Los chicos del club de natación de la escuela Iwatobi se juntarían ese día sábado para relajarse juntos en el centro comercial -eso incluía jugar videojuegos, subirse a los juegos infantiles y más que nada, comer-
Makoto Tachibana era el capitán del equipo y quien parecía el más responsable junto a Rei Ryugazaki, pues Nagisa Hazuki y Haruka Nanase, llevaban más de 20 minutos de retraso. Pero los chicos ya estaban acostumbrados a la impuntualidad de Nagisa, lo que parecía extraño era el retraso de Haru...Makoto iba a llamarlos cuándo los vio a lo lejos acercándose a la estación, pero no venían solos, un chico un poco más alto que Haru, pelirrojo, venía con ellos.
Makoto quedó embobado mirándolo, era de rostro fino y vestía de una forma muy única, pantalones negros muy ajustados, una playera blanca muy larga, una chaquetilla negra, del mismo tono de sus pantalones y un sombrero negro. Makoto los observó mientras se acercaban, y pudo notar los ojos carmesí del recién llegado.
-¡hasta que llegaron! -exclamó Makoto.
-lo siento Mako-chan, es que acompañamos a Rin-chan a hacer unas cosas...
-lo invité al centro comercial ¿no importa, cierto? -dijo Haru sin expresión.
-mucho gusto soy Matsuoka, Rin Matsuoka -sonrió amable y los ojos verdes se cruzaron con los carmesí provocando un sonrojo bastante notable en ambos.
-u-un gusto Matsuoka-san -dijo Makoto sin poder evitar que su voz temblace.
-Díme Rin... ¿Makoto, cierto? -dijo siendo más amable de lo que comúnmente era *o sea no mucho*
-s-si soy Makoto, con mucho gusto Rin -sonríe tan dulcemente que Rin pensó se quedaría ciego o se desmayaría de tanta dulzura.
-Makoto-sempai ahí viene el tren -dijo Rei, interrumpiendo el aura rosa que envolvía a Makoto y a Rin.
Se subiero al tren y Rin miraba insistentemente a Makoto que al sentir la mirada carmesí sobre él, estaba tan rojo cómo el cabello de Rin. Haru que estaba al lado de Rin le susurró
-si te gusta, no seas tan obvio... -provocando un gran sonrojo en el pelirrojo que dejó de mirar a Makoto hasta que llegaron al centro comercial.
Llegaron directamente al sector de los videojuegos, Nagisa fué corriendo hasta los autitos chocadores llevando a Rei arrastrando. Makoto los siguió con calma junto a Rin, mientras Haru se quedaba viendo el trailer de un videojuego.
Cada uno subió a un auto individual, y comenzaron a chocarse cómo verdaderos animales. Haru que no quuso subir, miraba entretenido cómo se chocaban sin piedad. Se bajaron de los autos chocones y se dirigieron a la casa del terror. Makoto intentó persuadirlos de que no entraran, pero Nagisa era más convincente y entraron de todas formas. Les pidieron hacer una fila entre los 5, primero iba Nagisa, tras él Rei, luego Rin, después Makoto que no quiso quedar al final y luego Haru, para proteger a Makoto. Se adentraron a la primera sala y Makoto estaba casi fusionado a la espalda de Rin, éste se sentía un poco avergonzado, pero bien al ser abrazado sin pudor por el alto. Makoto estaba tan asustado que se apego aún más al cuerpo de Rin abrazandolo firmemente de la cintura por la espalda y escondiendo su rostro en la espalda de pelirrojo. Cuándo salieron de la casa del terror, Makoto aún estaba pegado a la espalda de Rin, el pelirrojo se sentía con el rostro muy caliente -señal de que estaba sonrojado- y Makoto parecía no tener intención de soltarlo.
-eeee...Makoto... -dijo Rin tímidamente para llamar la atención del chico de cabellos castaños- ya estámos afuera...
-l-lo si-siento Ri-Rin... -se sonrojó al ver el sonrojo de Rin.
-no te preocupes... -dijo tratando de tranquilizar a su corazón que latía cómo loco.
