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El Tutor por Demon Witch

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Notas del fanfic:

Hola tenía este one-shot  como ha la mitad y hoy lo termine y pense creo que debría subirlo y tada aquí esta jijijiji xD

Bueno ya saben los personajes no me pertenecen son de su resepectiva autora la genial y mi ídolo "Yana Toboso".

La historia es mía completamente, estaba estudiando en la U y me ilusione con un muchacho muy guapo, pero que mal ya tenía novia y para variar era su tutora extracurricular : (, pero en fin disfruten el show jijijiji xD

Notas del capitulo:

Espero sea de su agrado y lo disfruten como lo disfrute escribiendolo!!!

DEMON WITCH....


El  Tutor


 Ese mayordomo, es bueno enseñando.


La mansión Phantomhive, una muy peculiar edificación de la época victoriana del siglo XIX. Bueno hoy se encontraba muy normal con gritos desesperantes de los sirvientes, sonidos de platos finos quebrarse, aullidos de su peculiar mascota, y los muy famosos “Ho Ho” de un interesante personaje.


Pero aunque eso fuera normal y siempre el apuesto mayordomo los arreglará como si fuera los más normal del mundo. No significa que todo estuviera en orden, ¿por qué será?.


-Ah, es demasiado para mí, que desafortunado soy….Vaya es increíble que lo diga pero me siento muy cansado de todo, y aparte de eso estoy muy estresado. No es normal en los demonios estresarnos pero no, no nos estresamos. Bueno sería eso cierto si no tuviera que lidiar con el trío de idiotas, los estúpidos soniditos “Jo Jo” y mucho menos el espantoso y empalagoso trato de ese can demoníaco….¡Por qué a mí , bueno no me sucedería nada de eso sino fuera por mi “Lindo” Bocchan que  se le ocurrió que yo críe a esa horrorosa criatura- dijo la voz aterciopelada y molesta del mayordomo, que se encontraba en la biblioteca sacudiendo el polvo con su plumero, y se quejaba en soledad de su trabajo; algo que no era muy propio de él pero  ya se estaba hartando de todo en realidad.


Entonces la presencia de alguien acercándose lo hizo ponerse alerta, y se dirigió a la puerta la abrió antes de que la presencia la abriera y lo que vio no le sorprendió en realidad.


-Bocchan, ¿no me diga qué está de nuevo escapando de sus deberes de nuevo verdad?-dijo el mayordomo antes que el niño hablará; este se encontraba levemente sonrojado y mirando al suelo.


-Eso no es de tu incumbencia-dijo muy bajito y molesto el niño.


-Ha Bocchan, pronto son su clases de Anatomía, el profesor Webber vendrá pronto; no es hora de sus pequeñas travesuras de niño pequeño-dijo despreciativo el mayor con algo de cansancio por las acciones de su amo.


-CÁLLATE insolente, sabes que no soy un niño y mucho menos pequeño, y claramente yo no hago estupideces como travesuras; solo he venido por mis libros para la clase idiota,  y deja de sermonearme y vuelve a tu trabajo inútil-dijo muy molesto a gritos el menor por lo sermones de su mayordomo.


-Como ordene amo, me disculpó por mi manera de referirme a usted-dijo con voz fingida de amabilidad y arrepentimiento, el mayordomo mientras hacia una leve reverencia y salía suspirando muy bajo para que su amo no lo notará; su rostro se encontraba un poco más pálido y el suspiro fue bajo pero muy pesado que llego a notar el conde de forma disimulada, llamando su atención.


Ya fuera de la habitación el mayordomo, el niño reflexionó sobre el demonio. Él no estaba seguro pero le pareció ver a Sebastián ¿suspirar pesadamente?, y estaba más pálido, el cual noto su rostro ¿cansado?


“No sé qué le pasa a ese idiota, siempre anda tan activo y parlante de sus estupideces, pero ahora está muy callado,  y  me parece que está suspirando muy seguido. Y no solo eso sino que también me ha estado hablando muy poco con los deberes y todo,  no suele sermonearme de manera tan insolente, él suele ser más sutil”, pensaba el conde mientras tomaba un libro de Anatomía  y lo abría, sentándose en su sillón favorito y empezaba a leer un poco ya que no quería que lo sorprendieran sin haber leído el capítulo de la lección de hoy.


