Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El rencor contra el amor por Alexis Shindou von Bielefeld

[Reviews - 244]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

No sé ni por donde comenzar. Estoy muy contenta por el apoyo mostrado. Créanme que grito cada vez que leo sus lindos comentarios y esta vez también me reí como nunca.

Como agradecimiento les dejare no uno sino dos capítulos seguidos. El siguiente cap de hecho ya estaba planeado desde el principio. Se los dedico con todo mi cariño :3 ya sabrán ¡ah! pero no se me salten este ¿eh?... jeje 

Capitulo 7

Aclarando ciertos puntos.

«¿Como pudieron batallar con quince de sus soldados más capacitados? ¿Qué clase de poder ocultaba bajo esa fachada de muchachito debilucho?»

Eran los pensamientos de Bastian, que observaba con recelo al joven rey de Shin Makoku. Había perdido el rastro del caprichoso príncipe en un descuido, bueno por lo menos sabía que no estaba con ese. Siguió buscándolo paseando su mirada alrededor.

—¿Se le ha perdido algo, Lord von Moscovich?

Escuchó una voz rígida detrás de él. Alarmado, miró por encima de su hombro y se dio la vuelta de inmediato para encararlo.

—Lord von Voltaire, no había tenido tiempo de saludarlo —disimuló con cortesía, pues en su interior maldecía que su plan de emboscada hubiese fracasado. Otro lazo que debía destruir era el que tenía Willbert con ese tipo. Su ex hijastro a quien le seguía teniendo aprecio.

—Por supuesto, es que en este país son muy peculiares para dar las bienvenidas. —comentó Gwendal, sarcástico—. ¿Sabe? Debería redoblar la seguridad en las calles, la violencia nunca es buen atractivo turístico para ningún país, debería advertirle eso al rey. Si quiere yo mismo le comento al respecto.

Bastian dejó mostrar su dentadura en una sonrisa.

—No, por favor no se preocupe yo mismo me encargaré. Verá, el rey tiene su mente enfocada en otros asuntos y es a mí a quien le corresponde esa tarea, mis más sinceras disculpas si tuvieron algún altercado —repuso con fingida calma.

Gwendal estaba sintiendo el comienzo de una de sus jaquecas asesinas. ¡Por favor! como si no supiera que ese sujeto estaba detrás de todo esto, bastaba con ver la insignia del uniforme por debajo de la capa que usaba aquel tipo que dejó noqueado para darse cuenta que eran de las tropas Moscovicht.

—Si vuelve a suceder, ésta vez no dejaremos que escapen para que confiesen de una vez quien fue el imbécil que los envió —dicho esto se retiro no sin antes mirarle a los ojos endureciendo su mirada y sonreír de lado.

*********************************

Lukas observaba celosamente a Yuuri Shibuya desde su lugar en una esquina alejada de la multitud. Aún no se explicaba que había visto su hermoso hermanastro en ese idiota que parecía un bobo y así la ira y el coraje aumentaba en su corazón.«A mí nadie me rechaza, pagaras todos los desprecios que me has hecho con la vida de ese mentecato» pensaba mientras apretaba fuertemente su copa de vino.

—¿Estudiando al enemigo? mí querido... no —corrigió Friedrich— mi detestado Lukas.

Lukas escuchó la voz detrás de él más no se dio la vuelta y siguió observando.

—¿Quién de los dos crees que se enfrente con ese debilucho antes que el otro? —siguió Friedrich, acercándose más.

Una mueca curvó los labios de Lukas al escuchar esa pregunta.

—Para ser sincero Friedrich, espero ser yo, tengo unas cuantas cuentas pendientes con ese intento de rey —respondió despectivamente.

—No serás el único —repuso Friedrich de inmediato—. Te aseguro que mas de alguno desea darle su buena paliza —Su sangre aun hervía de furia al recordar la manera en la que ese rey y Wolfram se vieron durante la entrega del presente y aún más por lo que le había dicho anteriormente ese don nadie.

Friedrich era una persona que no acepta la derrota tan fácilmente, una de las razones por la que no se lleva nada bien con Lukas es que ambos eran iguales en ese aspecto, el que un ser inferior medio mazoku se viniera a quedar con el amor del hermoso hijo del rey Willbert estaba más allá de sus límites.

