Capitulo 2
La revelación de Shinou.
Templo de Shinou
—¡Que tormenta! —exclamó un chico pelinegro de lentes totalmente empapado entrando a la amplia habitación oscura iluminada solo por la luz de las velas donde estaba el rey original.
—Gran Sabio ¿Cómo es que terminaste tan mojado? ¿Qué acaso estabas jugando como un niño debajo de la lluvia?— preguntó Shinou divertido, estaba sentado sobre una de las cuatro cajas mas al ver al chico de lentes se levantó.
—Nada que ver, estaba en el patio cuando de repente comenzó la tormenta, no me dio oportunidad de refugiarme a tiempo — explicó Murata mientras retorcía su ropa para escurrirla.
El rey original se sujetó el mentón en una pose meditativa. —Pareciera como que Yuuri este controlando el clima agrede
—También pasa cuando está realmente alterado... ¿Pero que puede ser?...ahora su vida es color de rosa.— comentó Murata sin prestarle mayor atención al tema.
—Cosas pasan siempre en la vida...— advirtió Shinou, pensativo.
—Tienes razón...—suspiró Murata—. Mejor iré a ver cómo están en Pacto de Sangre.
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Castillo Pacto de Sangre
Aun cuando se los ordenó no lo habían dejado entrenar con todos los soldados de las tropas, no tenía tiempo que perder, su prometido estaba lejos de él y para recuperarlo tenía que ganar una competencia en contra de unos poderosos Mazoku de Antiguo Makoku. Lo habían llevado a rastras hasta la sala de reuniones, estaban ahí reunidos y nadie se había dignado a romper ese maldito silencio que lo tenía al borde la histeria.
—Su majestad, cálmese... —pedía el consejero al ojinegro que se mantenía sentado inclinado con sus puños apretados sobre la amplia mesa, con la cabeza agachada haciendo que unos cuantos mechones de cabello cubrieran su frente.
—¿Que quiere? —cuestionó Gwendal rígidamente que no había dejado de caminar de un lado a otro desde que llegaron a la sala — ¡¿Terminar lastimado por batallar con cuanto soldado se le ponga enfrente?!— se detuvo cuando estuvo cerca del Maou y golpeó fuertemente la mesa con la palma de su mano- ¡Use la cabeza! ¡Eso no será una simple lucha de espadas!- al terminar escuchó la reprimenda de su hermano por la manera tan ruda de hablarle al rey.
Conrad sentía que su hermano mayor se estaba pasando un poco con los reclamos, al mismo tiempo comprendía su inquietud y desesperación
—Gwendal...
—¡No me interrumpas!—siguió sin importarle las quejas de su hermano— Esos Mazoku no solo usan espadas sino que las combinan con sus elementos, los controlan a la perfección... ¿Se da cuenta? ¿Qué pasa si por un descuido usted llega a perder la vida? porque no dudo que Willbert von Bielefeld les ordene acabar con usted...-
Gwendal llevó su mano a la sien derecha, tenía un fuerte dolor de cabeza.
—Los Mazoku de Antiguo Makoku están más allá de nuestro nivel...reciben un entrenamiento diez veces más duro que aquí en Shin Makoku – Gunter siguió explicándole.
—¡Maldita la hora en que regreso ese hombre!
No soportando la frustración Gwendal golpeó fuertemente la pared. Cecilie estaba sentada en una silla alejada de Yuuri, callada con la vista al suelo...como muerta en vida, Gisela ya la había atendido poniéndole un vendaje en su tobillo.
—¡¿Entonces porque se niegan a que entrene?! ¡Maldición! —gritó Yuuri de repente golpeando la mesa con ambas manos y poniéndose de pie. — ¡Mi prometido ha sido prácticamente secuestrado por su padre y ustedes parecen estar tan tranquilos!...—añadió dando mayor firmeza y aire de reproche a la entonación de su voz. De nuevo se escuchó un estruendoso trueno a las afueras del castillo.
Llegó a su límite, él no era maleducado, era respetuoso y amable pero llegó a su límite. Una cosa era que lo quisieran proteger pero no comprendía su actitud para con Wolfram, era su hermano el que estaba en peligro ¿no?... más aun era su prometido, ¡el futuro consorte real de Shin Makoku! y mas allá era el hombre que amaba... ¿Por qué no comprendían?
—¡Module su tono! — exigió de inmediato el peligris para después recostarse sobre la pared.
