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Desearía que No Fuera Así por TKarin

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Notas del fanfic:

Dedicación: para Chris Yagami'' que es su cumpleaños y me pidió especificamente que escribiera algo así, no estoy para dar detalles pero a mi no me gusta el drama ni nada de esto pero x_x así lo pidió su majestad así que aquí está su regalo. Cansada de tanta dulzura entre Shun e Hyoga? aqui está la alternativa(?)

ADVERTENCIAS: no leer si no estan cómodos con

-violaciones

-chantage

-agresión

-Hyoga siendo un HDP y ooc

-mala redacción D;<

Notas del capitulo:

...

Había llegado el momento, su primer día como alumno de segundo grado de preparatoria, pero más importante aún, era momento de valerse totalmente por su cuenta, al menos en lo que se refería a su vida escolar y social. Shun era el menor de su grupo de amigos, él era de primer grado y los demás de tercero así que cuando se graduaron, él continuó en ese instituto solo, también tenía amigos de su edad pero nunca fueron tan cercanos como los que conoció gracias a su hermano mayor que también estudiaba en el mismo lugar, él también se había graduado y fue a estudiar a una universidad fuera de la ciudad así que ahora no los veía mucho. Los extrañaba, pero no perdía el ánimo de conocer nuevas personas y volver a tener amigos con los que siempre quería estar.

 

Pasaron algunas semanas y seguía sin tener verdaderos amigos, de verdad lo intentaba pero simplemente no lograba conectar con nadie. Esa tarde se quedó hasta después de clases ayudando a su profesora a ordenar el salón de música, club al que se había unido con la esperanza de conocer más personas con sus mismos gustos, cuando terminó regresó por su abrigo y sus libros a su salón para poder volver a casa pero al abrir la puerta se topó con varios sujetos que parecían mayores y que levantaban a uno de sus compañeros sujetándolo de la ropa contra la pizarra. Shun no pudo evitar asustarse ante la escena y al verse descubiertos esas personas soltaron a ese chico y tras un intercambio de miradas entre ellos comenzaron a caminar hacia la puerta listos para irse, Shun se apartó de inmediato pensando que ahora irían tras él pero solo pasaron a su lado y se alejaron por el pasillo.

 

-¿te encuentras bien?- preguntó aun desde la puerta al muchacho que parecía estar aún más asustado.

 

-s-sí, no te preocupes- le respondió tratando de recuperar el aliento.

 

-¿qué ha sido todo eso?-  miró en la dirección hacia donde se habían ido esos sujetos y vio a uno de ellos que seguía observando desde el fondo del pasillo, Shun no pudo evitar congelarse ante su mirada, era el que estaba agrediendo al chico de su clase, su cabello rubio lo hacía resaltar entre las sombras del pasillo y sus ojos azules, aunque claros y brillantes, se clavaban tan profundo en los suyos que le causaron una sensación de miedo terrible; entró al salón escapando de esa mirada, no quiso hacer más preguntas y fue por las cosas en su escritorio listo para irse.

 

-¡espera!- lo llamó el otro joven al verlo listo para salir  -lo siento, no quisiera quedarme solo, creo que esos tipos podrían seguir allá afuera... por favor, ¿podrías acompañarme? Solo hasta salir de la escuela-  Shun dudó, no quería involucrarse con alguien que parecía tener problemas con personas como esas, pero por otra parte era cierto que ellos podrían seguir cerca y tampoco quería encontrárselos estando solo así que aceptó, ambos salieron juntos del colegio y por suerte no volvieron a encontrarse con esos sujetos.

 

Pasaron días sin ningún incidente y Shun ya se había olvidado de todo el asunto, tampoco volvió a hablar con ese muchacho de su clase, eran días tranquilos, incluso aburridos, esa tarde en especial se quedó de nuevo hasta después de clases para asear el salón de música junto con otros de sus compañeros pero estos ya se habían ido mientras él llevó algunos materiales a otros salones. Mientras caminaba, la escuela parecía totalmente vacía salvo por voces y sonidos que se escuchaban en el ambiente, eso no le preocupaba, sabía que serían algunos profesores que también se quedaban un tiempo extra adelantando trabajos, estudiantes en detención, el personal de limpieza y claro, una que otra pareja que no quería ser molestada, sonrió para sí mismo ante la idea de tal vez conseguir una novia con quien hacer más agradable el tiempo que debía quedarse hasta esas horas en el colegio, pero si se le dificultaba hacer amigos, lograr que una chica se fijara en él sería aún más complicado, era amistoso y amable, las chicas disfrutaban de su compañía pero nunca lo veían de esa manera, suspiró entrando de regreso al salón de música.

