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Gracias Ford por michelle483

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Notas del capitulo:

Prompt: Escribe una historia que tenga lugar en los 50's

El fic particio en ul sorteo de THficcion

“Gracias Ford”

 

California, Estados unidos– 1957

 

El reloj de mano de nuestro chico cabello negro como el ébano, marcaban las doce en punto, medio día, Era un día atareado en la revista “Monsoon”  Bill kaulitz su nombre, era el escritor de la revista en el sector de moda, hoy definitivamente no era su día, no surgían las ideas.

 

—No surgen, las ideas—mordió la goma del lápiz, ajusto sus lentes azules y siguió escribiendo borradores.

 

— ¿Ya está? —Pregunto Diana Valentine, la secretaria de David jost, su jefe,  llevaba puesto un vestido floreado y tacones rojos; su cabello naranja ondulado iba adornado con un moño rojo.

 

—No es tan fácil Diana, no me surgen las palabras…—trato de explicar afligido.

 

—Pues apresúrate, haz estado así casi una hora, y David necesita eso hoy—declaro, dejando al chico de cabello largo hecho un relajo de ideas.

 

Bill arreglo su suéter y su corbatín azul, dio un profundo un suspiro y empezó a escribir lo más ingenioso que se le venía a la cabeza, ¿Qué tan difícil era hablar sobre la nueva moda de los vestidos de puntos y cinturones?

 

Ahora el reloj principal marcan las cuatro de la tarde y ya iban a cerrar el lugar, Diana le hecho a un vistazo a su compañero y retiro la vista. David salió de su oficina y fue directo al escritorio de su secretaria.

 

— ¿Ya están listas las reseñas? —pregunto metiendo su mano izquierda en el bolsillo de su pantalón azul.

 

—Si—asintió—pero falta una, la de Bill—jost rodo los ojos y se dirijo a donde el joven.

 

— ¿Terminaste? —llego en son de paz por el momento.

 

El chico levanto el rostro asustado, arreglo su escritorio como pudo y negó mordiendo su labio.

 

— ¿¡Que!? —Bill agacho la cabeza apenado; David se lamentó por haberle gritado y exhalo sonoramente, le miro frustrado y a la vez cansado—Mañana hablamos, por ahora solo vete a casa…—finalizo.

 

—Si…—murmuro pulverizado, Sin decir nada más agarro sus cosas y salió al estacionamiento; saco las llaves de su auto; un Ford rojo metálico, su mayor orgullo. Salió del estacionamiento y para apaciguar su ánimo puso la radio, en la estación estaba sonando “Jailhouse Rock” de Elvis Presley era una bomba en esos momentos; ese sujeto era un icono pero a Bill no le gustaba en lo más mínimo así que puso su casete de Bill Halley y se fue escuchando “Rock Around the Clock”

 

—Lo siento Elvis, Harley es mejor—Le guiño el ojo a la radio.

 

*   *  *

 

Bill llego a su casa y dejo su portafolio en la entrada.

 

—Hola casimir—saludo a su gato y lo cargo un instante.

 

—Llegaste—salió su madre a abrazarle con cuidado ya que tenía sus guantes de látex llenos de jabón con agua. — ¿Qué tal tu día? — miro a sus ojos color avellana.

 

—Ni me lo preguntes—Negó y se retiró a su cuarto, se encerró, se lanzó a su cómoda cama y aunque era muy temprano, el cuerpo no le daba más.

 

<>

 

Esas palabras fueron las primeras que hicieron al despertar, se maldijo un poco y se levantó a darse una ducha y hacer la rutina de todos sus días. Encendió su Ford y salió del garaje.  En el camino a su trabajo su preciado auto, le empezó a salir humo del capot luego su carro se apagó. Oh, por un…. ¡lo que faltaba! <>—Rogo, lo encendió y el motor encendió, necesitaba ir a un mecánico urgentemente.

 

Al llegar al lugar se encontró con un lugar muy amplio, entro su carrito y lo estaciono, salió y miro hacia alrededor; chicos por todos lados arreglando autos, música Chuck Berry a un alto volumen, en las paredes se encontraba un calendario con chicas Pin-up.

