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El retrato de Dorian Gray [HunHan] por Laura Carreon

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Notas del fanfic:

No es una adaptación del libro del mismo nombre ni está inspirado en el mismo. El nombre sólo hace referencia al libro y al autor. La historia es completamente mía. 

 

Notas del capitulo:

 

Es un Two Shot Hunhan. Es completamente mío y sólo está publicado en esta página y en mi cuenta de Wattpad, bajo el seúdonimo de AlexeiRoux. 

¡Disfruten! 

Sus dedos se movían con insistencia sobre el lienzo. Por más que intentara, la inspiración no brotaba como en otras ocasiones, hoy más que otros días le costaba demasiado. Miró a su alrededor disimuladamente y aspiró profundo cerrando los ojos lentamente, dejándose llevar por sus emociones.

Su padre siempre había dicho que para hacer algo bien era necesario amar eso que haces, sentirlo desde el fondo de tu corazón hasta que explote.

Movió el pincel suavemente y buscó cuanta concentración pudiera recaudar. Y sin darse cuenta comenzó a trazar pequeños dibujos alrededor de la superficie blanca; ninguno tenía forma en primera estancia pero su mente ya trabajaba en un final para su pintura.

 

—Sehun — le llamó su amigo que se encontraba a su lado intentando encontrar un buen ángulo para comenzar  a trabajar también. — ¿Habías visto antes a ese chico?

 

Sehun frunció los labios con molestia. No le sorprendía en absoluto; JongIn era el tipo de persona que buscaba cualquier excusa para no ejercer trabajo físico en algo. Se giró lentamente esperando que su rostro no demostrara el enojo que sentía al haber sido interrumpido.

— ¿Qué chico? — cuestionó con simpleza.

—Ese que está ahí frente a ti. Ese rubio. Nunca lo había visto antes en la clase. — le murmuró tomando el pincel al frente suyo y trazando líneas azules de izquierda a derecha.

 

El muchacho de cabellos castaños alzó la mirada para verificar  lo que su amigo le comentaba y tan pronto lo hizo, se paralizó. Se olvidó de su dibujo y de toda la concentración que había logrado reunir casi de milagro. Sí, era un muchacho rubio pero su cara era todo un poema; tez pálida, ojos grandes y avellanados (los cuales alcanzaba a ver  incluso desde su posición), labios ligeramente gruesos y rojizos. Era la visión perfecta para un cuadro. Sacudió la cabeza y retomó su intento de dibujo; colocando un poco de sombras en la parte inferior. Para esas alturas ya no sabía ni que estaba pintando.

 

—Jamás lo había visto aquí antes. — se  limitó a responder ante la interrogante de su amigo.

 

+

 

Decir que estaba nervioso era poco. Los treinta minutos restantes de la clase habían sido un suplicio; aquella mirada le penetraba con fuerza. Sehun sabía que era apuesto, además era inteligente, alto y muy varonil incluso para su edad; él sabía que llamaba la atención de las personas donde quiera que iba, pero en ese momento se sentía incómodo. Sabía que alguien dentro de aquel salón no le quitaba la vista de encima, resopló y esbozó una vaga  sonrisa una vez que estuvo conforme con su dibujo. No era el mejor pintor del mundo pero sin dudas tenía talento, se sentía satisfecho, además de que la profesora  siempre lo alagaba al ver su trabajo.

 

—Eh, tío. No sabías que también levantabas críos — se burló JongIn a su lado, dándole un codazo en el estómago haciéndolo retroceder un poco sobándose un poco a causa del dolor. Le miró con enojo.

— ¿De qué coño hablas?

—El niñato rubio que te dije hace rato. No te ha dejado de mirar, parece que le gustaste. — le contestó con una sonrisa juguetona. Sehun no era una persona muy atrevida ni nada de eso, por lo que odiaba ese tipo de gestos de parte de su mejor amigo. A JongIn no le importaba nada mientras se divirtiera un rato. —Ahora tendré que llevarte a prisión por pedofilia.

 

El castaño hizo un mohín y le soltó un golpe en la nuca con la palma de su mano. Para ese momento los demás asistentes a la clase ya se habían puesto de pie para mostrar sus trabajos a la profesora y colocarlos sobre el marco de muestra para que los demás pudiesen contemplarlos.

 

— ¿Yo? ¡Mira  quién habla! — exclamó el menor fingiéndose ofendido. —Eso debería decirle yo a KyungSoo por salir contigo que pareces un niñato tonto al lado mío, hyung.

— ¡Yah, eso es diferente! Sólo son dos años. En cambio… ese  rubio parece que todavía va al instituto.

 

Sehun no quería seguir siendo parte de aquella conversación. Lo que menos quería era ser parte de la vida amorosa que tenían sus amigos.

En lugar  de eso, se puso de pie cargando su cuadro ya terminado y caminó hacia donde sus compañeros se encontraban alagándose por sus  pinturas. Sehun nunca socializaba mucho con esas personas, había obligado a JongIn a unirse con él para no sentirse incómodo o excluido, aunque de vez en cuando entablaba una que otra conversación con sus compañeros.