—Majestad, Estamos igual de preocupados por Wolfram pero también lo estamos por usted— habló Conrad— si usted muere en esa competencia no solo sufrirá Shin Makoku... ¿Se imagina la reacción de Wolfram si algo le llegará a pasar?...
Yuuri pareció calmarse por fin por las palabras de su Padrino, inhaló y exhaló profundamente antes de volver a sentarse.
—Conrad...lo único que quiero es recuperarlo — dijo en un hilo de voz.
Conrad se enterneció y sonrió de manera melancólica.
—Y lo ayudaremos...—le dijo.
—Pero usaremos la cabeza... -intervino Gwendal de nuevo con uno tono de voz más calmado y se puso frente a la mesa. —¡Gunter!
—Si, Gwendal.— entendió perfectamente lo que tenía que hacer.
El concejero extendió una especie de pergamino sobre la pizarra donde se podía apreciar un mapa y se plantó frente a los demás. Parecía estar a punto de dar una lección de Geografía.
—¿Qué es esto?... ¡por favor! —exclamó Yuuri con ironía y echó para atrás su espalda a la silla, no estaba para recibir clases en estos momentos, lo que necesitaba era volverse más fuerte.
—Debe conocer primero a su enemigo para usar las herramientas y poderes necesarios para vencerlos – empezó Gwendal a explicar.
—Esto heika, es la nación de Antiguo Makoku, aunque antes era conocido como solo "Makoku" solo después de que Shinou Heika fundó esta nación quedo estipulado que serian reconocidos de esa manera ; al igual que Nuevo Makoku se divide en tierras pero ellos lo llaman distritos y en total son siete, gobernados por un Noble...
—¿Iremos de visita turística o qué?
—¡Ponga atención! —exigió el general ya sin nada de calma y Yuuri se enderezó de su silla.
—Bien, continuo— Gunter se ajustó la voz y prosiguió—las familias que las gobiernan son: Rosenzweig, Ducke, Zweig, Luttenberger, Aigner, Foster y Moscovitch, su zona neutral es el distrito imperial, es la zona Maou.
Al escuchar aquel apellido la furia y el coraje de Yuuri aumentó. De nuevo se escuchó un trueno en las afueras del castillo.
—El tipo que se llevó a mi Wolf...— recordó con rencor. Ese sujeto no les había dado tiempo para decirse unas palabras.
—Ahora iremos a lo más importante —habló Gwendal—. los poderes y las técnicas que utilizan, Tanto en Nuevo Makoku como en Antiguo Makoku se utilizan los elementos básicos: Tierra, Viento, Fuego y Agua pero en Antiguo Makoku existe un quinto elemento que es el rayo o la electricidad, aunque suele ser un elemento secundario ellos lo toman como uno básico por su gran poder destructivo.
—Debo aprender a controlar correctamente mi elemento agua en menos de dos semanas, No puedo seguir perdiendo mi consciencia cuando libero todo mi poder... — declaró el Maou analizando la información.
—Eso no es lo peor... — advirtió temeroso el consejero -Los Mazoku de Antiguo Makoku pueden controlar más de un elemento- pudo apreciar como las pupilas del rey se encogieron y su mirada oscura se llenó de pánico
—¡¿Q-que?!
Gwendal continúo después de Gunter aun apreciando el rostro aturdido de Yuuri.
-Si combinamos los elementos el resultado es de la siguiente manera:
-Aire más Agua: Hielo
-Aire más fuego: Vapor
-Tierra más Fuego: Magma
-Tierra más Agua: Planta
-Después de un arduo y extenuante entrenamiento el Mazoku puede también utilizar al cien por ciento sus elementos sacando sus derivados
-De la tierra puede controlar el metal, bronce, cobre, hierro, roca y madera
-Del Aire puede controlar el espectro y magneto
-Del fuego la Luz
-Del agua la Sombra –
—¡¿Pueden controlar todo eso?! —preguntó Yuuri boquiabierto.
—Nadie ha llegado a controlar más de dos elementos heika, se necesita de mucho Maryoku para ello, aunque existe la leyenda de que un elegido podrá controlar los cuatro elementos.
—¿Cómo hacen para controlar dos elementos? ¡Necesito saber cómo!—ahora comprendía mejor el porqué de la preocupación de todos.
—Reciben un entrenamiento especial desde que son unos niños, esos Mazoku son de temer...—sentenció Gunter seriamente, como queriendo no decir esas crueles pero verdaderas palabras.
