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Gracias, Kagami-kun.
'Nunca juzgues a un libro por su portada.' ese fue el gran error que cometió Aomine Daiki, al rechazar el amor que Kuroko Tetsuya estaba dispuesto a darle.
—Fash Back—
Sudor, cansancio y quejas por parte de los estudiantes se escuchaban en el gimnasio de Seirin.
—¡Wahhh....! ¡Ya no puedo mas!— Decía Kise Ryouta, tumbandose al frío suelo del gimnasio.
—Eres un bastardo flojo kise— se quejaba Aomine.
Una pequeña figura sin mucha presencia conocida como Kuroko Tetsuya, se encontraba sentado con una pequeña toalla sobre la cabeza, mientras tomaba agua lentamente. Este mismo se levantó y caminó con dirección hacia Aomine, le tomo de la playera y haló un poco.
—Aomine-kun.— le llamó suavemente el peliceleste.
—¡Tetsu! ¡Maldito bastardo! ¡No aparezcas asi!— Decía Aomine con la mano sobre su corazón y expresión de asombro y sorpresa.
—Aomine-kun, ¿Podemos hablar después de clases?— preguntó Kuroko con su típica expresión neutra, aunque por dentro estaba muriendo de nervios.
—Claro Tetsu.— Respondió Aomine con una sonrisa.
Kuroko no tardo en desviar la mirada para esconder el leve sonrojo que el mayor le había provocado. Las clases pasaron extrañamente rápidas para el peliceleste, salió del salón y al llegar a la salida encontró al peliazul esperandole, Kuroko camino decidido, Era hoy o nunca.
—Oi Tetsu, ¿De que querías hablarme?— Preguntó Aomine mezclado con un fuerte y lento bostezo.
—Esto... bueno...— Los nervios tragaban vivo a Kuroko.
—Sueltalo ya Tetsu.— Decía Aomine un poco desesperado por la lentitud del peliceleste.
—A-Aomine-kun... yo... ¡Estoy enamorado de ti! ¡Me gustas Aomine-kun!— Reveló Kuroko con un leve color carmesí inundando sus mejillas y sus ojos cerrados esperado la respuesta. No esperaba que le correspondiera, pero se sentiría mejor sabiendo que Aomine conocía sus sentimientos.
—¡Hahahahaha!— Aomine comenzó a reír de la nada.
-¿Estas bromeando? Yo no soy homosexual, a mi me gustan las mujeres con curvas y pechos, y no creo que tu puedas darme nada de eso. ¡Hahaha! Asi que por favor sal de mi vida, no quiero volver a verte, no quiero juntarme con alguien del 'otro lado'— dijo Aomine burlándose de aquel que estaba delante de el.
Kuroko simplemente quedo devastado, de un momento a otro sintió como se estrujó su corazón y se rompió en miles de miles de pedazos.
—Comprendo Aomine-kun, adiós.— Dijo Kuroko casi susurrando para hecharse a correr, a correr con todas sus fuerzas sin un rumbo fijo.
Oficialmente, ese había sido su peor dia después de la muerte de sus padres, su corazón se había roto por segunda vez. Ya estaba muy lejos de Teiko, hace algunos segundos que sus orbes de habían aguantado y dejaron salir el líquido cristalino que tanto trataba de retener, el dia no podía ser peor ¿o si?
Unos cuantos truenos amenazaron con dejar caer una abundante tormenta, Kuroko comenzó a correr con dirección a su casa, la lluvia ya empezaba a caer y a empapar al peliceleste, el peliceleste corría bajo la lluvia, era bien una escena deprimente que haría llorar a cualquiera. Mientras corría Kuroko aun seguía pensando en aquella reacción y palabras del peliazul, ahora en la mente y corazón de kuroko solo albergaba un solo sentimiento hacia Aomine.
Odio.
—Fin del Flash Back.—
Hace unos meses que Kuroko había cambiado de escuela, ahora tenía nuevos amigos y aunque tanto se juró no volver a enamorarse, terminó abriendo su corazón a Kagami Taiga, un chico muy parecido a Aomine, aunque había una gran diferencia entre ellos, Kagami amaba y compredía a Kuroko, en resumen, Kagami tenía un corazón real.
Kagami y Kuroko se hicieron grades amigos, un dia como cualquiera Kuroko declaró sus sentimientos a Kagami con miedo a que volviera a ocurrir lo que sucedió con Aomine, lo que Kuroko no se esperó, fue que Kagami le revelara que tambien tenía sentimientos hacia el y que le propusiera ser su novio.
Kagami y Kuroko llevaban un año como pareja, eran felices
Kagami y Kuroko salían de Seirin, puesto que sus clases habían terminado por aquel dia, lo que Kuroko no sabía era que en ese momento, aquella persona que le destrozó el corazón, Aomine Daiki, pasaba frente a su preparatoria, rodeado de chicas de su mismo instituto, chicas dotadas de mucho pecho, curvas y trasero justo como le gustaban al peliazul.
Aomine se había enterado de que Kuroko se había cambiado a la preparatoria Seirin, justo por la que estaba pasando. La curiosidad le obligo a mirar a la entrada de aquella preparatoria, encontrándose con una escena que por alguna razon, le crispó los nervios.
Kuroko estaba abrazando del cuello a un tipo pelirojo con cara de violento, y este mismo tomaba de las caderas a Kuroko, este portaba una sonrisa en su rostro mientras el pelirojo le robaba un beso. Aomine se quiso creer a si mismo que lo que estaba presenciando era un asco, solo eran dos homosexuales, pero ¿a quien quería engañar? Los celos le brotaban como mil margaritas en un jardín, por alguna razon. ¿Por que? El mismo le aclaró al peliceleste que no quería nada con el, y ahora ¿por que sentía celos? Una mirada sacó de sus pensamientos a Aomine, era la mirada de Kuroko, la cual demostraba tristeza y en especial odio, Aomine sintió como toda su alma se derrumbaba ante esa mirada.
Unos minutos después Kuroko ya se había alejado con aquel tipo, en ese momento, Aomine comprendío.
Que ya era tarde.