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La rutina Mata, La indiferencia Tambien por Xenophilica

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Notas del capitulo:

Xeno, por aca!

 

Chicas, chicos... tengo noticias... ¡Ya tengo pagina oficial! xD

 

Por si querian tener informacion mia aqui se las dejo... Denle Like :D

LINK aqui -------> Xenophilica

 

Y bueno tambien para comentarles que como este Fic iba, si IBA a ser de tres capitulos solamente, me tome la libertad de extenderlo aun mas. seran cerca de ocho o nueve capitulos para su deleite :D

Sin mas... a leer!

 

X-men no me pertenece, tampoco Erik Lehnsherr ni Charles XAvier y ya saben... eso es triste u.u

 

Enjoy!

El día de paseo había terminado bien, aunque Erik se esforzó en sobre manera de dejarle en claro a los novios de sus hijos que si se atrevían a hacerles daño, no verían la luz de un día mas, y aunque la difícil tarea de Charles a tratar de controlar el mal y pasajero humor de su aun esposo  tenía experiencia, solo bastaba con tratar de distraerlo con un cambio abrupto de tema y listo, un momento de paz para los más jóvenes.

— ¡No se quedaran aquí afuera!—. Dijo el de ojos verdes al ver que sus hijos habían dejado de caminar cuando llegaron al pórtico de la casa y se ponían a platicar con sus parejas.

—Erik, déjalos—. Lo reprendió el castaño tratando de jalar al más alto dentro de la casa. —Ellos estarán bien. Siempre se quedan media hora más a platicar con los chicos—. Trato de tranquilizarlo, Lehnsherr miro con el ceño fruncido a cada uno de los novios.

—Los quiero adentro en cinco—. Les dijo con un tono de voz severo.

—Que sean cuarenta minutos—. Contesto Wanda mientras se cruzaba de brazos y tenía una sonrisa maliciosa, Pietro la imito pero no comento nada, sabía que su hermana era lista.

—Diez—. Ofreció Erik mientras miraba con severidad a su hija, la cual no quito la sonrisa.

—treinta y siete—. Contesto la morena ganándose un ceño fruncido por parte de su padre.

—Que sean veinte—. Contesto Lehnsherr creyendo que con eso su hija estaría satisfecha, pero no era así.

—Treinta y cinco y es mi última oferta—. Le dijo mientras ponía ambas manos en la cintura, Charles solo esperaba el momento en el que el mayor cayera en el juego de su hija.

—Que sean treinta minutos—. Contesto Erik casi al instante. Wanda sonrió.

—Hecho—. Dijo con una sonrisa mientras volteaba y seguía hablando con Remy, Erik finalmente reacciono.

—No, ¡Espera!—. Trato de protestar el Padre, pero fue detenido por Charles.

—Perdiste, acéptalo y metete a la casa—. Dijo el castaño arrastrando al más alto hacia adentro de la vivienda, a Erik no le quedo de otras más que bufar molesto, tenía que tener más cuidado con su hija en un futuro.

Charles cerró la puerta una vez que ambos estuvieron dentro de la casa, Erik miraba la puerta con la intención de ir a abrirla y dejarla así, de esa manera podría vigilar a sus hijos y a sus malditos novios, pero Charles de inmediato negó con la cabeza, de cierto modo advirtiéndole que no debía hacer eso si no quería exponerse a la furia de sus hijos, soltó un suspiro y desistió de aquella decisión.

Charles también suspiro y se encamino a su habitación, detrás de él, Erik también lo siguió, tenía la firme intención de entrar en la habitación que anteriormente compartía con Charles, y echarse en la cama después de un agitado día, en el que había peleado con Emma en una cafetería, estaba agotado y quería dormir a un lado de Charles.

Entonces el castaño abrió la puerta de la habitación, entro en ella y justo cuando Erik se había acercado lo suficiente para asomarse por el marco de la puerta, esta fue cerrada sin ninguna consideración con su nariz, el cuerpo de Erik impacto contra la malvada puerta que le había impedido el paso a su vieja habitación.

