Just a Kiss
- Sigo sin entenderlo- un largo suspiro salió de los labios de Ji mientras abría con impaciencia la puerta de la casa metiéndose en ella con un leve apuro doblando casi por inercia hacia su habitación.
A pesar de que no era raro encontrar la casa vacía, por unos segundos odio que la agenda de los chicos estuviese ocupada esa tarde porque estaba seguro que los pasos detrás de él no se dirigían precisamente a la sala de estar.
Dando una mirada rápida hacia el techo se hizo prometer mentalmente mientras entraba al baño no llevar nunca más a Taeyang a ver una película americana ya que todo el camino lo había agobiado con preguntas que parecían más un trauma de niño que simples dudas lo que hacía que se pusiera incómodo.
- ¿Cómo pudo no darse cuenta de que le quería?- volvió a decir el rubio frunciendo el ceño mientras se apoyaba despreocupado del marco de la puerta siguiendo con la mirada cada movimiento del otro
El castaño se giró notando con frustración que no se iría hasta despejar todas sus dudas. ¿Cómo era posible que hubiese quedado tan conmocionado por algo tan simple? Admitía que no había sido la mejor idea, pero no podía entender que alguien tan adulto como él se espantara por algo tan simple.
Incluso se cuestionó un par de veces antes de meterse en su armario cómo era posible que aun fuese de cierta manera tan inocente
- A veces...- comenzó intentando acortar lo más pronto posible esa conversación que ya le daba dolores de cabeza- a veces un beso es solo un beso y ya
- ¿Un beso sin sentimientos?
- Dudo que exista un beso sin sentimientos- el tono de Bae había sonado como espantado por lo que intento buscar alguna respuesta que no sonara tan… ¿liberal?
- ¿Cómo está eso?- le preguntó aún más confundido escuchando algo parecido a un cabezazo contra la muralla- Acabas de decir que a veces un beso es solo un beso
- Me refiero a que siempre tiene que haber un sentimiento detrás. Digo, de frustración, rabia, tristeza, amor...- intentó explicar yendo hacia las chaquetas revisándolas una a una
- ¿Un beso con frustración?
- Claro- aseveró aliviado desdoblando unos pantalones.
La voz de su mejor amigo no volvió a escucharse por lo que contento siguió eligiendo ropa seguro de que en cualquier momento este se iba a ir a seguir sus conclusiones en su propia habitación o por el contrario iría a agobiar a otro con sus preguntas conservadoras.
Escuchó como Taeyang se quitaba del marco por lo que se enderezó con la esperanza de que se hubiese ido pero lo encontró frente a él mirándolo fijo con unos lentes de su colección en la mano
- ¿Q-Qué pasa?- una gran sonrisa se formó entre los labios del rubio mientras se colocaba los lentes acortando su distancia
- Quiero comprobar tu teoría
- Ya babo- lo empujo leve con las mejillas sonrosadas al tiempo que lanzaba una sonrisa nerviosa
- ¿Cómo es posible que una sola persona tenga tanta ropa?- preguntó tomando ahora un sombrero a juego con los lentes
- La ropa, aunque sea solo ropa, una vez que la pierdes…
- No la puedes volver a comprar- terminó la frase riendo- lo sé, lo sé. Pero sigo pensando que cuando hicieron el “Diario de la Princesa 2” te pidieron el closet para la escena
- Que chistoso- le hizo una mueca acercándose a él para quitarle el sombrero a lo que el rubio reaccionó rápido tirándose hacia tras- ya Bae, dame mi sombrero, ¿no sabes que es un Borsalino*?
- No te pongas así- le sonrió escondiendo el sombrero a sus espaldas- es solo un sombrero- se encogió de hombros como si nada
- Tiene piel de conejo- su voz salió como una súplica mientras estiraba una mano hacia él- y ni siquiera te fuiste a lavar las manos, lo vas a ensuciar
- Te comportas como cuando teníamos trece- se burló estirando el sombrero hacia él para esconderlo de nuevo tras su espalda a lo que el líder frunció el ceño
- ¿Yo?- preguntó negando incrédulo
- ¿Quieres el sombrero?