 

— ¡Ah, Sehun! Excelente trabajo, como siempre. Muy bueno, de verdad. — le felicitó la profesora una vez que él terminó de colgar su cuadro con los demás. JongIn andaba por ahí curioseando con los demás así que no se molestó en llamarlo y se limitó a seguir observando por sí mismo antes de dedicarle una sonrisa a la mujer frente a él.

—Oh, muchas gracias, sunbae. Espero un día hacerlo tan bien como tú.

 

La mujer se alejó con una sonrisa amplia y él se metió las manos a los bolsillos de su saco, los días de invierno estaban siendo aún más fríos que de costumbre e incluso en el interior del recinto se sentía helado por todos lados. Su mirada viajó de cuadro en cuadro, emocionado por unos y casi burlándose  de otros, muchos de ahí eran principiantes. Sus ojos se abrieron con sorpresa al notar  el cuadro a su lado, giró todo su cuerpo y abrió la boca sin saber que decir. Era increíble. Reconocía aquello, difícilmente se confundiría. Lo confirmó cuando rápidamente observó la anotación que citaba “Dorian Gray” en una de las esquinas de la pintura. Aquella imagen era justamente como él lo imaginaba. Había leído ese libro infinidad de veces desde que era un crío  y le gustaba muchísimo incluso si la trama era poco convencional y de antaño; personajes como Henry y Dorian aún despertaban sumo interés en su persona. Absorto en su emoción, no notó que alguien más se había parado a su lado observando el mismo cuadro y se movió apenas un poco para contemplar a su acompañante.

 

Era el niñato rubio de hace rato.

 

El muchacho le dedicó una sonrisa tímida y después enfocó la vista en Dorian, pálido, apuesto y juvenil a sus pocos años, justo como en el libro, soñador, carismático. Era la imagen perfecta.

 

—Es mío. Quiero decir, lo he pintado yo. — le informó después de breves segundos en silencio.

—Es un buen dibujo — le alagó con una forzada sonrisa.

—Gracias. Es de mi libro favorito; el retrato…

—de Dorian Gray, lo sé. También es mi favorito.

El muchacho frente a él sonrió mostrando una dentadura perfecta y unos enormes ojos brillantes. Sehun sintió como sus rodillas comenzaban a temblar. Ese chico era su Dorian Gray, el más hermoso que hubiese visto jamás… Tenía que pintarlo a él. No supo cuanto tiempo se mantuvieron así, simplemente mirándose ahí de pie pero no parecía molestarle a ninguno de los dos.

— ¿Y cuál es tu cuadro?

Sehun arrugó la nariz y alzó una de sus manos rápidamente señalando uno que se encontraba a un metro de distancia, siendo contemplado por un grupo de persona de la clase incluyendo a JongIn que citaba “¡Es de mi mejor amigo, lo ha pintado un colega mío, de verdad!” 

—Hoy no tuve mucha inspiración para pintar, a decir verdad. — admitió.

El chico negó suavemente.

— ¿Estás bromeando, no? Lo vi antes y me pareció muy bueno— le animó. El chico era más bajito que él, incluso sus gestos dejaban ver a un niño pequeño y completamente  adorable. Sehun se sintió un poco mal. Él no era un pedófilo. —, por cierto mi nombre es Luhan. Soy nuevo en la clase.

—Lo sé. Llevo dos años en esta clase y nunca te había visto.

 

Luhan asintió dejando ver  como sus mejillas se sonrojaban ligeramente y comenzó a balancearse de atrás hacia adelante, mordiendo su labio.

 

— ¿Y cuál es tu nombre, pintor estrella? — habló él. Sehun frunció el ceño y le miró extrañado haciendo reír al otro. —He visto a la profesora felicitarte antes, parece que eres su favorito. — le aclaró.

El castaño se encogió de hombros. No se consideraba un pintor estrella, no después de haber visto el trabajo de Luhan en ese cuadro. Él sí que era bueno  y sin exagerar.

¡Sehun-ah! ¡Tengo hambre, venga vayamos a comer! — escuchó la voz de JongIn muy cerca de  él antes de sentir un brazo rodearle por los hombros. Luhan pareció un poco incómodo nada más verlos. El moreno frunció los labios  y le alborotó el cabello para después recargarse sobre su hombro, pues su dongsaeng era más alto que él. — ¡Ey, es el rubio! ¿Ya se han liado, tan rápido? ¡No pierdes tiempo!

Ambos (Sehun y Luhan) se sonrojaron al escuchar aquello. Además de sus muchos defectos notirios, Kim JongIn era un bocazas, algo que Sehun odiaba en demasía, siempre lo ponía en situaciones incómodas cuando menos lo necesitaba. Alzó la mano haciendo un ademán mientras negaba evitando mirar a su nuevo ¿amigo? ¿compañero? ¿conocido?

 

—No seas grosero, JongIn— se quejó entrecerrando los ojos. — Saluda al chico nuevo. Él es Luhan. Luhan, él es mi mejor amigo, JongIn.

