuestos a devorar lo que sea que encontraran a su paso, y para empeorar, una rapidez guepardo.

-Je, se parece a Koumei-

-No es momento para bromas Kouha-

-Esta lluvia no ayuda en nada- la lluvia hacia resbaloso en camino y alguna que otra rama les golpeaba, simplemente irritante.

-Te quejas cuando ahí sol, te quejas cuando llueve, te quejas de que hace frio, te quejas del calor, ¡siempre te estás quejando!-

-¡Cierra la boca, chibi!-

-¡Mejor cállate tú primero, magi de cuarta!- devolvió el insulto.

-¿Quieres pelear?- detuvo su corrida para adoptar una posición de ataque.

-¡Claro!- se detuvo también el otro.

-¡No es tiempo para eso!- por casualidad Kouen se detuvo como los otros.

-¡¡AAHHH!!- grito Judal al ver como esa criatura se acercaba, solo quedaba una opción-¡Sálvame Kouen!- salto sobre la espalda del pelirrojo y se aferro a el cual gato asustado.

-¡Aleja tus garras de mi hermano!-

-¡Cállate chibi!-

-Estas tapando mis ojos, no veo nada- hablo el mayor.

-Eso que importa, ¡corre, vuela, ataca!- se desespero- ¡Has algo, protege a tus sirvientes!-

-¿Ahora si eres mi sirviente?- por más que intentara despegar a Judal de él no lo lograba, parecía que el otro se hubiera pegado con pegamento a él.

-Siempre fui tu sirviente-

-¡Entonces bájate de mi espalda!-

-¡A mí no me das ordenes!- grito irritado.

-¿¡Quien te entiende, magi!?- se molesto también.

-Am…chicos-

-¿No se supone que tú debes entenderme?-

-Chicos-

-¿Y yo por qué?-

-¡Chicos!-

-Eres un candidato a rey, es tu deber entender a la gente-

-¡¡Chicos!!-

-Eso no tiene sentido-

-Perdónenme por esto- murmuro Kouha y entonces, de una fuerte patada mando a volar a un chibi Kouen acompañado de un chibi Judal.

La criatura, al ver lo que el pelirrosa había hecho, se paró en seco y puso una cara como de “Oh diablos, puede defenderse” y salió corriendo por donde había venido.

-¡Lo hiciste chibi!- apareció de la nada Judal.

-¡No aparezcas de la nada!- grito dando otra poderosa patada haciendo que el otro volara por los aires.

-¡Ojala te coma un pez gigante!- respondió a modo de venganza.

Y entre los arbustos un confundido Kouen se levanto para ver la “pelea” entre esos dos.

-El tiempo en esta isla definitivamente será largo- pensó mientras lanzaba un suspiro.

.

.

.

Continuara…

Notas finales:

Dejen reviews n_n

Tratare de actualizas pronto, hasta luego ;)


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