-¿vamos a comer? Ya me dió hambre... -dijo Nagisa.
-va-vamos -dijo Makoto que seguia algo avergonzado.
Se dirigieron al sector dónde venden comida y Nagisa pidió una tonelada de comida, cosa que Rei trató de evitar, pero nadie puede con la necedad de Nagisa.
Haru por su parte parecía confundido y no sabía que pedir, Makoto que conocía muy bien a Haru, supo de inmediato su confusión.
-¿quiéres que pida por tí Haru? Aquí no tienen caballa -Rin soltó una carcajada que inundó todo el lugar
-si por favor Makoto -dijo Haru sin encontrarle chiste a lo que dijo Makoto.
Haru apartó los lugares mientras los demás hacían su orden, obligó a Rin a quedarse con él, así que Makoto también llevaría la orden de Rin.
-te gusta Makoto -el chico de cabello negro no se venía con rodeos.
-¿d-de qué hablas Haru? -dijo el pelirrojo evidentemente nervioso.
-vamos que no soy idiota... ¿te gusta, cierto?
-yo...la verdad... -se estaba sonrojando mucho- ¿qué rayos estás diciendo? -Haru suspiro
-tan necio...
Comieron y Haru tuvo que irse antes, sin dar muchas explicaciones, sólo un "tengo que hacer algo". Decidieron irse a sus casas, Nagisa se fué junto a Rei y Makoto acompañó a Rin a su casa, su excusa era "Rin lleva poco tiempo en Iwatobi, así que se puede perder"
Caminaban a paso lento bromeando entre ellos, Makoto supo que Rin era un nadador cómo él y que soñaba con ir a los juegos olímpicos, que vivió en Australia y había llegado a Iwatobi el día de ayer y asistiría al instituto "Samezuka", cosa que entristeció un poco a Makoto que tenía la esperanza de que Rin fuera su compañero de clases. Llegaron a la casa del pelirrojo y se despidieron alegremente de un apretón de manos.
Makoto se fué rápidamente a su casa y cuándo se estaba acercando a la escalera que separaba su camino con el de Haru, vió que éste estaba llegando.
-¡buenas noches Haru! -dijo el castaño tan cordial cómo siempre.
-hola ¿de adónde vienes? La estación queda del otro lado...
-a-acompañé a Rin hasta su casa -sonrió algo nervioso.
-ya veo... -dijo sonriendo un poco, cosa que le dió escalofríos a Makoto- bien, hasta mañana Makoto. -se despidió y se fué rápidamente a su casa. Por su parte el castaño algo abrumado por la sonrisa escalofriante de Haru se fué tranquilamente hasta su casa.
Haru fué velozmente hasta la sala -incluso obviando que había pasado todo el día sin meterse al agua-, nunca tenía oportunidades así -más bien nunca le interesaron-, tal parecía que Makoto y Rin quedaron prendados desde que se vieron, y quién más felíz que él que ellos dos estén juntos -así no les importará su ausencia y podrá estár todo el día en el agua si quiere-. Marcó el número de Rin y esperó a que éste contestara. Finalmente sin mucho esperar se escuchó.
-¿hola?
-Rin, soy Haru...
-¿pasa algo?
-te descubrí -Haru nunca dá rodeos.
-¿de qué rayos hablas? -dijo el pelirrojo fastidiado.
-te gusta Makoto -dijo triunfante el pelinegro.
-¡¿D-de q-qué hablas?!
-vamos -dijo tranquilamente Haru- ví cómo te lo comías con la mirada hoy...
-¡¿q-que yo qué?!
-y quiero advertirte que si no haces nada, te lo pueden quitar...
-¿qué? ¿sabes algo? -y con eso Rin admitió todo sin darse cuénta.
-Rin... -Haru en su monótona forma de expresarse se estaba burlando.
-n-no es có-cómo si me importará...además un chico tan asustadizo cómo él ¿a quién le puede gustar?
-pues a mí -Haru sabía lo competitivo que era Rin, y aún cuándo él de verdad no sienta nada amoroso por Makoto, sabe que Rin ama ganarle en todo, incluso en eso.
