Era de madrugada en la casa Kirkland, el británico seguía durmiendo, Francis y Alfred le obligaron a dejarles pasar la noche en su casa, convirtiéndose en sus huéspedes, como Arthur no quería que lo siguieran molestando acepto con la condición de que estos se quedaran tranquilamente, lo cual milagrosamente ambos realizaron. Estos dos huéspedes al despertarse se fueron a alistar el desayuno e idear su plan para averiguar quién era esa persona a la que el británico visitaba, junto con el plan de alejarlo de esa persona…
Francis: -seriamente- mira Alfred, el asunto es que no podemos ser obvios ya que Arthur es muy perspicaz y con la mínima acción que le haga sospechar nos descubrirá.
Alfred: -sonriente- eso yo lo sé –se ríe- pero esta alianza de nosotros dos es solo temporal, porque después que alejemos a la amenaza, volveremos a nuestra lucha individual por Arthie...
Francis: -sonriente- claro…Entonces todo está muy claro…. Ahora a esperar el momento.
Y así ambos comieron tranquilamente y al llegar las nueve y media de la mañana el británico se despertó y se alisto, una vez alistado, bañado y peinado, fue a la cocina a darles el respectivo saludo a los huéspedes y tomar su desayuno usual, un te blanco acompañado de unos dulces de diferentes procedencias eso sin dejar atrás su amado Croissant, que era su postre favorito. Una vez satisfecho el británico se iba a dirigir a preparar su vestimenta y regalos para el día de hoy en la noche, después de todo Yao era un buen amigo suyo, el francés y el americano estuvieron vigilando lo que hacía, y como preparaba aquellos regalos tan limpiamente y cuidadoso como siempre, ellos no podían observar que era lo que había dentro de los regalos ya que lo estaban espiando a través de la puerta que estaba medio abierta, en completo silencio ambos observaban lo que el caballero hacía, una vez que el termino de alistar sus regalos, empezó a escoger su ropa, entre sus trajes saco un traje café claro el cual estaba hecho de una tela suave como la seda pero rígida, eligió su respectivos zapatos los y pantalón, era un look con colores cálidos que hacían resaltar sus cabellos color dorado y sus ojos color esmeralda que sobre salían con la luz dándoles un toque misterioso, romántico y llamativo; los dos espías se quedaron boqui abiertos al ver al inglés con tal traje, y se sonrojaron pero también su miedo de que él se había enamorado aumento, el inglés se quitó el traje que se había puesto por encima de su vestimenta y convencido lo aparto y lo guardo, se dirigió hasta la puerta, al dirigirse tanto como el americano como el francés salieron rápidamente al comedor a actuar como si nada pasara.
Arthur: -saliendo de su habitación- ¡Alfred! –Grito-
Alfred: -llega caminado- ¿Qué sucede Arthie?
Francis: -se pone a espiar la conversación desde la cercanía-
Arthur: ¿a qué horas es la fiesta? No debemos llegar tarde…
Alfred: a las cinco de la tarde, no llegaremos tarde tranquilo –se ríe- además apenas son las dos de la tarde…”no le diré nada a Francis y me cambiare rápido para que Arthur lo regañe y así ganar más de su afecto”
Francis: “me iré a cambiar antes que Alfred lo haga así tendré un poco más de la estima de Arthur” –se dirige silenciosamente a cambiarse-
Arthur: por favor ve a hacerlo ya tú te demoras mucho alistándote, yo también me iré a cambiar, además quiero comprar cosas antes de llegar al barrio chino. Ve y avísale al idiota pervertido.
Alfred: claro…”ir a comprar algo, pero si ya tiene sus regalos…. ¿qué más comprara?”
Así Alfred fue a cambiarse lo más rápido posible, mientras Francis ya se había cambiado muy rápidamente y fue a ver en que había deparado aquella conversación, al ver que ambos no se encontraban supuso que se habían retirado a cambiarse, fue cerca del cuarto del inglés donde la puerta no estaba totalmente cerrada, y se fijó que hacia el británico, cuidadosamente y sin abrir más la puerta empezó a espiar, y vio como estaba el británico sin corbata y con los primeros tres botones de su camisa descubiertos donde su cuello se dejaba notar y su silueta sensual lo cual puso al francés a babear. Arthur que no se había percatado de la presencia del francés se empezó a desvestir muy sensualmente, y su mirada vaga le daba un aspecto muy misterioso, sensual, sexy y más, el francés estaba agradecido con todo el universo por tener aquella vista tan hermosa del británico quien tenía unos brazos delgados pero bien formados ,fuertes; un abdomen delgado pero rígido su contextura no era excesiva lo cual era muy sensual y lo que mataba a todos esos hombros tan fuertes y perfectamente colocados, el francés no sabía hasta cuando dejaría de babear, en eso oyó unos pasos y supo que era Alfred así que tuvo que dejar de espiar al británico, pero se fue a verificar si venia y cuando fue y no vio nada regreso a su espionaje, pero el inglés estaba prácticamente vestido, ya se estaba abrochando la camisa, el inglés se empezó a dirigir a la puerta, entonces Francis salió al comedor pero Alfred estaba allí así que no podría decir que él fue el que se alisto más rápido, porque si lo decía le preguntarían que entonces donde había estado y el francés no quería informar de su espionaje, así que solamente se sentó, lo cual hizo sospechar a Alfred y sin decir nada esperaron a Arthur.