—No me digas eso...— pidió Yuuri. Con todo lo que le habían informando temía no poder rescatar a Wolf de las cadenas de su padre. - ¡Haría lo que fuera por volverme más fuerte! – gritó mientras golpeaba la mesa con su puño.
—¿Por volverte más fuerte?—preguntó de repente una voz.
—¡Murata! ¡Gran Sabio!— exclamaron todos a la vez al reconocerlo.
—¿Qué pasó ahora? —todos excepto lord von Bielefeld estaban reunidos con caras de angustia, la fuerte lluvia y su compañero desesperado por volverse más fuerte, de inmediato supo que algo no andaba bien.
El Gran Sabio se dirigió a la silla más próxima y prosiguió a sentarse en ella.
—Willbert von Bielefeld volvió —respondió Gwendal, sabía que lo demás ya lo supondría por los recuerdos de sus reencarnaciones.
—Y se llevó a mí prometido... lejos de mí.
—Willbert von Bielefled...—repitió Murata, recordando—el poderoso Maou de Antiguo Makoku... ¿y cómo lo recuperaras? —sabia cuanto Shibuya amaba a lord von Bielefeld, obviamente su amigo no se quedaría tan tranquilo.
—Debo ganar un torneo en Antiguo Makoku...
—Es imposible —declaró Murata, cerrando sus ojos con un deje de seguridad.
—¡Gran Sabio!...—reclamó Corad.
—Es que es cierto Sir Weller— se defendió— con el nivel que tiene Shibuya en estos momentos no llegará ni a las semifinales ante los poderosos Mazoku de Antiguo Makoku. –
—No necesito escuchar eso de ti Murata, si tienes un plan solo dilo, sino lo tienes, me voy a entrenar –Yuuri inmediatamente se puso de pie e intentó caminar a la salida
—Si lo tengo...— Dijo Murata. Su anuncio detuvo la acción del ojinegro—Shinou desde hace mucho tiempo que quiere dejar unas cuantas cosas claras con ese sujeto...tu suegro— lo ultimó lo dijo son sorna haciendo que el Maou frunciera el ceño- ¿Qué dices?... ¿aceptarías la ayuda de ese espíritu travieso?
—No estoy para ponerme exigente ¡andando!
Por supuesto, Shinou, ¿Cómo no se les ocurrió antes? Una nueva esperanza se formó en sus corazones. De inmediato acataron la orden, necesitaban toda la ayuda posible para salir victoriosos. Antes de salir Conrad volteó a ver a su madre, no le gusto para nada verla de esa manera, regresó por sus pasos y se acercó a ella arrodillándose frente a la silla donde se encontraba la mujer.
—Descuide madre, si Shinou nos ayuda tendremos mas posibilidades de rescatar a Wolfram, no pierda la fe...—su voz se escuchaba cálida y confortante y aun así no lograba entrar en el corazón destrozado de la mujer. El capitán se levantó y siguió su camino.
—Todo es mi culpa, todo su rencor a los humanos...es por mi culpa...- susurró cuando ya su hijo se había marchado.
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Una poderosa embarcación navegaba por las aguas rumbo a Antiguo Makoku, ese país que para algunos eran sus tierras, para otro era su reino y para un último su prisión.
Desde que llegaron al muelle y subieron al navío el príncipe se dirigió al camarote preparado especialmente para él, su padre no le había dirigido la palabra durante el camino y para ser sincero no deseaba enfrentarlo, no después de romper su pacto de no acercarse a los humanos y mestizos, de no dejar siquiera que lo tocaran, si supiera que ya muchas veces había sido tomado por su prometido, de seguro los mataría a ambos, ciertamente no se arrepentía, lo podían tachar de traidor y perder el poco orgullo que le quedaba más nunca aceptaría a otro que no fuera Yuuri como esposo, sin embargo su amado debilucho no tenía ni idea de la clase de Mazoku a los que se enfrentaría en esa competencia, no tenían alternativa ¿Qué podían hacer?
El joven demonio de fuego se llevó una mano a corazón, no había parado de sentir esa preocupación que lo tenía al borde del colapso, de un momento a otro su vida se convirtió en una pesadilla.
