Capitulo trece: POR FIN TE VEO
Caminaba por la oficina hecho un manojo de nervios, hoy haba sido citado en Hogwarts por su ex director, Albus Dumbledore, para conocer a su ahijado, el anciano le haba contado detalladamente todo lo que haba ocurrido con respecto a su imposibilidad de liberarlo de Azkaban hacia diez aos, al parecer alguien de su familia haba confirmado la historia de que era un espa del Seor Oscuro e incluso haba firmado un juramento, fue por eso que no pudieron refutar nada y se le encerr sin siquiera un juicio, por suerte Albus aun crea en su inocencia y cobrando algunos favores pudo salvarlo de la sentencia de muerte, minimizndola a cadena perpetua.
Sirius le agradeci y despus escuch atentamente las historias sobre la infancia del pequeo Harry, el animago sonri al ver la alegra reflejada en cada gesto del director, se alegr al saber que su querido nio haba tenido una vida feliz, libre del maltrato que seguramente habra sufrido en manos de la detestable hermana de Lily; sigui escuchando sobre cmo el “nio dorado”, como le llamaban los adultos del castillo, haba madurado hasta convertirse en un muchachito sano e inteligente, un verdadero genio en palabras del otro hombre.
-Snape dice que se parece mucho a ellos
-Y es verdad pero al mismo tiempo es completamente diferente, te alegrar saber que es muy similar a James cuando era nio, por desgracia su salud fue muy mala cuando era apenas un beb y su constitucin ahora es algo delicada, Poppy y Severus se esforzaron mucho para ayudarle en su desarrollo pero, bueno, nuestro Harry es as, parece un pequeo ngel- Dumbledore hablaba tranquilamente al tiempo que tomaba otro caramelo de limn de un dulcero que estaba sobre la mesita de centro frente a la que estaban charlando- sus ojos, por supuesto son como los de Lily
Black estaba en parte feliz, pero un hueco en su corazn dola, record con incomodidad cuando fue junto a Remus a San Mungo el da en que Lily dio a luz, cuando la enfermera sali a avisarles a los familiares que el nio ya haba nacido, ninguno perdi el tiempo y entraron como un tornado para conocer al heredero Potter, Sirius vio con anhelo el bultito que su amado James sostena entre sus brazos con delicadeza, mientras su pelirroja esposa le miraba cansada y sonriente desde la cama del hospital.
Record cmo se acerc al recin estrenado padre y lo abraz posesivamente al mismo tiempo en que descubra con su otra mano el pequeo rostro del recin nacido, la mantita azul resaltaba dramticamente los enormes ojos verdes, inocentes y brillantes, no pudo evitar imaginarlos grises como los suyos o incluso color avellana como los de su amado, casi llor cuando las bellsimas esmeraldas, incluso ms bellas que las de la madre, le miraron y la boquita sonri mostrando unas encas rosadas, provocando que su corazn se derritiera, estaba seguro que amara a ese nio tanto como amaba al padre, pero una punzada de celos le recorri rompiendo su burbuja de sueos cuando la parturienta mujer pidi al beb de vuelta y James se solt de su agarre para regresar a su lado, se vean tan felices, ahora eran una familia y l ya no tena mayor relevancia en sus vidas.
Pero ahora todo era diferente, James y Lily ya no estaban, ahora Harry lo necesitaba y Sirius estaba ms que dispuesto a cuidar de l, ya lo haba jurado, lo amara como si hubiese sido suyo.
-Buenas tardes, director
El ltimo heredero de la casa Black sali rpidamente de sus recuerdos al escuchar la conocida voz de Snape, volte en su asiento para poder verlo, su apariencia le resulto agradablemente perturbadora: el pocionista traa unos vaqueros ajustados y una camiseta que moldeaba su torso hacindolo lucir realmente bien, aunque el color segua siendo el usualmente negro. El cabello estaba limpio y descuidadamente amarrado en una coleta que colgaba elegantemente sobre su nuca, se dio cuenta de que su inspeccin haba durado ms de lo necesario cuando escuch un carraspeo y subi rpidamente su mirada hacia el rostro del profesor topndose con sus ojos negros y profundos.
