Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La rutina Mata, La indiferencia Tambien por Xenophilica

[Reviews - 53]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Xeno, por aca!

 

Okey, este fic da para un par de capitulos mas, seguramente este es el mas largo de todos, pero.... ¡aqui hay lemon! (^///^)...

 

*x-men no es mio, tampoco Erik Lehnsherr ni Charles Xavier, y lo cierto es que eso es triste u.u

 

Enjoy!

Charles se encontraba al frente de su último grupo, había tenido un día especialmente fácil, solo había dado tres clases, y otras dos fuero simple vigilancia, ya que el maestro encargado no había llegado, pero fuera de eso, si, su día había estado bastante bien.

La campana que marcaba el final de la hora, y el de su día, había sonado, haciendo que los estudiantes salieran de manera ordenada y apresurada del aula, deseándoles tener buena tarde, Charles había recogido sus cosas y comenzó a caminar hasta la sala de maestros, donde seguramente Moira lo estaría esperando. Al llegar no le sorprendió ver a la castaña hablando con Scott.

— ¡Charles!—. Dijo el de lentes obscuros. — ¿Acabaste con tus clases?—. El castaño simplemente asintió con una sonrisa. —Ves Moira, término, salgamos, sirve que le digo a Warren que nos acompañe—. Moira pareció pensárselo, pero al final fue Charles el que contesto.

—Hoy no puedo salir con ustedes, chicos—. Le dijo el castaño adelantándose a la decisión que seguramente tomarían por él. —Recogeré a mis hijos el día de hoy—.

— ¡Oh vamos, viejo!—. Hablo Scott. —Tienes que salir con nosotros—.

—Sí, Charles—. Dijo Moira. —Acompáñanos, será esta noche, si prefieres—. Le dijo en tono suplicante, el castaño se llevó un dedo a la barbilla tratando de pensar. Era en la noche, seguramente Erik no estaría en casa, y sus hijos saldrían con “amigos” y él se quedaría solo en la casa, sin nada que hacer. Después de hacerse un cuestionamiento sobre los pros y contras de aquella decisión, finalmente elevo su mirada y con una sonrisa asintió.

—Está bien, que sea en la noche—. Tanto Moira como Scott sonrieron ante la afirmativa del castaño.

 

******

 

Para cuando Erik llego de caminar un rato por el vecindario, pudo notar el auto de Charles en el garaje, lo que significaba que tanto él, como sus hijos se encontraban en la casa, así que apresuro el paso, seguramente Charles se encontraba cocinando y él, Erik, tenía que hablar con Charles. Pero nada lo preparo para toparse con esa bizarra escena.

Pietro corría de un lado para el otro llevando platos, mientras que Wanda llevaba algunos vasos hacia el comedor, al cual no dudo en entrar, topándose con sus hijos acompañados de aquellos jovencillo que había visto en la fiesta el día anterior.

— ¿Qué hacen ustedes aquí?—. Pregunto con voz autoritaria el de ojos verdes, ganándose una mirada llena de sorpresa por parte de los presentes.

—Espero que les guste la comi… ¿Erik?—. Charles iba saliendo con una cacerola que olía bastante bien, por lo que de inmediato supo que el castaño había hecho de comer. —Pensé que regresarías más tarde—. Le dijo Charles mientras pasaba por su lado directo a la mesa del comedor.

—Solo salí a caminar—. Contesto del de ojos verdes. — ¿Qué hacen ellos aquí?—. Pregunto de nueva cuenta, Charles lo miro con una ceja alzada.

—Vienen a comer, ¿Qué no es obvio?—. Contesto Charles mientras tomaba asiento a la cabeza de la mesa. — Remy y Kurt vienen cada tres días a la casa a comer—. Le dijo con una sonrisa. Mientras todos comenzaban a llenar su plato con algún aperitivo extra.

— ¡¿Cada tres días?!—. Pregunto exaltado Erik.

—Lo sabrías si estuvieras más tiempo con nosotros—. Le contesto Wanda sin siquiera mirarlo, algo que Erik noto fue que aquel chico llamado Remy le sostuvo la mano para calmarla, lo que lo hizo fruncir el ceño.