Willbert estaba en la cubierta viendo el atardecer en el mar, su mente divagaba entre los recuerdos de su encuentro con Cecilie, era patético, aun después de tantos años esa mujer le estremecía, pero por desgracia ella nunca fue sincera con sus sentimientos como lo fue él en aquellos tiempos...y jamás volvería a demostrarse débil ante nadie. Lo único bueno que había sacado de esa relación era su hermoso hijo, era tan similar a su ex esposa, su más preciada posesión, después de todo lo que le hicieron, quedarse con ese recuerdo, tener algo tan suyo, le conformaba, a Wolfram si lo podía proteger, era su deber alejarlo de alguien que tuviera relación con humanos, humanos traidores que te quitan lo que amas...
—¿Debería enviar un mensaje al castillo avisando que preparen una celebración de bienvenida para el príncipe? —preguntó un persona detrás de él sacándolo de sus pensamientos.
—Hazlo Bastian, avísale a mi mujer que se encargue ella misma de que todo este perfecto para la llegada de mi hijo, que le prepare la habitación y todo lo demás...
—Claro...le encantará la idea de conocer a tu hijo...—murmuró entre dientes y su boca se torció en una mueca sarcástica – Y a tu hijastro también
—Como sea, avísale también de la competencia, tal vez Lukas se anime a participar... — dicho se dio la media vuelta y regresó a su camarote.
—"Y a mi hijo también"— pensó Bastian con maldad.
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Templo de Shinou
Murata y los demás ya habían terminado de contar la situación a Shinou heika, éste por su parte se había mantenido escuchando atentamente la situación, analizando y entendiendo el problema, ya lo veía venir y ahora por fin había estallado la bomba, Willbert von Bielefeld en contra del amor de su hijo por un mestizo, era digno de una historia trágica de amor, el juego había comenzado, solo tenían que mover cuidadosamente las piezas y tendrían un ganador definitivo y él una oportunidad para demostrar a su país de origen que no se equivocaba en sus decisiones.
—Willbert se atreve a retarme, a mí y a mis designios, si su objetivo es humillarte públicamente entonces le daremos batalla —habló por fin el rubio después de un momento en silencio, llamando la atención de los demás—Tu viniste a Shin Makoku para escribir una nueva historia donde los demonios y los humanos viven en armonía y así debe continuar, te ayudaré un poco pero lo demás dependerá de ti
—¿Porque tanto odio a los humanos? —cuestionó Yuuri que todo este tiempo había mantenido una postura rígida
—Si quieres entender la situación y con qué clase de persona está tu prometido, me veré en la obligación de contar cosas que tal vez incomoden a algunos presentes—al terminar miró directamente a Gwendal y Conrad
Yuuri ubicó su mirada a la dirección de ambos hombres con el rostro serio pero al mismo tiempo les daba a entender que ellos tenían la última palabra.
—Prosiga – indicó el mayor
Conrad simplemente asintió una vez con la cabeza.
—Willbert von Bielefeld es el hermano mayor de Waltorana, nació en Tierras Bielefeld como lo indica su apellido pero fue criado en el distrito Rosenzweig de Antiguo Makoku donde tuvo un entrenamiento rígido que le hizo desarrollar un poder sin igual, fue elegido Maou de Antiguo Makoku desde hace tiempo atrás, y por supuesto fue bien aceptado por los habitantes de esa nación. Criado dentro de la Nobleza era guapo, educado, amable, culto y tenaz, muchas personas buscaban arreglar un matrimonio con él sin embargo el mismo Willbert conoció por el destino a alguien que marcó su vida para siempre. En una reunión entre ambos soberanos de las Naciones de los Demonios conoció a Cecilie von Spitzweg... y bueno...no es que ella sea una persona tímida
Todos esbozaron una sonrisa resignada ante ese hecho, el rey original siguió con su relato-
—Después de unas semanas contrajeron matrimonio en Shin Makoku y vivieron en Pacto de Sangre por un tiempo. Willbert y Cecilie esperaban al primer hijo nacido de su matrimonio, ambos estaban muy ilusionados, sobre todo él, pero antes de que el bebé naciera tuvo que regresar a su país con el objetivo de renunciar a su puesto como Maou, prometiendo que regresaría para cuando su hijo tuviera algunos meses de nacido - hizo una pausa observando cómo Yuuri meditaba la información- hasta ahora todo parece color de rosa ¿cierto? – preguntó Shinou a lo que Yuuri asintió automáticamente.
—Pero, si Willbert von Bielefeld esperaba con gran ilusión a Wolf y era una persona amable...entonces ¿Por qué cambio?...