-Terminaste, Black? O prefieres seguir con tu desagradable escrutinio?- Severus utiliz esa forma de arrastrar las palabras que haba aprendido de Lucius Malfoy, con el tiempo haba descubierto que eso irritaba al animago muy fcilmente y por qu negarlo? Eso a Severus le encantaba, hacerle rabiar era en definitiva su pasatiempo favorito
As que cuando Sirius se levant de su asiento con el semblante molesto no pudo evitar sonrer de lado
-Lo siento Quejicus, pero no pude pasar por alto el hecho de que hoy te ves despampanante-dijo coquetamente al tiempo en que le guiaba un ojo, se acerc peligrosamente al rostro del profesor y tom su barbilla.
En cambio, el de Severus se puso plido de repente, el merodeador estaba acercando sus labios, su mente qued en blanco, nublndose, poda sentir la suave respiracin del animago contra su cara y percibi su aroma masculino, ste ltimo le result demasiado agradable.
Y cuando sus labios estaban a punto de rosarse, una sonora carcajada se estrell sobre sus facciones, ahora el otro hombre se rea a pierna suelta frente a l
-Snivellus, hubieras visto tu cara!, al parecer sigues tan ingenuo como antes- la voz burlona del animago encendi su ira inmediatamente
-Y t sigues siendo el mismo chucho estpido que corra tras las faldas de su amo- eso ya no agrad mucho al Black, haciendo que ste regresara el ataque
Una batalla campal de insultos se instal en la oficina del director mientras ste les miraba con diversin, ay! sta juventud, tan despistada. Era verdad el dicho que rezaba “del odio al amor, solo hay un paso”
Sigui observndolos hasta que la grgola que custodiaba la entrada se movi, alertndolo de que alguien ms haba llegado, pero aparentemente el sonido no distrajo a ninguno de los hombres que discutan acaloradamente; la puerta se entreabri cuidadosamente, revelando la silueta de su pupilo favorito, el anciano le hiso una sea con su mano para que se acercara y tomara asiento a su lado, el nio obedeci y mientras se diriga hacia donde su abuelo, mir con curiosidad el intercambio de su profesor con el desconocido.
Con gracia se sent en su silln favorito junto a Dumbledore, aceptando el trozo de tarta de limn y la taza de t humeante que le tenda
-Es l, abuelo?- dijo sealando a Sirius con su tenedor despus de llevarse el primer bocado a la boca
-As es, mi nio, qu te parece?
Harry lo evalu por un momento antes de responder
-Es tal y como me contaron, se ve agradable y estoy seguro de que lo amar tanto como los amo a ustedes, pero por qu pelea con Severus?- pregunt confundido
-Porque les gusta pelear entre ellos, as han sido desde que se conocieron, una atraccin explosiva y poderosa, aunque ninguno se ha dado cuenta- contest el anciano guindole un ojo tintineante a Harry
El muchachito solo se encogi de hombros y sigui vindolos hasta que no aguant ms y solt una carcajada al ver como Severus jalaba una de las orejas de Sirius mientras ste soltaba un teatral alarido.
El animago abri sus ojos y se concentr en la fuente de ese musical sonido, era una risa de nio y una muy bonita; sus ojos viajaron por la habitacin hasta posarse en el asiento que l antes ocupaba al lado del director y…
El aliento se le ator en los pulmones.
Como si la anterior discusin con Snape jams hubiera pasado, el semblante del hombre se suaviz hasta tornarse sereno y culpable
Se acerc a la silla, arrodillndose ante l, Sirius solo pensaba en tocar su rostro y remarcar cada rasgo, enred sus dedos en ese cabello negro que Harry le haba sacado a su James, acarici los elegantes pmulos, el cuello largo y delgado que tantas veces haba fantaseado en mordisquear y reconoci la luz en los ojos que haba odiado pero que ahora amaba porque le pertenecan al hijo de su amado.