— ¿Desde cuándo pasa esto?—. Charles parpadeo varias veces antes de contestar a la pregunta de Erik.

—Desde hace como seis meses—. Dijo el castaño regresando a su comida. —Desde que un día Kurt y Remy aparecieron en la puerta con Pietro y Wanda para pedirme permiso de salir con ellos—. Erik frunció el ceño.

— ¡¿Desde hace seis meses mis hijos tienen novios?!—. Volvió a preguntar de manera exaltada, ganándose las miradas de todos. — ¿Y cuándo pensaban decirme?, ¡Soy su padre!, ¡Es a mí a quien deben pedirle permiso para salir con mis hijos!—. Charles harto de los gritos de Erik se puso de pie.

— ¡Basta Erik!—. Alzo la voz el castaño, algo raro en él. —Si quieres hablar, lo haremos, pero en privado y sin gritos—. A Erik no le quedo de otra más que asentir. —Bien. Si quieres comer, sírvete, hay platos en la cocina—. Charles regreso a su silla para continuar comiendo al lado de sus hijos y de los que sería sus yernos, en tanto Erik, una vez que entro en la cocina no volvió a salir de ahí.

Las pláticas con Remy y Kurt eran muy amenas. Remy era estudiante de facultad en la universidad donde él impartía clases, ente la charla, Remy comento haberlo visto esa mañana yendo al aula de literatura, en cuanto a cómo fue que conoció a Wanda, dijo que una vez vio a Charles hablando con la profesora McTagger y con él se encontraba Wanda, LeBeau no dudo en comenzar a hablarle a Wanda para invitarla a salir, pero la morena siempre se negaba, hasta que Remy se animó a hablar con Charles y pedirle que fuera su “chaperón” en una de las citas, después de eso, ganarse la confianza del padre castaño y el amor de la joven hechicera no fue un problema.

Kurt por otro lado, compartía clase de violín con Pietro y se habían hecho amigos casi al instante, aunque Kurt era un poco más discreto a comparación de Remy, este chico le había pedido salir a Pietro desde que lo conoció, a lo que el peliblanco jamás se negó, tuvieron oculto su amorío hasta que Charles descubrió que su hijo había faltado a tres clases de violín en una misma semana. Fue en ese momento en el que encontró a Pietro paseando de la mano con Kurt por el centro comercial, sin un lugar para meterse y sin que Kurt reaccionara a tiempo para desaparecer en una nube de humo para evitar ser vistos por el castaño, a Pietro no le quedo de otra  más que confesar y presentar a Kurt, el cual pidió una disculpa por haber “secuestrado” a Pietro toda esa semana, al final el chico de cabello azul se ganó su consentimiento y su simpatía con lo inocente e infantil que solía comportase.

A mitad de las risas y pláticas, Charles se levantó, excusándose con sus hijos teniendo que hablar con Erik, los jóvenes fruncieron el ceño, pero al final le permitieron a su padre retirarse. Charles se encamino a la habitación para poder ponerse un poco de ropa mas cómoda, pues aunque le encantaban sus adorables chalecos, debía admitir que el clima que el verano daba, no era para nada conveniente usar ese tipo de prendas, apenas entro, la figura de Erik sentado en la orilla de la cama lo recibió, el de ojos verdes volteo a verlo y se puso de pie.

—Tenemos que hablar—. Charles asintió y camino hasta su armario, el cual abrió para buscar algo para ponerse en la salida que tenía con Moira. Erik al verlo abrir el armario, se sorprendió de ver montones de ropa que, estaba seguro, no pertenecían a Charles o bien nunca se los había visto puesto. — ¿Y esa ropa?—. En realidad había tratado de pensar en la pregunta, pero al final había pensado en voz alta, Charles tomo una camisa celeste y un pantalón negro.

—Wanda y Pietro me sugirieron cambiar mi guardarropa—. Dijo el castaño poniendo la ropa nueva en la cama y después quitándose la que traía puesta, solo el chaleco, ya que Erik aún estaba en la habitación. El de ojos verdes frunció el ceño ante aquella respuesta.