-¡¿que tú qué?!
-pues si no haces nada yo me quedaré con Makoto.
- ¡¿de que diablos hablas?!
-estás advertido, adiós -y Haru colgó sin siquiera esperar una respuesta de Rin, que estaba tan sorprendido que no reaccionó hasta que escuchó el tono de la línea.
"¡¿qué rayos le pasa a Haru?!" Pensaba Rin, pero por otra parte no quería aceptar que le preocupaba, y mucho, el que a Haru le gustara Makoto. Es decir, no es cómo si de verdad le gustara pero...que rayos...le gustó y mucho, sus jodidos y hermosos ojos verdes, dueños de una pureza inhumana, y una sonrisa tan radiante y hermosa capaz de dejar ciego a quién la mire demasiado...estaba perdído y lo sabía... ¿cómo pudo pasar en sólo unas horas? Seguro ese chico le envió un conjuro o algo así...no se lo explíca de otra forma...y a Haru le gusta también...¿y qué? "Soy más guapo que Haru" pensó.
El domingo pasó con un Rin muriendo de celos porqué sabía que Haru y Makoto vivían muy cerca y pasaban mucho tiempo juntos. Y él estaba ahí...malhumorado en su casa, mirándo el teléfono, cómo si éste pudiera llamar mágicamente al castaño. De pronto comenzó a sonar, Rin no le dió gran importancia y se tomó su tiempo en contestar -si hubiera sabido quién era, hubiera corrido a contestar-
-¿aló? -dijo el pelirrojo mientras toma a un vaso de jugo.
-ho-hola ¿Rin-san? -era una jodida broma...reconocería esa voz dónde fuera. Se impresionó tanto que escupió el jugo que tenía en la boca y se atoró con lo poco que bebió. Se puso a toser cómo condenado, aún sin creer que era Makoto el de la otra línea.
- ¿Rin-san, estás bien? -se escuchaba preocupado.
-cof cof s-sí, n-no te preocupes cofcof -aún no podía creer que eso estaba pasando.
-bien, ¿tienes algo que hacer hoy? -¿era posible? ¿le iba a pedir una cita? ¿desde cuándo tenía tanta suerte?- ¿Rin-san?
-eeeh, no, nada -dijo tratando de ocultar su nerviosismo.
-¡qué bien! ¿puedes venir a la estación a las 2 de la tarde?
-cla-claro...
-bien, nos vemos Rin-san
Rin no lo podía creer, Makoto le pidió una cita sin vacilar...sin ponerse nervioso cómo él lo estaba ahora ¿no era un chiquillo asustadizo?
Vió la hora: 12 pm...dos horas...la estación estaba a unos 20 minutos de su casa...
Rin se desparramó en el sofá tratando de comprender que fué lo que pasó con ese chiquillo tímido, que de pronto lo llamaba y le pedía una cita...
-¿pasa algo oniichan? -preguntó Gou, su hermana de pronto. Estaba tan sumido en sus pensamientos que no la vió venir.
-yo... -¿qué le diría? El CHICO que me gusta me acaba de invitar a una cita...definitivamente no le podía decir eso- nada Gou...
-nada...ya veo -se veía algo decepcionada.
Rin estaba un poco-muy nervioso, se cambió de ropa unas 20 veces, se cambio de sombreros las mismas 20 veces y probó los más absurdos peinados en su cabello largo -se hizo hasta coletas- a eso de la 1:10 salió de su casa. Era algo temprano, pero no podía seguir esperando en su casa o explotaría del nerviosismo. Llegó a la 1:30 a la estación. Se dedicó a ver los puestos de cosas artesanales mientras esperaba. A las 2 en punto vió a Makoto venir a lo lejos. Vestido sencillamente, pero hasta un saco de arroz se le vería bien a ese chico. Se acercó sonriendo.
-hola Rin-san -sonrió- los chicos se disculpan por no poder venir...
¿los demás? Eso quiere decir que... ¿ésto no era una cita? Rin se sintió totalmente imbécil. Makoto lo notó, así que fue sincero.