Lo siguieron observando en silencio hasta que Friedrich habló de nuevo.

—Por supuesto que antes deberemos luchar con los otros cinco que van a participar, así que las posibilidades de pelear con ese mentecato rey son cuatro en uno en las preliminares y de ahí no pasa ese idiota —Pasó uno mano por sus cabellos rojo-carmín desordenándolos un poco—. Yo también deseo pelear con él —confesó.

—La final será entre nosotros dos, ahórrate la vergüenza y sal de la competencia —se mofó Lukas—. Será más rápido y menos doloroso.

Friedrich sonrió de lado

—No me vas a negar que la competencia seria aburrida si no estuviéramos nosotros en ella —comentó divertido—. Tenemos al señor de todo lo que germina, la seductora dama de hielo, chispitas, el señor del fuego incandescente, el mazoku de acero y el intento de rey... puros perdedores —ambos rieron y bebieron de sus copas, sintiendo como ese delicioso liquido quemaba sus gargantas—. Uno de nosotros se convertirá en el Maou de esta gran nación...

—Uno de nosotros poseerá a esa belleza indomable... y esa es la mejor parte... —susurró de repente Lukas.

Friedrich recordó las palabras de Wolfram:

«Mi corazón ya tiene un absoluto dueño...por favor considérelo por su bien...a-además yo confió en que él ganara» «créame que será un placer para mi verlo derrotado y humillado cuando pierda esa maldita competencia, Cuando mi legitimo prometido le gane yo estaré ahí para verlo caer»

Luego recordó las palabras de Yuuri:

«Si quieres que te lo diga más claro... él mismo me ha pedido que yo sea el único que le posea»

—Mi legitimo prometido... —murmuro Friedrich pensativo— ¡Lukas!... —alzó la voz como si hubiese descubierto algo. Por su puesto, había pasado en alto ese detalle por estar tan ensimismado en otras cosas como entrenar y pensar la manera de deshacerse de ese rey. Lukas volvió a verlo, extrañado —. ¡Wolfram y ese tal Shibuya ya han consumado el compromiso!

El cuerpo entero de Lukas tembló al escuchar tal declaración.

—¿De qué hablas, imbécil? —preguntó fuera de sí.

—El príncipe me dijo que Shibuya era su legitimo prometido y sé que recuerdas la manera en la que se observaron hace rato en la presentación, mi padre me contó que el compromiso entre ellos ya llevaba mucho tiempo según las investigaciones que había hecho en Shin Makoku. Tienen una hija en común, una humana que adoptaron —Lukas casi se atragantaba con su propia saliva del coraje que sentía, el otro siguió relatando—. Y dormían en la misma habitación...

—¡No sigas! ¡Maldición! —¡Maldita sea! —Pensó—, su futuro esposo ya había sido tomado por su antiguo prometido, ese fue un golpe muy fuerte para su orgullo, maldijo la indiferencia de Wolfram, él no había recibido más que desprecios e insultos de su parte pero en cambio ese si lo podía tocar, ese si lo podía acariciar, ese si lo podía besar, ese si lo podía hacer suyo ¡Maldito mestizo! ¡¿Qué había visto Wolfram en él?!

—Escucha, tu no me agradas y yo no te agrado pero ambos tenemos algo en común —habló de nuevo Friedrich. El otro lo miró seriamente—. Ambos queremos acabar con Shibuya pero de una vez por todas... así que te propongo algo...

—Habla —le ordenó Lukas.

—Si alguno de los dos pelea con Shibuya lo dejara medio muerto hasta el punto que no se pueda recuperar ¿Qué dices?...

Lukas se mofó de su ingenuidad con una suave risa, bueno no lo culpaba, por ahora era el único que sabía al respecto

—No sabes la buena nueva Friedrich, En esta competencia se valdrá matar al oponente y eso es precisamente lo que pienso hacer con Shibuya... —replicó con malicia.

Friedrich soltó una carcajada agradeciendo su suerte, esa era la mejor noticia que había recibido en mucho tiempo.

—Entonces —Le extendió la mano a Lukas—, que gane el mejor...