- Si- dijo ya un poco intranquilo pensando en su pobre pelito de conejo
- Ten- se acercó poniéndoselo en la cabeza con una gran sonrisa quedándose en el lugar- te queda bien
- Es porque es mío- le hizo un puchero mirándolo fijo en espera que se alejara
- ¿Cómo no te pierdes aquí dentro?- rio dando un paso hacia delante haciendo que Ji tuviese que retroceder sintiendo como sus piernas chocaban suavemente con un puff mirando a Tae dudoso mientras este jugaba balanceándose con los pies poniéndose levemente de puntillas
- ¿Estás bien? Te comportas algo extr…- sus palabras quedaron acalladas entre los labios del rubio quién lo había tomado por sorpresa del mentón.
Un toque suave, apenas perceptible que se convirtió en una leve presión sobre estos haciendo que Ji se sobresaltara tirándose hacia tras cayendo sentado en el puff sorprendido
- ¿Entonces?- preguntó Taeyang mirando con la cabeza media inclinada al castaño
- ¿¡Entonces qué!?- su tono de voz sonó alarmado mientras se llevaba la mano a los labios sin creérselo por completo
- Te dije que iba a comprobar tu teoría- le sonrió inclinándose levemente hacia él
- Estás loco- arqueo las cejas mirándolo con los ojos entrecerrados
- Creo que no lo hice bien- meditó un segundo enderezándose dejando a Ji con la boca entreabierta, confundido- quizá…- susurró tomándolo de improviso del cuello de la camisa plantándole un segundo beso.
El suave toque del primero fue reemplazado por un atisbo de pasión. Un pequeño reclamo de Ji fue acompañado de su brazo derecho intentando alejarlo pero el rubio fue más rápido tomándolo de la muñeca al tiempo que hacía presión con su cuerpo haciendo que este se tuviera que apoyar de la orilla de su asiento para no caerse al tiempo que iba cerrando poco a poco los ojos. La lengua de Tae que se paseó lasciva por sobre los labios de Ji sacándole un leve suspiro a lo que sonrió
- Tae…- susurró abriendo la boca para corresponderle, dejando que se colara el rubio en ella explorándola con presura.
El suave sabor de las cabritas (palomitas) se hizo presente junto con el sabor del refresco que habían bebido en el cine mientras el suave olor del tabaco que se había fumado en el camino mezclado con la fragancia del perfume que llevaba impregnado en las ropas el castaño, iba calando los sentidos de Bae segundo a segundo.
El recuerdo de que el oxígeno era imprescindible para seguir viviendo los hizo separarse lentamente pero sin cambiarse de posición.
El rubio logró notar el pecho agitado de su mejor amigo mientras sus mejillas sonrojadas hacían de él una imagen totalmente tierna. Las ganas de decirle algo eran enormes pero el temor a que lo rechazara por hacer semejante estupidez lo mantenía callado admirándolo con una sonrisa boba
- Taeyang… Young Bae- habló incómodo por la mirada fija del rubio
- Me gustas- se sonrojó bajando la mirada, la cual volvió a subir rápidamente aún más avergonzado
- Pero tú…- lo miró confundido intentando sentarse mejor viendo como Bae comenzaba a caminar de un lado a otro frente a él
- Yo sé que te gustaba mucho ella y que también sufriste por todos estos meses por amor- comenzó a explicar sintiéndose levemente desesperado- pero yo también lo hacía, aunque en silencio
- ¿Me queje mucho?- su pregunta pareció reclamo por lo que Taeyang paró su paseo mirándolo burlesco
- “Mucho” es poco
- ¡He! Supone que eres mi mejor amigo, no me recrimines
- Mejor amigo, no oficina de reclamos- arqueo una ceja al tiempo que se cruzaba de brazos
- Bueno, perdón. Eres al único al que puedo recurrir, los chicos estaban ocupados…
- Yo también estaba ocupado con “Rise”
- Si, lo sé- dudo Ji aun sentado- pero igual tenías tiempo para mí- calló abrupto pensándose bien las cosas dándose cuenta también que se habían desviado del tema- espera, ¿desde cuándo?