— ¿Erik?—. Pregunto el castaño al abrir la puerta y miraba con desconcierto a un Erik que mantenía su nariz protegida con sus manos y la toqueteaba para ver que no estuviera rota, que por suerte no era así, solo un poco de sangre, pero nada más grave salió de aquel golpe.

— ¿Por qué hiciste eso?—. Pregunto con el ceño fruncido sin dejar de lado su maltratada nariz.

—No pensé que estuvieras detrás de mí—. Dijo el castaño sin preocuparse por el estado de Erik, o al menos eso pretendía parecer. —Creí que irías a tu habitación—. El castaño señalo una puerta al final del pasillo, una puerta más delante de la habitación en donde se encontraba Charles.

—No, quería entrar a nuestra habitación—. Ante aquel comentario Charles frunció el ceño.

—Queras decir “MI” habitación—. El castaño se cruzó de brazos, Erik dejo de lado su nariz para mirar con confusión al castaño.

— ¿Qué?... Pero…—.

—Erik. Me pediste que olvidara el hecho de pedirme el divorcio—. Charles hizo un curioso gesto con la cabeza. —Bien, lo hare. Pero eso no significa que te aceptare de nuevo en mi cama—. Le dijo con severidad, Erik frunció el ceño.

—Pero… anoche—.

—Anoche… acepto que fue una noche fantástica, pero eso no quiere decir que te perdonare de buenas a primeras, Erik—. Le reprocho el castaño. —Me engañaste—. Erik bajo la mirada ante lo serio que se veían aquellos ojos azules. —Y una infidelidad no se perdona fácilmente. Buenas noches—. Después de eso, Charles cerró la puerta, Erik se quedó viendo la misma por unos cuantos minutos, solo hasta que escucho las voces de sus hijos fue que desvió la mirada de aquel objeto de madera.

—Uh… que cruel—. Dijo Pietro mientras él y Wanda asomaba la cabeza por una esquina, Erik camino hasta ellos pasándolos de largo para ir a sentarse a la sala, sus hijos lo siguieron con la mirada, después se mandaron miradas comprensivas y caminaron, en el caso de Wanda, hasta la sala para hacerle compañía a su Padre.

— ¿Creíste que sería fácil?—. Pregunto Wanda sin dejar de mirar la tele, la cual Pietro había encendido. —El que te perdonara así nada más—. Completo su hija al ver la mirada desconcertada del mayor.

—No, pero… su Papá siempre fue…—. Dijo Erik tratando de buscar las palabras correctas.

—Siempre fue…—. Repitió Wanda y Erik bufo.

—Digamos que siempre fue comprensivo conmigo, nunca me reprochaba nada—. Dijo con tono apagado, era un hecho de que aquel viejo Charles sumiso había dejado de existir en el momento en el que él pidió el divorcio.

—Padre, debes comprendes que lo que le hiciste a Papa, no se arregla con una simple disculpa y con un “Olvídalo, que equivoqué”—. Wanda trato de imitar la voz de su Padre.

—Wanda tienen razón, ¿Qué hubieras hecho tu si Papá hubiese sido el que se relacionó con el Tío Logan o con el Tío Scott?—. Erik frunció el ceño.

—Nos hubiéramos divorciado al día siguiente—. Dijo con un poco de molestia.

— ¿Vez?—. Comento Wanda. —Tienes suerte, Papá no te ha mandado a la… muy lejos. Tienes una oportunidad de remediar lo que hiciste—. Wanda se sentó a un lado de su Padre y tomo su mano con cariño. —Aprovéchalo—. Le dijo con una radiante sonrisa que de inmediato fue correspondida por el mayor.

—Conquista a Papá—. Comento Pietro mientras también se acercaba al par. —como la vez que lo conociste—. Erik se lo pensó un poco y después sonrió, ya vería que haría mañana, por ahora solo quería abrazar a sus hijos.

 

*******

 

El despertador comenzó a sonar, Charles se removió de entre las cobijas mientras, aun dormido, tratada de localizar el escandaloso aparato para apagarlo de un buen golpe, lo cual logro después de golpear la mesa, la lámpara y su teléfono celular. Se sentó en la cama aun con los ojos cerrados, soltó un bostezó e hizo tronar todos los huesos de su espalda al estirarse, finalmente abrió los ojos tallándolos un poco y enfoco la vista al reloj, pero no fue la hora lo primero que vio, sino una curiosa tarjeta elegantemente decorada a las orillas y con unas simples palabras.

