Echó una vista rápida al reloj que tenía en su muñeca pensando que si se daba prisa aún podría llegar a tiempo antes de que cerraran las puertas de aquel sitio ganandose así una buena reprimenda por parte del sensei.
Presa de la adrenalina momentánea desidió cambiar el atajo y dió vuelta a la esquina al final de la calle, bajó por unas escaleras que llevaban a las calles inferiores, y observó victorioso al horizonte pues al parecer aún iba a tiempo; dejó asomar una sonrisa de soslayo con satisfacción y apresuró el paso viendo como a la lejanía comenzaba a divisarse la silueta del instituto –yoosh!- dejó escapar aquel monosílabo enérgicamente, aunque para su sorpresa no contaba con que alguien se interpusiera en su camino: Uno de los chicos que iba pasando junto a su grupo de amigos al ver a Naruto acercarse, colocó su pie en medio de la trayectoria de este, cosa que evidentemente no vio venir, provocándole una caída seca sobre el pavimento.
Las risas no se hicieron esperar, probablemente por la cómica escena que se acababa de formar en mitad de la acera. Algunos chicos curiosos que iban pasando, detuvieron su andar un momento y contemplaron con sorna aquel "incidente", otros mas temerosos decidieron continuar con su trayecto haciendo como si nada.
Aquella cabellera rubia que yacia en el suelo en cambio, le tomó menos de dos segundos reponerse, apoyó ambas manos sobre el tibio pavimento producto del sol y levantó su sortro lleno de raspaduras que seguro formarian pequeñas costras más tarde-T-tú.... ¡Maldito! – Se puso de pie frotándose aquella zona de su cabeza que había comenzado a zumbarle. Estaba dispuesto a enfrentarse al idiota responsable de su caída, el cual le veía con evidente repudio junto a su grupo de amigos.
-Oh discúlpame Naruto-El muchacho le soltó con aspereza –No pensé que la basura fuera tan delicada-rio burlescamente acto que fue sucitado por el resto de sus amigos. El rubio le conocía, se trataba de uno de los integrantes de una pandilla que solía meterse con él-maldito…- murmuró por lo bajo, cabreado por aquella reacción. Desde que tenía uso de razón sabía que no se caracterizaba precizamente por mantener la calma y su mente mequinó que este definitivamente no era el momento de hacerlo. Agarró al chico del cuello de la camisa dispuesto a aventarle un golpe certero en el rostro, pensando en que si el iba a salir lastimado por lo menos no sería el único. El golpe no tardó el asentarse, aunque no contaba con la intervención de los amigos del otro, "grave error" pensó en cuanto se vio sujeto de los brazos mientras alguno de esos chicos le daba un puñetazo en el estómago, provocándole un grito que murió antes de emitir sonido alguno - ¿Qué pasa ahora, eh? Ya no te vez tan decidido- El chico siguió con su palabrería, y Naruto vio un hueco, una oportunidad, uno de sus atacantes bajó la guardia, y este con habilidad aprovechó para safarse del agarre de este y soltar varios puñetazos a los otros, dando una buena pelea a sus agresores. Si, definitivamente la idea de llegar a tiempo había quedado atrás.
El tiempo pasó y pareció perder la noción de este, sólo siendo consciente de esto cuando se vio a si mismo frente al gran enrejado del instituto. Era evidente que las clases habían comenzado pero no tenía ánimos de pensar en eso en ese momento, simplemente se recrgó sobre los barrotes con pesadez, esperó cinco segundos y soltó un suspiro. Su mente imaginó en todos los problemas en los que estaría metido ahora por el hecho de llegar tarde, sumado a que se había metido en otra de sus peleas. No es que le molestara enfrentarse a otros, pero ya estaba en último año y la directora le había dejado muy en claro que si quería terminarlo tendría que dejar los enfrentamientos. Tampoco tenía opción, eran ellos los que empezaban, y él no se iba a dejar doblegar por esas personas, eso jamás. Ni cuenta se dio del momento en el que quedó sentado en el suelo, aún apoyado en los fierros del establecimiento. Revolvió con insistencia su rubia cabellera, deteniéndose al instante al sentir un escozor en la mejilla –Esos malditos….- murmuró llevando uno de sus dedos a la zona afectada para recorrerla un poco-Me las van a pagar, como que me llamo Naruto Uzuma… - Se detuvo de golpe al sentir una leve presión sobre su hombro izquierdo, a lo cual volteó casi de manera mecánica temiendo lo peor, y claro, allí estaba aquella tétrica mirada de uno de sus profesores favoritos –GYAAA- le soltó este del sustó, lo cual le provocó quedar nuevamente de pie ahora frente a su interlocutor – I-ruka sensei –rio con nerviosismo- ¡Q-qué sorpresa encontrarme con usted!