 

-¿no es ya un poco tarde para que estés aquí?-  la voz que escuchó a sus espaldas lo hizo saltar del susto, pero no tanto como el ver a la persona a quien le pertenecía, era aquel muchacho rubio de la pandilla que estaban agrediendo a su compañero aquella vez en su salón, el mismo que se había quedado observándolo luego de que él llegara y los interrumpiera  -¿te quedas a buscar problemas?-  estaba esperándolo adentro y en su prisa por irse no lo notó estando al lado de la puerta. 

 

-él no está aquí-  respondió esperando que buscara a aquel chico, se notaba el miedo en su voz.

 

-bien, no es a él a quien busco-  cerró la puerta y comenzó a acercarse despacio a Shun, observándolo de pies a cabeza y notando como le tenía miedo a lo que sonrió y se detuvo  -¿cuál es tu nombre?-  le preguntó con voz demandante  -¿vas a responder o qué?-  se acercó unos pasos más, mismos que Shun retrocedió hasta que un escritorio no lo dejó continuar, aquel chico continuó acercándose hasta apoyar los brazos en el escritorio contra el que Shun había quedó atrapado, estaba demasiado cerca  -tienes ojos brillantes-  le dijo con sus labios demasiado cerca a los de Shun quien se había congelado ante la situación, ese joven lo miraba directamente a los ojos  y era una mirada casi aterradora, como si esperara que sus ojos perdieran el brillo  -yo soy Hyoga-  dio un paso atrás y comenzó a alejarse hacia la puerta  -harías bien en recordarlo-  le dijo antes de salir y dejarlo aun contra el escritorio, sudando y asustado al borde de las lágrimas, por un momento creyó que estaba ahí para darle una golpiza por haberse entrometido aquella vez. Esperó un poco antes de salir del salón y correr fuera del colegio y hasta su casa lo más rápido que pudo, apenas llegando aseguró la puerta y aun con el corazón latiéndole rápidamente subió a su habitación y ahí se quedó temblando un buen rato aun pensando en lo que había pasado.

 

-¿qué fue eso? Ese tipo... que aterrador-  ahora tenía el temor de que estaría tras él y en algún momento se vería en la misma situación que el muchacho a quien agredían la primera vez que lo vio. Se dirigió al baño y se mojó la cara refrescándose y tratando de calmarse  -está bien está bien, no lo he visto más que después de clases... es un cobarde que se aprovecha cuando sus víctimas están solas, tengo que evitar quedarme solo y hasta tarde en la escuela y estaré bien, no hay nada que temer... está bien-  se tranquilizó un poco y se recostó en su cama mirando al techo aun pensando si podría tener problemas, se convencía de que no, pero aun así pensó que sería bueno tomar precauciones, mientras tanto seguiría asistiendo al colegio como si nada, no había motivos para pensar que algo malo podría pasarle.

 

El día siguiente fue tranquilo, igual que el segundo y el tercero haciendo que poco a poco las preocupaciones de Shun se disiparan casi por completo, pensó que aquella amenaza no había sido nada más que para intimidarlo. Volvió a su vida normal aunque claro, aun siguiendo sus reglas de no quedarse solo, pero eso era más sentido común que otra cosa. La siguiente semana al llegar al colegio había un gran alboroto en la entrada, se acercó a alguien de su clase y preguntó que ocurría, pero no era nada más que una pelea entre 2 estudiantes, nada fuera de lo común.

 

-ese chico que comenzó la pelea siempre está metiéndose en problemas, no sé por qué no lo han expulsado-

 

-dicen que es el hijo del supervisor así que tiene ‘’privilegios’’-  comentaban entre sí algunos chicos.

 

-¿de verdad es él? Creí que ya se había graduado-

 

-no, es de segundo grado, su nombre es Hyoga, me parece-

 

-ah es verdad, ya había escuchado de él-  ¿Hyoga? Ese nombre le retumbó a Shun en la mente, ahora estaba más claro que era un chico problema y era mejor mantenerse lejos de él  -pues no importa quien sea, deberían expulsarlo-

 

-silencio, aquí viene- el chico rubio pasó entre la multitud escoltado a detención por un profesor, Shun que estaba en su camino se ocultó detrás de un compañero pero eso no evitó que Hyoga reconociera su rostro entre las demás personas, al verlo le sonrió con una mueca de satisfacción a pesar de tener golpes en el rostro y sangre saliendo de su nariz, Shun lo siguió con la mirada hasta que se alejó lo suficiente.