- Idiota- rio tapándose la cara con las manos
- Ahora me tratas de idiota- suspiro apoyando el mentón en su mano empuñada- me perdí en alguna parte- se puso de pie tomándole las manos para descubrirle el rostro- ¿serías tan amable de explicarme?
- Me gustas- dijo simplemente encontrándose con sus orbes oscuras haciendo que una sonrisa amplia se formara entre sus labios- Debí haberlo dicho antes, ¿no?
- Parte de mí duda si odiarte o besarte- susurró bajando su rostro lentamente hacia el de Bae rozándole los labios- una cosa más- habló sobre sus labios haciendo que su aliento le provocase un leve escalofrío- ¿es la razón de que me agobiaras con preguntas sobre la película?
- Fuiste tú el que dijo que un beso era solo un beso- se justificó frunciendo el ceño
- Sabes que toda regla tiene una excepción- le recriminó uniendo sus labios sintiendo como Tae tomaba la delantera dejándole una pequeña mordida en ellos
- ¿Soy la excepción a tu regla?- preguntó orgulloso encaminándolo con paso torpe pero sin cortar el beso hasta el marco de la puerta buscando a tientas la suave superficie de la cama gigante de Ji. La cara del castaño le respondió con una mueca parecida a un “¿en serio?” causándole una leve risa al bailarín.
La falta de aire se volvió a hacer presente cuando lograron encontrar la orilla de la cama quedando Ji sentado, mirando atento los movimientos eróticos que hacia el cuerpo de Taeyang al sacarse la polera que llevaba recordándole uno de los tantos conciertos en lo que había visto a su mejor amigo hacer la misma acción.
De manera lenta se comenzaron a descubrir sus abdominales hasta que quedó tirada de manera descuidada en un rincón de la habitación junto con los zapatos que salieron volando con un movimiento simple sacándole una pequeña carcajada al líder. Sin hacerle caso, sus manos se dirigieron a la orilla del pantalón acariciando la tela desde las caderas hasta el centro encontrándose con el metal frio de la hebilla del cinturón que traía puesto deshaciéndose de él con un pequeño “click” que hizo estremecer el cuerpo del castaño mientras la tela dura de los pantalones se comenzaba a deslizar como seda por sus muslos quedando en el suelo con un sonido suave pero seco. Recibió una mirada rápida pero completa de Ji antes de volver a dejarlo apresado con sus labios haciendo presión para que su cuerpo quedase tendido sobre el cobertor.
Sin darse cuenta de cuando, las manos de Bae se colaron por debajo de su camisa delineando cada pedazo de piel a su paso haciendo que pequeñas punzadas eléctricas se fuesen hacia su centro mientras un camino de besos y mordidas iban por sus clavículas provocándole gemidos ahogados.
Las manos de Tae salieron a la superficie atacando los botones de la camisa del castaño para tirarla donde mismo había quedado la suya volviendo a su primer trabajo bajando lentamente hasta sus pezones dándole una pequeña mordida sacándole un quejido a su dueño. La excitación comenzaba a notarse en los pantalones de Ji que rozaban descaradamente la única tela que cubría el cuerpo del moreno despertando los más bajos instintos de ambos que volvían a devorarse los labios sin piedad tironeando de vez en cuando de ellos con los dientes disfrutando de la extraña mezcla que formaban.
Despacio, Bae se fue deshaciendo de las prendas de Ji mirando lujurioso la erección que se le levantaba orgullosa haciendo que el castaño se sonrojara levemente sin quitar la sonrisa que hace un rato ocupaba sus labios.