Mientras el conde leía una página llamo su atención un comentario que se  refería sobre el estrés y el cansancio.


“Muchas veces los hombre o mujeres suelen entrar en un estado de estrés, que puede ser provocados por diferentes síntomas, pero uno muy común es el apetito sexual.


Muchos hombres sufren de estrés por la falta de actividad sexual y suelen actuar de forma muy agresiva, insolencia, irritabilidad y hasta de forma diferente a lo normal de su personalidad….”


El niño se sonrojo por lo que había leído, pero ahora lo relacionaba un poco con su mayordomo, no sufría de estrés por algunas enfermedades ya que él no es humano y entonces pensó “Muchos hombres sufren de estrés por la falta de actividad sexual” surco su mente haciéndolo divagar que tal vez los demonios sientan eso, después de todo la lujuria es natural en ellos o no?


-Será que Sebastián tiene deseos sexuales suprimidos y por eso actúa muy raro en estos días-dijo el conde inocente, pero razonando sus palabras se sonrojo completamente como una manzana madura  ya que escucho unos golpeteos de la puerta.


Con vergüenza dijo: Adelante.


Pero antes de entrar el mayordomo; él había escuchado a su Bocchan hablar de su persona y de deseos sexuales. Se moría de la risa ya que jamás en su demoníaca vida sintió deseo por alguien, pero su amo había investigado su mal humor por así decirlo llegando a la respuesta que él estaba así porque según su Bocchan él se encontraba “suprimiendo sus  deseos sexuales” y eso lo hizo sentirse muy bien y hasta desear hacer algunas travesuras…


-Bocchan, he venido a decirle que él profesor Webber no vendrá hoy ya qué está terriblemente enfermo-dijo el mayordomo con una sonrisa traviesa que hizo estremecer al conde.


-Bueno eso significa que tendré libre esas lecciones para mi disfrute personal no crees-dijo el conde feliz ya que esta vez podría descansar un poco del trabajo y de sus estudios.


Pero Bocchan, el más afamado y respectado Conde Phantomhive, cabecilla de la familia Phantomhive; va descansar en vez de estudiar  y estar a la altura de esta sociedad-dijo burlón el mayordomo recuperando su muy divertido sentido del humor sádico.


-Entonces dime Sebastián ¿quién me va dar mi lección de Anatomía idiota?-dijo con molestia el conde y un sonrojo ya que Sebastián estaba sonriendo como de costumbre y no actuaba insolente como algunos días anteriores y hoy; eso lo hizo sentirse mejor ya que su mayordomo volvió a ser él mismo, y claro pensar eso solo hacía crecer el rubor inconscientemente.


-Pues claramente yo Bocchan, después de todo que sería del mayordomo de los Phantomhive, si no le pudiese enseñar un poco sobre su estructura anatómica-dijo el mayordomo con sensualidad, mientras se acercaba con movimientos felinos a su amo.


-¿Qué?.....pe…ro…pero….tú no puedes-dijo el conde en tartamudeos, con un enorme sonrojo por las miradas maliciosas de su mayordomo como si este tramara algo.


-Por qué no podría Bocchan, si yo mejor que nadie conozco la anatomía de los humanos. Y además he visto la suya muy seguido, ¿así qué no debería tener problema no cree?-dijo muy pícaro el mayor mientras se arrodillaba a los pies de Ciel y pasaba una mano sobre la mano que sostenía el libro el conde.


-Pe…ro….pero….pero-dijo el conde pero fue interrumpido-Verá Bocchan, los demonios no somos criaturas que aceptemos con mucho agrado  un no por respuesta, somos insistentes, ¿no creo que  quiera qué le insista cierto?-dijo un poco molesto el mayor mientras mantenía la sonrisa traviesa.


-Acaso debo tener cuidado de tus palabras demonio insolente-dijo molesto el conde y con un rubor muy extenso, ya que la mano de Sebastián le acaricia la piel a su propia mano.


-No, claro que no Bocchan, pero eso si usted verá de lo que de verdad se estresan los demonios-dijo amenazante pero seductor con su tono de voz pícaro y perverso a la vez una mezcla muy interesante.


-¿Acaso crees qué me intimidas demonio inútil?, anda deja de jugar aquí insolente y prepara la clase rápido-dijo Ciel con enfado mientras miraba con recelo a Sebastián y se sonrojaba mucho de ver el rostro malicioso y muy atractivo del mayor.