 

¿Cómo te puedo explicar?
Eres la llama que alumbra mi hogar
Nunca he visto nada como tú.
Con solo escuchar tu voz, me das la calma
La fuerza, el amor.
Nunca he sentido nada como tú.

—E.L

 

Ante aquellas palabras, Charles sonrió y dejo la tarjeta en uno de los cajones de la mesita de noche, en verdad era una sorpresa encontrar una de esas después de tantos años de haberlas dejado de recibir y curiosamente del mismo destinatario, se metió a dar un baño con una perfecta y brillante sonrisa sin dejar de tararear la canción que correspondía aquellas letras, después de un rato, salió y se vistió para su día de trabajo como profesor de universidad.

Al salir de su cuarto vio a sus hijos desayunando con un Erik que se encontraba a medio vestir, esto le sorprendió y más la sonrisa que Erik mostraba, después de eso Wanda se le acerco con una ligera caja de plástico.

—Se te hace tarde—. Le dijo su hija. —Puse tu desayuno aquí—. Charles sonrió y tomo la caja que su hija amablemente le había dado.

— ¿Y ustedes?—. Pregunto.

—Ya desayunamos. Padre nos llevara a la escuela—. Dijo Pietro, el castaño miro al de ojos verdes el cual simplemente asintió.

—Espero te pongas algo de ropa para ir a dejar a los niños—. Le dijo el castaño con un tono divertido, a lo que Erik también rio.

—No te preocupes, procurare ir completamente vestido—. LE dijo con una sonrisa la cual mostraba todos sus dientes, la misma que uso para conquistar a su esposo cuando aún no eran novios. —Ten un buen día—. Charles asintió y salió de la casa.

Cuando llego a la universidad fue recibida por una Moira totalmente absorta y con un montón de dudas desde aquella noche en la que Erik había aparecido en aquel bar a llevarse a Charles. Después de contestar las preguntas de Moira, el castaño se encamino a dar su primera clase de la mañana, cuando comenzó a sacar los libros elegidos para tratar el tema del día de hoy, le sorprendió encontrar una hoja en uno de ello, justo en el lugar donde había dejado su lectura la última vez que había abierto aquel volumen, tomo la hoja entre sus manos y la desdoblo.

 

Yo soy un hombre que luchara por tu honor 
seré el héroe que tu soñaste 
Tú me mantendrás de pie 
tú me ayudaras con todo 
siempre soy fuerte cuando tu estas a mi lado 
siempre te he necesitado 
nunca podría hacerlo yo solo 

—E.L

P.D: Luces muy lindo como profesor, hasta tus estudiantes me dan celos porque ellos pueden verte cuatro horas en las que yo no lo puedo hacer.

 

Charles se sonrojo ante lo último, alzo la vista mirando a cada uno de sus estudiantes buscando algo o a alguien el cual para mala suerte, no se encontraba ahí, aunque… aquella nota lo había desconcertado y hasta sentirse seguido, como cuando recibió aquellas cartas en la escuela por primera vez.

—Profesor, ¿Se siente bien?—. Pregunto una chica de tez morena.

—Si claro, solo… una nota de mis hijos—. Alzo el papel el cual doblo y guardo en un bolsillo de su chaleco, justo al fondo un hombre con sombrero y lentes miraba al castaño mientras con sus dedos apartaba sus lentes obscuros para ver mejor, sonrió al ver el gesto nervioso de Charles antes de regresar la vista al libro de genética que fingía leer.

 

*******

 

Charles había llegado de un largo día de escuela, no es que no le gustara en enseñar, en verdad amaba su trabajo, lo amaba antes de casarse con Erik y aun ahora lo sigue amando, cuando llego pudo notar que el auto de Erik se encontraba en la cochera, cosa que decir que el mayor y sus hijos habían llegado de la escuela o que bien, Erik había ido por ellos con tal de no dejar que Remy y Kurt los trajeran a casa.

