Todo está borroso,
Ni siquiera recuerdo en qué momento perdí el conocimiento
Creí que al abrir los ojos estaría de nuevo ahí,
Junto a ustedes,
Cantando esas hermosas letra
Con esas melodías que enamoran
Que apasionan
Que te hacen desear por más.
Pero eso ya no existe,
Estoy en el mismo lugar en el cual perdí el conocimiento,
Mi cuerpo duele,
Siento mis ojos pesados,
Mi garganta está seca,
De mis muñecas brota aquel líquido carmesí tan vital,
Tan metálico.
Es increíble el cómo las cosas pueden cambiar en un segundo
Aun recuerdo mi vida, plena y feliz
Creando música
Creando amor
Creando sonrisas.
Pero eso ya no está.
A diferencia de ustedes mis queridos amigos,
Yo aposte todo a una carta,
Si perdía seria mi fin
Y saben
Yo perdí…
Desde mi nacimiento mi destino estuvo maldito
Era como si no tuviera derecho a ser feliz
A soñar
A desear
Sobre todo, a vivir…
¿Quién soy?
Un huérfano
El cual empezó con nada,
Y termino con nada.
Soy un huérfano
Que a pesar de todo quiso ser alguien en la vida
Y por un pequeño intervalo de tiempo lo logro
Logre llegar a la fama
Algo que sin la ayuda de ustedes no hubiera logrado jamás
Gracias chicos
Me ensañaron la amistad
Y sobre todo me enseñaron el amor
En especial tú,
Te amo Tokiya
Te amo…
Aun recuerdo como termine en este sucio lugar,
En esta pocilga
Recuerdo aquel concierto tan importante que íbamos a tener
A aquel ser tan repugnante que era el patrocinador de ese evento
Recuerdo su mirada
Su mirada en mí
No, en mi cuerpo
Me sentí asqueado por completo
Tenía un mal presentimiento sobre ese hombre.
¿Lo que sucedió después?
Ese hombre dijo que quería hablar en privado conmigo
No tiendo a desconfiar de la gente,
Acepte
Grave error.
Cerró la puerta tras de mi
Me aventó contra el sofá de ese despacho
Y empezó a quitarme la ropa
Decía que me deseaba
Yo estaba asustado
Tenía miedo
Mucho miedo.
Como pude me lo quite de encima
Pero era fuerte
Me golpeo
Pensé que perdería el conocimiento
Pero no me resignaba
Grite lo más alto que pude
Los ruidos en la puerta lo distrajeron
Eras tú
Mi Tokiya me venía ayudar
Pero la puerta estaba cerrada
Intente buscar algo para defenderme
El saco un arma de su chaleco
Me apunto
Creí que moriría
Me llene de valor
Me le avente encima
Forcejeamos el arma
Y lo único que escuche fue un…
BANG!!
Luego silencio
Mucha sangre salía,
Estaba aterrado
Lo había matado
Y…
La puerta se abrió.
El rostro de mi amado era de pánico
Pero no le importo nada
Corrió hacia mí
Me abrazo
Y susurraste que todo estaba bien
Yo sabía que no.
El juicio fue abrumador
La sentencia
20 años de cárcel
No se vio como defensa propia
Sino
Como homicidio
No importo mi menoría de edad
Debía asumir la sentencia como un adulto.
Y aquí estoy
En la cárcel
Solo han pasado 2 años desde entonces
Tengo 20
Y no creo que pueda durar ni un segundo más.
Mi estadía ha sido un infierno
Maltrato
Violación
Tortura
De todo.
Ya no pienso como antes
Ya sé que nada es como antes lo veía
Vi el otro lado de la moneda
La parte oscura que nadie quiere conocer
Mi cuerpo no soportara más,
Intento soportar
Solo por ti
Tengo prohibidas las visitas
Desde hace 2 años no te he vuelto a ver
Ni a ti, ni a los chicos
Los guardias me tratan peor que a los demás reos
Cortesía de la familia del hombre al que asesine
Hoy suplique y me hinque al suelo por esta hoja de papel en la que escribo esto
Hoy será mi último día
El último día de este ser al cual le han quitado todo rastro de inocencia
Hice un trato con los guardias
Es algo común
Me dejaran jugar un juego
Si gano podre salir por 48 horas
No es genial!!!
Si pierdo
Moriré.
¿Alguna vez has oído hablar de la ruleta rusa?
Es un juego
Un revolver
Una sola bala
La pones a rodar y
Aprietas el gatillo
Gana el que no muera
Quizás gane
O muera
Solo quería decir en este papel
Que te amo
Sé que no lo leerás
Puede que nadie lo haga
Puede que me hayas olvidado
Pero no importa
Si, sigo siendo un idiota por creer que hay esperanza
Al quien está frente a mi reja
Dice que ya es hora
Hasta aquí dejo mi escrito
Voy a jugar
Espero ganar
Aun si pierdo te veré
Donde sea que vaya mi cuerpo
Desde ahí te cuidare
Hoy será la segunda vez en mi vida que sostendré un arma de fuego entre mis manos
Y puede que la ultima
Te amo
No lo olvides
Siempre tuyo
Ittoki Otoya.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
-Ishinosse-san- escucho como era llamado por una de las criadas de esa gran casa.
-¿qué sucede?- pregunto seco.
-una llamada para usted- dijo la joven algo intimidada, él le hizo seña y ella le paso el teléfono, luego se retiro.
-¿Quién habla?- en esos años su voz se hizo más imponente y porque no, mas aterradora
-hablamos desde la cárcel de Japón- al escuchar eso se le congelo el cuerpo, hace cuanto no recibía ni una noticia de ese lugar, no, nunca recibió ni una.
-dígame- trago en seco, tenía un mal presentimiento.
-debido a que no hemos encontrado con quien mas comunicarnos, se lo diremos a usted…- lo que siguió luego de esas palabras lo mato por dentro, quería desaparecer, era como si mil cuchillas atravesaran su pecho.
-de… debe haber un error…- dijo con voz temblorosa, sus ojos ya estaban desbordando lagrimas
-no existe ningún error, necesitamos que venga por el chico, eso es todo- no podía creer lo que escuchaba, tanto tiempo y esa era la primera vez que le dejarían ver a su Otoya luego de 2 años, el hombre colgó.
Se apresuro manejo a toda velocidad a ese sitio al llegar solo tenía en su mente el rostro de Otoya, lo vería, vería a su chico, por fin Otoya seria libre de esas rejas, de esa cárcel…
Las lagrimas caían, en su mano una carta, mientras abrazaba a Otoya, con fuerza, con miedo de que desaparezca, por fin lo veía, luego de tantos años.
-sabia que nos volveríamos a ver Tokiya…
Ese fue el susurro del viento, mientras por la ventana los rayo del sol iluminaban a Tokiya abrazando a Otoya, o mejor dicho…
Abrazando su cuerpo inerte…
Las lágrimas no dejaban de salir, como un amor tan dulce, termino en algo amargo, como alguien tan puro perdió su inocencia y como una vida llego a la muerte.
-te amo, mi Otoya, te amo…- fue el susurro, mientras apretaba en su puño esa carta y observaba el cuerpo de su amado, intentando ignorar, la gran herida en su cabeza, producto de la bala…
Aun recordaba las palabras que le dijeron en aquella llamada “el joven Ittoki Otoya, ha muerto, alguien debe venir para hacerse cargo de él”.
“Un día la vida le pregunto a la muerte.
-¿Por qué a ti te odian y a mí me aman?
La muerte respondió.
-Porque tú eres una hermosa mentira, y yo una cruel verdad. ”
OWARI…