 

--¿debí ocultarme?—se preguntaba si dejarse ver por él sería peligroso y si lo haría ir tras él de nuevo  --no hay razón, ahora sé que no es solo conmigo, es un buscapleitos—se dirigió a su salón y no quiso pensar más en él. Sin el temor de encontrarlo, ese día fue tranquilo, al menos hasta el momento de regresar a casa, a cierta distancia notó a alguien en su puerta... ¿esperándolo?; era él, su cabello rubio era inconfundible, rápidamente se ocultó tras un gran árbol con la esperanza de que no lo hubiera visto  --¿qué hace aquí?—ahora sí se preocupó  --¿cómo supo donde vivo? Acaso... ¿me ha estado siguiendo?—sintió un escalofrío recorrer su espalda ante esa idea, ¿y qué debía hacer ahora? Enfrentarlo sería mala idea y aparecerse como si nada sería aún más peligroso, tal vez podría irse el tiempo suficiente para que él creyera que se había equivocado y que no vivía en ese lugar, pero sería absurdo si ya lo había estado siguiendo como creyó en un principio. Finalmente optó por escapar y regresar cuando pensara que ya se habría ido, francamente no quería hablarle, se escabulló por entre los árboles y los arbustos de los vecinos esperando no ser visto y fue hasta una cafetería en el centro de la ciudad donde pasó varias horas leyendo, adelantando sus deberes de la escuela y también observando por la ventana, esperando que el destino no se burlara de él haciendo a Hyoga pasar por ese lugar y verlo aun cuando había tratado de no encontrarse con él. Cuando pasó el tiempo suficiente decidió regresar a casa, estaba anocheciendo y creyó que él ya se habría ido, no creyó que fuera tan paciente como para esperar por él todo ese tiempo.

 

Caminó por su vecindario aun sigiloso, ayudándose con las sombras de los árboles para acercarse sin ser visto, se detuvo donde se había escondido antes y miró la entrada de su casa.

 

--nadie--  suspiró y sonrió para sí mismo comenzando a caminar hasta allá, abrió la puerta y encendió las luces que ya eran necesarias a esa hora, se sacó los zapatos y caminó hacia la cocina para prepararse la cena, algo sencillo, ya había tomado algo cuando llegó a ese café donde pasó la tarde y como había terminado sus deberes temprano estaba listo para ir a su habitación y pasar tranquilo lo que quedaba de la noche antes de irse a dormir, pero al pasar por la sala, antes de subir la escalera hacia su habitación, notó el cristal roto de una de las ventanas  -infeliz-  se dijo acercándose a la ventana  --que inmaduro, hacer vandalismo en mi casa solo porque lo hice esperar demasiado—miró hacia afuera a las calles ya casi vacías y después de hacer unos arreglos rápidos a la ventana con cinta adhesiva cerró las cortinas y subió a su habitación. Encendía las luces a su paso, escaleras, pasillo y finalmente su habitación, dejó en una mesa el plato de comida que llevaba y se quitó el saco del uniforme que aun llevaba puesto. Su puerta se cerró de repente asustándolo, fue un golpe fuerte que lo hizo darse la vuelta a toda prisa.

 

-¿son estas horas de llegar a casa?-  no podía creerlo, no fue solo vandalismo, había roto la ventana para entrar a su casa y lo estaba esperando detrás de la puerta como aquella vez en el salón de música.

 

-¿qu-qué... ?- fue lo único que pudo argumentar con una débil voz opacada por el miedo.

 

-estaba preocupado-  decía divertido mirando su expresión de sorpresa y pánico  -¿no viste la ventana? O eres tonto o muy distraído- caminó hacia la mesa tomando un bocado de lo que Shun había llevado para cenar.

 

-¿q... ¿qué demonios estás haciendo aquí? ¿no sabes que es ilegal entra así a la casa de una persona?-  Hyoga solo rió despacio  -¡vete ahora mismo o voy a llamar a la policía!-

 

-oye tranquilo, solo me quedé a esperarte porque como dije, estaba preocupado-  continuó con su tono de burla.

 

-¡te dije que te largues!-  sacó el teléfono de su bolsillo pero antes de poder marcar un número Hyoga se abalanzó sobre él tumbándolo sobre la cama y arrebatándole el teléfono.