— ¿Porque?—. Pregunto, Charles simplemente suspiro.

—Creyeron que, ya que nos divorciaremos, me haría bien un cambio de ambiente—. Esto hizo abrir los ojos por la sorpresa que le causaron aquellas palabras, ¿Cómo es que sabían sus hijos que tenían planes para divorciarse?

— ¿Les dijiste?—. Pregunto, a lo que Charles de inmediato frunció el ceño.

—Al contrario—. Le dijo el castaño de manera molesta. —No eres muy discreto cuando hablar por teléfono, Erik. Mucho menos escondiendo a tu amante en el jardín para besuquearte con ella—. Le dijo a manera de reproche, Erik se quedó con la boca abierta, eso, sin duda, no se lo esperaba, creía que su amorío con Frost había estado bien escondido, al parecer se equivocó. —Ahora si me disculpas, necesito cambiarme—. Señalo su ropa para después señalar la puerta. Erik miro por un momento la ropa que Charles había decidido vestir ese día, esa no era ropa del diario, era ropa para salir.

— ¿Piensas ir a algún lado?—. Pregunto con cierto tono molesto, Charles suspiro.

—Sí, Erik, pienso salir con Moira y Scott—. Le dijo mientras tomaba su ropa y se encaminaba al baño, era claro que Erik no le daría privacidad para vestirse.

— ¿Moira?, ¿Scott?—. Pregunto enojado. — ¡¿Y quién cuidara a los niños?!—. Charles chasco la lengua.

—Tranquilízate Erik. Ya sé que saldrás esta noche, no te preocupes, Remy se quedara a cuidarlos—. Erik finalmente estallo.

— ¡¿Cómo se te ocurre semejante estupidez, Xavier?!—. Grito en verdad enfadado. Charles de inmediato salió con los pantalones a medio abrochar, así como la camisa sin abotonar.

— ¡¿Qué te pasa?!—. Le grito, después respiro hondo y trato de bajar la voz. —Te he dicho que hablaríamos sin gritos. Además Remy es un buen chico y muy correcto…—

—Correcto tu padre en calzones—. Se mofo a lo que Charles frunció el ceño. —No confió en ese chico y mucho menos en ese de peinado punk—

— ¡Ni siquiera los conoces!, ¿Cómo puedes no confiar en ellos?—. Le reprocho. — ¡Y de mi padre no te burles!—. Charles estaba a punto de tomar a Erik por el cuello de la camisa, pero el sonido del teléfono hizo acto de aparición salvando a Erik de un buen golpe en la mejilla, Charles soltó un ligero “carajo” para después contestar su celular, era Moira. — ¿Qué pasa?—. Pregunto el castaño, después de una serie de frases Charles abrió los ojos con sorpresa. — ¿Amigo?.. ¿Qué amigo?—. Erik sin querer había comenzado a poner más atención en la plática. —Okey, los espero entonces—.

Para cuando Charles había terminado de hablar, Erik había salido de la habitación, Charles bufo y termino de vestirse. Erik, por otro lado, se había encerrado en su habitación, ni siquiera había hablado de lo que en realidad tenían que hablar antes de que la discusión se saliera del contexto, hasta tal punto que terminaron reclamándose uno al otro, esta actitud de Charles lo estaba sorprendido bastante, el castaño por lo general era la clase de persona que agacha la cabeza mientras dice “Si, Erik, tienes razón”, pero esta persona, este “nuevo” Charles, le recordaba bastante al casanova que una vez conoció en los pasillos de la universidad de Oxford, aquel chico fiestero que se la pasaba en bares ligando con chicas con una joven Raven a cuestas, y que aun así lograba mantener sus calificaciones con más de noventaiocho puntos y que había cambiado bastante desde que comenzaron a salir juntos.