Arthur: -saliendo de su habitación y dirigiéndose al comedor- “me pregunto si él tenía que trabajar hoy también….”-llego sin darse cuenta- ah vaya ambos ya están aquí que rápidos…
Alfred: -ríe- si verdad Arthie somos muy rápidos y tu diciendo que yo soy lento “como se enteró Francis de que había que cambiarse, yo no le dije nada, maldita sea….”
Francis: -ríe- si Arthie aun que tú eres el que se ve más elegante...
Arthur: oh rara vez me dices un cumplido, supongo que esta vez me lucí, o que tal vez no eres tan mala persona…
Alfred: -ríe- tu sabes Arthie que él se refiere a que él se vería mejor y más elegante con eso, lo conocemos bien… “esta indirecta es la mejor”-ríe internamente”
Francis: “maldito Alfred” no nada que ver Arthie… -lo mira-
Arthur: no importa lo que piensen ustedes dos, es por la fiesta que me vestí así, así que no importa si me veo bien o mal… “¿de verdad me veo tan mal, y si a él no le gusta o se avergüenza?…. cierto él dijo que” dicho esto –recobrando su seguridad al recordarse de las amables palabras del asiático” tenemos que ir a comprar unas cosas que Yao me encargo. “él dijo que sin importar como me viera ese día el me saludaría…”
Y de esta manera este trio se dirigió hacia el supermercado a comprar especias, allí se distrajeron con las emociones de Alfred y los ligues de Francis con cada chica que veía y sin darse cuenta ya faltaban veinte para las cinco, el cálculo del inglés fue correcto, ya que él sabía que aquello pasaría, pero lo que él no sabía era la razón por la que aquellos dos hacían eso, el inglés se veía tan bien que atraía las miradas de las personas, así que Francis ligaba con las chicas para que no se acercaran a Arthur y Alfred atraía personas a otras partes para que no fueran a donde Arthur. Y de esta manera sin darse cuenta el británico de lo sucedido internamente, se dirigió al barrio chino y llegaron exactamente a las cinco en punto. El bondadoso Yao los esperaba en la entrada del su enorme nueva tienda, que iba a ser su lugar de descanso y charla durante todas las actividades del barrio chino, llegaron allí y notaron al chino sonriente.
Yao: bienvenidos aru~ ¿vinieron todos? –refiriéndose a Arthur, se asoma su cabeza para ver más atrás-
Alfred: -ríe- si aquí esta –señala junto a el-
Arthur: -saluda a chino- gracias por la bienvenida Yao, espero que el día de hoy todos pasemos un rato agradable.
Yao: -sonrojado- n…no es nada Arthur… yo soy quien debería decir eso después de todo soy el anfitrión…. Hablando de todo un poco ahí alguien a quien le debo presentar, entremos en la tienda.
Todos entraron en la tienda, pero había una persona que los veía escondidos que de verdad se alarmo cuando vio al inglés tan conocido, el solo se quedó espiando.
Yao: enseguida vuelvo, mientras vean la tienda... –se va a donde se encuentra el japonés- Kiku es hora de salir a que conozcas a todos...
Kiku:- nervioso asiente-
Arthur: -al entrar vio un conjunto de magia que lo emociono e hizo muy feliz entonces cuando el japonés iba saliendo el británico tenía una sonrisa infantil que lo hacía verse muy lindo, ante la cual todos los presentes se sonrojaron-
Yao:-sonrojado- ve…vengan por favor aru….
Todos se acercaron, y ahí fue donde la mirada del japonés y del británico, se encontraron de nuevo, el inglés solo le sonrió y no dijo nada por respeto a Yao quien iba a hablar.