-Yes my Lord, verá que con un demonio aprenderá más de lo que sabe de su propia anatomía Bocchan-dijo al final con picardía mientras salía de la habitación con un insinuantes  movimientos de caderas.


Que hizo posar la vista al conde Phantomhive en el firme trasero del mayordomo; que claramente sonreía satisfecho el demonio de llamar la atención de su amo a su perfecta figura.


-Es increíble que haya visto su trasero, ¿qué le sucede a ese idiota?, aunque su trasero se nota de ser firme o no?.....Pero qué diablos estoy diciendo, debo estar mal, primero me preocupo de su estado de ánimo y ahora el muy descarado juega a seducirme-dijo el conde sacudiendo su cabeza de forma violenta mientras pensaba en las miradas pícaras de Sebastián y aquellas sonrisas traviesas.


Detrás de la puerta se encontraba el mayordomo conteniendo una carcajada y una risilla traviesa sale muy sutilmente de sus labios.


-Ah Bocchan, créame mi trasero es como se ve, jajajaja, vaya Bocchan verá que yo en realidad deseo el suyo-dijo pícaro con algunas risillas siniestras y aquellas orbes escarlatas se coloraban de un rosa fluorescente con pupilas de un felino al acecho.        


 


 


En un salón pequeño de la mansión:


Se encontraba un mayordomo, vestido de tutor con su clásico traje color marrón, su pañoleta rosa en su cuello,  sus lentes semicirculares en sus preciosos orbes carmín.


El tutor Michaelis está leyendo textualmente del libro de Anatomía, mientras hacía dibujos del cuerpo Humano en la pizarra. El pequeño conde estaba aburrido y bostezaba de vez en cuando, ya que le resultaba muy pero muy irritante la lección y devastadoramente aburrida.


“En la biblioteca se escuchaba más interesante” pensaba el conde de las palabras  pasadas de su mayordomo y se sonrojo abruptamente de pensar que esperaba más de esas descaradas insinuaciones de su demonio.


-Estoy aburrido-dijo el conde en un susurro inconsciente que claramente escucho el mayordomo que estaba de espaldas y sonrió ante eso, ya que eso era un pase libre para su pequeño método poco convencional de enseñar Anatomía.


-Bocchan para entender Anatomía de la mejor manera debe ser capaz de verla, palparla y sentirla-dijo el mayor con una voz seductora.


-¿A qué te refieres Sebastián?-dijo  menor un poco dudoso de esa voz seductora y confundido de las actitudes del mayor.


-Bueno Bocchan debe mirar un ejemplo claro de Anatomía, por favor observe-dijo coqueto el mayor mientras se quitaba la pañoleta, y se desabotonaba  los primeros botones de la camisa.


-¿QUÉ HACES SEBASTIÁN?-grito sorprendido el menor con un sonrojo por toda la cara, al ver que Sebastián sin camisa y bajaba con sensualidad su mano a su entrepierna.


-Muy bien Bocchan ya tengo su atención;  y lo que hago es mostrarle la Anatomía de un hombre adulto, muy bien dígame ¿por qué se sonroja?-dijo el mayor con picardía y dirigiéndose con movimientos felinos a donde se encontraba su Bocchan con cara de estupefacción y más color carmín que el blanco lechoso que solía ser siempre.


-Por nada…solo no seas tan desvergonzado-dijo el conde bajando la mirada y deseando que el mayor continuará con sus acciones.


-Muy bien Bocchan acérquese y debe palpar con extrema suavidad para que aprenda de las reacciones del cuerpo y sobre la piel, el órgano más grande del cuerpo humano-dijo el mayor que tomaba las manos del conde y se las paseaba por su pecho desnudo.


-Ah-gimió el conde de sorpresa por sentir la tersa y suave piel del mayor;  y bajo la mirada enseguida ocultando su enorme rubor y la vergüenza de su voz.


-Mmmm, Bocchan sus manos son muy escurridizas-dijo el mayor estremecido de las pequeñas manos del conde que se pasean en libertad sobre su pecho.


-Mmmm….Sebastián, la piel de tu pecho es muy suave, es igual en todo el cuerpo-dijo el menor mientras bajaba a la entrepierna del mayordomo.