 

-Shhhhh shhh sshhh- lo silenció poniendo una mano en su boca y oprimiéndole el estómago con la rodilla impidiendo que se levantara  -¡silencio!-  levantó la voz al momento que lanzaba el teléfono contra la pared rompiéndolo en pedazos, para ese entonces Shun ya estaba tan asustado que comenzó a temblar y con alguna lágrimas en sus ojos  -tranquilo-  movió un poco su rodilla pensando que esas lágrimas serían porque estaba lastimándolo pero apenas suavizó la presión y Shun comenzó a forcejear para liberarse. Luchaba tratando de levantarse pero Hyoga volvió a presionarle el estómago esta vez con más fuerza haciéndolo gemir de dolor contra la mano que aun cubría su boca  -¡maldición quédate quieto o harás que te golpee!-  más que hacerlo callar, esas últimas palabras hicieron a Shun pelear con más desesperación, estaba claro que estaba en peligro, tenía que salir de ahí y buscar ayuda, comenzó a golpear al rubio en el rostro y movía las piernas con violencia intentando quitárselo de encima, Hyoga quitó la mano de su boca pero solo para acertarle un fuerte golpe en la mejilla que lo hizo callar por el dolor y quedarse inmóvil sujetando su rostro herido  -te lo advertí-  se apartó dejándolo sobre la cama totalmente dócil ahora temblando y comenzando a sollozar.

 

-¿qué quieres?-  preguntó despacio tratando de controlar su llanto. No recibió una respuesta, Hyoga había caminado al otro lado de la habitación mirando por la ventana y apretando los puños, Shun aprovechó el momento para intentar escapar, se levantó y corrió hacia la puerta pero no llegó muy lejos antes de que el otro lo alcanzara y llevara de vuelta a la cama arrojándolo sobre esta con violencia.

 

-deja de hacer esto más difícil- de nuevo fue sobre él esta vez sentándose sobre su estómago de forma que Shun no pudiera luchar  -te confieso que tenía dudas sobre hacer esto, después de todo eres un chico a pesar de tener este rostro tan ridículamente delicado-  acarició la mejilla herida de Shun donde antes lo había golpeado, el menor comenzó a sentirse más asustado  -¿has hecho esto antes? Con tu apariencia seguramente no soy el primero que se interesa en ti ¿o sí?-  los miedos de Shun parecían ser verdad, este sujeto estaba planeando abusar de él, con el miedo en aumento ignoró las amenazas y volvió a luchar, trataba de golpear el rostro del mayo quien cansado de su resistencia usó su fuerza para cambiar su posición y colocar a Shun con el rostro contra las sábanas, de ese modo fue más sencillo someterlo y evitar que siguiera golpeándolo.

 

-¡déjame ir! ¡suéltame! No puedes hacer esto-

 

-claro que puedo, solo observa- llevó uno de los brazos de Shun hacia su espalda, doblándolo hasta que él se quejó de dolor  -pórtate bien si no quieres salir herido, si sigues forcejeando vas a romperte el brazo ¿entendiste?-  solo recibió un gemido doloroso como respuesta. Con su mano libre, Shun apretaba las sábanas de su cama, pudo sentir a Hyoga inclinándose sobre él para lamer su cuello lo que le erizó la piel de miedo y lo hizo comenzar a temblar, se movió solo un poco tratando de alejarse de ese contacto pero solo ese pequeño movimiento lastimó su brazo haciéndole saber que era en serio que si intentaba luchar su brazo podría romperse, no quería eso, pero si permitía que ese tipo lo violara sobre su propia cama no podría vivir en paz por el resto de su vida.

 

Le permitió continuar lamiendo su cuello y oliendo su cabello, relajó su cuerpo un poco aun cuando el otro susurraba a su oído diciéndole lo bien que olía y que disfrutaba el sabor de su piel, iba en serio, y él también tendría que actuar en serio si quería librarse de eso, saltaría por la ventana si era necesario. Cuando Hyoga se confió de que ya no lucharía con él, también aflojó el agarre en el brazo de Shun, dándole oportunidad a este para hacer un movimiento usando toda su fuerza y golpear a Hyoga con el codo logrando que se apartara un poco y así poder levantarse; no lastimó su brazo, se había dado casi la vuelta completa para dar ese golpe, hizo un esfuerzo para levantarse pero el peso de Hyoga seguía sobre él y peor aún, lo sintió sujetarlo de nuevo aun con más violencia.

