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La melodía del tren. por grupo tamashii

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Notas del capitulo:

Bueno:

Soy Camii.

(Aunque suelo llamarme #PianistaMecánica).

Pues... Hmmm 

Espero les guste esta historia. 

Intentaré actualizar, al menos, una vez por semana.

Espero les guste.

 

La historia estará dividida en secciones:

No decidí los titulos. Aunque... La primera será "Conociendonos".

 

Bueno... ¡Sayo!

La melodía del tren.

Capitulo 1.- El sonido del comienzo.

 Parte 1.- La melodía de Naruto.

Subimos al tren como todos los días. El transporte está medio lleno, medio vacío… Como siempre.

Mi hermano menor, Deidara, prometió no dormirse, para así recordar el camino, pero no lo logra.

En la mitad del recorrido sentí su cabeza reposada sobre mi hombro. Y a los minutos su respiración calmada y suave, acompañada del latido de su frágil y pequeño corazón.

 Le sonrío con ternura. Ese chico es la razón de mí existir.

Tomo el libro que tengo siempre en la mochila; “Cuentos de un ninja remolino”.

Lo escribió mi abuelo, hace muchos años, tantos que aun tío Nagato y tía Konan acompañaban a sus dos hijos, Gaara y  Yahiko, en el camino de la vida. Claro que eso fue hace demasiados años.

No logro concentrarme en la lectura, por eso me dispongo a mirar por la ventanilla. Y ahí es cuando la oigo… Es la más suave melodía ejecutada en piano. Busco la fuente de esa hermosa música… pero no la encuentro…

“Dicen que las personas encuentran a su otra mitad, a su complemento, por una melodía; cada pareja tiene la suya, con tonalidades y ritmos distintos. Esas melodías, sólo son oídas por él alma gemela. El amor es una caja de música, que sólo suena cuando está frente a la persona amada.

Pero la gente cree que es un mito... Cree eso porque jamás escucharon el sonido del amor, el sonido de su otra mitad, y más importante aún, no escucharon el sonido de su propio corazón”.

 

Naruto-kun –dice la voz de mi hermano—. ¿Ya llegamos?

— ¿Eh? ¡Ah! No, no –digo algo sobresaltado… Tras unos minutos la pregunta escapa por mis labios–. ¿Escuchas esa canción?

— ¿Canción? Está puesta la radio de los vagones–dice él con una sonrisa inocente.

— No, no me refiero a esa. Una melodía de piano, ¿la oyes?

Niega con la cabeza.

 

Creo estar enloqueciendo. Esa melodía suena y suena, pero a nadie le molesta, nadie la escucha, solo yo.

 

Al bajar del tren en la estación, un montón de chicas y chicos con el mismo uniforme emprenden su viaje rumbo al instituto, al igual que nosotros.

 

—*— Suena y Suena —*—

 

El sonido cesa.

Nos  separamos para dirigirnos cada cual a nuestro salón de clases.

Y la música vuelve a sonar… Suave… Delicada.

Reconozco a mis amigos, a mis conocidos, y a los alumnos nuevos… Pero ninguno de ellos escucha música…

Suspiro cansado. Tomo asiento en uno de los pocos lugares libres.

Pero la melodía no para… Sigue… y sigue.

 

 

Parte 2.- La melodía de Sasuke.

 

— Sasuke… Adelántate, voy a demorar unos minutos más. Te alcanzo en la estación.

Itachi va con retraso. No es problema mío.

Observo el tren acercarse y frenar en la estación. Y mi hermano no llega… “Lo siento, onii-chan”.

Tomo asiento en la segunda fila de la derecha. Y ahí es donde el panorama cambia. Una suave melodía comienza a sonar; una en piano, capaz de provocar que se me erice el bello de los brazos, capaz de hacerme cerrar los ojos, capaz de provocar el despertar de mis ansias y mis nervios… “Capaz de cambiar mi vida”.

El tren cierra sus puertas y comienza a andar… De seguro Itachi logra saltarse la primera clase.

La melodía sigue… Se esparce por el aire, se disuelve en los oídos… Llega en forma de dulzura al corazón.

 

—*— Suena y Suena—*—

Observo a algunas personas que llevan el mismo uniforme del colegio al que voy a asistir, abandonar sus asientos y prepararse para bajar.

Los imito. Al bajar, la melodía toma un nuevo ritmo, más lento y más suave…

Y muere… Finaliza abruptamente.

Al llegar al colegio, busco mi nueva aula. Y tomo asiento junto a la ventana.

En el otro instituto me sentaba en la misma posición. Mi amigo Sai se sentaba adelante, Suigetsu atrás, y Juugo al lado. Pero eso fue en el pasado.

Me pierdo en mis pensamientos… Y la melodía resucita…

Sigue siendo placentera… “Agridulce”… Esa es la palabra para describirla; es triste, amarga… Suave y alegre… Una hermosa sintonía de sonidos.

—*— Suena y Suena—*—

 

Parte 3. El sonido de una nueva amistad.