El nio lo sac de su ensoacin cuando tom la mano con que le acariciaba y le salt encima, abrazndolo con fuerza, Sirius acept el gesto inmediatamente.
-No sabes cunto tiempo he esperado por conocerte- la dulce voz que le recordaba vagamente a campanillas de viento le susurr al odo y lo nico que pudo hacer fue apretar an ms el abrazo
-Bueno, Severus, acompame por favor, hay algo que quiero discutir contigo en privado, hay que dejarles solos, tienen mucho de qu hablar- el director habl, Severus acept no muy convencido y ambos abandonaron el despacho.
Lord Black escuch la puerta cerrarse a sus espaldas, sus brazos seguan rodeando al pequeo nio, cuntas veces so con ste momento!, hubiese preferido quedarse as pero saba que ya no poda postergar la charla sobre el pasado por ms tiempo, Harry deba saber la verdad, deba saber que l jams haba traicionado a sus padres, as que le solt, pero se mantuvo en su posicin arrodillado frente a l.
-Debes estarte preguntando cosas sobre m, no es as?
-No realmente, lo s todo- Harry sonrea de forma traviesa, haciendo que Sirius sonriera tambin
-Cmo lo sabes? Dumbledore te lo cont?
-S, en parte
-“En parte”?, quin te cont lo dems?, nadie saba sobre m aparte del director
-Me contaron mis padres
Sirius no entendi a la primera lo que haba escuchado, comenz a preocuparse por la sanidad mental del pequeo, haber vivido tantos aos bajo la influencia de personas como Dumbledore y Snape tal vez lo haban trastornado
-tus padres? Pero Harry…
-No es momento de hablar sobre eso, te contar despus, ahora necesito que me escuches Sirius, el abuelo y yo estuvimos hablando, al parecer l necesita de tu ayuda y la de Severus- el hombre hiso una mueca de desagrado, siendo reprendido por la seriedad del nio- s que no te agrada mucho, pero es necesario que trabajen juntos
-El viejo te dijo en qu?
Harry neg con la cabeza al mismo tiempo en que clavaba sus esmeraldas en el gris azulado de su padrino, era un hombre muy apuesto, imaginaba que en su juventud era capaz de mojar bragas y boxers por igual con una sola sonrisa, el tiempo en prisin no le haba afectado tanto como crey al principio, eso solo le demostraba al chico lo fuerte que era el otro hombre, una brisa de orgullo llen su pecho, ahora poda entender un poco la razn por la que su padre le haba querido tanto.
Sirius por su parte no poda dejar de ver al nio, era tan parecido a James en sus facciones, solo que en efecto era pequeo para su edad, realmente pareca un angelito frgil y hasta cierto punto andrgino, podra pasar fcilmente como un prncipe sangrepura. Se sinti dichoso de poderlo llamar Su ahijado, si estuviera libre de cargos y al ser Lord Black, estaba seguro de que en cuanto los dems aristcratas conocieran a su protegido las peticiones de matrimonio y los duelos por su mano seran cosa de todos los das, su Harry era demasiado hermoso, era el Nio-Que-Vivi y era heredero legtimo de dos grandes Casas como lo eran los Potter y Black, estaba agradecido de ser un prfugo de la justicia, antes muerto que entregar su chiquillo a otro.
-Necesito que confes en el director, ahora mismo est hablando con Sev sobre lo mismo, cuando terminen regresarn y te dirn lo que hay que hacer
-Demonios, ese viejo es demasiado astuto, mira que pedirte que me convencieras cuando sabe perfectamente que estara dispuesto a aceptar cualquier peticin de tu parte…!- Harry sonri- en verdad no puedo negarte nada si me miras de esa forma.
Sirius levant al nio del asiento para sentarse l y le coloc sobre sus piernas, le abraz por la cintura y olvidndose momentneamente del director y sus planes, entabl conversacin con l, le pregunt cosas como cul era su comida favorita, si le gustaba el quidditch, en cul casa le gustara quedar y sus pasatiempos.