Para cuando abrió la puerta, la risa de los chicos, incluyendo a Remy y Kurt, lo recibieron, Charles camino hasta la sala, en donde los cuatro estaban sentados viendo una película, le extraño que Erik no estuviera vigilándolos, entonces vio como Remy abrazaba a Wanda.

—Cuida las manos LeBeau —. La imponente voz de Erik se escuchó desde la cocina, Remy soltó a Wanda y la pareja solo se limitó a sonreír con burla, Charles miro hacia la cocina, encontrándose con un Erik completamente absorto en revisar papeles, Charles veía imposible que aquel hombre ocupado pudiera tener tanta concentración en sus papeles y aun así saber que Remy había acercado más a Wanda de lo que el de ojos verdes le permitía. —Hola—. Saludo Erik sin dejar de ver los papeles que hojeaba. — ¿Cómo te fue?—. Pregunto quitándose los lentes y desviaba la vista a Charles.

—Bien, creo—. Contesto el castaño antes de seguir su camino hacia el fregadero. — ¿Comieron?—. Pregunto Charles a lo que Erik contesto con un leve asentimiento de cabeza.

—Ni lo pienses Wagner, si llego a ver aunque sea un rastro de humo por el aire, te juro que te arrancare esa escurridiza cola—. Lo amenazo de ojos verdes.

—No los asustes—. Lo reprendió Charles, pero Erik solo bufo.

—Son mis hijos y si esos mocosos quieren salir con ellos, respetaran mis reglas en mi casa—. Charles rodo los ojos, pero finalmente sonrió.

—Iré a cambiarme—. Aviso el castaño, Erik regreso a vista a los papeles que hojeaba, después de un rato dejo de hacerlo para finalmente recoger su desastre y regresar a su habitación.

 

*******

 

Apenas y charles había salido de la dicha cuando un enorme arreglo de rosas se encontraba en su cama, junto a él, una tarjeta.

 

Nada cambiará mi amor por ti 
Ya deberías saber cuánto te amo 
De una cosa puedes estar seguro 
Nunca pediré nada más que tu amor.

—E.L

 

Charles se sonrojo y tomo las rosas con suma delicadeza, apretándolas contra si con mucho cuidado para poder olerlas. Una sonrisa boba se acomodó en su rostro al verlas, era increíble la manera que tenía aquel hombre para volver a enamorarlo, pero una cosa eran las palabras y los detalles y muy diferente los hechos, tenía que seguir presionando a Erik para que en lugar de palabras usara los hechos para volver a enamorarlo.

—Crees que con esto caeré rendido a ti, ¿No es así?—. Pregunto el castaño a la nada mientras volvía a acomodar las rosas sobre la cama. Afuera de la habitación, la puerta entrecerrada dejaba ver la sombra de un hombre el cual sonrió de medio lado al escuchar aquel cuestionamiento, era obvio y él ya lo sabía, Charles no caería dos veces con el mismo truco o bien, con las mismas conquistas, tenía que usar algo nuevo, ya vería que se le ocurría en el trascurso de la semana.

 

*******

 

Todo en la semana había estado bien, las cartas jamás pararon de llegar y aunque era inútil que Erik siguiera firmándolas como “E.L” nunca se olvidaba de hacerlo. El día de hoy tenían planeado salir con los gemelos a un restaurant, obvio que sin Remy ni Kurt, era hora de que los gemelos pasaran un poco de tiempo con sus padres.

La comida paso entre risas y charlas amenas entre los cuatro integrantes, todo es un ambiente tranquilo y bastante familiar, pero todo aquello se vino abajo con la aparición, no grata, de una mujer rubia y de ojos azules.

—Vaya, vaya… bonita familia la que te cargas, Erik—. Comento Emma con son de burla, ganándose un ceño fruncido de parte de los cuatro integrantes.

—Óyeme bru…—. Wanda quería mostrarle de una vez por todas de lo que ella era capaz si alguien como Emma se atrevía insultar a su familia, pero Charles se lo había impedido, esto no involucraba a los niños.

