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La bella durmiente de la muerte.. “death” por Demon Witch

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Notas del fanfic:

Bueno hoy tenía mucho tiempo libre jijiji y aquí está mi tercer fic de esta serie "Cuentos de Hadas", es un lindo one-shot de una de mis parejas favoritas "GrellxWilliam", los adoro y son muy tiernos adoro todas las excentricidades de Grell es uno de mis personajes favoritos y quiero dedicarselos a todos los que gusten de está pareja tanto como a mí tuve que escribirlo ya que no dejaba de andar en mi cabeza esta dulce pareja...

Si les gusta o los odian por favor dejenlo en sus reviews esos son los que me animan a seguir o a depirmirme XD JIJJIJI...


Con cariño Demon Witch...

Notas del capitulo:

Ya saben los personajes no pertenecen son de la autora "Yana Toboso" y su anime y manga "Kuroshitsuji", yo solo me base en sus personajes y en cuentos de hadas que solo utilizo parte de lo que en realidad son.

Demon. W.

La bella durmiente de la muerte... “death”

 

Era una cálida mañana  en el mundo de los “dioses de la muerte”, aunque todos los días en el mundo  de los shinigamis  es cálido y fresco, hoy era un día diferente para cierto, “shinigami carmesí”.

 El incesante taconeo de sus zapatos interrumpían por los pasillos blancos y silenciosos de la “Biblioteca de los Muertos” donde  todos los libros de vida se encuentran ahí, hasta el interesante libro del “Juicio final” que será historia de otro día; mientras los pasos de un interesante personaje carmesí se acercaba a su destino esa mañana, es detenido por un estornudo que lo hace parar su marcha y expresarse muy sorprendido ese día.

-Aaa..chú...Vaya  el frescor de este día es demasiado sé que siempre tenemos días cálidos y frescos pero hoy está incontrolable.-dijo el dios de la muerte carmesí, de nombre “Grell Sutcliff” se encontraba ese día un poco resfriado y sus ojeras eran inmensas debajo de sus hermosos ojos verduzcos amarillentos,  detrás de sus gafas.

Grell se encontraba un poco enfermo ya que su último trabajo de campo abierto había llovido y un “dios de la muerte” jamás ha llevado consigo un paraguas, las ojeras de sus orbes eran ya que fue un trabajo de noche y se había desvelado a diferencia de los demonios los “dioses de la muerte” si necesitan dormir.

-Ah estar trabajando horas extras y para variar nocturnas me ha dejado completamente exhausto. Ah pero al menos pude ver a ese atractivo demonio…Oh  Sebas-chan.. Ah Sebas-chan!!-dijo a gritos mientras bailaba por los pasillos de la biblioteca.

En eso a paso acompasado como el redoble de un tambor caminaba el jefe William T. Spears el shinigami de mirada fría y seria, el temor de los aprendices y el jefe más intimidante de la división; ya que hoy se encontraba  excesivamente ocupado debía ordenar  todos los libros de vida de uno de sus subordinados el más excéntrico e irresponsable y eso lo molestaba mucho, no solo eso sino que hoy tenía una reunión a primera hora y debía llegar a la junta con ese impertinente shinigami rojo que siempre lo sacaba de sus casillas. Esos pensamientos rondaban en la cabeza de William, mientras se acercaba a la sala de juntas.

Por los pasillos acercándose a él jefe William en la misma zona de la sala de reuniones estaba muy cerca de Grell Sutcliff con su mirada cansada y sus ánimos caídos por el resfriado, había perdido el ánimo después de recordar que no pudo besar a su “Sebas-chan” y ahora una reunión a primera hora, eso era el colmo para Grell y él pudo divisar con la mirada a Ronald  Knox que empezaba entrar a la sala de juntas con un extraño objeto en sus manos apuro el paso y llego hasta él pero el otro dios de la muerte ni siquiera noto su presencia ya que este se encontraba como un muerto y su aura eufórica no estaba presente hoy.