 

-¡desgraciado! ¡te lo advertí!-  tiró de su cabello esmeralda para levantar su rostro y con la otra mano quitarle la corbata del uniforme, aun en la misma posición Shun apenas podía moverse y no pudo evitar que Hyoga usara ese trozo de tela para atarle las manos detrás de la espalda  -pensaba ser considerado contigo pero te has ganado lo que va a pasarte-

 

-¡no, por favor detente, no hagas esto!-

 

-veamos si realmente eres virgen-  ignorando sus súplicas, bajó los pantalones de Shun descubriendo su trasero.

 

-n-no... detente-  estaba perdido, sentía que no había nada más que hacer para evitar lo que iba a suceder, la mano de Hyoga se dirigió a su boca haciendo presión con los dedos sobre sus labios.

 

-hazte un favor y lámelos bien, no creo que quieras que entre solo así- Hyoga se arriesgó y lo sabía, después de obligarlo a abrir la boca y jugar con su lengua un rato retiró la mano segundos antes de que Shun intentara morderlo, no había nada que pudiera ser pero aun así no se rendía, Hyoga rió para sí mismo, se estaba divirtiendo con solo provocarlo pero sabía que iba a ser mejor  -bien, como quieras-  acarició sus glúteos sintiendo como todo el cuerpo del menor temblaba, luego llevó uno de sus dedos hasta su entrada y comenzó a hacer presión  -parece que es verdad, voy a ser el primero... ¿o estas tan apretado porque tienes miedo?-  introdujo el primer dedo sin ningún cuidado haciendo a Shun  quejarse con un gemido que intentó ahogar contra las sábanas  -si, debe ser eso, con ese rostro y tu cuerpo seguramente has tenido a muchos otros aquí adentro ¿verdad?-

 

-¡no es verdad!- levantó el rostro para que lo escuchara mejor  -yo nunca haría cosas como estas ¡eres un enfermo y un pervertido!-  Hyoga usó un segundo dedo y comenzó a moverlos bruscamente buscando escuchar más de sus gemidos pero solo oía su respiración entrecortada y lo veía apretar los puños en su espalda. Se estaba divirtiendo pero quería escucharlo más, le parecía tan frágil, tan perfecto, tan molesto, quería romperlo, hacerlo suplicar, no  podía ver su rostro pero por su respiración sabía que ya estaría llorando. No se entretuvo demasiado usando sus dedos, los retiró para bajarle aún más los pantalones pero sin quitárselos por completo, los dejó a la altura de sus tobillos para limitar el movimiento de sus piernas. Pudo sentir a Shun relajar su cuerpo cuando sacó los dedos de su entrada pero no le permitiría descansar demasiado tiempo, lo llevó al borde de la cama dejando su pecho aun sobre esta pero sus pies en el suelo y sus caderas a la altura perfecta para que pudiera penetrarlo, volvió a acariciarle los glúteos sintiendo su propia erección deseando salir de sus pantalones.

 

-no te contengas, si esto te duele grita todo lo que quieras- 

 

-no, espera... ¡por favor!... AHHH!-  se quejó al sentir el miembro de Hyoga presionar contra su entrada y poco a poco abrirse paso a su interior, rasgando su virginidad sin dejarle más que dolor que lo hacía querer gritar, se mordió los labios tratando de no llorar pero las lágrimas ya corrían incesantes por sus mejillas, era todo, ese sujeto lo estaba violando y no le tendría ninguna consideración. Sintió las caderas de Hyoga contra su trasero, estaba completamente adentro, sin darse cuenta ya estaba sollozando y su respiración era pesada y fuerte, Hyoga lo escuchaba perfectamente y complacido al ver que incluso ya no se estaba resistiendo comenzó a moverse dentro de él.

 

-muy bien... pero déjame escucharte un poco más-  salía casi por completo para luego volver a entrar bruscamente a un ritmo que se volvió más rápido y constante mientras pasaba el tiempo, Shun gemía con vergüenza a causa del dolor que no podía controlar, ya no le importaba si le estaba dando la satisfacción de escucharlo gemir y llorar, solo quería que se detuviera, el ardor en sus entrañas aumentaba al mismo ritmo que las embestidas de Hyoga, él solo jadeaba tratando de no hacer demasiado ruido y opacar los llantos de Shun, escucharlo era demasiado excitante  -delicioso-  humedeció sus labios y se inclinó para mojar también la oreja de Shun con su saliva  -voy a venirme dentro de ti... la prueba de que fuiste mío-  el llanto de Shun se hizo más evidente, sintió un calor recorrer toda su espalda y después un nudo en el estómago de saber qué lo había provocado, Hyoga lo embistió con más fuerza pero a un menor ritmo terminando dentro de él  -hhha... no sé por qué dudé en hacer esto-  salió del menor despacio disfrutando hasta los últimos momentos de estar dentro de él y sentirlo temblar por su causa.