Yao: él es mi hermano, Honda Kiku…Kiku ellos son Alfred Jones, Francis Bonnefoy… y Arthur Kirkland – señalándolos educadamente y respectivamente mientras decía sus nombres-
Kiku: - impactado al conocer que la persona quien veía tanto últimamente era el amor de su hermano mayor, la culpa empieza a caer, y los nervios de no saber qué hacer- mucho gusto estoy a su cargo.
Arthur:-agarra la mano de Kiku y lo mira directo a los ojos- el gusto es todo mío –le besa la mano y se inclina levemente-
Francis: -celoso- mucho gusto Kiku –le sonríe-
Alfred: -celoso ríe nervioso- el gusto es mío Kiku….
Alfred y Francis: “así que esta es la persona….”
Yao: “¿por qué Arthur hizo algo como eso?… que suertudo que es Kiku aru…”
Arthur: me disculpan me lo robare un poco… -se lleva a Kiku causando más celos entre los presentes-
Kiku: -sonrojado- ¿Qué está haciendo?
Arthur: así que tu nombre es Kiku, eres hermano de Yao y no me saludaste… creí que habías dicho que sin importar quien fuera o como me viera hoy me saludarías.
Kiku: si lo dije –sonrojado- “se ve muy apuesto hoy como se supone que lo saludaría, además él es la persona que Yao ama…”me alegra verlo Asa-kun.
Arthur: ¿Asa? Ah cierto como eres asiático no pronuncias la ere, no importa ese apodo me gusta pero deja el kun es muy formal. –le sonríe-
Kiku: -se sonroja- “esto definitivamente es una prueba de Dios para ver qué tan buena persona soy” ¿entonces Asa-san…?
Arthur: me gusta… -seriamente- volvamos con los demás...
Una vez que volvieron donde se encontraban los demás, vieron el sonrojo de Kiku lo que a los presentes los celo, pero actuaban como si nada pasara, Francis y Alfred notaron que la sonrisa de Arthur era la misma que todas esas veces que llegaba con los ánimos elevados, entonces ahí se percataron que estaban en lo cierto que Kiku era esa persona a la que Arthur iba a ver; todos salieron de la tienda y fueron a disfrutar del espectáculo del barrio chino, aquello era grandioso y muy tradicional, todos batallaban por la atención de Arthur, pero el con predominancia se la daba a Kiku, llego un momento del carnaval donde ellos se tenían que mover a otro lugar, y mientras se dirigían y observaban las luces y diferentes cosas entre la gran cantidad de personas presentes, en determinado momento paso lo menos deseado para los tres no correspondidos…
Francis: ammm ¿y Arthur? “maldición”
Alfred: -alarmado- nos separamos…. “ahora está a solas con el japonés”
Yao: ¿queeee? Aru ahí que llamarlos… “suertudo Kiku”
Mientras en un pequeño parque del barrio chino…
Arthur: -en llamada con Alfred- si estamos en el pequeño parque Yokohama, si esperaremos aquí, no nos moveremos.-termina la llamada- Kiku ahora debemos esperar aquí…
Kiku: ammm si…. –nervioso-
Arthur: hoy no hablas con migo como siempre ¿qué pasa? ¿Enserio te incomodo tanto?
Kiku: -alarmado- eh no para nada asa-san es solo que… “se ve demasiado apuesto y soy un egoísta por quererlo para mi aunque mi hermano guste de usted…”
Arthur: es solo ¿que?
Kiku: es solo que ahí un tema que me tiene pensativo hoy…
Arthur: enserio ¿qué es? –Curioso- digo –aclara su voz- si puedo saber...
Kiku: ¿Qué haría usted, si a usted le gustara la misma persona que su hermano?...”me pregunto qué dirá”
Arthur: es una pregunta difícil “le gusta alguien más… ya veo… igual no me rendiré” aunque sea mi hermano, si me gusta alguien esa persona debe estar conmigo, puede que sea algo egoísta, pero cada quien es egoísta a su modo, además el amor es así, incluso entre hermanos puede existir la competencia, así que no hay que tomarlo a la ligera, menos por ser tu hermano, ya que dañarías su orgullos si simplemente dejas de amar a esa persona por que tu hermano también la ama, lo haría sentirse ofendido, no hay que sentirse culpable, ya que ambos deben dar lo mejor de sí, porque al final el que decidirá no son ustedes sino esa persona, así que no hay que tener resentimientos. Después de todo son hermanos y deben tener cosas en común, eso también erradica en los gustos por las personas.
Kiku: -asombrado- ya veo, entonces no hay problema en que quiera a Asa-san para mi “mierda lo dije en voz alta, ahora que hare….”
Y de esta manera termina el capítulo dejándonos una confesión, espontanea de un pensamiento dicho en voz alta, dicho por error…