-Ah Grell-sempai, buenos días; no te había visto en que momento apareciste?-dijo Ronald con su típica sonrisa de seductor de chicas.

-Ah Rollie-chan hoy me siento enfermo dame un abrazo para recuperar energía.-dijo con un tono ronco por el resfriado pero que denotaba picardía en cada palabra.

-Sempai no digas eso!!-dijo avergonzado y un pequeño sonrojo surco su rostro en el shinigami de cabello rubio y de aspecto atractivo.

-Por qué querido Rollie-chan, será que te gusta que tu sempai favorito te abrace o qué?-dijo con un tono coqueto que duro poco porque empezó a toser.

-Sempai claro que no y está muy enfermo hoy Grell-sempai no deberías quedarte en casa-dijo algo avergonzado por lo dicho antes por el shinigami carmesí.

-Ah  sí  Rollie, pero Will-chan no me dejaría irme a casa me tiene castigado porque según él  dice que hice que tuviera que trabajar horas extras en la oficina.-dijo haciendo un  puchero y restregándose al hombro de Ronald.

En eso una chica shinigami interrumpe la conversación de ambos dioses de la muerte en búsqueda de Ronald que por accidente deja caer el extraño paquete que llevaba en sus manos y sorprende a Grell que llama ambos que salieron corriendo por una extraña situación en recursos shinigamis.

-Ah Rollie oye!!! dejaste olvidado este paquete!!!.-dijo Grell a gritos pero ninguno respondió ni siquiera lo escucharon.

-Tendré que dárselo después.-dijo Grell mientras entraba a la sala de juntas que se encontraba vacía.

-Vaya parece que por primera vez llegue temprano. Oh Will-chan se va sentir muy feliz.-dijo Grell brincando de un lado a otro por la felicidad que quería causarle a su Will.

Pero pasaron quince minutos en la gran sala de juntas y nadie aparecía eso dejaba muy extrañado a Grell porque era muy desconcertante; Will siempre es el primero en las reuniones y hoy no había llegado y eso mantenía algo asustado a Grell y que para matar el tiempo de espera abrió el paquete de Ronald y se sorprendió en demasía al ver detrás del envoltorio café claro, había un libro pequeño de tapa dura color rosa con ciertas rosas rojas en la tapa y en el titulo decía “La bella durmiente”.

-Vaya con lo que me he encontrado hoy por qué Rollie tendría un libro de este calibre bueno como no tengo nada que hacer mientras espero lo leeré daño no creo que me haga.-dijo Grell con su voz ronca porque comenzaba a dolerle la garganta y empezó la lectura que poco a poco se volvía tediosa y empezó a adormecerle, que no se dio cuenta en qué momento se durmió.

 

En los pasillos:

Caminaba por los pasillos William muy molesto su mirada inexpresiva había cambiado por una llena de enojo ya que Grell no se había presentado a la reunión y lo había dejado plantado en la junta con los otros jefes superiores de la división; ya que esa reunión era una forma que William usaría para explicar los extraños problemas en que se metía Grell.

PVO William:

Ese estúpido de Sutcliff por qué no se ha presentado que se habrá hecho ese idiota, tuve que hablar por él en la reunión si no fuera por mí estaría despedido. Huy lo detesto, bueno no puedo detestarlo después de todo yo creo sentir algo hacia Sutcliff, pero no creo que sea conveniente que se lo diga o debería? Bueno no creo, él solo habla de esa “Escoria de Michaelis”, maldito demonio se roban nuestras almas y también al que es dueño de mi sentimientos; creo que debo dejar de sentir estas estupideces yo no soy así, bueno todo cambio desde que él me ayudo a pasar el examen de shinigamis y desde entonces ese asunto se convirtió en mi única equivocación como shinigami, y él único que lo remedio fuiste tú con tu ayuda hacia a mí para recoger mis lentes en aquel momento del examen tus extrañas hazañas me dejaron una lección inolvidable de ti que a pesar de tus excentricidades si puedes ser responsable. Mi único error y el inicio de este sentir por ti Grell.

