Mi nombre es Thomas,soy un chico joven que consiguió empleo en un parque de la ciudad. Necesito un trabajo mientras estudio en la universidad y esto definitivamente es lo mejor que pude conseguir.
Fui a buscar a mis amigos Mordecai y Rigby,me tocaba trabajar con ellos hoy y aunque eran muy flojos eso no borraba el hecho de que eran muy agradables. Subí lentamente las escaleras y me acerqué a su puerta,estaba levemente entreabierta por lo que pude escuchar que estaban hablando,pero aunque no era mi intensión espiar oí:
- No podemos decirles ahora...- la voz de Rigby sonaba de preocupado y nervioso ¿por que será?
- Escucha Rigby- esta vez fue Mordecai quien hablaba- si no les decimos ahora que tenemos una relación ¿cuando sera un buen momento?
¿Qué cosa? ¡Ellos tenían una relación! No es como si nunca lo hubiese pensado,ya que pasan tanto tiempo juntos...y esas sonrisas cómplices...creo que era obvio pensarlo ¿no es así?
- De acuerdo,escucha- dijo el castaño- se los diremos más tarde cuando este completamente seguro de que es una buena idea.
- Entendido- el mayor tomó al menor de la cintura y lo atrajo hacia él para luego besarlo,¿mi cara se puso roja o es idea mia?
No se como ni en que momento,ambos terminaron besandose en su cama. No iba a quedarme ahí ¡estaría loco si lo hiciera! Aunque...tal vez...¡No! ¿¡en que estoy pensando!? ¡Me voy!
Creo que desde ese día no he podido ver a esa pareja con ojos normales.
Mientras tanto en la habitación...
Mordecai llevó sus besos al cuello del menor haciendo que este soltara algunos gemidos.
- Mhg...Mor-mordecai...
Lamidas y chupetones no tardaron en hacerse presentes,pues el peliazul quería demostrar que el inocente y a la vez perfecto cuerpo del castaño le pertenecía.
- Te amo Rigby- dijo este.
Ambos no tardaron en quedarse desnudos pudiendo disfrutar al fin,el contacto piel con piel. Las suaves manos de Mordecai fueron directamente a los pezones de su amante para pellizcarlos y apretarlos.
- A...ah! Morde...- el pequeño gemía sin control alguno excitado por el placer que le proporcionaba el mayor.
- Rigby te amo- susurró el peliazul mientras lamía los botones rosas del castaño.
Llegó un momento en el que Mordecai ya no lo soporto más. Quería estar dentro de su amigo.
Metió dos dedos en la entrada de Rigby y comenzó a moverlos;su amante gemía al sentirlo,su cara estaba ruborizada y su boca estaba siendo besada por el otro,quien apasionadamente había adentrado su lengua para profundizar el beso.
El más alto abrió las piernas del menor y comenzó a entrar en él lentamente,haciendo que su compañero de un quejido de dolor.
- D...duele...- dijo Rigby.
- ¿Qui..quieres que salga?
- No,ni...se te ocurra...
Muy pronto las embestidas comenzaron a aumentar y en ese entonces,lo unico que se escuchaba en la habitación eran sus gemidos y el rechinar de la cama (y no nos olvidemos de los increiblemente sensuales gemidos del pequeño castaño).
- Te amo Rigby...
- Y yo a ti Mordecai...