-Ah, Bocchan lo ve está aprendiendo bastante, pero esa pregunta deberá investigarla usted-dijo pícaro y en un suspiro el mayor que sentía estremecerse de que su joven amo lo tocará con tanta lentitud su pecho y entrepierna.


El menor bajo la cremallera del pantalón, mientras sus manos se deslizan sobre la ropa interior del mayor y ahí encontró un protuberante bulto que palpo con delicadeza para el final tomarlo y estrujarlo con fuerza.


-Ah Sebastián, dime como es el miembro de un hombre adulto-dijo el menor en un gemido;  que se acercaba a quitar la ropa interior de mayor.


En cambio el mayor quitaba toda la ropa del menor de un solo arranque de locura, destrozando las vestimentas del menor.


-Vaya esto es parte del aprendizaje profesor Michaelis-dijo el menor desnudo,  que era subido con suavidad en el escritorio.


-Ah claro Bocchan, está parte es la sexualidad y veremos las reacciones del organismo a estímulos -dijo el mayor mientras se acercaba seductoramente al cuello del menor.


-Ah, pues enséñame todo lo referente al tema de los estímulos en la excitación sexual-dijo el menor pícaro y bastante descarado mientras pasaba la mano en el miembro desnudo del mayor.


-Yes my Student Lord-dijo seductor;  y en un fogoso beso lo atrapo al menor.


Y así comenzó el mayor a besar apasionadamente al menor y acariciaba con delicadeza todo el cuerpo del conde con una mano y la otra las deslizaba en sus piernas. El menor se estremecía con las caricias en sus piernas mientras era acomodado de mejor manera sobre el escritorio de caoba.


Entonces el tutor empezó a besar el cuello del niño con fiereza de arriba abajo, lamía y dejaba marcas posesivas en él.


-Ah Sebastián-suspiraba el menor con cada caricia en su cuerpo y aquellas mordidas tan dolorosas y placenteras.


-Bocchan, me ayudará a despejar mi estrés-dijo burlón el mayor que deslizaba su mano en la entrepierna del menor.


-¿Qué es lo qué dices?, ¿a qué te refieres con eso Sebastián?-dijo sorprendido y avergonzado, mientras su rostro excitado pasaba a una mueca de sorpresa que acompañaba ese rostro con un enorme sonrojo.


-Nada Bocchan-dijo el mayor con una sonrisa divertida mientras, lamía con rudeza los pezones del conde, pasando con fiereza los dientes. Y el joven se le nublaba la vista y temblaba con fuerza ante tales acciones.


-Ah, Sebastián-gemía el menor con cada roce de sus dientes y una deliciosa corriente eléctrica que corría en su espalda.


Y así los succionaba,  hasta dejarlos muy erectos y rojos. Y levantando la vista observa lo que él consideraba lo más hermoso de aquel mundo


En un camino de besos ensalivados se deslizaba la curiosa lengua del  mayordomo por  todo el pecho lechoso del menor, hasta su ombligo que metió su lengua ahí simulando unas embestidas. Que hacían  delirar al menor de placer y una dolorosa erección se hizo presente en su miembro, que deseaba la atención del mayor urgentemente y este consciente se negaba de atender antes, con tal de torturar un poco a su niño en pleno aprendizaje.


En eso el mayor deslizo su cabeza a la entrepierna de Ciel, empezó besando la punta, la base del pequeño  y en desarrollo miembro del menor.


-Veamos Bocchan, esto que está aquí es el meato, observe lo que pasa si yo hago esto….-dijo el mayordomo con voz sensual mientras mordía con suavidad el meato.


-AH AH AH SEBASTIÁN-dijo a gritos el menor que sujetaba con fuerza la cabeza del moreno; y jalaba el cabello azabache del tutor.


-Ve Bocchan esa es la reacción que sucede, tome notas aún nos queda camino por recorrer-dijo el mayor mientras seguía con las fuertes lamidas y succiones. Y los gritos apasionados del conde resonaban en la habitación; sin importarles si algún chismoso los escuchaba.


Al final Ciel se vino sin aviso en la boca del mayor que con una fuerte mordida en el meato lo hizo arquear la espalda y gritar.


-SEBASTIÁN-dijo en un grito de placer Ciel, mientras una corriente eléctrica surcaba su espina dorsal, su mirada estaba perdida en ese abismo de placer y un hilo de saliva se deslizaba de aquella cara ruborizada.