*******************************

La fiesta y el baile continuaban, Willbert seguía presentando con orgullo a su hijo y éste con fingida sonrisa saludaba a las personas pensando una y otra vez que su padre lo veía mas como objeto para presumir que como una persona, aun quería escuchar la explicación que no pudo completar su tío acerca del porqué su padre odia a los humanos tan exageradamente.

Matín se acercó Anette, que mantenía una copa de vino en sus manos observando directamente a padre e hijo que saludaban a los invitados.

—Hermana.

—Martín... —saludo ella y no apartó su vista de su objetivo.

—¿Cómo has estado Anette? —preguntó Martín amablemente. La mujer giró su rostro mirándolo irónicamente

—Estoy... —Comenzó y bebió una vez mas de su copa y se lamió sus húmedos labios al final—. Estoy pagando un error... que no me deja ser feliz.

—No hables así, tienes todo un futuro por delante ahora al lado de un buen hombre y...

—¡Es que no entiendes! – le interrumpió Anette con coraje—. ¡Prefiero la viudez a ser la sombra de un amor no correspondido de hace ochenta y no sé cuantos años! Y ese es mi error, creer que con el tiempo él podría llegar a amarme, creerme lo suficiente para borrar el recuerdo de esa mujer, cuando eso es imposible ¡mientras exista ese maldito lazo que los une y que mantiene vivió el recuerdo de lo que no fue!.. —exclamó dolida

—¿Ese lazo?

—¡Su hijo!... su hijo es la viva imagen de su ex esposa ¡por eso lo adora!...

—No hermana, estas equivocada —reprendió Martin ya serio—. No importa si su hijo es o no es igual en apariencia a su ex esposa, él de igual manera lo amaría porque es su hijo ¿Acaso tu no amas al tuyo por el simple hecho de que es tu sangre? o te lo pondré de otra amera, tu difunto esposo, Mark; él amaba a Lukas con todo su corazón como un padre debe amar a su hijo.

—No compares —dijo la reina con coraje—. De verdad no entiendes... que Willbert no me ama... que él sigue enamorado de Cecilie y que yo solo soy la sustituta... porque una noche estando ebrios me metí en su cama...

—Hermana —susurró Martin con pesar.

Anette suspiró para sus adentros y trató de tranquilizarse pensando que mientras esos dos se siguieran odiando su matrimonio no corría peligro. Cecilie nunca le perdonaría a Willbert el que se haya interpuesto en la felicidad de su hijo. Le convenía que Lukas ganara ese campeonato.

*********************************

—Yuuri heika.

—¡Waltorana! ¿Y bien?, ¿pudo hablar con Wolf? —habló Yuuri entusiasmado una vez se habían encontrado de nuevo en la fiesta.

Waltorana asintió.

—Le conté todo lo que pude aun con el corto tiempo a solas que tuvimos —agregó.

Yuuri suspiró con alivio, por lo menos ya no tenía ese peso, sabia cuanto Wolf lo sobreprotegía y estaba seguro que aun estaba renuente con la idea de que luchara en ese campeonato, pero si lograba hacer el pacto con el espíritu del elemento fuego del que les habló Shinou Heika estaba seguro que podría dejar callado de una vez por todas a Willbert y a los habitantes de Antiguo Makoku que lo veían con desprecio.

—Yuuri heika —llamó Gwendal cuando se había acercado.

Yuuri pasó de la tranquilidad a la inquietud.

—¿Aclaraste lo de la emboscada? —preguntó.

Gwendal asintió y después se cruzó de brazos. Él era un experto para interrogar, sabía los gestos y acciones que hace una persona cuando miente y ese tipo cayó redondito, además todas las pruebas estaban en su contra.

—El sujeto que dio la orden para que nos atacaran no es más que el concejero del rey Willbert, Bastian von Moscovitch, como se lo había asegurado antes.

Tanto Yuuri como Waltorana entrecerraron los ojos.

—Y como sabemos su hijo Friedrich von Moscovicht va a participar en el torneo, seguramente están dispuesto a caer en lo más bajo con tal de ganar —agregó.

—¡Ah! Hablando de participantes —habló de repente Waltorana llamando la atención de los otros dos—. Mi sobrino me explicó que Willbert apoya incondicionalmente al participante Lukas von Zweig siendo éste su hijastro, lo noté inquieto y me contó que no se la ha visto fácil viviendo estas dos semanas aquí.

