Capítulo 1: El mejor comienzo
Se encontraba recostado en su cama, totalmente aburrido, no sabía qué hacer, no podía dormir y estaba desesperado; tal vez porque justo ese día decidió levantarse tarde y por consiguiente le era muy difícil dormir sin estar cansado.
-Psst, Sosuke, Pssst- Susurró a su compañero de cuarto que se encontraba durmiendo en la litera de arriba.
-Mmmh?- Replicó Sosuke con un gruñido que prácticamente decía “más te vale que sea algo importante, si no, te mato”.
-Ehhh oye ¿quieres ir por unas bebidas o algo?- Dijo alzando la voz, pero no demasiado.
-Rin, son la dos de la mañana, si sigues molestando a lo único que me levantare será a darte una paliza- Dijo apretando su almohada con fuerza; a pesar de estar somnoliento su tono de voz demostraba que si sería capaz de hacerlo.
-Lo siento, lo siento- Dijo con una leve risita.- En ese caso ¿puedo usar tu laptop?- Preguntó levantándose suavemente de la cama.
-Seh…pero no vayas a ver porno, siempre que lo haces le descargas algún virus raro- Bostezo con voz cansada tratando de dormir.
-Jajaja claro que no haré eso- Rin rio nervioso rascándose la cabeza; era justamente lo que iba a hacer, pero bueno, pensaría en otra cosa.
Caminó suavemente hasta el escritorio y encendió la laptop de Sosuke, se sentó y jugo un par de juegos, vio algo de porno, cosa que su mejor amigo le había dicho que no hiciera, en fin, hizo muchas cosas para matar el tiempo.
Ya cuando estaba algo cansado y listo para ir a la cama, decidió revisar su e-mail, hace años que no lo usaba.
-A ver, correo…rin.dientesdetiburon@hotmail.com; contraseña…amoaharuyavecesloodioperoesmuybuenoenlacama. Y entrar- Dijo moviendo el cursos y haciendo clic en el botón ingresar.
Empezó por mirar mensajes más viejos en su bandeja de entrada, descuentos en trajes de baño, spam, planes de ortodoncia, spam y más spam. Siguió revisando hasta que llego a un mensaje que había sido enviado el día anterior, movió el cursor y lo abrió.
-Mensaje de... ¿¡Jun!?- Exclamó sorprendido y empezó a leer:
¡Hola Matsu! So yo Gaku, tu amigo japonés/australiano con el que compartiste grandes e inolvidables momentos en la academia Cranbrook ¿recuerdas? Donde practicábamos natación todos los días; obviamente no te vas a olvidar de mi porque dijiste que era tu mejor amigo y luego dijiste que amabas y luego te dije que yo no estaba muy seguro y luego tuvimos una relación de amor y odio donde expresábamos nuestros sentimientos nadando...bueno prácticamente lo único que pasó fue lo de la amistad, pero sabes que me encanta ponerme dramático jajaja.
En fin, te escribo este mensaje porque te tengo muy buenas noticias, ¡Convencí a mis padres de que ya era hora de volver a Japón! Y además ¡los convencí de que me inscribieran en tu escuela...así estaríamos juntos de nuevo! Fue algo complicado porque querían que regresara con mi abuela en Tokio, pero mamá recordó que tiene un tío que vive en pueblo Iwatobi y luego de hablar con él, no le molesto la idea de vivir conmigo; así que este año seremos compañeros nuevamente. Ya he hablado con Gou para que me diera el nombre de tu escuela y todo eso, así que por esa parte no te preocupes...Ahhhh estoy tan emocionado que no sé qué escribir. ¡Ah sí! Te retare a una carrera apenas llegue jajajaja, si no estoy mal será en unos dos días, así que espérame.
Con cariños
Jun Gakusha “El mejor clavadista del mundo”.
Cuando termino de leer el mensaje una sonrisa se empezó a formar en la cara de Rin.