En eso Sebastián elevó su rostro y observando el encantador rostro nublado del menor; atrapo con delicadeza los labios del conde en un beso bastante cálido y tierno que confundido al niño, que lo hizo caer a la Tierra de nuevo después de ese delicioso orgasmo. Correspondiendo de manera amorosa el beso, mientras sus brazos rodeaban el cuello del mayor y sus labios se entreabrían para el mayor, su delicado toque con sus manos que se bailaban en el cabello negro del demonio.


El tutor sonreía victorioso de que su joven amo este cayendo en sus garras; disfruta cada pequeña caricia correspondida del niño que lo deja siempre sin palabras de esa interesante personalidad en su alma.


Ciel abre la boca y el mayor capta que desea profundizar mejor ese beso, claramente introduce su lengua húmeda y cálida en la cavidad del menor; se desliza de arriba abajo, se pasea con extrema ferocidad y busca con desesperación jugar con la tímida lengua del niño. El conde mueve su pie rozando con extrema lentitud en la virilidad del mayor; su pie se está bailando en el enorme miembro deseoso de actuar del mayordomo oscuro. Este un poco desconcertado por esa acción bastante lujuriosa le da entender que su amo quiere pasar a otro nivel.


-Bocchan-dice el mayor con ese tono aterciopelado e intenso del tutor.-Dime Sebastián-dice el conde perdiendo la razón ya que su pie toca con fuerza ese miembro tan palpitante y que sutilmente le gotea un poco.


-Es hora de que Bocchan aprenda un poco sobre la actividad sexual y se sorprenda de su compleja anatomía-dijo el mayordomo mientras una mano apretaba con dureza las nalgas del menor y la otra acariciaba con delicadeza el rostro del niño para persuadirle.


-Me parece que tienes razón; que esperas tanto y enséñame que puede hacer mi anatomía en este preciso momento-dijo el conde de manera autoritaria sin perder la coquetería.


-Mi Bocchan siempre es tan impaciente-dijo burlón el mayor, mientras apreciaba el rubor en las mejillas del conde y aquellos ojos bicolores que se perdían en los cabellos azulados del conde que se pegaban a su frente por el sudor.


-Muy bien Bocchan, si quiere aprender va tener que colaborar bastante y seguir mis órdenes al pie de la letra para que cumpla con este pequeño ejercicio-dijo el mayor autoritario, mientras sus ojos se tornaban rosa fluorescente con aquel toque felino que era amenazante.


-Pensé que estábamos en anatomía y no en matemáticas; profesor Michaelis-dijo malicioso el conde que disfrutaba de ver a su demonio, pasarse de tono con él; jamás lo había visto autoritario, al mando de la situación y eso rea excitante para él.


Y así Michaelis le enseño tres dedos al conde que estaba muy confundido y no sabía cómo reaccionar ante ellos.-LÁMELOS-dijo con voz penetrante al mando. El joven se sonrojo ya que su mayordomo le daba órdenes y este lucía muy seguro, como si no le importase si después le regañará o contradijera.


Ciel empezó a lamer esos finos y delgados dedos con devoción como si su vida dependiera de eso; el mayordomo se estremecía y pensaba como sería si en realidad fuesen su otro……Bueno él disfrutaba de sobremanera y su miembro palpitaba ansioso de sentir esa pequeña entrada. Ya bien lubricados los sacó de la boca del niño que estaba tan concentrado, ya que disfrutaba de esos dedos como una deliciosa paleta.


El mayor deslizo los dedos a la diminuta entrada del menor y con un toque de brutalidad introdujo el primero, así fue como un sonoro grito inundo al habitación.


-SEBASTIÁN DUELE-gritaba el conde, mientras sus acuosos orbes salían intensas lágrimas de dolor.


-Bocchan relájese, si tensa su lindo cuerpito le dolerá más por favor tranquilícese  el dolor se irá y un devastador sentimiento de placer inundará sus sentidos, hasta me exigirá más-decía con dulzura y coquetería el mayor, que besaba con ternura los labios del conde mientras ese intruso se movía en círculos y un segundo atravesó el lugar sacando lágrimas del conde y ahogando un gemido doloroso en los finos labios del mayordomo.


