Estaba agotado. Con todo eso de las megaevoluciones y cada nuevo entrenador llegando a cada minuto, no tenía tiempo como para preocuparse por sus amigos, mucho menos por el mismo.
Para empeorar la situación, ninguno de sus ayudantes se encontraba, pues estaban de día libre por parte de él.
-En mala hora les di permiso-murmuro dando un sorbo a la taza de café
Tras ver la hora en su reloj, se quedo completamente desanimado, acomodándose entre sus documentos y cayendo en los brazos de Morfeo.
7:30 am
Sintió un chorro de agua recorrer su espalda, haciendo que se despierte rápidamente y mire de mala manera a la persona que le haya hecho tal barbaridad.
-¡¿Que demoni...
Se quedo callado tras ver de quien se trataba, no podía enojarse con él...Por algún motivo cada vez que lo veía sentía algo raro.
Los últimos meses transcurridos empezó a sentir algo nuevo por el peli-naranja, ni él mismo se lo podía explicar. Por lo que cada vez que se encontraban, como una chiquilla, lo escribía todo en un pequeño diario.
-L-Lysandre
Fue lo único que dijo, debido a la impresión, su brazo dejo caer todos los documentos y botando el poco café sobre el piso.
-No entiendo cómo puedes trabajar en estas condiciones.
Miro todo a su alrededor, era un completo asco. Su amigo tenía cara de no haber salido en años, aquellas ojeras que estaban en su rostro lo hacían parecer una edad que no tenía.
-Será mejor que te largues a un baño, yo me encargaré de arreglar este lugar.
Con una sonrisa, corrió a su habitación para hacer lo que su amigo le había ordenado. Le pareció raro escuchar esas palabras de Lysandre, pero en momentos como estos, una ayuda no le caía mal.
--------------------
Ordenó perfectamente los documentos sobre el escritorio, abrió las ventanas, limpio las manchas de café. Todo estaba minuciosamente limpio, hasta él se quedo sorprendido con su acción.
Estaba a punto de ir a la habitación del menor para ver como se encontraba, pero algo lo distrajo.
Una pequeña hoja color amarillo sobresalía de un cajón del escritorio, solo la sacó para ver si se la tendría que poner encima de los documentos.
"Me siento tan mal, este trabajo me tiene tan cansado, lo peor de todo es que no he podido ver a Lysandre.
No puedo mentirle porque simplemente me sentiría mal decirle que por este tema de las megaevoluciones no he podido verlo en un café.
"Últimamente me he sentido raro, al quedarme solo, no hago nada más que pensar en él, y ese pensamiento se me hace raro, debería estar pensando en los pokémon, pero por culpa de Lysandre, estoy súper atrasado"
Tras terminar de leer, encontró una pequeña libreta de notas, tras examinarlo lo abrió y empezó a leer un poco de su contenido
"Creo que después de un tiempo libre, pude entender perfectamente lo que siento por Lysandre, se que hemos sido amigos desde hace mucho tiempo, siempre e estado a mi lado en los momentos más difíciles...En todo momento. Creo que si le digo abiertamente mis sentimientos seguro se alejará de mí, no soportaría su lejanía, he sido tentado a estar sentimentalmente con otras personas, hasta con entrenadores, pero solo les respondo que tengo a una persona en mente, por lo que he podido ver la desilusión, espero que cuando tome valor y se lo diga, No se vaya a su guarida a ocultarse, o con Malva, o peor aún, nuestra amistad se vea destruida"
Quería leer más, estaba impactado con cada palabra, pero dejo todo en su sitio cuando vio que Sycamore hacía su aparición pasando la puerta.
-¡Esta perfecto, muchas gra....
El peli-naranja no le dio tiempo de dejarlo hablar, le dio un empujón, haciendo que caiga sobre su sofá y se retiró del laboratorio.
El profesor no entendía lo que sucedía, tras caminar hasta su escritorio se encontró con la respuesta a su acción.
Unas lágrimas empezaron a recorrer por sus mejillas, lentamente cayó en la silla hasta sentarse, su expresión no cambiaba, apenas podía gritar.
