Capítulo 2: Te quiero mucho papá JiYong
Hace dos años se supone que vendría a vivir con mi hermana Dami. Se suponía que Dami estaba casada con un hombre he incluso había dado a luz a una bebita, cuando llegue al departamento no me lleve una buena impresión del padre de mi sobrina. Estaba fachoso, con los ojos hinchados, cualquiera creería que estaba ebrio, pero no olía como si hubiera bebido. Insultaba el nombre de mi hermana, cosa que me enojo y le conteste de igual forma, pero... Lo siguiente fue lo que menos espere...
Dami se había ido, había abandonado a este hombre y a su hija, había huido con el dinero para tratar a ¡Su hija!
El padre de mi sobrina se desmoronó en un segundo, como si fuera un niño indefenso se entregó a su dolor y lloró... Mi corazón se encogió y le abracé, quería disminuir su pesar, compartir su sufrimiento y acallar ese llanto desconsolado. Cuando él se calmó, se quedó dormido y pude admirar su hermoso y apuesto rostro. Sentí una punzada en el pecho, este hombre estaba sufriendo por culpa de mi hermana. Este hombre había sido obligado a acostarse con Dami, había sido obligado a aceptar a su hija, a darle un apellido y a cuidar de ella... Y mi hermana se aprovechó por completo de él...
De pronto escuche el llanto de la bebita, mi corazón sintió otra sacudida, trate de calmarme y seguí el sonido del llanto para encontrarle. Entré a la habitación y vi los cajones y armario vacíos, seguramente eran de Dami. Me acerque a mi sobrina y al verla mis ojos se inundaron de lágrimas, era hermosa...
- Dami, tu hija es hermosa... ¿Por qué la dejaste sola? - comenzó a sollozar y abrazo a la pequeña que se hallaba llorando en la cuna - Dami tonta... ¿Acaso no te diste cuenta de que tu hija es un angelito?
Acaricie el rostro de la bebita y me limpie las lágrimas para sonreír mientras le arrullaba, tal vez porque estaba estudiando pediatría, pero realmente quería a esa criatura...
De pronto escuche la voz del padre mi sobrina y voltee a mirar al hombre.
- Ella no la miraba, tu hermana no la quería. Desde el momento en que ella nació demostró su desprecio hacia mi hija. - se acercó a la niña y acaricio aquella suave y regordeta mejilla - pero yo la quiero, y con mi amor es suficiente para mi niña.
- No seas egoísta, Dami se marchó pero yo acabo de llegar. Déjame ayudarte a cuidarla. - Lo miro con suplica -
- Mi hija y yo no necesitamos la pena de los Kwon. - abrazo a la niña alejándolo del menor -
- ¡Oye! Pena por ti es lo último que sentiría, esta bebita es mi sobrina y no me importa que Dami se haya ido, solo quiero cuidar a mi única sobrina.
- Hye Yoon... Su nombre es Hye Yoon.
- Es un lindo nombre - sonríe mirando al mayor -
- No hagas eso... - voltea arrullando a la niña para evitar ver el rostro del menor - ve al cuarto junto a este, desempaca y luego baja a desayunar, en un momento prepararé algo.
- ¿Es difícil mirarme? ¿Es porque me parezco a Dami?
- No... Es porque eres hombre - esquivo al menor y salió con la niña en brazos -
Esas palabras me hicieron sonrojar, lo había olvidado, al papá de Hye Yoon le gustan los hombres...
Un latido retumbo en mi pecho y negué una y otra vez, olvídate de esto JiYong solo estás pensando de más.
Bajé tal como me indico y lo vi tratando de preparar omelettes pero él estaba inquieto mirando una y otra vez en la dirección de la carriola de Hye Yoon.
- Vaya... Eres un padre preocupón - río bajo haciendo al mayor avergonzar y sonrojarse - está bien, yo cuidaré a la niña, tu termina con el desayuno.
- Gracias... - bajo la mirada y luego siguió cocinando -
Le ayude a servir y luego nos dispusimos a comer en silencio, hasta que el susurro un "Gracias". Levante el rostro y le mire fijamente con curiosidad.