Gwendal y Conrad apretaron sus puños y cerraron sus ojos con frustración, Murata solo escuchaba atento y serio, Gunter agachó la cabeza.
--Porque...-- tomo aire antes de continuar --hay ciertas cosas que pueden lastimarte el corazón al punto de volverte una persona totalmente diferente en segundos...porque por orgullo hay ciertas cosas que no puedes aceptar de tu pareja y Cecilie cometió una grave falta.
—Cheri sama...- susurró Yuuri consternado.—¿Qué paso?
—Cuando Willbert regresó a Shin Makaku encontró a la ex pareja de su esposa ,Dan Hiri Weller, viviendo con ella y aunque intentaron explicarle que no era en el sentido que se imaginaba no entendió palabras, por honor pidió inmediatamente el divorcio quedando estipulado que sería el que tuviera toda la patria potestad de Wolfram, por eso tu prometido fue criado en las tierras Bielefeld como un orgulloso Noble bajo la tutela de Waltorana...y él regresó a Antiguo Makoku prometiendo que volvería por su hijo.
—Ahora entiendo porque Wolf era tan orgulloso y odiaba a los humanos— meditó Yuuri recordando que su prometido no se llevaba muy bien con Conrad cuando él recién había llegado a Shin Makoku.
—En realidad tu prometido no está en peligro si es eso lo que te preocupa —dijo de nuevo el rey original, el Maou le vio a los ojos y él esbozó una sonrisa.— Willbert visitaba a su hijo en algunas ocasiones y en todas esas se comportaba como un padre amoroso con él, aunque se muestra serio su debilidad es su hijo al cual ama como lo más valioso que tiene, de alguna manera el enterarse que su amado y único hijo estaba comprometido con alguien de la raza que tanto odia debió haberlo enloquecido de furia, recuerda que los Mazoku no se llevan con los humanos desde tiempos antiguos.
—Aun así debo recuperarlo.
—Créeme que no es fácil lo que vas a afrontar una vez pises tierra gobernada por el Maou del fuego, los Mazoku más poderosos nacen ahí- después de esa advertencia se dirigió a Murata – Gran Sabio, busca a Ulrike y dile que prepare todo para un pacto de Tierra.
—Entendido.
—¿Qué va a hacer Shinou Heika? —preguntó Gwendal, una vez el chico de lentes había salido.
—El poder ya lo tiene Yuuri, con esfuerzo y dedicación logrará ponerse al mismo nivel que sus competidores en Antiguo Makoku—su calma puso a los demás intrigados- Cuando entra a modo Maou solo utiliza una pequeña porción equivalente al veinticinco por ciento de su Maryoku, eso porque solo utiliza un elemento.
—El agua- indicó Yuuri
—El cual adquiriste cuando bebiste del agua que te ofreció Ondine, la sacerdotisa del bosque, pero también puedes adquirir tu elemento con un pacto a los espíritus.
—¡¿Esta insinuando que hará que Yuuri Heika controle dos elementos?!— cuestionó Gunter asustado con la declaración, sobre todo por las consecuencias que podría traer – Discúlpeme Shinou heika , pero Yuuri heika aun no logra controlar bien el agua y solo tiene dos semanas para...
—Él lo puede lograr, por algo lo elegí...—le interrumpió seguro de sus palabras para después seguir explicando —Lo que haré para ayudarte, es sacar el resto de poder que se encuentra dormido dentro de ti y haremos un pacto para que controles el elemento Tierra, aprovechando que tenemos a un Mazoku que controla ese elemento aquí- dijo viendo en dirección a Gwendal
—¡Eso es riesgoso!
Las protestas del consejero siguieron y eso terminó de colmarle la paciencia a Yuuri.
—¡Gunter!— le llamó la atención—Dije que haré lo que sea para recuperar a mi prometido.-
En esos momentos, entraron Murata y las doncellas. La pequeña Ulrike acompañada de otras dos que traían en sus manos unos recipientes que contenían rocas y piedras preciosas las cuales colocaron en las manos de Yuuri y Gwendal, todos los demás se agruparon en una esquina para dar espacio a la ceremonia.
—Colóquense en medio de la habitación a un metro de distancia entre ustedes viéndose de frente— ordenó el rey original.—Lord Voltaire trate de controlar las piedras y rocas que se encuentra en tu recipiente
Gwnedal cerró sus ojos y en unos segundos un aura color verde lo rodeaba, las piedras y rocas del recipiente se fundieron quedando solo como arena que levitaba en línea vertical.