 

— ¿Necesitas ayuda lindo? —el escritor se dio la vuelta y miro hacia el hombre que le había llamado así, traía un palillo de dientes siendo mordido por los susodichos, unas rastas rubias peinadas hacia atrás y un pañuelo rojo lo utilizaba como “diadema”; vestía unos pantalones azules y una camisa blanca y usaba una camisa desbotonada color azul navy.

 

— ¿C-cómo? —tartamudeo, El chico silbo cuando le echó un vistazo al auto que traía el chico.

 

—Bonito Ford—lo acaricio un poco—rojo metálico ¿eh? —lo miro de lejos

 

—Es un Ford Fairlane Crown Victoria de este año—le dijo orgulloso—pero ese no es el caso—borro rastro de la anterior conversación—Hace unos minutos saco humo del capot y se apagó—tras la explicación el hombre se sacó el palillo de dientes y fue enfrente del auto; Abrió el capot y el humo blanco se esparció por todas partes. El rubio se alejó y le dedico una sonrisa coqueta al de lentes.

 

— ¿¡Que le pasa a mi auto!? —exclamo sumamente preocupado.

 

—Tranquilo lindo—Su salvador se inclinó y observo detalladamente el motor—mmm…ya tienes varias partes de tu motor dañadas, pero tranquilo se pueden arreglar—mordió nuevamente el palillo de dientes.

 

 Bill puso sus manos en la cintura y acepto

 

— ¿Cuánto saldrá?

 

—Sesenta—dijo tranquilamente

 

— ¿¡Sesenta!? —reclamo

 

—Tranquilo lindo, es justo, esas partes son caras y más que tu carro es del año—como odiaba le llamara Lindo, estaba empezando a odiar este hombre.

 

—Está bien—asintió de mala manera

 

—Te lo doy mañana—A Bill le dieron ganas de explotar pero lo dejo pasar, tomaría un taxi, qué más da. Cuando Bill se fue, Georg un chico de cabello largo y castaño se acercó donde el rubio.

 

—Ya estas seduciendo a los clientes—acuso.

 

Si Bill pensaba que había empezado el día con el pie izquierdo entonces faltaba que llegara al trabajo, porque estos momentos Bill se encontraba en la oficina de David donde recibía el sermón del día.

 

—Mira—el castaño tiro la cabeza a un lado—No tengo quien escriba la reseña social así que tú lo harás, se trata de “los intereses de los hombres en la actualidad” —explico—será de una página y lo quiero en cuatro días, si no te pasara lo mismo que le paso al anterior ¿claro?

 

Un mal día ya que él no era nada sociable, solo conocía a sus amigos que sus únicos intereses eran estudiar como locos todos los días, bien podría escribir un párrafo sobre eso, pero de ahí estaba obsoleto.

 

Al siguiente día Bill fue al mecánico y ahí estaba aquel molesto chico.

 

— ¡Lindo! —le llamo

 

— ¡No me digas así! —Grito— ¿¡Dónde está mi carro!? —Hecho un vistazo al nombre del chico que estaba en su chaqueta—Tom…

 

— ¿Cómo sabes mi nombre? —El pelinegro rodo los ojos.

 

—Lo tienes bordado en tu pecho genio—cruzo de brazos.

 

—Mira…. —le guio a su carro—está arreglado Bill Harley

 

— ¿Estuviste viendo mis casetes? —menciono a punto de estallar; Tom meneo su cabeza a los lados sin responder. Antes de que estallara le puso los sesenta dólares en el pecho y le sonrió entre dientes.

 

—Gracias Harley

 

— ¡Mi nombre es Bill! —hoy no estaba de humor, tenía que hacer una reseña en la cual estaba extinto.

 

— ¿Bill Harley?

 

— Bill kaulitz—gruño. Se metió en su auto y lo encendió, perfecto, pero analizo la situación no tenía muchos amigos hombres que le ayudaran y él era un ermitaño, necesitaba ayuda; acaricio el volante y sabía que se iba arrepentir de esto.