- ¿Por qué?
- Por lo de hace un rato...
- No te preocupes yo te ayudaré a cuidar a mi sobrina. - sonrió nuevamente -
- No me refería a eso...
Nos quedamos en silencio y luego recordé cuando el lloraba en mis brazos, me sonroje y me puse nervioso.
- No te preocupes, no muerdo... Lo siento, debe ser incómodo vivir con un homosexual. – esquivo la mirada con timidez y bebió un poco de jugo para disimular -
- No, no, no te preocupes. No soy del tipo de persona que te juzga por tus preferencias. Es solo que me siento un poco avergonzado, es decir... Todo lo que te hizo mi noona fue muy cruel, y aun así nos has aceptado a mi sobrina y a mí en tu casa. – respondió con sinceridad-
- No te preocupes por cosas como esas, tú no eres Dami. Y Hye Yoon es también mi hija, a comparación de su madre a mi niña si le tengo amor. Y tú, eres JiYong, su tío quien se preocupa por ella. Así que olvida esas cosas sin importancia, siéntete como en casa. – sonrió levantándose para lavar la vajilla –
El lavaba la vajilla mientras yo seguía sentado observándole, pensé un momento en sus palabras y una sonrisa boba se formó en mis labios.
- Me gustas – exclamo con una gran sonrisa, el mayor al escucharlo tan repentino dejo caer un vaso cortándose los dedos –
- ¡Oh Dios! – se acercó rápidamente a auxiliar al mayor – debes ser más cuidadoso amm esto…
- Seung Hyun. – sintió como el menor le tomo de la mano y lo condujo a sentarse –
- Bueno
- Seung Hyun ¿Tienes un botiquín?
El me indico donde buscarlo, y luego le trate las heridas. Después de darle su mamila a la niña y recostarla en el cunero, nos dirigimos a la sala pues no sabíamos más que nuestros nombres.
- Soy Kwon Ji Yong, estuve fuera de corea por dos años. Estaba de intercambio en una universidad de california, estudio pediatría, pero quise regresar cuando supe que la hija de Dami estaba por nacer, pero solo se me permitió regresar hasta hoy. No pude regresar a casa de mis padres porque se mudaron a una casa más pequeña por problemas económicos y Dami ofrezco hospedaje. Y am… tengo 20 años, casi 21.
- Choi Seung Hyun, 24 años. Contador.
- Amm ¿Seung? Esto… no puedo dejar la universidad.
- Por supuesto que no, los estudios son importantes. No te preocupes yo me encargare de los gastos.
- Pero… si yo estudio y tu trabajas… ¿Quién cuida a Hye Yoon?
- Diablos…
Me ofrecí a conseguir un trabajo de medio tiempo, pero inmediatamente él busco una solución, había cambiado su turno en el despacho de contadores. Yo estudiaría en la mañana mientras el cuida a la bebé, y en la tarde me tocaba a mí cuidarla y él se iba a trabajar.
Al principio fue difícil porque casi no teníamos contacto, pero conforme nos acostumbramos fuimos conociendo más el uno del otro. Encontrábamos pequeños momentos en los que coincidíamos y hablábamos sobre nosotros.
Así pasaron los meses, hasta llegar al primer año de la pequeña Hye Yoon, ese día Seung no fue a trabajar así que tuvimos una cena los tres, la pequeña era traviesa y le gustaba tener nuestra atención, después de cantar el pastel ella estaba realmente feliz. Entre los tres comenzamos a jugar y corretear por toda a casa hasta que ella se cansó y poco a poco se quedó dormida.
Ese día Seung Hyun y yo tuvimos nuestro primer acercamiento algo… intimo, si se puede decir. Llevamos a Hye Yoon a la habitación y la dejamos en el cunero. Cuando retrocedí para ir a mi habitación tropecé y Seung me tomo de la mano y de la cintra evitando mi caída. Nos miramos a los ojos por unos segundos y por un momento cerré los ojos esperando un beso suyo... pude sentir como como su aliento topaba en mis labios y por un segundo sentí sus roces, hasta que escuchamos como Hye Yoon soltaba un quejido.