- Así no- le detuvo la cabeza con las manos a Tae haciendo que este lo mirara extrañado
- Olvide que usted era el experto- Ji lo miró intentando averiguar si aquella frase tenía alguna pizca de ironía que pronto perdió importancia mientras giraba lentamente el cuerpo quedando al contrario que el rubio
Más por vergüenza que por duda prefirió no preguntar por qué la posición confirmando todas sus sospechas cuando sintió la tela de su bóxer bajar lentamente sintiendo con alivio como su miembro era dejado libre.
Las manos suaves de Ji lo comenzaron a acariciar desde los muslos provocándole pequeños espasmos de placer sintiendo algo parecido a un leve soplido en la punta. Con los ojos entrecerrados comenzó a imitar los movimientos del castaño viendo con asombro como su miembro se presentaba ante él. Algo indeciso lo comenzó a lamer como una paleta poniendo en práctica todos sus conocimientos en el tema sorprendiéndose con lo fácil que se le hacía aunque los nervios se evidenciaran en sus manos temblorosas.
Con una sonrisa en los labios escucho como un gemido sonoro salía de los labios de Ji sintiendo como las primeras gotas se semen eran saboreadas con deleite por su lengua incitándolo a apurar su tarea con un juego caliente que ya parecía competencia entre los dos.
Como bajo un hechizo, siguió con su trabajo mientras un dedo curioso se iba acercando a la entrada de Ji acariciándolo suavemente haciendo que éste se sobresaltara arqueando la espalda levemente olvidándose por unos segundos de su manjar.
Complacido se sacó el miembro de la boca pasando la lengua por toda su extensión haciendo que su saliva lo cubriese. Se metió lujurioso los dedos a la boca para comenzar a hacer pequeños círculos alrededor viendo con gracia los espasmos que lo recorrían mientras volvía a metérselo en la boca jugueteando con él.
Con dificultad ingresó el primer dedo imitando pequeñas embestidas haciendo que se fuese acostumbrando poco a poco mientras invitaba de manera lasciva a otro de sus amigos comenzando a jugar dentro de él escuchando complacido como gruñidos se escapaban de la boca del castaño apretándole con fuerza el miembro.
- Ahhhh, Ji- gruño despacio introduciendo un tercer dedo como penalización por la mordida que acababa de recibir
- V-Voy a…- advirtió sintiendo como cuerpo se tensaba al tiempo que su esencia era liberada en la boca cálida del bailarín notando como este se incorporaba lentamente relamiéndose los labios mientras sacaba sus dedos de su entrada dilatada
Sus ojos parecían brillar en la leve oscuridad que comenzaba a invadir la habitación anunciando de manera silenciosa la llegada pronta de la noche haciendo que se acercara hipnotizado al cuerpo sudado del bailarín besando con desesperación sus labios buscando en ellos una pregunta y la respuesta a la vez. Intentando rememorar aquellos labios que había probado hace ya tanto que casi los había olvidado mientras sus brazos lo rodeaban en un intento vano de hacerse uno con el rubio.
Una risa corta salió sin permiso al sentir como los cabellos sedosos de Ji le hacían cosquillas en la nuca donde descansaba tranquila su cabeza a lo que aprovecho para bajar la suya quedando a la altura de su oído
- Creo que eso fue más que un beso… ¿tú que dices?- con suavidad lo apartó mirándolo fijo mientras sus manos lo acariciaban suave delineando su columna.
- Digo que esto aún no termina- un pequeño escalofrío recorrió presuroso el cuerpo del moreno al notar un brillo de lujuria apoderarse de las orbes oscuras de Ji. La boca del bailarín se abrió en modo de protesta pero lo único que logró salir de ella fue un gemido desinhibido al sentir como su miembro rozaba con la entrada dilatada del castaño.