 

— ¡Oye! —llamo al Chico—necesito tu ayuda, tengo que escribir una reseña sobre los interés del hombre en la actualidad—lo último lo dijo en tono infantil.

 

— ¿Y qué hago yo?

 

—Decirme que hacen los hombres en la actualidad, lo que sea—A Tom se le ocurrió una excelente idea.

 

—Porque no vienes hoy con mis amigos al Autocine, será divertido—ofreció, Bill se iba a negar pero tenía que hacer la reseña así que asintió— ¡Perfecto! Dame tu dirección

 

—¿Porque?

 

—Porque Te ire a Traer —El pelinegro le anoto la dirección y se lo entrego, a las ocho estare en tu casa.

 

A las siete Bill se empezó a arreglar, se cabio sus lentes azules por unos de fondo negro una camisa de abotonar rosa y un corbatín rojo debajo del cuello de la camisa, se puso una chaqueta negra de cuero haciendo juego con sus pantalones del mismo material, se colocó calcetines blancos y unas zapatillas negras, ahora era solo de esperar.

 

Tom encontró finalmente la casa de Bill y fue a tocar el timbre, el traía puesto una chaqueta de cuero color rojo, pantalones azules y una camisa blanca de fondo más unos all star.

 

—vaya…—expreso Tom—adelante—Bill paso de lado junto con Tom caminaron hacia su auto, Bill Rio bajo y entro en el asiento Del copiloto. —¿y esa risa?—pregunto.

 

—Bueno si te gustan los carros purpuras con llamas enfrente—soltó una risita—Mi Ford es mejor.

 

—Disculpa pero el mío es un Buick Skylark —defendió con vanidad—es mejor que tu carcacha—encendió el auto junto con la radio, Tom empezó a tararear la canción y empezó a conducir— ¿Qué pasa no te gusta Elvis? —Bill negó; Tom retrocedió y le miro asustado—Elvis es el rey.

 

—El rey de los tontos—saco su libreta y empezó a escribir, no era una salida de diversión con el mecánico.

 

Al Fin llegaron al Autocine y Bill iba escribiendo lo que veía desde la entrada hasta un montón de autos estacionados y parejas de jóvenes esperando que la película empezara.

 

—Mira ahí están mis amigos, Gustav y Georg—saludo mientras estacionaba el auto, la película aun no empezaba así que podía conversar un poco, Bill se sintió algo incómodo ya que los amigos de Tom traían a sus novias/amigas no se sabía, chicas con hermosos peinados, faldas y bueno él estaba ahí.

 

—Bien Tom, conseguiste cita—el castaño le puso un roño de dinero en la palma de la mano. ¿Cita?

 

—Podría empezar a poner esto en mi informe—expreso el moreno totalmente molesto y algo ofendido. Se regresó al auto e ignoro a Tom en el empiezo de la película y siguió anotando cosas en su libreta, Bill se distraía con la pajilla de su botella de Coca-Cola y miraba hacia los otros autos, esto era aburrido.

 

El pelinegro salió del auto y se sentó sobre la cajuela continuo tomando de su soda, ¿así se la pasaban los chicos de ahora? Genial, parecía anciano ahora, pero tenía un peso encima de una reseña y el ahí perdiendo el tiempo con un chico que ayer había conocido.

 

— ¿No te gusta la película? —llego Tom a reconfortarle sentándose a la par de el—o no te gusta mi compañía…—Bill le sonrió empezaba a verlo algo lindo, la verdad era lindo y salía con él, extraño.

 

—No es eso—miro al césped

 

—Es por lo de Georg, mira es que el me molesta de que no consigo citas, tu sabes…

 

—Pero eres guapo y apuesto que hay muchas chicas que mueren por ti

 

—Hablo de chicos—confeso—…no te asustes—el moreno le miro sonriente y no dijo ningún comentario. Tom le miro meloso y se acercó a darle un beso en la mejilla eso provoco que el pequeño se sonrojara.

 

— ¡Vámonos Tom! —informo Gustav, ni siquiera se habían dado cuenta que había terminado la película.