Charles había dejado de ir a fiestas, de ligar con chicas, más que nada porque Erik era la clase de persona que hace rutina, que prefiere lo clásico, que es anticuado. Erik obligo a cambiar al fiestero de Charles por algo que al final termino aburriéndolo, cambio la actitud del castaño por una que se acoplara a la suya, entonces comprendió que lo que en realidad lo enamoro y que termino por empujarlo a los brazos de Emma, era precisamente una actitud fiestera que parecía que Charles ya no tenia, o al menos eso creía.

Erik salió de sus pensamientos en el momento en el que un coche comenzó a pitar de manera insistente afuera de la casa, supuso que sería Moira que había venido a recoger a Charles, frunció el ceño y se acercó a la ventana de la habitación, aquella que daba justo a la calle, lo último que vio fue a Charles despedirse de sus hijos antes de subir al coche de Moira, donde claramente, había visto la cabeza de Scott. Cuando hubo perdido el coche de vista, saco su celular y marco un número.

—Emma, ¿Estas libre esta noche?—.

 

******

 

Tanto Moira, Charles y Scott habían llegado a un bar en el centro de la ciudad, que a pesar de ser inicio de semana estaba un poco concurrido, pero eso no le importo al trio, de igual manera entraron, fueron directamente a la barra y cada quien pidió un trago.

— ¿Cuándo llegara Logan?—. Pregunto Charles para después darle un largo trago a la cerveza que se le entrego. Moira antes de contestar dio un sorbo a su Martini.

—No vendrá, ya sabes que Mariko no lo deja salir entresemana si no es con ella—. Moira sonrió. —Y Logan no sería libre de coquetear inocentemente contigo—. Ante aquello Scott soltó una ligera carcajada.

—Tan macho que se ve y su esposa lo manda a dormir temprano—. Dijo con burla, ganándose una mirada de enfado por parte de Moira.

— ¿Que dices, amor?—. Moira de inmediato lo tomo de una de las orejas y comenzó a zarandearlo de un lado a otro.

—N-nada…nada amor—. Le dijo el otro con una sonrisa nerviosa, Moira después de agitarlo un par de veces más, esta lo soltó.

—Me sorprende que ustedes estén juntos—. La pareja se le quedo viendo.

—Vamos Charles, el que estemos juntos te lo debemos a ti, si no te hubiéramos conocido…—. Comenzó Scott.

—… no estaríamos juntos ahora—. Termino Moira dándole un beso en la mejilla al de lentes, Charles sonrió ante aquellas palabras. —Pero basta de sentimentalismos, mejor brindemos—. Sugirió la castaña a lo que todos levantaron sus tragos.

— ¿Y porque brindamos?—. Pregunto Charles, Moira soltó una risa.

—Porque al fin tus hijos te convencieron de comprarte ropa nueva—. Charles soltó un puchero mientras el otro par reía. —. Lo siento—. Se disculpó Moira y entre risas los tres chocaron sus copas para seguidamente beber de ellas.

— ¡Vaya!, hasta que los encuentro, chicos—. Una cuarta voz hacia aparición, Scott de inmediato se apartó el vaso de cerveza y se acercó a saludar al chico que había llegado.

— ¡Warren!—. Exclamo Scott dándole un efusivo abrazo. —Qué bueno que llegaste—. Le dijo mientras ambos hombres se acercaban a la barra. —Mira, te presento a Moira McTagger, mi novia—. El rubio alzo su mano para saludar a la chica, la cual correspondió al saludo.

—Mucho gusto, señorita McTagger—. Dijo el rubio con educación.

—Por favor, solo Moira—. Warren asintió y desvió la mirada ahora al castaño que estaba a un lado de Moira. Sus ojos azules se vieron atrapados por unos coloridamente parecidos.

—Y él es Charles Xavier—. Presento al castaño que de igual manera alzo la mano para saludar al rubio que había llegado.

—Mucho gusto—. Warren tomo la mano de Charles, pero este en lugar de solo apretarla, el rubio la beso con delicadeza, provocando un sonrojo en el castaño.

—El gusto es mío—. Contesto el rubio para finalmente sonreírle.

—Chicos, él es Warren Kenneth—. Lo presento Scott.