El profesor llega tarde.

Se presenta como Kakashi.

Toma lista y pide que nos presentemos. Uno por uno, las dos primeras hileras se presentan…

El chico que se sienta a mi lado se presenta como Kiba… Se nota por su sonrisa que es alegre y energético… “Al igual que yo”. Tiene gustos particulares, como un amor desenfrenado por los perros y un extraño odio a las normas.

Luego de mi vergonzosa presentación, él  suelta una alegre carcajada. Y su risa se contagia; reímos juntos.

Los alumnos siguen presentándose.

—Soy Sasuke Uchiha.

El chico capta mi atención, porque cuando se levanta la melodía se acentúa, se hace más dulce, más amarga… “más natural”.

No puedo evitar observarlo, buscar su mirada. No soy de interesarme por las personas, a excepción, claro, que Deidara.

—*—Suena y Suena—*—

La clase pasa de manera lenta.

El timbre del receso suena y salgo con mi nuevo amigo. La melodía cesa…

Kiba ríe, bromea. Es agradable. Nunca sabe qué palabras decir; nunca encuentra las correctas. Y por eso ríe…

Logro divisar a Deidara, está con un par de chicos.

Me saluda a lo lejos, y se marcha con sus nuevos amigos…

Y eso me alegra. Dei es alguien que no socializa con las personas; es demasiado selectivo a la hora de buscar amigos.

—¡Hinata-chan!—El grito de Kiba me deja aturdido.

Por eso no me doy cuenta en qué momento un grupo de chicas se acerca a nosotros.

Kiba saluda a todas…

Sakura-chan, Hinata-chan, Ino-chan, Tenten-chan… El es Naruto —dice, luego suelta una risilla y les murmura—, y está… soltero.

Las señoritas ríen y se sonrojan. Me sonríen.

Tras hablar un rato logran agradarme.

Al sonar el timbre ellas se despiden.

—¿Y, Naruto? ¿Cuál es más linda?

— No lo sé… Son todas lindas a su manera…

Al entrar al salón de clases, nos encontramos al profesor de esa hora, sentado sobre el pupitre.

El nos sonríe…

— Soy Iruka Humino… Les enseñaré matemáticas este año. Espero nos llevemos bien.

El profesor toma lista.

—Es nuevo —dice Kiba—. El año pasado no estaba.

—Parece agradable.

En ese momento la puerta se abre. Sasuke abre la puerta. La melodía empieza a sonar despacio.

— Lo siento profesor, me perdí entre los pasillos. Y de camino me encontré con él.

— ¡Oh! Sí, me acaban de avisar en secretaria de su llegada, señor Aburame.

El joven pelinegro toma su asiento pegado a la ventana. El chico nuevo se presenta.

— Soy Shino, Shino Aburame. Pueden llamarme como quieran.

Lleva gafas que impiden la visión de sus ojos. Su cabello es corto, salvaje, y oscuro.

—¿Escuchas eso?

Kiba tiene su rostro oculto entre sus brazos. Cuando llegamos al aula se acomodó en esa posición, y no pensó en cambiarla.

—¿El qué?

— La música… Suena como… como un dueto de violín…

— No –le respondo en un mormullo—. ¿Escuchas el piano?

—No…

 

—*— Suena y suena —*—

 

— Disculpa... ¿puedes ayudarme?

La voz resuena tras mi espalda. Los pasillos del instituto están vacios, carentes del ruido que contenía minutos atrás.

Llevo prisa, pero el debe de estar igual que yo; perdidos en un mundo totalmente nuevo, lleno de puertas y pasadizos ocultos, secretos.

— ¿En qué?

— Busco el aula de 3ro 1ra.

Suelto una carcajada, debió de sonar sarcástica y desagradable, ¿qué más da? Así es mi risa.

El chico me observa, me evalúa, pero no dice nada.

— Puedes perderte solo, o perderte conmigo;  estamos en la misma.

Comienzo a caminar, él me sigue.

Y llegamos. La melodía suena cuando abro la puerta.

Intento ignorarla, pido disculpas.

— Lo siento profesor, me perdí entre los pasillos. Y de camino me encontré con él.

— ¡Oh! Sí, me acaban de avisar en secretaria de su llegada, señor Aburame.

“Aburame”.

Él pasea la mirada entre los alumnos, buscando algo… “tal vez escucha lo mismo que yo”…

Shino, ese es su nombre.

El chico toma asiento tras de mí. Me agrada su silencio; extenso y misterioso.

— ¿Tú cómo te llamas? —su pregunta es un susurro.

— Sasuke, Uchiha Sasuke.

— Un gusto.

Extiende su mano, y la acepto gustoso.

 

Dos horas pasan y la melodía no cesa.

 

—*— Suena y suena —*—

 

Fin capitulo 1.- El sonido del comienzo.

 

Notas finales:

¿Qué tal?

Bueno... todavía no está... Interesante.


Pero prometo que más adelante os gustará más.

 

¿Un Review?

 

PianistaMecánica.


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