 

— ¡Vamos! —respondió—señorito—le ofreció la mano para pararse, este se la concedió y cuando entraron ambos al auto era hora de ir a casa.

 

—Por fin vamos a casa—susurro.

 

— ¿Casa? —Rio— ¡Vamos a Bailar Bill! —El auto dio una vuelta feroz y siguió a los demás.

 

— ¿¡Bailar!? —grito asustado Maldita sea.

 

Llegaron a una especie de bar con luces neón y parecía que había mucho ambiente al entrar miles de faldas, shorts, pantalones, moviéndose al son de la música, chicas con sonrisas en sus rostros bailando con sus chicos llenos de vaselina en el cabello peinado hacia atrás.

 

Escogieron una mesa pero el único que se sentó fue Bill, saco su libreta y empezó a escribir.

 

—Ven Bill vamos a Bailar—Tom le ofreció la mano.

 

—No

 

— ¿Por qué?

 

—Tengo dos pies izquierdos, no—rechazo. En un abrir y cerrar de ojos, Tom había conseguido una pareja, una chica de cabello castaño y alta. La rockola estaba a todo volumen y algo que le abrumaba a Bill del baile era que parecía que todos sabían cuando moverse, era enfermizo, cargadas, sonidos de la guitarra, Enfermizo. <<Iré por una soda >>

 

Todos, Tom, ¡Todos! Sabían como mover las faldas de las chicas, era una locura, ahora Bill parecía celoso y enojado, mordía la pajilla rosa de su soda y seguía escribiendo en su libreta. Esperaba desesperadamente la hora de ir a casa.

 

 

 

*   *  *

 

Tom se estaciono algo lejos de la casa de Bill y le acompaño hasta la entrada en un pequeño paseo.

 

—Te la pasaste toda la noche bebiendo y escribiendo en esa libretita—reclamo el de rastas—se supone que habíamos salido para divertirnos.

 

—En tres días tengo que entregar este informe, no hay tiempo para eso—llegaron enfrente de la entrada de la puerta.

 

—Pues puedo ver lo que escribirte—el moreno se quitó su chaqueta y le entrego la libreta, Tom al leerla vio que todo lo escrito era totalmente negativo— ¡No puedes poner esto!

 

— ¿Porque no?, es mi opinión

 

—Parecerás aguafiestas —menciono preocupado—piénsalo opuesto y servirá—animo—yo si me divertí contigo, se inclinó y le atrapo la parte trasera del cuello luego se ladeo y le dio un beso en los labios, El moreno se sonrojo hasta mil y se quedó en estado vegetal, le estaba besando; Bill lo empujó hacia atrás y le dio una cachetada.

 

— ¡Eres un jodido atrevido! —le empujo otra vez y se metió a su casa.

 

— ¡No espera! —llamo, el moreno se asomó a la ventana y le grito.

 

— ¡Aléjate de mi casa! —grito molesto.

 

*  *  *

 

Al siguiente día, se quedó en casa toda la jornada, tenia que ordenar sus ideas, su madre no estaba así que podía fumar tranquilamente, recogió su cabello con una liga y se sento enfrente de la máquina de escribir y saco las ideas de su libreta pero antes se le vinieron las palabras de Tom “Piénsalo opuesto” Exhalo el humo del cigarro y escribió la primera columna del informe.

 

*   *   *

 

A la siguiente mañana Bill decidió salir a desayunar a un restaurante, al llegar se acercó a la barra y pidió una malteada de fresa, mientras esperaba,  escucho una voz muy familiar.

 

— ¡Lindo! Creí que no te vería otra vez—El pelinegro gruño y trato de ignorarlo— ¿Qué haces aquí? —le pregunto mientras comía sus tiras de tocino.

 

—Misma pregunta

 

—Siempre desayuno aquí—contesto, Al recibir su malteada le trato de ignorar. — ¿Cómo vas con tu articulo?

 

—Bien, creo que…seguí tu consejo Elvis—admitió

 

—Eso es bueno, ¿Vamos a bailar hoy? —pregunto

 

—Tengo dos pies izquierdos ¿recuerdas? —le recordó

 

—Yo te enseño—ofreció sonriente, Bill se quedó pensativo una de las cualidades que tenía Tom era que le ofrecía hacer locuras y el las aceptaba porque sabía que él estaría siempre ahí.