 

******

 

Erik estaba que hervía de ira. Había ido y citado a Emma en ese lugar porque creyó que los odiosos amigos de su, aun, esposo no lo llevarían ahí, pero que sorpresa se llevó al verlos llegar en el auto de McTagger, los tres entraron con bastante entusiasmo y a pesar de que el lugar estaba lleno, estaba seguro de que Emma frunció el ceño al ver al castaño entrar al lugar.

—Erik, espero que no hayas tenido que ver con el hecho de que tú “esposo” este aquí—. Le reprocho la rubia. Erik frunció el ceño.

— ¡Claro que no!—. Contesto con molestia. —No creí que vendrían aquí—. Desvió la mirada molesto a donde se encontraba el trio de personas, Charles parecía estar bastante cómodo entre ellos y eso le molestaba.

— ¡Erik te estoy hablando!—. Emma alzo la voz trayendo a Erik de regreso a su mesa. —Maldición, odio que hagas eso, Charles aparece en la habitación y te olvidas del mundo—. Erik no dijo nada, simplemente agacho la vista con enojo. —Comienzo a pensar que en realidad no quieres divorciarte de él—. Ante aquel comentario de la mujer de blanco, Erik alzo la mirada y frunció el ceño.

— ¿Sabes?... creo que tienes razón—. Le dijo, esto causo que la mujer abriera lo ojos con sorpresa.

— ¿Te burlas de mí?—. Pregunto enojada. —No es gracioso Erik—.

—Hablo en serio—. Le dijo con evidente molestia, Emma simplemente abrió la boca soltando un jadeo de indignación.

— ¡Cínico, y todavía me lo dices!—. Le dice Emma indignada. —Sabes Erik, creo que necesitas pensar las cosas y ver que a quien quieres es a mí—. Después de esto, Emma se levantó muy digna y salió del lugar dejando a un furioso Erik que veía de manera molesta como aquel chico rubio besaba la mano de Charles, esto lo hizo doblar la lata de cerveza que tenía en la mano.

— ¿Quién se cree ese chico como para tener el derecho de tocar de esa manera a Charles?—. Erik estaba por ponerse de pie, ir a romperle la cara a aquel rubio igualado, reclamarle a Scott y a Moira el sacarlo de su casa y llevarse a Charles cual costal de papas de regreso a casa, pero entonces se detuvo, él no debía hacer eso. Charles había sido claro cuando asumió, de muy buena manera, algo que era extremadamente raro, el que Erik pidiera el divorcio de la noche a la mañana o bueno, en realidad no, al recordar los reclamos de Charles en la noche de su cumpleaños.

Erik miro de reojo para ver qué es lo que hacían aquella cuatro personas en la barra, pudo notar cono Scott acorralaba a Moira en la barra para seguidamente besarla, esto en cierta manera lo sorprendió, pues esperaba que fueran ellos los que acorralaran a Charles, pero en cuanto miro a la otra pareja. Vio como Charles hablaba muy amenamente con aquel rubio que no le quitaba la vista de encima, además que siempre que aquel hombre hablaba, Charles se sonrojaba y Erik terminaba ardiendo en celos al pensar que aquel hombre estaba coqueteando abiertamente con el castaño que aún era CASADO.

Pero la gota que derramo el vaso fue el hecho de que aquel malnacido rubio tuviera la osadía de casi besar a SU Charles y estaba completamente seguro de que aquella seña con la mano, había sido solo un pretexto barato para distraer al castaño y así plantarle un beso en la comisura de su labio, y el hecho de que Charles se sonrojara no ayudaba mucho.

Y entonces Erik vio como el rubio le susurro algo al oído, los colores se hicieron presentes en las mejillas del castaño, Erik vio como Charles se disculpaba y caminaba directo al baño, también vio al rubio sonreír y esto le causo un enfado mucho más grande, más al notar que este pedía la cuenta de las bebidas que habían consumido él y Charles.

“Eso ni pensarlo”—. Pensó Erik y se encamino de manera rápida al baño. Se adelantó a aquel rubio, chocando su hombro con él. —Perdón—. Se disculpó sin mirarlo y entro al baño antes que él, Warren, y cerró la puerta con seguro, evitando así que aquel chico y Charles se vieran solos en el baño.