—Si Willbert apoya a ese muchacho significa que es muy poderoso, habrá que tener precaución con él —razonó Gwendal.

—¿Cómo que Wolf no se las ha visto fácil viviendo aquí? Dígame Waltorana, lo han estado pretendiendo ¿cierto? —preguntó Yuuri seriamente, aunque lo debió imaginar por la forma en que lo miraban, especialmente ese chico de cabello violeta llamado Lukas y por lo que le insinuó ese tal Friedrich. No es que no estuviera acostumbrado a que las personas, sobre todo jóvenes, tratarán de enamorarlo, pero eso no significaba que no le molestara ese hecho. Era su prometido ¡Maldición! Prácticamente se iban a casar dentro de poco.

Waltorana se dio cuenta que había hablado de mas, sobretodo porque Yuuri muy en el fondo era muy posesivo con su sobrino aunque no lo demostrara abiertamente.

******************************

—Alteza, me concedería el honor de este baile.

Wolfram observó a ese tipo, intentando recordar su nombre. Ah, Harry von Ducke, uno de los participantes del torneo. Tendría que rechazar su petición como a todos los demás.

—Disculpe, Lord von Ducke... —Sus intenciones se vieron interrumpidas por su padre.

—Wolfram, por favor creo que es justo que bailes aunque sea una vez con el joven von Ducke —Wilbert tomó la manó de su hijo y se la ofreció al castaño sin darle la oportunidad de negarse a la petición.

Las personas que bailaban se hicieron a un lado mientras el príncipe y lord von Ducke se dirigían al centro de la pista.

Wilbert se dispuso buscar a su esposa para saludar juntos a unos invitados, pero sus intenciones se vieron interrumpidas cuando se le acercó su buena amiga Hanna.

—Willbert, me debes explicar muchas cosas ¿eh?... —comentó Hannah risueña, tomando del brazo al hombre y comenzando a caminar por el salón—. Me tienes resentida...

—¿Y eso porqué?

—Porque haz separado a tu hijo de tan buen muchacho —comentó seria. Ella no era una persona que daba rodeos y menos cuando se trataba de sentimientos del corazón. En seguida el rostro del rey pasó de apacible a serio y Hannah comprendió que lo había molestado con su comentario—. No es justo, lo sabes y traté de advertirte en la reunión.

Willbert detuvo su andar y se colocó frente a frente con ella que esta vez le dedicaba una mirada de reprimenda.

—No-...

—¡No hay excusas! —le interrumpió Hannah sin dejarlo terminar—. No debes generalizar, te lo he repetido hasta el cansancio, no todos los humanos ni todos los mestizos son malos, no todos los mazoku puros son buenos. No es justo que le hagas esto a tu hijo, no le das oportunidad de escoger a quien amar.

—El convenio de hace años así lo estipula.

—¡¿Y eso qué?! —le rebatió.

—Escúchame, no te atrevas a llevarme la contraria Hannah, tengo buenas razones para pensar de esta manera ¡y por mi honor y mi orgullo que así será!

El rey no espero replica alguna y siguió buscando a su esposa no sin antes darle una mirada dura a su amiga.

*******************

Incomodo, era realmente incomodo estar entre los brazos de ese tipo. Bailaba sin sentir realmente el compás de la música, era simplemente como si no tuviera conciencia de lo que hacía porque su mente divagaba en otras cosas, como por ejemplo el extraño presentimiento que tenia con respecto al torneo.

***Wolfram flashback***

Te recuperare porque eres mío le dijo Yuuri después de darle aquel apasionado beso.

Si vas... morirás algo le impulso a advertirle eso.

***fin flashback***

Últimamente se había visto asechado por tortuosas pesadillas, en sus sueños Yuuri siempre aparecía al borde de la muerte acechado por una horrenda bestia parecida a un dragón con cuatro afilados cuernos que sobresalen de su cabeza, con alas y aliento de fuego, recuerda como él lo llama para que vuelva a sus brazos pero éste se niega y sigue luchando, tras despertar un residuo de intranquilidad se aferraba a él, un peso enorme comprimía su pecho y su espíritu estaba atormentado por las más tristes imágenes y reflexiones a lo largo del día.

—¿Alteza? —le llamó Harry intrigado al sentir como el príncipe le apretaba fuertemente el hombro.