Una chispa se encendió en los ojos del moreno tomándolo con poca delicadeza por las caderas subiéndolo levemente buscándole los labios para besarlo con una dulzura que contrastaba por completo con la escena.
Poco a poco Ji fue sucumbiendo ante el peso del bailarín quedando completamente tendido en la cama mientras se aferraba con fuerza a su espalda con las piernas entrecruzadas en un intento inútil por mantenerse firme.
Todo su mundo pareció hacerse pequeño con la primera estocada haciendo que un grito de dolor escapara sin permiso desde el fondo de su garganta provocando una mirada asustada de Taeyang. Los ojos estaban apretados con firmeza al igual que sus manos perdían el color en los nudillos teniendo entre los dedos las telas intentando por todos los medios adaptarse a Bae.
Con una leve inclinación de cabeza le dio al bailarín la luz verde para continuar por lo que comenzó a moverse lento sosteniendo su cuerpo con dificultad sobre sus manos que se apoyaban un poco temblorosas a ambos costados de la cabeza castaña de Ji.
El dolor se fue transformando poco a poco en oleadas de placer que hacía al mismo tiempo que los gruñidos se fuesen transformando en jadeos desesperados por alcanzar un poco de oxígeno mientras las estocadas iban haciéndose cada vez más rápidas.
Con un gran esfuerzo el castaño abrió los ojos encontrándose con los labios entreabiertos del bailarín que decían en un hilo de voz su nombre una y otra vez. Desde allí lograba verle con atención cada músculo tensado mientras el sudor iba lubricando sus cuerpos sin permiso haciendo cada uno de los roces más fáciles que el anterior haciendo que el ruido imaginario de sus corazones palpitando a todo dar hicieran una perfecta melodía con el de sus labios encontrándose con una ansiedad desconocida.
Por un segundo en medio de todo el éxtasis agradeció que no hubiese nadie en casa porque la cama amenazaba con desarmarse por completo con cada chirrido haciendo que se imaginase que se podía oír su encuentro desde cualquier parte de la casa por muy grande que fuera.
La visión se le hizo borrosa sintiendo como el corazón amenazaba con salírsele del pecho mientras las uñas cortas de sus manos hacían un intento inútil por aferrarse a la espalda morena dejando un pequeño rastro a su paso. La voz ya no le salía y el nombre de Taeyang quedaba ahogado en su garganta que ardía por la falta de oxígeno.
No necesitaban más palabras.
Con sus últimas energías el moreno cambio aquellas estocadas rápidas por unas largas intentando hacer que tocase el cielo por cada una de ellas, cosa que notaba con un leve dolor en su espalda sin importarle realmente las marcas que dejaría en ella.
Los brazos de Bae cedieron cayendo de manera brusca sobre su cuerpo al tiempo que comenzaba a salir de su interior provocándole pequeños espasmos.
- Te quiero- susurro en su oído cuando logró recuperar a penas la respiración para luego apoyar su frente en el pecho del castaño sintiendo como este subía y bajaba de manera violenta.
Una suave caricia le recorría la espalda por lo que levanto la cabeza sintiendo como los cabellos rubios se le pegaban en la frente sin permiso mientras una gota de sudor bajaba presurosa por su cuello. Sentía con cierto pudor como sus piernas parecían humedecidas por algo que sabía no era sudor mientras los labios de Ji, carmesí tanto beso, le sonreían de manera tierna.
Giró su cuerpo con suavidad quedando a su lado mientras uno de sus brazos lo acercaba a su cuerpo notando como la poca luz que ahora entraba por la ventana iluminaba cada una de sus facciones mientras este le comenzaba a enredar los cabellos entre los dedos
- Te quiero- dijo nuevamente pero de manera inconsciente escuchando la leve risa salir de la boca del castaño
- Lo sé, te oí- explicó dándole un suave beso sobre los labios para dejarlo callado.
Aquel silencio era lo mejor entre los dos.