Rompió furiosamente toda la libreta, botó todos los papeles, dejándolos esparcidos por todo el suelo, era como un remolino caminante, todo que estaba cerca a él era destruido.
La acción del mayor le dijo todo, no tenía un futuro junto a él, todo su mundo se venía abajo.
Su última acción fue echarse en el suelo y romper en un llanto incontrolable pronunciando "Lysandre" hasta quedarse completamente dormido.
----------------------------------------------------------
Las semanas pasaron, ninguno sabía nada acerca del otro, era como si fueran completos extraños.
-Vaya día ¿Verdad, profesor?
-Te doy toda la razón, Sina. A sido un gran día.
-Bueno, no lo interrumpo más, nos vemos mañana
-Hasta mañana
Otra vez solo, dio un suspiro y volvió a tomar asiento, tratando de acabar por fin su trabajo.
Antes de que el cansancio lo vuelva a vencer, fue por una taza de café.
Se dirigió hacia la cocina, pero antes de llegar, escucho que la puerta se cerraba, por lo que se dirigió a las escaleras para ver de quien se trataba.
-¿Quien es?
Pero no hubo respuesta alguna, por lo que pensó que algún pokémon habría cometido tal acto.
Siguió con lo suyo, preparó su café y volvió a su laboratorio.
3: 45 am
Estaba nuevamente dormido sobre sus documentos, de todas formas, ya le faltaba poco para acabar.
-Profesor holgazán
Esa voz hizo que se despertara, miro a todas partes, pero tampoco había señal de alguien por la oscuridad.
-¿H-Hola?
Entre el lado oscuro de la habitación, pudo ver que poco a poco se aproximaba el peli-naranja, despertándolo de una vez por todas.
-¿No deberías acabar con tu trabajo?
Cruzó los brazos y le dio vuelta a la silla, viendo el paisaje a través de su ventana. Fue entonces cuando volvió a sentir lo de aquel día, un gran enojo se apoderó de todo su ser.
-¿¡Quien te crees para venir aquí?!
-Trate de hablar contigo hace varios días, pero tu secretaria me negaba el permiso.
-Lo sé, le dije que si te ve no te dejará pasar.
-¿Por qué?
Fue la gota que derramo el vaso, con las manos en forma de puño se levantó enérgicamente de su asiento, dándole la vista al mayor.
-¡Porque el día en que descubriste mis sentimientos no hiciste nada más que largarte, yo espera otra acción de tu parte...Pero fui un tonto, un idiota al pensar que los sentimientos eran mutuos! ...¡Lárgate con cualquiera de tus reclutas o con Malva, seguro ellos te harán feliz!
No pudo soportarlo, aunque lo odiaba, empezó a llorar delante de él, volvió a sentarse con la cabeza baja, esperando que otra vez Lysandre se vaya.
Pero no fue así, esta vez el mayor dio unos pasos hasta llegar cerca al menor, tomo su barbilla y lo obligo a que lo viera.
-Por favor, no llores, eso no haría mi mundo perfecto.
Antes de darle oportunidad de seguir hablando, junto sus labios con los de él, uniéndose en un efímero pero romántico beso.
-¿P-Por qué te detuviste?-pregunto Sycamore, tratando de entender lo que había pasado.
Lysandre solo sonrió como respuesta, suspiro y lo abrazo fuertemente, tratando de explicarle lo que había sucedido la otra vez.
-Discúlpame, ese día que leí tus notas, no sabía cómo reaccionar, estaba demasiado confundido como para decirte que...Que yo también sentía eso por ti, la única diferencia es que yo lo sentí cuando éramos jóvenes.
El menor no dijo nada, solo se abalanzó contra el mayor, dándole muchos besos por su rostro.
-Je t'aime Lysandre
Aunque seguía dándole besos, no se había dado cuenta de que el peli-naranja lo había cargado estilo princesa hacia su habitación.
Lo dejo sobre la cama, todo era confuso para Sycamore, se dio cuenta de donde se encontraba, y más confuso fue, al ver a Lysandre poner seguro en la puerta.