Nos separamos y Seung fue a verla para darle su medicamento. Ella tenía problemas respiratorios desde que nació, todo indicaba que con el paso del tiempo desarrollaría asma.
Ese hasta el momento ha sido lo más cercano que hemos estado de tener algo. Y de eso ha pasado exactamente un año. Hoy es el cumpleaños de Hye Yoon, desde hace un rato se la ha pasado con su papá, eso me hace feliz. Ya que ambos se ven bien juntos y las palabras que mi sobrina le ha dicho a Seung realmente me dieron ganas de llorar de felicidad. He llegado a amar intensamente a Hye Yoon, como si fuera mi propia hija y a su padre… también, también le amo…
Me les quede mirando hasta que sentí que era hora de marcharme a mi habitación.
- Ji ¿Dormirás ya? Aun es un poco temprano.
- Estoy cansado hyung, además hoy es el cumpleaños de Hye. Ella debe estar con su papá.
Me fui a mi habitación y solté un gran bostezo para luego dormir…
~~~ Dos años después ~~~
Han pasado ya cuatro años desde que llegue a Corea y comencé a vivir con las dos personas que más amo. Puedo decir con seguridad que esta es mi familia, mi pequeña Hye Yoon ha comenzado a ir al parvulario, Seung ha sido ascendido, y yo he logrado poner mi propio consultorio de pediatría. Se puede decir que la vida nos ha sonreído bastante.
Seung dice que mi llegada fue un alivio para él y para Hye, dice que yo le cambie la suerte. Pero a pesar de todo esto creo que ambos somos bastante torpes y tímidos para admitir que entre nosotros hay algo más. Cada noche al acostarme a dormir, recuerdo sus ojos, sus labios, sus pómulos, cejas, frente, mejillas y labios.
Estoy llegando al punto de no aguantar más esta distancia, lo necesito… necesito a Seung.
Salí temprano del consultorio y le llame a Seung Hyun para avisarle que iría por la pequeña Hye Yoon al parvulario. Cuando llegue a buscarla ella vino corriendo hacia mí dándome un gran abrazo. Nos despedimos de sus profesoras y me dirigí con ella al parque para jugar un rato.
Recibí una llamada de Seung Hyun diciendo que iba por nosotros en ese momento, ya que acostumbraba siempre ir a jugar con Hye al parque, Seung ya venía por nosotros.
Me senté debajo del árbol y Hye hizo lo mismo, ella sonreía y jugaba con un oso de peluche que acostumbraba llevar, de pronto tomo su mochila y la abrió buscando algo en su interior.
- ¿Qué buscas pequeña Hye?
De pronto ella saco una cajita color rojo y me pidió extender las palmas de mis manos, algo nervioso accedí y sentí como depositaba aquella cajita en mis manos.
- ¿Qué es esto?
- Un regalo, lo vi en el cuarto de mi papito Seung. Pero creo que papá Seung es tímido, sé que esto es para ti papa JiYong.
- Eh… ¿Papá JiYong? – el menor se había asombrado ya que era la primera vez que Hye le llamaba papá –
- Papá Seung y papá JiYong se quieren… ¿verdad?
- N-no se te hace raro que tú… ammm ¿pudieras tener dos papas?
- Aun no lo entiendo bien… nunca conocí a mamá, y papá Seung no quiere a las chicas. Papa Seung quiere a papá JiYong, eso está bien para mí – sonrió de manera inocente la pequeña niña –
- ¿No te molesta que tu tío se vuelva tu papá? – pregunto algo dolido al recordar a Dami –
- No, además… papá JiYong y yo nos parecemos mucho, ne… por eso está bien que seas mi papá.
Sonreí ante las palabras de… mi hija, abrí la cajita y encontré un anillo de plata, sencillo y elegante. Mis ojos se iluminaron y sentí un nudo en la garganta, Hye Yoon se emocionó y lo tomo en sus manos diciendo lo bonito que estaba. De pronto Seung llego y vio el pequeño espectáculo que mi niña y yo hacíamos con complicidad. Al ver aquella argolla en las manitas de Hye, Seung se sonrojo y avergonzó. Se puso de cuclillas y tomo el anillo, me miro con un sonrojo y me tomo suavemente la mano.