-NARUTO- Le soltó Iruka con – ¿No deberías de estar en clases? – Interrogó sin verdadera curiosidad. Pudo ver por el aspecto del otro que claramente había estado metido en una pelea callejera, cosa que recordaba le habían prohibido tajantemente. Cambió su dura expresión luego de un suspiro cansino y revolvió sus bolsillos en busca de unas llaves- …Ven, vamos a abrirte para que te vean en enfermería – h-hai…- Contestó este y se dispuso a caminar un poco más atrás de Iruka sensei, imaginándose la sarta de cosas que le llegarían. Pensó en huir, pero estaba demasiado agotado para eso y quizás si se explicaba bien podría salir de esta.
Una vez dentro, fue conducido a la enfermería, recibido por un sonriente “Domo” del otro lado de la puerta corrediza; el auxiliar le veía esbozando lo que parecía ser una sonrisa, a través de la mascarilla que cubría su mentón y parte del rostro dejando sus ojos a la vista siendo uno de estos atravesado verticalmente por una cicatriz, - Ohh naruto, que gusto verte por aquí- Comentó divertido haciendo un ademán con la mano para que se acercara.
–¡¡Déjate de bromas Kakashi!! - Le soltó enojado Iruka, quien veía la escena desde atrás – Claramente no debería estar aquí en primer lugar, pero se estuvo peleando y ahora está lleno de heridas.
-Hai, hai – Soltó Kakashi con parsimonia, llevando una mano a su cuello- Eso pude adivinarlo yo mismo, pero bueno…pasen pasen, no sean tímidos – se colocó de pie y trajo una silla más alejada, junto a la suya para que Naruto tomara asiento. El blondo, quien hasta entonces había estado aguantándose las ganas de echarse a reir por la reprimenda de su sensei a kakashi, se limitó a tomar asiento en el sitio en el lugar estipulado con una mirada divertida.
-Te lo dejo a ti – Comentó ya con más seriedad el pelinegro- Tengo que continuar haciendo la ronda antes del cambio de clases- se dirigió a la puerta y volteó desde el marco – Avisaré a Tsunade sama de lo sucedido, así que luego deja un reporte en su escritorio con lo sucedido, ¿Sí?
-Claro… Descuida Iruka- hizo otro gesto dándole a entender que no tenía importancia. Acto seguido el moreno desapareció cerrando la puerta tras de sí – Y bien… - Kakashi acomodó la silla y se sentó al revés en esta, sujetando con las manos el respaldo. Provocando con su mirada que toda sonrisa divertida de aquel alumno desapareciera – ¿Quieres explicar algo?
-No fue mi culpa – Se apresuró a decir, elevando la voz con ello – Ellos comenzaron… tsk – Comentó, carraspeando por lo bajo al recordar lo sucedido.
-Naruto… - Habló serio – Sabes que no puedes seguir peleándote y menos aún en horario de clases –sentenció y prosiguió, mientras revolvía uno de los cajones para sacar un frasquito con desinfectante y unas motas de algodón – Esta vez no podremos seguir encubriéndote, así que tendrás que decirle a Tsunade exactamente que sucedió y esperar lo mejor.
-Kuso…- murmuró para sí apretando los puños por aquella declaración. Kakashi estaba al tanto de su situación, sin embargo, poco podía hacer frente al reglamento escolar- Pero kakashi, si ustedes hablan con ella quizás po… ¡Ayyy!- se quejó al sentir el escozor del desinfectante sobre su piel adolorida que puedo era cubierta por una especie de parches, pudiendo escuchar un “no te muevas” del mayor.
-Bien- Se puso de pie el peliplata –Terminé con las heridas superficiales – volvió a buscar en su cajón unas cosas y sacó un par de pastillas que dio a Naruto junto a un vaso con agua – Bébelo, si quieres puedes descansar un rato antes de ir a tu salón, yo saldré un momento – Terminó de decir con una sonrisita y salió de allí, dejando al herido sólo en la enfermería. Por su lado, iría a hablar un par de cosas primero.