—¡Disculpe!...lord von Ducke —Wolfram se dio cuenta que entre sus cavilaciones reaccionó instintivamente apretando su puño contra el hombro del joven.

—Dime solo Harry —Le interrumpió galante, el baile permitía intercambiar pareja por lo que después de finalizar tuvieron que separarse.

************************

Kristal von Aigner era muy codiciada en matrimonio por su sin igual belleza y fuerza, todos esperaban recibir el sí para comenzar a cortejarla más ella tenía otras intenciones.

—Lady Kristal, por favor baile conmigo —Era la petición común entre los jóvenes invitados a la fiesta que la rodeaban en un semicírculo.

—Discúlpenme, no sería correcto bailar con alguno de ustedes estando mi futuro marido presente ¡De hecho creo que lo invitare a bailar! —respondió Kristal.

La muchacha estaba a punto de hacerlo pero sus intenciones se vieron interrumpidas al observar al príncipe bailar ahora con Raimond von Luttenberger «Bueno —pensó—, mejor invitaré a ese otro que esta igual de lindo»

********************

—Esos dos han estado merodeando a mi prometido... —murmuró serio Yuuri. Debía aceptarlo, estaba celoso.

—Cálmese, Wolfram se sabe defender solo —replicó Gwendal. Yuuri arrugó la nariz.

—Majestad Yuuri...

El mencionado en seguida giró para ver a la persona que había hablado, ¿no era ella una participante del torneo?... ¿Cómo se llamaba?... ¿Kristal...? ¿Kristal von Aigner?

—¿Si?... —dijo Yuuri, alzando una ceja.

—Me concedería el honor de esta pieza... —Kristal extendió su mano para que la tomara.

Yuuri no supo que hacer. ¡Rayos! —pensó— su prometido de seguro lo quemaría vivo si hiciera eso. Ambos eran unos celosos empedernidos. Sobre todo porque la muchacha era del tipo que Wolfram no soportaba. "Muñecas sin cerebro" las llamaba.

—Lady von Aig...Eig...

Ella rió maliciosamente ante el intento frustrado del rey de pronunciar su apellido.

—Dime solo Kristal...

—Bien...Kristal san ¿sabe?... yo no soy muy bueno bailando, no quiero patearla ¿me entiende?...

La muchacha hizo un puchero, nunca nadie la había despreciado.

—¡Venga! No sea tímido —Kristal no estaba dispuesta a recibir un no por respuesta.

Gwendal y Waltorana solo observaban como el rey era arrastrado hasta la pista de baile

******

¡¿Pero qué rayos hacia Yuuri bailando con esa mujer?! Eran los pensamientos de Wolfram que observaba celosamente como esa loca colocaba la mano de su prometido alrededor de su cintura.

—Alteza... —le llamó esta vez Raimond al notar como estaba mas enfocado en ver en otra dirección—. ¿Se encuentra bien?

—Lord von Luttenberger, no pasa nada —disimuló sonriendo y lentamente hizo que se acercaran a la pareja de Yuuri y Kristal. Eso no lo permitiría ni aun en la situación en la que estaban.

*******

—Lukas... ¿ves lo mismo que yo? —preguntó Friedrich, mandando una mirada de odio hacia el centro de la pista de baile.

—Maldita sea... —murmuró Lukas.

—Se supone que no deben hablar porque cabe la posibilidad de que escapen, mi padre y yo ya habíamos quedado en vigilarlos, pero...

—Ustedes sí que son inútiles... —masculló Lukas observando como Wolfram llegaba a las manos del mentecato Maou de Shin Makoku.

****************

Las manos de Yuuri tomaron firmemente la cintura de su pareja y Wolfram colocó la mano sobre el hombro de él, acercaron mejilla con mejilla moviéndose armoniosamente al compás de la música

—¿Te diviertes, enclenque traidor? —preguntó Wolfram susurrando con recelo.

—Mi vida, no te pongas así, fue ella la que me arrastró —Se defendió Yuuri, sintiendo el cálido cuerpo de la persona que amaba—. ¡Pero valió la pena! —rió graciosamente.

—¿Y eso porque? —gruñó Wolfram.

—Porque ahora te tengo entre mis brazos... —Le susurró Yuuri al oído, haciéndolo estremecer.