Mientras William reflexionaba sobre sus sentimientos hacia el shinigami carmesí este se encontraba dormido y roncando en el sillón de cuero de la oficina de juntas, pero aunque su cuerpo descansará la mente del shinigami vagaba sin rumbo en un extraño sueño.

Sueño de Grell:

En una habitación rosa con decorados de rosas rojas se encontraba una enorme cama imperial con sábanas floreadas y dentro de los almohadones una delgada figura rojiza estaba durmiendo plácidamente; era nada menos que Grell Sutcliff que descansaba en aquella cama con un camisón rojo pasión,  que dejaba a la vista los muslos de sus piernas largas y finas; la figura de Grell durmiente en aquella cama era similar a la princesa del cuento “La bella durmiente”.

Poco a poco abría los ojos muy suavemente Grell y pudo divisar una figura encima de él y sintió una extraña tibiez en sus labios al momento que abrió por completo los ojos se encontró con un joven de cabello azabache, tez blanca y unos ojos centellantes verdes que vestía elegantemente como si fuera un príncipe y sus ojos verdes amarillentos que profundizaban el interior de la mente de Grell que lo miraba con un extraño destello, y con una fuerte mirada fría que denotaba mucha dulzura que seriedad.

Los labios de William se movían con delicadeza en la boca de Grell y eso sorprendió mucho a Grell ya que era William el que lo besaba, su Will él que le había robado su corazón mucho antes.

Grell  intentaba todo lo posible por no corresponder el beso de William ya que pensaba que era imposible que Will, su inexpresivo Will lo estuviera besando y al momento que el oxígeno de sus pulmones desapareció, se separó y sorprendido expresó:

-Ah, Will por qué hiciste eso?-dijo Grell intentando recuperar el aliento.

-Ah mi hermosa princesa carmesí, siempre te he amado más que a nada querido y solo vivo pensando en ti, al fin con este beso he podido quitar ese hechizo que esa maldita escoria dejo en ti, mi hermosa princesa del más intenso rojo pasión; como me gustas tú  Grell mi amado hermoso; siempre me has hechizado con tu hermoso rojo pasional.-dijo William pero su voz denotaba dulzura y mucho amor era como si cada palabra le expresa un pedazo de sus sentimientos más profundos.

-Will enserio crees eso de mí? pensé que era una molestia para ti siempre…Will yo… te a..-dijo Grell sorprendido de que William se le haya declarado aún no se daba cuenta en donde se encontraba pero estaba muy feliz de que Will le haya dicho eso ya que siempre lo había anhelado más que el beso de “Sebas-chan”.

Pero no pudo terminar lo que decía ya que Will lo había tomado entre sus brazos y la planto un beso tan intenso como la pasión que dejo a Grell tan sorpresivo que abrió sus ojos como grandes platos y se dejó corresponder por las caricias que empezaba a sentir en su cuerpo por parte de William que lo besaba con fiereza, robando suspiros de la boca de Grell.

Pero no todo es tan perfecto siempre a lo lejos sonidos sordos dejaban un extraño sentir en esos dos dioses de la muerte que se besaban con pasión y un sonido resonó en toda la estancia.

-Sutcliff…Sutcliff…Sutcliff…vamos despierta mi princesa carmesí.-decía una voz fría que denotaba ternura.

En eso de sorpresa abrió los ojos Grell y un sudor seco rondaba su frente y en eso en frente de sus ojos se encontraba la figura de William que estaba con su típico rostro serio y frio, y lo observaba con molestia.

-Ah William llegas tarde a la sala de juntas pensé que estarías aquí antes.-dijo Grell con un bostezo mientras se quitaba de sus ojos el libro de cuentos de Ronald.

-Cómo te atreves Sutcliff,  tú eres él que no llegó a la reunión tuve que hablar bien por ti, ya que con tus estúpidos problemas que causas, los superiores están encima de mí.-dijo con molestia William y una mirada despreciativa a Grell.