Solo había un problema… ¿Qué haría ahora encerrado en un baño con Charles?

 

******

 

—Tienes un poco de cerveza en la mejilla—. El castaño de inmediato iba a limpiarse los rastros de bebida, pero Warren lo detuvo para posar sus labios en la comisura de los suyos, esto hizo que Charles abriera sus ojos con sorpresa, viendo la sonrisa maliciosa del rubio, ante esto Charles se sonrojo y trato de apartar la mirada de los ojos de aquel chico, pero esto solo dio permiso para que Warren le murmurara algo al oído. — ¿Te parece ir a un lugar más… privado?—. Esto hizo sonrojar a Charles de sobre manera, ¿Acaso Warren estaba insinuando lo que él creía que insinuaba?, con algo de nervios se disculpó con el rubio y se excusó diciendo que tenía que ir al baño.

Una vez a salvo dentro de los confines que formaban el baño de hombres, se encerró en un cubículo tratando de pensar en qué hacer. ¿Estaba bien que él quisiera tener aunque sea una noche de revolcón con alguien a quien apenas conoce?, Porque para que negarlo, Warren era un chico atractivo y Charles estaba seguro de que aquel rubio lo haría ver el cielo en la obscuridad, pero ¡Demonios! Que aún era casado, no podía traicionar así a Erik, aunque este ya lo hubiera hecho. El hecho de aun no firmar el divorcio le impide disfrutar de esa libertad que Erik disfruta al lado de la rubia que tiene como amante.

El sonido de la puerta abrirse y cerrarse lo saca de sus pensamientos, piensa que es Warren que ha venido a tener un encuentro casual, y para qué negarlo, él también quiere tener un encuentro. Hace tanto que no tiene relaciones con Erik que había olvidado lo que se sentía ser besado o acariciado y siente la urgencia de sentir eso de nuevo, quiere re-descubrir que se siente tener sexo casual en el baño de un bar.

Suelta un suspiro antes de abrir la puerta de su cubículo, pero entonces la figura imponente de Erik se aparece frente a él, dejando desconcertado a Charles. Erik no duda en tomar al castaño del cuello y azotarlo contra la pared del fondo de ese cubículo.

— ¡E-Erik!—. Grita el castaño mientras trata de apartar las manos de Erik de su cuello.

— ¿Qué pretendes Charles?—. Pregunta el de ojos verdes con voz profunda. — ¿Qué pretendía aquel rubio con el que hablabas?—. Charles no le contestaba, esto solo hacía que Erik se enfadara más, ardía en celos, el hecho de que Charles aceptara las caricias de otro que no fuera él, que alguien más probara aquellos labios rojos, lo enfurecía.

—N-nada… no pretendía hacer nada—. Contesto el castaño entrecortado por la falta de aire, y entonces sintió como Erik aflojaba su agarre, pero no así apartaba la mano de su cuello, el cual había comenzado a acariciar con su pulgar. — ¿Erik?—. Aquello desconcertó a Charles, pero apenas el nombre del alemán había salido de sus labios, Erik se abalanzo hacia Charles plantándole un beso que al principio no fue correspondido.

Erik apartó un poco su rostro del de Charles, solo para ver el sonrojo en sus mejillas. —Abre la boca—. Le ordeno.

—Eri…—. Ni bien había podido pronunciar el nombre del de ojos verdes cuando este comenzó a besarlo de manera demandante, enredando su lengua con la de Charles, el cual había fruncido ligeramente el ceño ante aquel contacto forzado, el castaño tomo por la camisa a Erik, pero no trato de apartarlo, simplemente había comenzado a cooperar con el beso, mientras que Erik comenzaba a pasear sus manos por encima de la camiseta de Charles.

Y entonces sintió los fríos dedos de Erik abriéndose paso por debajo de su camisa, no pudo evitar arquear la espalda cuando el mayor paso sus dedos por su espalda baja y entonces abrió la camiseta que Erik llevaba haciendo volar todos los botones.

