—¿Por que...?— Se preguntaba irritado un chico de cabellos verde pasto, conocido como Midorima Shintarou, ¿Por que estaba irritado? Como todos sabemos, tiene una increíble obsesión por el horóscopo y sus objetos de la suerte. El objeto de la suerte de hoy: Acuario. Midorima caminaba por los pisos del centro comercial, caminaba a paso rápido, acomodando sus lentes como es de costumbre. Midorima desprendía una horrible aura de Molestia, que alejaba, asustaba y ahuyentaba a todo aquel que pasaba cerca de el. El peliverde entró a unas de las tiendas de aquel centro comercial, estilo mitológica, se podía observar miles de objetos de todos los signos, desde Leo hasta Capricornio. Midorima se acerco al mostrador y llamó la atención de la chica que estaba a cargo. —Perdone, ¿Tiene algún objeto de signo acuario?— Preguntó Midorima acomodando sus lentes. —Perdone usted, el último se lo llevaron hace una hora.— Dijo la chica tratando de sonar amable. —Hmp, muchas gracias.— Dijo un muy irritado Midorima, ya caminando a la salida. Se habían llevado el último, esta vez se podían apreciar los mil demonios que salían del peliverde, las personas mantenían por lo menos 3 metros de distancia de Midorima, era aterrador. De un momento a otro, el peliverde escucho su tono de mensajes, tomo su celular se su bolsillo, encendió la pantalla y se encontró con un pequeño letrero. Usted a recibido un mensaje de "Bastardo Daiki" —¿Que es lo que querrá este bastardo...?— Susurró Midorima para si mismo. Para: Midorima. De: Bastardo Daiki. Oi Midorima, ven a casa de Tetsu, estamos todos aqui, incluido el bastardo de Bakagami, ¿Acaso no recuerdas que dia es hoy? ¡Es tu cumpleaños bastardo! (#`•Π•). Bastardo Daiki. —¿Mi... cumpleaños...?— Claro, hoy era su cumpleaños.
Midorima se dirigió a casa de Kuroko, tomo el metro y caminó unas cuantas calles. Llegó a la casa de Kuroko y tocó, nadie respondía, intentó entrar, la puerta estaba abierta, entró y todo estaba oscuro, las luces estaban apagadas; con sus manos trató de buscar el interruptor, lo encendió y... —¡Feliz cumpleaños Midorima!— Y efectivamente estaban todos, incluidos su inseparable amigo pelinegro y el Bakagami. Estaba un poco sorprendido, no esperaba que le celebraran el cumpleaños provocandole un paro cardíaco. Toda la tarde se la paso comiendo y platicando con todos los chicos. —Chicos voy a salir un rato.— Dijo el peliverde. —Esta bien. ¡Bastardo Bakagami!— Grito Aomine ya que Kagami le estaba robando la comida. Midorima salió, ya era bastante tarde, camino varias calles hasta un parque cercano, ya llegando se detuvo, desde hace un rato escuchaba unas pisadas detrás de el, las pisadas tambien cesaron, Midorima volteo. —¿Quien esta allí?— Preguntó Midorima listo para defenderse. —M-Midorima-kun.— Detrás de un pequeño árbol salió nuestro pequeño chico de poca presencia, Kuroko Tetsuya. —¿Kuroko...?— ¿Que hacia el aqui? —Esto... Midorima-kun, ten.— Decía kuroko con un leve, muy leve sonrojo en las mejillas, le entregaba una pequeña bolsita de color verde. Ahora que se daba cuenta, no había visto a kuroko durante toda la celebración. —Feliz cumpleaños Midorima-kun, siento no decirtelo antes pero es que no sabía que color escojer para la bolsa de tu regalo y me retrasé.— Dijo Kuroko un poco avergonzado aun extendiendo la pequeña bolsita de color verde. —No te preocupes, g-gracias.— Aunque no lo demostraba, Midorima estaba feliz, hace algún tiempo, el empezó a desarrollar sentimientos por el peliceleste, si, el mismo Midorima. —¡Mm! Me alegro, espero que te guste.