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Inocente Pecado [HunHan] por Laura Carreon

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Notas del fanfic:

¡Hola a todos! Estoy subiendo de nueva cuenta el fanfic porque debido a un error terminé borrandolo T-T 

La idea es completamente mía, blah blah, no publicar en ningún otro lado sin mi permiso, gracias. 

Notas del capitulo:

¡Hola! Como dije, tuve problemas con el fanfic y lo estoy subiendo de nuevo, sé que no voy a recuperar sus preciosos comentarios T-T pero no voy a elimar el fanfic para siempre, por eso lo subo de nueva cuenta. Soy muy tonta y mientras subía el capítulo diez, lo borré todo </3 maldita vida :c 

Solía ser un niño feliz, lleno de vida, sonriente, amigable. No había día en que no saliera a jugar; le fascinaba divertirse y sobre todo hacerlo con su hermanito menor, Baekhyun, que ante sus ojos era un adorable niño lleno de sonrisas y sobre todo aegyo.

Oh Sehun solía ser un niño como cualquier otro, vivía su vida y hacía sus deberes. Cuando su padre murió, una parte de él asumió que ahora era su turno de comenzar a ser más adulto para poder cuidar  de su familia. Su madre estaba casi siempre ausente, no les prestaba la atención necesaria y trabajaba mucho para  poder entretenerse con algo. Su padre dejó mucho dinero al morir, por lo que no tenían problemas en absoluto, vivían bien. Sin embargo su madre aún estaba afectada por la pérdida de su esposo, nada le satisfacía en lo más mínimo. Hasta que recibió la llamada de su vieja compañera de la universidad; el matrimonio estaba por viajar a Seúl y no tenían donde quedarse, la señora  Oh no dudó en ofrecerle su casa, estaba muy contenta de verle de nuevo, a ella y a su esposo que había sido buen amigo del suyo cuando aún vivía.

No era sólo el reencuentro de los adultos, si no que éstos tenían un hijo, que aunque era mayor, les serviría de compañía a sus pequeños Sehun y Baekhyun que pasaban esas fechas solos porque sus amiguitos salían con sus familias. Sehun era un niño muy inteligente, seguramente trataría estupendo a su hyung. Baekhyun adoraba conocer gente nueva por lo que se emocionó tan pronto su madre se los informó.

El inicio del verano llegó y con éste las ansias de  ver llegar a los visitantes; por eso el día en que llamaron para avisar que estaban de camino, se dedicaron a ordenar la casa y preparar las cosas. Luhan, el hijo de sus amigos, dormiría con Sehun porque era el mayor, y su habitación era mucho más grande. Los tres iban y venían de un lado a otro esperando a que el timbre  sonara avisando que ya estaban ahí.

 

— ¡Mami! —se quejó Baekhyun, retorciéndose en el sofá mientras miraba sus dibujos animados favoritos de la televisión. — ¿Cuándo llegarán tus amigos? ¡Ya quiero conocerles!

—Deben estar por llegar, cielo. Sehun, ¿Acomodaste la cama para Luhan? Quiero que se sientan cómodos. —habló su madre desde la cocina. Sehun estaba realmente encantado por los visitantes, pues su madre se veía mucho más feliz y tranquila. Le haría bien tener compañía adulta.

—Sí, mamá. Ya está todo listo. —farfulló su hijo mayor rodando los ojos, ya comenzaba a impacientarse de tanto esperar; se había  aburrido tanto que se dejó caer en el sofá junto a su hermano mirando esa caricatura tonta que a él no le gustaba para nada.

 

Pasaron cerca de treinta minutos hasta que se escuchó como tocaban el timbre, y los tres saltaron emocionados. La madre se apresuró a limpiarse las manos y caminar hacia la puerta, y los niños apagaron el televisor y se sentaron ordenadamente y se acomodaron la ropa.

Se escucharon murmullos y exclamaciones en la entrada, risas y de más. Los niños alzaron la cabeza para contemplar a los recién llegados pero cuando notaron que avanzaban hacia la sala, se volvieron fingiendo que miraban por la ventana hacia el vecindario vacío.

—Niños, niños. Vengan a saludar, vamos, rápido. —le dijo su madre con una sonrisa enorme; ambos prácticamente saltaron de su asiento y corrieron hacia los dos adultos que estaban junto a su madre. Les dedicaron sonrisas  y reverencias a modo de saludo, logrando que ellos soltaran expresiones como “¡Son tan lindos! ¡Mira que niños tan educados! ¡Son una ternura!” y cosas por el estilo haciendo avergonzar a los pequeños.

— ¿Y su hijo? ¿Dónde está Luhan? — gritó Baekhyun mirando hacia todos lados, arrugando su pequeña naricita en un gesto adorable. Sehun le puso una mano en el hombro y le hizo una seña con el dedo para que se callara.

Los adultos comenzaron a reír.

—Está bajando sus cosas, vendrá en un momento.

Los niños esperaron en el sofá con la vista fija en la puerta; ya querían jugar con su hyung y mostrarle sus juguetes, quizá podrían ir al parque o salir de paseo a algún lugar. Les emocionaba tener un amigo mayor, no solían juntarse con mucha gente de esa edad.

La puerta se abrió nuevamente dejando ver al invitado, cargando unas maletas que seguramente eran su equipaje. Los adultos lo notaron y le animaron a que entrara a saludar y dejara las cosas en el pasillo para llevarlas después.