Así los dos dedos se movían en forma de tijera, mientras el niño intentaba ignorar ese dolor y se concentraba ahora en unas pequeñas caricias en el miembro que volvían a reanimar en ese teatro de placer.


Y claramente el tercer dedo se hizo presente en la escena, pero el conde ya no se quejaba sino su interior deseaba más, más de esa intromisión incomoda que molestaba su interior y que profundamente estaba anhelando más……


Ya el mayordomo consideró que demasiada preparación y saco de abrupto los dedos y separando las piernas del conde a los lados y levantando ligeramente la cadera del joven y encaminando su miembro a la entrada de este. El mayor metía con suavidad la punta de aquella bestia de miembro pero claro el conde sonrojado miraba el imponente miembro que se dirigía a él, y un dolor nació en su entrada que lo acompaño.


-AH SEBASTIÁN DUELE, MÉTELO DE UNA BUENA VEZ POR TODAS-grito el conde con lagrimones en los ojos y el rubor se extendía; y su garganta explotaba en ese fuerte grito.  


-Lo siento Bocchan-dijo el mayor, cuando de una estocada feroz y fuerte partió en dos el interior del joven que desbordantes lágrimas salinas salían de su rostro y este pobre gritaba y gemía de dolor-SEBASTIÁN-grito a todo pulmón el adolorido conde.


Mientras Sebastián lamía con delicadeza los orbes vidriosos del conde y rozaba con cariño los labios del niño que ponía toda su atención al demonio que se mantenía estático esperando que su amo se acostumbrara.


Ya el conde se sentía un poco mejor así que empezó a mover sus caderas y el mayor tomo  eso como un pase libre, sus embestidas eran suaves y delicadas que sonrojaban de manera tierna al niño que sentía como Sebastián se tomaba la tranquilidad de cuidar su trato con él para no dañarlo. Pero claro el conde sentía ternura de la dulzura de su amante tutor, pero deseaba, anhelaba más de esas delicadas embestidas y moviendo su cadera, mientras sus piernas se sujetaban alrededor de la cintura del demonio.


Este ni lerdo ni perezoso empezó unas estocadas vertiginosas, rápidas y penetrantes, hasta que dio en un punto específico que hizo al niño gemir apasionadamente, continúo dándole a ese lugar que vio en el rostro de su amo el delirio del placer; sus ojos delirantes de pasión y el hilo de saliva que salía de aquella cara ruborizada.


Continúo las embestidas feroces y aumentaba el ritmo de manera demoníaca y su mano masturbaba fiero el miembro de Ciel.


En eso ambos sintieron el final cerca y ninguno pudo avisar al otro y se vinieron juntos en un sonoro grito.-CIEL/SEBASTIÁN-el menor se vino en los abdómenes y la mano del mayor que estrujaba su miembro y el mayor se vino en el interior dejando su esencia espesa y caliente en la entrada que lo había estrujado de mara deliciosa.


Al terminar el acto ambos agitados se dejaban caer por el clímax del momento y Ciel abrazaba suavemente a Sebastián y este con ternura correspondía el abrazo del menor.


-S-e-b-a-s-t-i-á-n-……Quiero sigas impartiendo las clases de anatomía siempre, despide a Webber-dijo el conde agitado antes y con firmeza mientras le brindaba una dulce sonrisa al mayor.


-Yes my Lord, dígame Bocchan entendió la materia-dijo el mayordomo devolviendo la sonrisa que lo había sorprendido.


Y en un dulce beso unieron sus labios mientras se abrazaban y Ciel le responde al finalizar-Sebastián, aún hay detalles que necesito me expliques en la próxima clase-dijo seductor el menor que deslizaba su cuerpo sobre el mayor.


-Yo eliminaré cualquier duda Bocchan en su próxima clase, pero qué tal si le doy los rubros de su tarea que debe hacer esta noche-dijo el mayor que acariciaba las piernas de Ciel y mordía su cuello.


“Parece que si era después de todo estrés por falta de actividad sexual”, pensaba el conde que acariciaba la espalda del mayor.


Y esos dos amantes comenzarían un nuevo ejercicio en aquella lección de anatomía…

Notas finales:

Espero lo hayan disfrutado y si encuentra algún error  ortográfico me disculpan, es que mis padres me pidieron que hiciera unos favores y para ellos favores son como mil órdenes, y si hago algo mal entonces me tachan de mala hija :8

Demon W...


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