— Dijo kuroko sonriendole tiernamente, si, el mismísimo Kuroko le estaba mostrando su sonrisa. —S-si.— Midorima Shintarou, estaba sonrojado. Ambos se sentaron en una banca cercana, Midorima miro aquella bolsita que había sido entregada por la persona que no lo dejaba dormir. Midorima comenzó a abrirla, encontrándose con una hermosa pequeña estatua de una mujer derramando agua de un cántaro, eso... eso era un objetivo Acuario. —Esto yo... pensé que te gustaría ya que oí que los objetos acuarios son difíciles de conseguir y como tu siempre llevas objetos de la suerte, pensé que te sería útil.— Dijo un levemente sonrojado Kuroko, desviando la mirada. Para Midorima, esa era una vista traída del cielo por los mismísimos dioses, aunque no lo admitiría, esa vista le parecía un tanto erótica. —M-muchas gracias Kuroko.— Dijo Midorima con un leve, LEVE, sonrojo. Allí en donde se encontraban, empezaba a hacer un poco de frío. Kuroko comenzó a temblar un poco. —Me alegra que te halla gustado.— Volvió a sonreirle Kuroko, aunque aun temblaba. Midorima se dio cuenta de esto, y en un rápido movimiento tomo a Kuroko entre sus brazos, dándole un cálido abrazo, Midorima sabía que al hacer esto podía perder a Kuroko, pero tenía que arriesgarse. —¿M-Midorima-Kun?— Kuroko estaba un poco sorprendido, Midorima, Midorima Shintarou le estaba abrazando en ese momento. —Gracias Kuroko.— Midorima estrujaba cada vez mas a Kuroko entre sus brazos. —Midorima-kun...— Kuroko correspondió al abrazo de Midorima, rodeando el cuello de este con sus brazos. Midorima estaba sorprendido, ¿Kuroko le había correspondido el abrazo? ¿Estaba soñando o que? Por otra parte, se preguntaran por que Kuroko le había correspondido a Midorima, sencillo, Kuroko tambien tenía sentimientos por Midorima, desde el primer dia que lo vio. Por su parte Midorima escondió su rostro en el cuello de Kuroko, y de un momento a otro, le pasó la lengua a aquel blanquecino cuello, Kuroko se exaltó un poco y se sonrojo violentamente. —Me gustas Tetsuya.— Al fin reveló el peliverde con un poco de temor. —M-Midorima-kun...— Kuroko estaba sorprendido, Midorima... Midorima se le había confesado. —Tu tambien me gustas Shintarou-kun.— Reveló tambien Kuroko. Midorima estaba mas que feliz, había sido correspondido por la persona que amaba. Midorima se separó lentamente de Kuroko y lo miro a los ojos, Kuroko se sonrojo por tener esa penetrante mirada sobre el. Midorima se acerco a Kuroko lentamente buscando sus rosados labios, Igualmente Kuroko se acerco a Midorima cerrando los ojos lentamente. Ambos juntaron sus labios en un cálido y dulce beso, que al paso de unos segundos se volvió salvaje y apasionado, Midorima pidió paso para adentrar su lengua a la cavidad de Kuroko, este sin titubear le cedió el paso a Midorima, abriendo su boca para dejar pasar la traviesa lengua de Midorima. Midorima explotaba lentamente la cavidad bucal de Kuroko y la degustaba como si fuera un delicioso dulce, un dulce con sabor a: Vainilla. Midorima y Kuroko se separaron por la falta de aire con un pequeño hilito de saliva que los conectaba. Midorima cargo a Kuroko al estilo princesa y comenzaron a caminar, Kuroko no protestó. —¿Sabes? Justamente el objeto de hoy, era acuario.— Le comentó Midorima. —Lo que me regalaste me sirve perfectamente, pero el acuario que quiero ahora, lo tengo entre mis brazos.— Dijo Midorima con una sonrisa dibujada en su rostro. —Mi objeto de la suerte de hoy y para siempre, eres Tu.—