-creo que me alegro que no hayan podido venir... -dice sonrojado- así puedo conocerte mejor Rin-san -su sonrisa era tan dulce, que Rin sentía que su corazón se derretía-
Al escuchar esas palabras tan sinceras, Rin sintió su cara arder y Makoto al verlo sonrojado, se quedó sin aire.
Fué su primera cita de muchas.
Se volvió casi una tradición para ellos, cada domingo salían juntos, sin los chicos, era casi una necesidad.
Makoto estaba algo somnoliento en clase, Haru lo notó y se lo hizo saber.
-¿que tienes Makoto?...luces cansado...
-nada Haru, sólo no dormí bien... -la cita del día anterior había durado lo normal, pero luego se llamaron por teléfono y hablaron hasta altas horas de la madrugasa. Lo de sus citas cada domingo con Rin era un secreto demasiado precioso para contarlo así sin más...además Rin por alguna razón no quería que el pelinegro se enterara -Rin pensaba que si sabía Haru haría algo para quitarle a Makoto, es algo paranoico-
Ya llevaban unos 3 meses con sus 'citas clandestinas', y Makoto decidió algo, si él me gusta, ¿porqué no se lo digo?
Moría de miedo de no ser correspondido, moriría de pena si Rin se aleja de él...
Haru sospechaba que algo pasaba, y le daba impotencia que ya habían pasado 3 meses y nada...
Fué hasta la casa de Rin y lo encaró -Haru es algo impaciente con algunas cosas-
-te he dado 3 meses, y no has hecho nada...sabes, me estoy aburriendo con tu incapacidad de... ¿cómo decirlo? Conquistar a alguien -rió por su comentario. Rin por su parte estaba algo anodadado.- ¿Sabes? Pasamos cada domingo juntos... y Rin supo que mentía, porque los domingos de el castaño era suyos. Rin rió por el intento de Haru por ponerlo celoso. Agradecía la intención del pelinegro, pues sabía su 'particular' forma de darle un empujón. Y vaya si funcionó. Todas esas citas fueron en parte para mantenerse cerca del castaño y evitar que pase tanto tiempo con Haru.
El pelirrojo lo miró a los ojos y rió.
-Haru, sé que no es cierto -el pelinegro lo miró sorprendido- he tenido citas con Makoto todos los domingos éstos 3 meses. Tienes razón me gusta...
-¿quién te gusta Rin? -el castaño había ido a la casa del pelirrojo a confesarle sus sentimientos, pero Rin dijo eso y toda la fortaleza qye había reunido desapareció.
-Makoto, yo... -Rin se sonrojó totalmente, pues no sabía cómo explicarle que hablába de él.
-pues tú Makoto ¿quién más? -dijo el pelinegro cómo si nada- ¿con quién más a salido a escondidas los últimos 3 meses? -Makoto se puso rojo cómo un tomate, no menos rojo de lo que estaba Rin.- no tengo nada que hacer aquí, me voy-
Rin moría de nervios, Makoto también, un gran silencio inundó el lugar, no sabían que decirse...Rin balbuceo algo.
-y-yo...
Pero Makoto lo tomó entré sus brazos y lo besó. Rin se sorprendió tanto que no contestó aquello que tanto deseaba. Makoto al no sentir respuesta se separó avergonzado.
-yo...lo siento...me iré... -se volteó cabizbajo y dió un paso hacía su casa. Rin salió de su shock '¿que carajos? ¿acaso no escuchó a Haru cuándo le dijo que él me gustaba?
Antes que diera otro paso, le habló.
-hey Makoto...
El castaño se volteó y el pelirrojo se abalanzó hacia él y le dió un gran beso lleno de la pasión que tenía guardada hace 3 meses, porque sí...fué amor a primera vista.
Makoto no podía creer que a quién tenia entre sus brazos era al pelirrojo que amaba...
Se separaron y se miraron fijamente
-...yo... -el pelirrojo y sus miedos -¿miedo de qué?
-te amo Rin -dijo el castaño sin duda en sus palabras.
-yo también, tonto... -y se volvieron a besar.
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