 

Shun, exhausto, se arrodilló en el piso pero apoyando la cabeza sobre la cama, continuó sollozando con los ojos inundados en lágrimas, en ningún momento sintió más que dolor y vergüenza. Escuchó un sonido extraño y percibió una luz a sus espaldas, volteó la mirada y vio a Hyoga con su teléfono en mano.

 

-por si se te ocurre contarle a alguien sobre nosotros-  le mostró la fotografía que acababa de tomarle.

 

-¡eres un infeliz degenerado!-

 

-vaya, aun tienes la energía para decir eso, tal vez deba castigarte de nuevo- Shun trató de desatar sus manos pero sus forcejeos solo estaban lastimando sus muñecas.

 

-esa fotografía solo es evidencia de lo que acabas de hacer, no creas que no iré con la policía-  Hyoga se molestó bastante con su actitud, caminó hacia él y tiró de su cabello levantándolo del piso.

 

-¿y todos los que te conocen? ¿qué pensarán de ti ahora eh? cuando se enteren que el chico tranquilo de su clase es un pervertido que disfruta ser tratado como una puta-

 

-me violaste, yo soy la victima aquí- continuó respondiéndole aun entre sollozos.

 

-claro, fingirán que te apoyan pero siempre tendrán la duda de si eres tu quien se lo buscó y al verse descubierto solo busca una excusa... ya sabes cómo son las personas, hablarán... ¿y qué pensará tu hermano?-  a Shun se le heló la sangre  -¿piensas que te va a creer? ¿cómo te verá después de saber que te acostaste con un hombre?-

 

-¿cómo sabes de él?-

 

-investigué un poco sobre ti, esas cosas son fáciles de averiguar... ahora, si no quieres ver mañana mismo esta fotografía pegada por toda la escuela, serás discreto y harás como si todo estuviera bien ¿entendiste?-  Shun no le respondió pero veía la preocupación y el miedo en sus ojos, había dado en el clavo al hablarle de su hermano  -¡¿entendiste?!-  lo sacudió de su cabello, Shun solo asintió sin responder más, Hyoga se acercó y despacio besó sus labios sin quedarse demasiado tiempo, aun dudaba de Shun, pero cuando no lo rechazó ni intentó apartarse sonrió para sí mismo y volvió a besarlo esta vez de forma más acalorada y aun sin ser rechazado  -así me gusta-  dijo cuando finalmente se apartó y lo soltó  -te veo mañana en la escuela, quédate en el salón de música después de clases- se acomodó los pantalones y se preparó para irse dejando a Shun aun atado de manos   -más vale que no faltes-  dejó la habitación y salió de la casa por la puerta principal como si nada hubiera ocurrido.

 

¿Era en serio? Shun aún no lo podía creer, y peor aún, era obvio que no sería la única vez, estaba en un callejón sin salida, se sintió demasiado preocupado ¿qué iba a pasar ahora? Estaba a merced de ese sujeto y si intentaba contarle a alguien iba a destruirle la vida.

 

-Ikki... Ikki... hermano, te necesito-  comenzó a llorar de nuevo incluso con más fuerza que antes ahora que nadie podía escucharlo, no tenía idea de que pasaría ahora, se quedó en su habitación hasta muy tarde, en momentos llorando con todas sus fuerzas y en otros  en completo silencio tratando de figurarse que iba a hacer al día siguiente.

 

Sabía que sin amigos cercanos no tendría ningún apoyo si todos se enteraban de lo que le había pasado, estaba consciente de que la gente hablaría y no estaba dispuesto a soportar eso y que pensaran mal de él, no quería que lo humillara frente a todos, No iba a dejar que le destruyera la vida. 

Notas finales:

...Sé que querías multicapitulo pero se te olvidó un pequeñisimo detalle y es que yo no sé escribir fics :V así que espera el proximo capitulo para, no sé... tu próximo cumpleaños XD ojalá te haya gustado y a todos los que se arriesgaron a leer, bye... 


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