- Ji… sé que esto es repentino. Han pasado ya cuatro años desde que nos conocimos y… me gustas. Me gustas mucho, no quiero que te sientas obligado a quererme como yo te quiero, no quiero que las cosas entre ambos cambien. Si no sientes lo mismo por mi…
- Hablas demasiado, pedazo de bingu ¿Me pones el anillo o tengo que hacerlo yo? – rió bajo y Hye gritaba emocionada ante la escena –
Me puso el anillo con lentitud y suavidad, recorriendo sutilmente el dorso de mi mano haciéndome sentir una corriente recorrer mi cuerpo. Nos miramos a los ojos y de nuevo se repetía aquella escena… cerré los ojos esperando sus labios, sentí su aliento topar en mis labios y luego un suave roce… estábamos esperando aquellos quejidos para separarnos pero no sucedieron. Volteamos a ver a… nuestra hija y ella estaba quieta mirándonos.
- Aigo… ¿Por qué no se besaron? Las mamás y los papás se besan, pero yo quiero que mis dos papitos también lo hagan.
Nuestra niña hizo un pequeño puchero y empujo nuestras cabezas para que nuestras frentes toparan, comenzamos a reír ante la mirada de nuestra niña. Seung y yo nos miramos con complicidad y la tomamos en nuestros brazos haciendo un sándwich humano.
Fuimos por un helado, y luego hicimos distintas actividades entre los tres. Me sentía como en una familia. Mi familia, con Seung a mi lado y mi pequeña hija al otro lado. Cuando llegamos a casa, Hye fue a dormir porque estaba cansada. Seung y yo nos quedamos en la sala, sentados el uno a lado del otro, de nuevo como ya se había hecho costumbre en los últimos cuatro años, silenciosamente tomo mi mano y beso el dorso. Me miro con picardía y ternura reflejada y se acercó a mis labios.
- Nuestra hija está dormida… ahora si podemos ¿Quieres?
- La pregunta sobra Hyunnie…
Sentí como el hombre frente a mí se estremeció ante aquel cariñoso apodo y junto sus labios con los míos. Comenzó a besarme con dulzura y amor. Abrazándome por la cintura y acercándose más a mi cuerpo, dejándome recostado en el sillón con su cuerpo sobre el mío. Comenzó a desabrochar mi camisa y a acariciar mi torso. De pronto comenzó a reír sobre mis labios y no pudo evitar bromear por un momento.
- Démosle a la pequeña Hye yoon, un hermanito.
- Idiota… eso es biológicamente imposible… - tomo a Seung del cuello y volvió a besarle –
Esa noche, mientras nuestra hija dormía, Seung y yo hicimos el torpe intento de hacer un hijo… obvio no funciono pero lo disfrutamos mucho.
- Papá Jiyong… ¿Cuándo te casaras con papá Seung?
- Aquí en Corea no está permitido el matrimonio entre dos papás – contento decaído –
- Que tonto… no entiendo. Si mis papás se quieren deberían poder casarse.
- Tienes razón, pero aún hay mucha gente que no entiende eso. De cualquier forma con o sin matrimonio, tu papá Seung y yo estamos felices juntos y más contigo a nuestro lado.
- Papá JiYong…
- Dime mi niña.
- Te quiero mucho papá.
Esta niña… era un ángel. Mi hija era un ángel, es como si supiera más cosas de las que nosotros no tenemos idea. La abrace y pude ver a Seung mirándonos a unos cuantos centímetros, se acercó a nosotros y nos envolvió en un abrazo.
::: Papá no es necesariamente aquella figura masculina con la que se comparte un lazo sanguíneo. Papá también puede ser aquella persona que te quiere incondicionalmente, aquel hombre que te cuide, te proteja y te amé como una parte de él, aquel hombre que te llamé hij@ y que este siempre cuando lo necesites. :::