Los ojos de los pequeños brillaron de emoción. Su hyung era altísimo, tenía una cara amable y una vez suave.

¡El mejor hyung del mundo!

O eso creyeron ellos la primera vez que lo vieron.

 

—Lamento mucho la tardanza, madre. Creo que traje más cosas de las necesarias… —se disculpó el muchacho con una leve sonrisa en los labios.

Se encargaron de poner sus cosas en la habitación y sentarse a la mesa a comer. Los adultos se decidieron por salir al súper para  comprar comida y otras cosas  que los niños y ellos mismos podrían querer comer más tarde. Tenían muchas actividades en mente para los siguientes meses.

Los niños se quedaron jugando un rato; Luhan había estado sentado en la mesa de la cocina con su teléfono móvil riéndose de quien sabe qué cosa mientras los demás esperaban que terminara para poder jugar. Después de un largo rato, se aburrieron de esperar. Baekhyun hizo un berrinche y gritó que se iría a dormir un rato a su habitación y pidió que le despertaran cuando la cena estuviese lista.

Sehun, por su parte era más insistente. Él quería jugar; siempre había querido un hermano mayor y ahora que Luhan estaba ahí, podía proporcionarle esa felicidad. Estuvo un buen rato rondando a Luhan, queriendo llamar su atención pero todo resultó inútil.

Harto de no conseguir atención, se puso a un lado de su hyung y alzó la cabecita pues aún era  muy bajito en comparación del otro.

 

— ¿Qué es eso, hyung? ¿Me dejas ver? —preguntó curioso, pero el mayor simplemente bufó y cerró su móvil colocándolo sobre la mesa.

—No, no  te dejo ver. ¿Por qué no te vas por ahí a jugar, niño? —gruño poniéndose de pie. Se dirigió hacia las escaleras dispuesto a ir al segundo piso, a su habitación. Sin embargo, Sehun corrió detrás de él sujetando fuertemente el balón entre sus manos. Los padres de Luhan le habían dicho que a él le gustaba el futbol y aunque él no era bueno jugando quería compartir eso con el mayor. Seguramente se divertían de todos modos. Luhan tenía una cara amable.

— ¡Yo quiero jugar contigo! —exclamó enfurruñado, subió los escalones casi a tropezones porque el otro se movía muy rápido. Ambos se adentraron en la habitación que ambos  iban a compartir, y Luhan se tiró sobre su cama con una mueca en su rostro. Ese niñito era un dolor de cabeza. — ¡Mamá dijo que te gusta el fútbol! Tengo un balón. Anda, hyung, vamos a jugar.

Hizo un pequeño puchero, se había fijado que a Baekhyun le funcionaba hacer aquello cuando quería algo.

Luhan se puso de pie y le jaló del cabello, haciéndole gritar en sorpresa y dolor.

— ¡Vete de aquí y déjame solo, joder! —le gritó sin importar que Baekhyun dormía a dos puertas de ahí. Sehun se removió y llevó sus manitas hasta la mano del más grande para intentar zafarse, sólo logrando que el otro jalara mucho más fuerte, haciéndole soltar lagrimitas  de dolor.

— ¡H-hyung… y-yo sólo q-quería jugar contigo! —chilló herido, llorando porque su cabeza dolía y el mayor no le soltaba.

El mayor  soltó una carcajada y lo zarandeó empujándolo contra  la cama. Sehun no alcanzó a sostenerse  y su espalda golpeó contra la cama, causándole dolor. Se quedó tendido en el suelo sobando con una mano su cabello y con la otra su espalda, lloriqueando quedamente.

¿Por qué su hyung era tan malo? ¿Todos los chicos eran así en China? Sehun no podía comprender que había hecho mal.

—No quiero jugar. Ya no soy un niño, no me molestes. —le indicó. Parecía realmente molesto, incluso si tenía una linda cara, ahora no creía que fuese una buena persona del todo.

Como pudo, el niño se puso de pie y con sus manos se talló los ojitos, hipando y mirando al muchacho frente a él.

— ¡Eres malo, hyung! Yo sólo quería jugar contigo, tú me golpeaste. —le reprochó. Para tener nueve años, Sehun era un niño muy asertivo. El mencionado caminó hacia él y le dio un empujón haciéndolo rebotar contra la cama una vez más.

Apretó los ojos y se quejó de dolor una vez más. ¿Qué rayos le pasaba a ese hyung? Se preguntaba apretando su labio entre sus dientes, nervioso.

— ¿Jugar? ¿Lo que quieres es jugar conmigo, Sehun? —cuestionó entrecerrando los ojos. El niño asintió tratando de reprimir su llanto, no quería llorar otra vez frente a él. Luhan era malo. —Entonces vamos a jugar un juego que me gusta a  mí. Mi juego, mis reglas ¿Entiendes?

Sehun, inocente de su destino, asintió emocionado ante el cambio de actitud en su hyung. Aunque Sehun no estaba seguro de que juego iban a jugar en el momento en que Luhan le bajó los pantalones y lo empujó sobre la cama. 

 

 

Notas finales:

Iré subiendo los capítulos seguidos T-T 

Lo arruiné todo, de verdad lo lamento, espero poder publicar también el capítulo diez :c


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