Por su parte el rubio soltó un largo suspiro. De seguro nadie creía lo que había dicho, pese a que era cierto. Bebió las pastillas que Kakashi le dio y se recostó un rato sobre la camilla que tenía frente a él. Al menos le habían permitido quedarse allí un rato, ni siquiera quería pensar en la cara que debía de tener en esos momentos, así que aprovechó de cubrirse con la manta hasta arriba, evitando así que su rostro fuera visible para quien entrara en la habitación, ni cuenta se dio del momento en el que calló rendido por el sueño.
El tiempo pasó y la puerta corredera dio a entender que alguien ingresaba a la sala de enfermería – Disculpe la intromisión…- Asomó su rostro y miró dentro en busca de esa cabellera planteada- Hmmm… Kakashi-sensei debe estar afuera – habló para sí y se adentró al lugar para revolver los cajones. Si el sensei no estaba, eso no era impedimento para hacer aquello a lo cual había ido- Aquí – Sacó una tira de parecetamol y masticó una pastilla para luego tragarla junto a un trago de agua y tomar asiento en una silla- qué útil… nunca está cuando se le necesita – Comentó mientras llevaba una mano a su sien, y pensaba en recostarse un momento, para luego caer en cuenta de que no estaba solo –¿hm? – Alzó una ceja y se acercó a la manta, corriéndola lo suficiente para ver el rostro de la persona dentro.
Al instante unos cabellos rubios se asomaron por el rabillo de la manta, y pudo ver la piel bronceada del dueño, quien ostentaba 3 marquitas en la mejilla visible, a modo de bigotes; a su parecer le daba un aspecto bastante zorruno. El muchacho dormía a rienda suelta, visiblemente por el hilito de saliva que dejaba caer sobre la almohada- Oe Dobe, despierta, de seguro tienes clases y no luces precisamente enfermo…- Le soltó fuerte y claro junto a su oído, provocando una reacción rápida en el otro, quién despertó al instante quedando perplejo por la cercanía con aquel desconocido
-¿A-a-are? ¡Teme, Qu-qué crees que haces ttebayo!-Gritó por lo sorprendido que estaba y se echó para atrás en la camilla, dejando atrás la manta que le cubría el rostro y haciendo visible la otra mitad de su rostro, la cual era cubierta por un parche que rodeaba la mayor parte de la mejilla.
-qué ruidoso eres – Comentó con desgano- Córrete quieres –Prácticamente sacó a Naruto del lugar y se recostó en él – Si no tienes nada más que hacer anda a clases dobe- Le soltó sin más y se rodeo con la manta aún tibia.
-¿Qué? Quién te crees, Baka- Lo encaró furioso por haber sido sacado de su lugar, pero no recibió respuesta del idiota-oe, respóndeme cuando te hablo- nada, el otro de seguro lo estaba ignorando, cosa que le hervía la sangre, pero recordando sus episodios pasados decidió retirarse del lugar no sin antes soltarse un gran “Teme” y dar un portazo con la madera al cerrar la puerta corrediza. El otro chico pareció no darle mayor importancia y continuó durmiendo, aunque en el fondo se había quedado pensando en el rubio, pues le había parecido curioso por decir poco, además que le daba una extraña sensación de familiaridad. Bah, seguro eran tonterías.
Naruto ya del todo despierto volvió a revisar el reloj de su muñeca, y vio que ya estaba en el cuarto bloque de clases, de seguro Ebisu sensei le tiraría una buena bronca, pero decidió no pensar en eso y apresurarse a llegar a su aula. En el trayecto pensó en aquel idiota descortés que lo había molestado de esa forma tan brusca –Teme…- Masculló por lo bajo recordando. Aunque se quedó pensando en el rostro del chico, cosa que por la sorpresa no había hecho antes. Lo que más le había llamado la atención eran esos ojos oscuros como la noche misma al igual que su cabello y contraste que estos hacían con su pálida piel – De seguro estaba enfermo- Pensó ya más calmado, y luego le invadió una extraña sensación, pero decidió no hacerle caso, ya estaba en la puerta del salón. Se paró se puntas y se colocó lo más agachado posible para no ser visto y entró.