-¿Q-Que haces?-pregunto sentándose
Solo sonrió con malicia, giro para verlo y ponerse encima de él.
Lo empezó a besar, bajando por su cuello hasta que empezó a desabrochar su camisa azul, provocando ciertos arqueos por el menor.
A medida que iba besándolo, iba dejando pequeños pero placenteros mordiscos, haciendo una gran sinfonía para el mayor.
Ambas piernas se entrelazaron, sintiendo el cuerpo del otro hasta donde la ropa se los permitiera.
Le quito los pantalones con total violencia, quedándose solo en bóxer, lo cual hizo que el menor haga un pequeño puchero y se cruzara de brazos.
-¿Que te pasa?
-No es...No es justo que solo yo este semi-desnudo y tu solo tengas tu parte de abajo colocada.
Rodó los ojos y siguió con los suyo, tras quitarle su última prenda, el menor se aferró a las sábanas, tapando su rostro con ambas manos tras sentir la húmeda lengua de Lysandre subiendo y bajando en su miembro.
-¡Más...Ahh...Rápido!
Soltó un gran gemido, seguido por el sentir de lo que parecía corriente por su espalda.
Trato de advertirle, pero tenía demasiado placer recorrer por su cuerpo que se corrió dentro de la boca de Lysandre.
El mayor sintió un líquido caliente por toda su interior, inmediatamente se alejo lentamente del menor con una mirada lasciva, relamiéndose los labios y con una sonrisa sádica.
-Fantastique
Lo volvió a besar, pero esta vez ambas manos desabrochaban su pantalón, el menor entrelazó sus piernas contra la espalda del mayor, tenía sus cabellos perfectamente desordenados, su respiración estaba agitada, Lysandre fue cautivado instantáneamente.
-H-hazlo-dijo sonrojado.
Sin darle respuesta alguna, lo abrazo tan fuerte como pudiera, era un hombre que le gustaban las cosas rápidas, sin anestesia, por lo que tenía que acostumbrarlo a su amigo.
Entro rápidamente en el interior de Sycamore, produciendo un placentero dolor demostrado por las escasas lagrimas recorrer por su mejillas, acompañado por sinfónicos gemidos.
-Y-Ya pasará-dijo tratando de consolarlo.
Para sorpresa del mayor, las caderas del menor se movían más rápido, tratando de sentirlo más.
-Eres tan...Estrecho-dijo Lysandre con media sonrisa.
Ambos se miraron por última vez antes de que el peli-naranja se viniera dentro del menor, y que este ve venga en la mano del mayor.
Sycamore termino encima de Lysandre, con la poca fuerza que tenía, se dirigió al oído del jefe del Team Flare:
-Je t'aime Lysandre
-Je t'aime Sycamore.
Lysandre acariciaba los sedosos cabellos de su amante mientras que Sycamore se aferraba más y más al peli-naranja.
- Ly-Lysandre-murmuro
-¿Si?
-¿Cuando...Cuando volveremos a repetir esto?
-...El próximo mes, cada fin de mes.
-¡Estas loco, yo te necesito cada día...Trabajare hasta tarde, todos los días, no quiero que esto sea solo una aventura, quiero decírselo a todo el mundo que...Te amo Lysandre!
-Entonces en un acuerdo, vendré todos los días al amanecer y serás mío cada vez que yo quiera-dijo dándole un beso en la frente.
-Por cierto, adviértele a Malva y a tus reclutas que tú eres mío, cabeza de Pyroar
-Y tú dile a Xavier que ya tienes dueño, o esto terminará mal para ese mocoso.
-Está bien, está bien.
Y así, ambos se quedaron dormidos al mismo tiempo, tratando de regularizar su respiración bajo la única luz existente de la luna.
Desde ese día, Sycamore y Lysandre tenían su encuentro noche, pero no todo quedo en eso. Cada vez que Sycamore escuchaba a Sina prohibirle el permiso a Lysandre, salía a defenderlo y llevárselo a su habitación para sus nuevas "investigaciones"
Trabajar hasta tarde nunca fue tan divertido ¿Verdad sycamore?