Compartieron una charla amena, el animago le cont a Harry de sus padres y sus tiempos en la escuela, el nio vio con satisfaccin el brillo en los ojos de su padrino al hablar de tiempos tan maravillosos, siguieron as hasta que Sirius repar en algo
-Cmo est Remus?, Albus me cont que se encarga de darte clases junto a McGonagall
-As es, l ha sido como un padre para m, hoy no se encuentra en el castillo, maana es luna llena y suele irse un da antes para descansar
-sabes lo de…?
-su “problema peludo”? as es, Remus siempre ha sido muy sincero conmigo respecto a eso, dice que debo estar bien informado en caso de que algo malo ocurra
-con “algo malo” se refiere a que pierda el control?
-S, Sev le prepara pocin matalobos y no hay problema con eso, pero no me permite acercarme a l antes del cambio, dice que teme lastimar a su cachorro- el adulto asinti con pesar, se haba librado de la charla con Harry pero Remus no saba nada, tendra que prepararse para enfrentar a su amigo, con suerte no se le lanzara al cuello inmediatamente que le viera.
HHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
-NO Albus, me niego, es no, no, no y definitivamente NO!- Severus estaba fuera de s, estrangulara al anciano si pudiera pero el respeto que le tena lo frenaba, antes crea que estaba loco y acababa de comprobar que era un chiflado cmo se le pudo haber ocurrido semejante estupidez?!
-Vamos, mi muchacho, no seas melodramtico, dudo que te cueste aceptarlo despus de haber estado atrado hacia l
Severus volte violentamente, acaso escuch bien? Cmo es que el anciano saba de su pequeo desliz?
-Oh, no me veas de esa forma, hijo, te conozco desde que eras apenas un nio y a l tambin, no te dejes engaar por su fachada, no eres el nico que cometi un desliz- el director le gui un ojo, invitndolo a regresar a su oficina- vamos, hablaremos en el camino
Todo el trayecto de regreso a la oficina estuvo pensando, Black le odiaba, de eso no tena duda y l por su parte lo consideraba un idiota inmaduro, si solo fuera l mismo el encargado de la misin no habra problema, aceptara gustoso, pero desgraciadamente el pulgoso tambin estaba dentro de la ecuacin, para lograr su objetivo eran necesarias dos personas que reemplazaran a otras dos.
Eso era otro problema.
Llegaron a la oficina y entraron, inmediatamente vieron a padrino y ahijado riendo alegremente, esa imagen lleg hasta su corazn y se pregunt cmo sera si l estuviera sentado al lado del ojigris con el pequeo en su regazo, como una familia.
Mene la cabeza para disipar esa tonta idea.
Harry se solt de Sirius y corri hacia el pocionista agarrndose fuertemente a sus caderas mientras el otro le reciba gustoso enredando sus largos dedos entre las sedosas hebras azabaches
-Bueno Sirius, ya he hablado con Severus pero aun faltas t- Dumbledore tom la palabra tras sentarse en su gran silla- ambos deben de estar de acuerdo con mi plan, muchas vidas dependen de ello, una en especial
El viejo director hablaba muy en serio, su expresin lo demostraba y se lo dio a entender al otro
-Muy bien Albus, Harry cumpli con su misin, ahora cuntame de qu se trata- mir fugazmente al profesor que sostena a su nio, ahora que lo pensaba, el trabajar juntos no le molestaba tanto como crey al principio
-Como seguramente ya te ha informado Severus, Voldemort ha vuelto- un estremecimiento recorri al hombre, ese maldito asesino se las pagara, jams permitira que le pusiera un solo dedo encima a su ahijado- y la vida de nuestro nio corre peligro
Harry se solt del profesor y fue hacia el director, quien coloc una mano sobre su hombro.
-Es por eso que quiero pedirles un favor: quiero que ambos adopten a Harry mgicamente
Lo nico que pudieron hacer Sirius y Severus fue verse mutuamente, ambos por fin de acuerdo en una cosa: Albus Dumbledore estaba total y absolutamente loco