Cierto, ahora por fin estaban juntos. Un calorcito se apoderó en el pecho de Wolfram, como una oleada de lujuria. Trató de respirar profundamente para desacelerar los latidos de su corazón.

Sus cuerpos se movían deleitándose en un ritmo tranquilo. Sin embargo no tenían mucho tiempo para hablar.

—Yuuri... mi tío me contó lo que les dijo Shinou Heika, sé que ahora te sientes más seguro —le Wolfram susurró al oído—. Pero debes tener cuidado, sobre todo con...

—Lukas y Friedrich —Yuuri completó la oración de su pareja—. ¿Te han estado molestando?...

Wolfram hizo un mohín al escuchar esa pregunta, debió imaginar que su tío le contaría de inmediato ese detalle.

—No es nada que no pueda manejar, es solo que ambos son igual de arrogantes y repugnantes.

Yuuri lo miró escéptico pero después solo se limito a sonreír.

—Estas dos semanas han sido un asco sin ti, te extrañé —confesó, abrazándolo más fuerte aprovechando que el rey Willbert no andaba cerca.

—Yuuri... —musitó Wolfram mientras miraba sus bellos ojos negros y contemplaba sus labios los cuales tenía tan cerca y tan lejos a la vez. La distancia moral era abismal.

—Necesitamos hablar a solas.

Wolfram dirigió su mirada a un punto específico del gran salón, su mente vacilaba en el dilema de verse o no a solas con su amado por el peligro y consecuencias de ser descubiertos. Siendo un Noble criado bajo los principios de honor y lealtad era inaceptable aceptar tal proposición pues oficialmente ya no eran prometidos, no obstante las circunstancias se hacían cada vez más críticas y aquella necesidad más urgente.

—Wolf —insistió Yuuri.

Wolfram lo escuchó y supo que era tiempo de separarse pues tenían que cambiar pareja. Reaccionó mirándolo fijamente con determinación, una sonrisa extraña y maliciosa contrajo su rostro.

—Nos veremos en mi habitación, me despediré de mi padre diciéndole que estoy cansado y que me retiraré, enviaré a una persona para que te indique el camino y entonces podremos hablar más tranquilos. —habló sin titubear, como si ya lo hubiese tenido planeado desde el principio. Justo a tiempo pues al instante intercambiaron pareja.

******************************

—¡Hilda! —Wolfram rápidamente se acercó a la muchacha. No tenía tiempo que perder, la había buscado inmediatamente después de haber terminado el baile—. Necesito que me hagas un favor...

—¡Dígame, alteza! —alcanzó a decir la doncella mientras era arrastrada por el príncipe hacia una esquina del salón.

—Es un poco arriesgado pero, quiero que escoltes a mi prometido a mi habitación —susurró viéndola con esperanza. Ella parecía estar contrariada o tal vez incrédula ante su petición, pero luego suavizo su expresión. Lo entendió perfectamente.

—Solo deme las indicaciones y yo lo haré —respondió sin titubear.

Wolfram sonrió.

*********************

—Necesito que me cubran —explicaba Yuuri a sus dos acompañantes.

—¡Están locos! ¡¿se imaginan que pasaría si los descubrieran?! —dio el grito al cielo Gwendal.

—Gwendal por favor, ¡Por favor! ¿No crees que es suficiente tortura con todo esto que está pasando?! Nos amamos ¡entiéndelo! —suplicó Yuuri juntando sus manos.

—Yo lo cubro majestad —contestó Waltorana. Recordaba la suplica de su sobrino cuando hablo con él hace unos momentos, no podían ser tan crueles con ellos.

—Waltorana ¡Muchas gracias! —Yuuri miró con ojos brillantes a ese que también podría considerar como un suegro y después dirigió su mirada a su cuñado

—Bien... —contestó Gwendal finalmente, su rostro tenía una nueva arruga, eso le pasaba por ser tan consentidor con ese par.

—Yo me encargaré de distraer a mi hermano, usted vigile a Bastian, lord Voltaire —propuso el Noble de las tierras Bielefeld.

Gwendal se frotó la frente. Realmente era una locura lo que iban a hacer. Si algo llegaba a fallar y los descubrían no saldrían vivos de esta.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).