—Emma—. Gruño Erik con molestia. —Si aún tienes problemas con nuestras acabada relación, esos problemas los resuelves conmigo, el resto de mi familia no tiene nada que ver en esto—. Emma soltó una risotada que retumbo en el lugar.

—Oh cariño, tu familia tiene mucho que ver—. LE dijo con el ceño fruncido. —O ya olvidaste que por él—. Apunto a Charles. — Me has cambiado a mí—.

—Lo nuestro fue un error desde el inicio—Le dijo Erik con voz severa y seria. —Entiéndelo, lo nuestro termino y te voy a pedir…—Erik se acercó a la rubia para poder, aunque sea, lograr intimidarla. —…que no los molestes más—. Emma abrió la boca con indignación y sin que el mayor lo esperara, la mujer soltó una fuerte bofetada que dejo la mejilla de Erik con un brillante tono rojizo.

Ante aquello, tanto Wanda como Pietro jadearon con sorpresa, al igual que Charles, que se quedó viendo la escena en shock, miro a Erik y después a Emma, y no le tomo mucho tiempo acercarse a la mujer y abofetearla tal cual ella había hecho con Erik, aquella acción había dejado a los gemelos y a Erik con la boca abierta, y más ante el ceño fruncido de Charles. Emma se llevó una mano a la mejilla golpeada.

—Tú no golpeas a Erik, ofrecida—. LE dijo el castaño más que molesto, Emma miro a Charles con indignación.

— ¡Tu!—. Emma había alzado la mano para regresarle la bofetada a Charles, pero la mano de Erik se lo impidió, Emma miro a Erik con gesto incrédulo. —Él me ha golpeado—. Le reprocho la rubia.

—Y tú no le levantaras la mano frente a mi o mis hijos—. Erik soltó bruscamente el brazo de Emma. —Te lo advierto Emma. Lo que teníamos se terminó, no importa cuánto intentes convencerme, no importa cuánto digas amarme. Nunca hará que deje a Charles—. Tomo al castaño de la cintura para acercarlo a él. —Porque a él lo amo—. Erik miro a Charles, y el castaño pudo ver en los verdes ojos de Erik que el mayor decía la verdad. —Y nunca harás que cambie eso—. Emma miro a Erik con ojos llorosos y el ceño fruncido.

—No tienes idea de cuánto te odio—. Le dijo la mujer con enojo. — ¡A ti y a tu estúpida familia!—. Ante aquellas palabras Pietro le señalo a su hermana un balde de agua jabonosa con la cual limpiaban las ventanas superiores del centro en donde se encontraban, Wanda entendió de inmediato e hizo uso de su mutación. —Y espero que sus engendros…—. Las palabras de la rubia quedaron a medias, pues de la nada un montón de agua, sucia por cierto, caía sobre ella, Emma se miró completamente empapada y los gemelos no pudieron suprimir sus risas, la rubia simplemente gruño con enojo antes de alejarse de la familia.

—Niños—. Dijo Erik con son de reprenderlos, pero Charles lo detuvo.

—Vayamos al cine—. Dijo el castaño y sus gemelos sonrieron. —No los reprendas, hicieron algo bien o no—. Dijo el castaño con una sonrisa, a lo que Erik contesto de la misma manera. El de ojos verdes tomo a Charles de la cintura antes de que se alejara de él y le planto un beso en los labios, simple y tratando de trasmitir el amor que sentía por el de ojos azules, Charles quedo sorprendido al principio, pero no se negó al beso.

—Te amo—. Le dijo Erik con una sonrisa, Charles al principio lo miro de manera seria, tratando de analizar cada una de las palabras de Erik, como si quisiera asegurarse de algo. —Lo digo en serio—. Volvió a hablar, Charles simplemente sonrió.

—Yo también te amo—. Le dijo para regresarle el beso.

Todo seguía bien… por ahora.

Notas finales:

Okey...

Los fragmentos pertenecen a:

 

*Nada como tu- WarCry

*Glory Of Love- Peter Cetera

*Nothing gonna change my love for you- Glenn Medeiros

 Dejen Rw... esta no mutante los agradece eternamente :D


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