-Ah no era la reunión aquí hoy Will en la sala de juntas número “455”- dijo Grell extrañado y recordando que Ronald le había mencionado algo así.

-Siempre has sido un tonto verdad Sutcliff, le dije específicamente a Ronald que era en la sala de asambleas 554, pasillo trece del tercer piso de la biblioteca. No sé qué haces tú en el quinto piso en la sala de reuniones número 455, no puedo creer que te hayas confundido otra vez; ahora levántate tienes que ir hacer horas extras como castigo por dejarme esperándote.-dijo muy molesto William con un tono de voz inhóspito de cualquier simpatía alguna hacia Grell.

-Pero Will-chan….-decía Grell que fue interrumpido en su berrinche por Will:-Nada de peros Sutcliff, anda vete hacer horas extras de oficina así recordarás la importancia del trabajo de escritorio.-dijo al final William con un pequeño y muy extraño destello en sus ojos verdes amarillentos y su voz no se denotaba tanta molestia como lo normal por las equivocaciones de Grell.

Y así salió Grell de la habitación dejando a un William con una mirada extraña mientras el pelirrojo se iba haciendo pucheros y muecas de dolor porque aún seguía un poco resfriado, y sin importarle a William los estornudos y la tos que presentaba Grell, que iba resonando por los pasillos de la biblioteca.

PVO William

Me han dicho que en Londres está lloviendo parece que vas empeorar ese resfriado Grell, eso te enseñara a no tenerme cautivo por tus tontas actitudes de niño pequeño, mi dulce princesa carmesí.

Vaya estuviste entretenido con el libro de cuentos que Ronald debía llevarle a ese viejo legendario shinigami, me pregunto qué soñaste para que correspondieras a mi beso.

-Al menos obtuve un beso correspondido de ti mi hermosa princesa carmesí…Tal vez no sea tan mala idea decirte algún día de lo que en realidad pienso de ti mi amado Grell.-dicho esto William salió de la habitación con dirección a “Recursos shinigamis” ya que empeoró la situación con Ronald al mando y mientras caminaba una sonrisa de victoria se  formaba en sus labios.

Ya la habitación sola Grell se devolvió y vio que William se había ido y no encontró el libro que estaba leyendo.

-Ha que extraño dónde dejé ese libro, bueno no creo que sea importante para Rollie o sí?-dijo el shinigami carmesí mientras se encontraba en el marco de la puerta y entonces el recuerdo de aquel beso dado por William el príncipe en su sueño lo hizo sonrojarse al máximo, recordando las dulces palabras que según él había imaginado en él sueño dichas por  su Will-chan.

-Ah Will no importa lo guapo que sea Sebas-chan tú sigues siendo él dueño de mi corazón.-dicho esto regreso caminando meneándose de un lado a otro con muchos ánimos, el recuerdo de Will como su príncipe le hizo olvidar su resfrío.

-Ah Will como desearía que ese sueño se hiciera realidad, no sabes cuánto deseo de ti, mi cubo de hielo solido eres un iceberg  clavado en mi corazón; fueron tan reales como esas caricias o ese beso, casi juraría que fue real.-dijo eso con un extraño estremecimiento que surco su cuerpo y un sonrojo muy notable se danzaba en sus mejillas recordando con exactitud todas aquellas palabras en su sueño.

Eso fue lo que motivó al shinigami carmesí,  hacer sus labores como segador de almas ya que deseaba escuchar aquellas palabras otra vez, aunque fuese en un sueño o eso creería por algún tiempo hasta que su príncipe se animara otra vez a dar su declaración de amor a su “bella durmiente de la muerte…death”.

 

 

 

Notas finales:

Espero lo disfruten tanto como yo disfrute escribirlo y si por favor dejen sus reviews y este fic va con mucho cariño a una dulce chica que a pesar de mis equivocaciones me deja sus reviews es para ti querida Rose disfrutalo y te prometo terminar el otro de Alois.

Demon Witch...


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