—Ahora Yuuri, concéntrate y trata de hacer lo mismo
Yuuri cerró sus ojos pero a diferencia de Gwendal a él lo rodeaba un aura azul y solo conseguía que unas nubes de tormenta se formaran dentro de la habitación.
Las sacerdotisas juntaron sus manos y comenzaron a invocar al espíritu de la tierra, todos estaban a la expectativa.
Una sitúela de un hombre alto de edad, tenía una larga barba, vestido con una túnica color café, atado con un cinturón de cobre, sus brazos eran adornados por una especie de armadura hecha de metal al igual que sus rodillas, apareció ante ellos.
—¿Quién osa invocarme? —la voz del espíritu se escuchaba como un eco
—Espíritu que controlas el elemento Tierra humildemente queremos presentar ante ti a alguien que desea hacer un pacto contigo
—Shinou...—lo reconoció al instante —¿Qué planeas esta vez?
Murata tuvo que contener la risa, Shinou no tenia buena reputación por sus comportamiento travieso y eso era bien sabido hasta por los espíritus.
—¿Quién es la persona que quiere pactar conmigo, Ghob el espíritu de la Tierra?
—Su nombre es Yuuri Shibuya-
—¿Yuuri Shibuya?...ese nombre no me resulta familiar
—Es que es un Medio Mazoku, nacido en otro mundo —señaló a Yuuri que al igual que Gwendal estaban en un estado inconsciente —Es mi Maou elegido.
El espíritu se acercó al joven y lo observó minuciosamente —¿El es el rey Demonio de Shin Makoku?... ¡pero es un pequeñuelo! —declaró admirado, a comparación de sus predecesores éste Maou era muy joven.
—Adelante, puedes verificar su Maryoku si quieres...
El espíritu colocó ambas manos sobre la cabeza de Yuuri y al instante la soltó, sus pupilas se dilataron y su cuerpo se llenó de un temblor.
—Ves... ¿no te gustaría intercambiar con su poder un poco de tu elemento? – preguntó Shinou insinuante, mientras formaba una media sonrisa en su rostro.
—El es...
—Probablemente —le cortó rápidamente —¿Entonces...?
—¡Lo haré! — contestó rápidamente.
Ghob tomó las rocas y piedras del recipiente de Yuuri y las hizo polvo luego cubrió al moreno con ese polvo mientras decía:
"Yo que hago correr los siete metales oro, plata, hierro, mercurio, cobre, plomo y estaño por las venas de la tierra; yo que hago crecer fuerte y sano a todo lo que germina dentro de la tierra, te otorgó a ti Yuuri Shibuya el poder de invocar mi elemento para que lo uses según creas conveniente."
Al terminar el espíritu entró dentro del cuerpo del monarca y todo volvió a la normalidad. Gwendal y Yuuri abrieron los ojos encontrándose con todos los presentes con su rostro sereno y tranquilo.
Gunter lo abrazó fuertemente
—¡Oh heika! ¡Qué bueno que está bien!
—¿Pe-pero que paso?—Todo este tiempo había estado inconsciente pero por laguna extraña razón sentía algo diferente con su cuerpo.
—Todo salió bien Shibuya, ahora controlas la tierra—aseguró el Gran Sabio colocándole una mano sobre el hombro el otro solo pestañeó dos veces.
—En estos próximos días debes entrenar arduamente para controlar y mesclar tus poderes, eso depende de usted Lord Voltaire — se dirigió Shinou al peligris recibiendo un asentimiento. —Morgif volverá a su antiguo estado gracias a la exuberante cantidad de Maryoku que tienes ahora
—No hay tiempo que perder, regresemos al castillo.
Todos asintieron.
—A la orden majestad.
Antes de irse Yuuri se dirigió al rey original -Shinou...muchas gracias –
Dicho esto todos salieron de inmediato del templo, El rostro de Gwendal aun estaba serio y preocupado antes de salir volvió a ver a Shinou por unos instantes después salió a paso firme.
"Posiblemente seas aquel que podrá controlar los cuatro elementos, eres la sombra que vencerá a la luz en una batalla épica donde ambas las razas descubrirán que mis mandatos son definitivos e incuestionables" – pensó Shinou una vez habían partido. – tengo mi fe puesta en ti...Yuuri