Por suerte Erik llevaba una camiseta interior blanca, así que no se quedó del todo desnudo, pero eso no impidió que Charles comenzara a jalar el cuello de aquella prenda blanca para besuquear a Erik en el mismo. Charles en verdad podía ser bastante pasional cuando se le provocaba, y Erik sabía exactamente como sacar a flote ese lado misterioso y excitante.

No paso mucho tiempo para que Erik estampara a Charles contra el lavamanos y comenzaba a abrirle la camisa, sin romper los botones, y bajarle los pantalones hasta las rodillas, mientras que Erik se bajaba la bragueta de los suyos, en poco tiempo ya tenía a Charles gimiendo de manera escandalosa mientras Erik lo embestía con fuerza una y otra vez.

El de ojos verdes veía como Charles apretaba sus puños hasta dejarlos blancos, como es que mantenía sus ojos fuertemente cerrados mientras el rojo se esparcía por sus pálidas mejillas. Erik no dudo en parar en seco las embestidas mientras con su mano alzaba la cabeza de Charles.

—Abre los ojos—. Ordeno, Charles tenía la respiración agitada y con gran esfuerzo pudo seguir la orden de Erik, en ese momento el mayor dio otra embestida, Charles soltó un gemido y cerró los ojos. — ¡No los cierres!—. Le ordeno. —No los cierres, quiero que veas como te pongo—. Le susurró al oído mientras seguía embistiendo, lento y profundo, Charles gemía a cada embestida mientras intentaba, dificultosamente no cerrar los ojos. — Quiero que mires como te cojo, y como gozas cada vez que entro en ti—. Charles volvió a gemir.

—Erik—.

—Quiero que veas tu cara de satisfacción cuando te haga terminar—. Ante aquella embestida Charles no pudo evitar curvear la espalda, pegándose al torso de Erik mientras alzaba la cabeza, Erik aprovecho aquello para morderle el cuello y dejar sus dientes marcados. — ¿Te gusta Charles?—. Le dijo al oído, pero los gemidos del castaño parecían ser respuesta suficiente.

Unas cuantas embestidas más y ambos terminaron, Erik dentro de Charles y Charles esparciendo su semilla por el suelo del baño. Ante la cansada actividad Charles no pudo evitar caer contra Erik y por consiguiente Erik cayó al suelo con Charles encima, ambos con respiraciones agitadas, algo que debió notar el castaño fue que en ningún momento, Erik aparto sus manos de su cintura, la de Charles, ante aquella acción, el castaño volteó a ver a Erik el cual no dudo en plantarle un hambriento beso en los labios, y Charles no pudo evitar enredar sus dedos en los casi rubios cabellos de Erik.

Charles debía admitir que eso había sido genial, y que llevaba mucho tiempo de no sentirse así con Erik. Solo por ese momento se permitió olvidar las peleas y el divorcio, era solo sexo casual con su futuro ex esposo. Pero entonces Erik lo obligo a moverse.

—Vístete—. Le ordeno mientras él solo acomodaba sus ropas, Charles se vistió de inmediato, y cuando Erik lo considero decentemente presentable para salir del lugar, tomo al castaño por la muñeca y lo arrastro fuera del baño, pasaron a un lado de Moira y Scott, los cuales veían con intriga a Charles siendo arrastrado por Erik. Y el de ojos verdes no pudo evitar sonreírle maliciosamente al rubio que había estado coqueteando con su esposo. Finalmente Erik saco a Charles del lugar para tomar un taxi y regresar a casa. Una vez que el vehículo los dejo fuera de la casa, Erik tomo a Charles por la cintura y lo pego lo más posible a él para después volver a reclamar sus labios. — Espero que te prepares esta noche, Charles—. Le dijo Erik con una sonrisa por demás lujuriosa, provocando que el castaño sonriera nerviosamente. —Me has provocado bastantes celos el día de hoy, y eso te costara—.

Si Charles pensó que esto solo había sido sexo casual, ahora no estaba tan seguro.

 

 

 

Notas finales:

Rw?... Esta no mutante se los agradecera eternemente. y gracias por los Rw enviados y no contestados aun xD

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).