 

Los chicos se dieron la mano a modo de saludo y de pronto todos volvió a decaer en el silencio. Sehun quería que su amigo se alejara y no siguiera colgado a su cuello como un mono o algo parecido. Se aclaró la garganta y se separó un poco de su amigo; no quería parecer hostil pero lo único que quería era salir de ahí, comenzaba a sofocarse.

 

—Bueno… ¿Vamos a ir a comer sí o no? ¡Le he mandado un mensaje a KyungSoo! Tu amigo de preescolar puede venir si no tiene tareas que hacer. — comentó el moreno antes de  echarse a reír.

 

Luhan le miró extrañado y parpadeó un par de veces sin comprender el comentario. Miró a Sehun.

 

— ¿Preescolar? — repitió curvando una pequeña sonrisa. — Eso pensaba de ustedes. ¿No tienen que ir al instituto mañana? Deberían ir a dormir temprano, niños.

 

JongIn casi se puso pálido. Sehun no pudo evitar reírse, aún sin comprender lo que había querido decir.

 

—Buen chiste. Sin embargo, hemos comenzado la universidad este año — explicó —, Sehun en Artes Plásticas y yo en Danza. ¿Qué hay de ti, Luhan?

 

—Estoy en mi último año de carrera. Estudio Dibujo y Pintura, para que sepan.

 

Los dos amigos parecían un poco sorprendidos. Un casi egresado… ¡¿Por qué tenía cara de niñito de secundaria?! Todo ese tiempo había pensado que era mucho menor que él cuando en realidad era todo lo contrario. Tenía una cara demasiado bonita al menos, eso era algo que Sehun no se iba a negar. No era un crío, y tampoco le importaba la edad que el chico tuviera; al menos compartían una misma pasión: El dibujo, y entre otros campos, el retrato de Dorian Gray.

 

— ¿Qué edad tienes, hyung?

—Veintitrés.

 

Ninguno dijo nada más. JongIn se sentía avergonzado por haberle hablado con tanta altanería momentos antes y tras disculparse y hacer una vaga reverencia, se marchó argumentando que él seguía con mucha hambre y KyungSoo lo estaba esperando de todos modos.

 

Sehun por su parte, se inquietó. El salón de clases quedó vacío al poco rato, a excepción de ellos dos que seguían conversando. Luhan era ciertamente una persona interesante; era chino, le gustaba el futbol, la música y mirar películas. Su comportamiento era infantil y a la vez adorable, descolocaba por completo al menor que no podía dejar  de mirarle extasiado.

 

—Oye… quizá esto sonará un poco sorpresivo, hyung — le interrumpió su relato sobre su llegada a Corea por primera vez, años atrás. —, pero… ¿Te importaría que te pintara alguna vez? Ya sabes… un retrato.

 

El rubio pareció bastante sorprendido pero después de un momento, asintió tímidamente. Era tan jodidamente adorable para tener veintitrés años.

 

—Por mí estaría bien. Sería la primera vez. — contestó amablemente —Puede ser ahora si quieres, ¿tienes algo que hacer? Podríamos ir a mi apartamento, tengo lo necesario para pintar.

 

Sehun tragó saliva ante la proposición. Su departamento. No era que estuviese pensando morbosidades en momentos como esos cuando hacía menos de una hora que lo conocía, pero era jodidamente atractivo y le hacía temblar las rodillas cada vez que le sonreía con esos labios rojos y bonitos. Cuando pudo despertar de su ensoñación, asintió esperando no haberse sonrojado ante sus pensamientos de un Luhan debajo de su cuerpo, sudado, retorciéndose y gimiendo su nombre.

 

“¡Sehun…!”

 

Se estremeció de sólo imaginar  cómo sonaría su voz en pleno estado de excitación. Oh Sehun no era un pervertido, morboso ni mucho menos. Pero ese chico… bueno, podía calentarlo sin siquiera tocarlo. Era algo que acababa de descubrir.

 

—Claro. ¿Vives cerca? JongIn fue quien me trajo hasta acá en su auto… — le informó un poco avergonzado, provocando una risa adorable en el otro quien le tomó de la mano suavemente para conducirlo fuera del establecimiento donde se impartían las clases.

—Sí. Vayamos en mi auto, Sehun-ah. Prometo que será una buena velada. Y  quiero mi retrato para mí. Tendrás que regalármelo.

 

Sehun soltó una carcajada esta vez, sorprendiendo al otro quien jamás creyó que el muchacho pudiese ser tan expresivo y abierto. Salieron y se montaron en el automóvil del mayor aún ahogados en sus carcajadas.

 

—Eso depende de cómo quieras que te pinte. Si me gusta mucho el dibujo, me lo quedaré. Si es muy a tu gusto, puedes quedártelo, hyung. — le propuso con una sonrisa. Luhan se mordió el labio, indeciso en sus palabras.

— ¿Y si te dijera que me gustaría que me pintaras desnudo?

 

Sehun se quedó sin aire nada más escucharle. Oh santa mierda…

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que sea de su agrado (?) 

Lemon en el siguiente capítulo. 

¡Saludos! 


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