 

—Esta noche en mi casa, ya sabes la dirección—le guiño el ojo

 

En la noche Tom llamo a la puerta y Simone le recibió.

 

—Tú debes ser Tom…pasa—Tom agradeció y encontró a Bill con ropa cómoda. —No hagas ruido Bill—la señora subió las escaleras.

 

—No le gusta que la interrumpan cuando esta bien el programa de la ruleta—rio—Ven—le halo del brazo.

 

— ¿El garaje? —se quedó atontado cuando entraron al lugar, en un mueble estaba el tocadiscos y algunos discos de vinil— ¿puedo escoger? —El chico asintió, El de rastas se acercó e investigo toda la gama de música de Bill—Me seguiré preguntando por que no tienes a Elvis…—se lamentó—esta es buena—puso el disco y dejo que “Rock around the clock” sonara en un volumen moderado.

 

Sujeto los brazos de Bill y trato de darle la vuelta y luego trato de levantarlo pero este casi se cae, levanto su rodilla para que este le imitara pero era divertido verlo bailar, la leyenda de los pies izquierdos era real.

 

—Solo déjate llevar y sabrás los pasos adecuados ¿sí? —aconsejo, la canción volvió a sonar y esta vez Bill fue mejorando, menos en las cargadas, Tom pudo notar una risa de diversión en el rostro de Bill y eso era lo más hermoso que haya visto; la música se detuvo y ambos pararon cansados y sonrientes. Se vieron fijamente y sin decir nada volvieron a juntar sus labios en forma tierna pero apasionada, luego se detuvieron y se separaron.

 

— ¿Vamos a un bar y Bailamos esta noche? —Bill negó

 

—Mañana Elvis, mismo bar—rio

 

*  *  *

 

Bill aliso su cabello como pudo, maquillo sus ojos de negro y busco una chaqueta estilo universitario roja, se puso sus pantalones de cuero y unos zapatos de baile blanco y negro. Con su Ford llego aquel bar de la vez pasada, al llegar parece que acaparo las miradas de todos. Bill sonrió al ver a Tom y sus amigos boquiabiertos, el pequeño se dirijo a la banda y le susurro en el oído al vocalista.

 

—Me concede esta pieza, señor—Bill llego ofreciéndole  a Tom bailar.

 

—Adelante—rio saltando hacia la pista de baile, la banda comenzó a tocar la misma canción que ayer ellos dos estaban bailando en el garaje con Ford de testigo.

 

Alguna vez se había visto el pequeño más emocionado bailando, todas las parejas empezaron a bailar alrededor de ellos.

 

— ¿Puedo ocuparte de guitarra? —Sin preguntar Tom lo sostuvo como guitarra y empezó a tocarle, luego lo levanto por los aires y le dio la vuelta— ¿Maquillaje y zapatos de baile quieres volverme loco? —lo sujeto de la cadera luego de la nada, hicieron una vuelta de carro doble que fue aplaudida por todos.

 

— ¿Acabo de hacer una vuelta de carro? —dijo sorprendido

 

—Así es lindo—termino la canción y ambos solo pensaban que aún estaban bailando en el garaje, solo ellos dos, los aplausos se hicieron sordos cuando los labios de ambos se volvieron a encontrar.

*  *  *

“Y existen dos tipos de hombres en la actualidad, los que se pueden quedar en la biblioteca todo el día o salir a un autocine con tu pareja o amigos y luego ir a un bar por una soda o hamburguesas y bailar con el ritmo de la guitarra o una estruendosa rockola, los intereses de los hombres en la actualidad son la diversión entre amigos.” —David leyó las últimas palabras del artículo y quedo sorprendido

—Es muy bueno Bill hasta pienso que te ayudaron.

—La verdad tengo que darle las gracias a mi mecánico y…—se quedó pensando—y a mi Ford. —sonrió al final.

Notas finales:

Espero que les guste la historia y les llegue el ambiente de esa epoca ;)


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