-¿¡Gaku vendrá a Samesuka!?- Exclamó feliz, todavía tratando de asimilar los hechos.
-¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii~!- Gritó de alegría después releer el mensaje unas cuatro veces, pero luego se detuvo recordando parte de este.
-Sera en unos dos días- Dijo suavemente volviendo a la realidad. – ¡Eso quiere decir que llega hoy!, aggg soy el pero amigo del mundo, no le daré la bienvenida que se merece y...- se quejó hasta que una voz fuerte lo detuvo.
-¡Suficiente!- Gritó Sosuke despertándose enojado. –Si estamos hablando de Jun Gakusha, tu amiguito ese que conociste en Australia, de seguro que una fiesta de bienvenida será lo último que realmente le va a importar, así que cierra la boca, ve a dormir y descansa para que hoy le podamos dar una bienvenida a Samezuka ¿me oíste?- refunfuño y se volvió a acostar, malhumorado.
Rin rio suavemente y asintió –Está bien, lo siento- dijo mientras apagaba la laptop y volvió a su cama. –Oye realmente no te gusta que no te dejen dormir- dijo jocoso molestando a Sosuke.
-Ya cállate- gruño el otro intentando volver a su sueño.
-Está bien, está bien- Dijo suavemente mientras se acomodaba. –Ahhh, no puedo creer que vaya a volver a verlo, no puedo esperar.- Suspiro con una sonrisa y cerré sus ojos, listo para ir a dormir.
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-Hola amiguito- Dijo con esa sonrisa típica de él, mientras se agachaba a acariciar al gato que siempre se encontraba cuando iba a recoger a su mejor amigo.
El gato blanco maulló mientras se dejaba consentir por el agradable muchacho de ojos verdes.
-Sorata, ya traje tu comida- Dijo una voz suave y melodiosa no muy lejos de donde se encontraba.
Inmediatamente el gato salió a correr feliz en dirección a la voz, Makoto sorprendido lo siguió con sus ojos hasta que se detuvieron en un primoroso muchacho de pelo blanco y anteojos negros, quien se arrodillaba para poner un tazón con atún cerca del delicado animal.
-¿Es tu gato?- Preguntó Makoto poniéndose de pie y caminando hacia al muchacho.
-¿Eh? Ah sí, es mi gato- Dijo el joven sonando un poco nervioso y sin levantar la cabeza.
-Es muy bonito, recuerdo cuando era solo un pequeñín- Sonrió Makoto arrodillándose junto al chico de pelo blanco. –Me llamo Makoto, Makoto Tachibana- Dijo sin quitar esa gran y acogedora sonrisa de su rostro.
-Yo...soy Kazuya Yoshiyama- El muchacho respondió muy pero muy suave, mientras acariciaba al gato.
-Es un bonito nombre; ahora que lo recuerdo, conozco una persona con tu mismo apellido y creo que...- Makoto dijo mientras levantaba la cabeza.
-¡Kazuya, el desayuno está listo!- Dijo una voz anciana muy familiar para ambos, mientras salía en busca del joven. -¡Makoto, que alegría verte por aquí!- Dijo la ancianita que siempre lo saludaba por las mañanas.
-Lo mismo digo señora Yoshiyama- Respondió él, con su inigualable sonrisa.
-Veo que ya conociste a mi nieto- Dijo la señora Yoshiyama acariciando el cabello de Kazuya, quien seguía mirando a su gato Sorata, empezando a sonrojarse.
-Sí, lo acabe de conocer- Sonrió Makoto. –Lo cual me sorprende un poco porque siempre paso por aquí y nunca lo había visto-
-Eso se debe a que Kazuya viaja mucho; sus padres están divorciados y él debe viajar a visitarlos, va desde Sapporo hasta Kagoshima, ¡va de un extremo a otro!- Dijo la ancianita abriendo sus ojos de par en par. –Pero afortunadamente después de muchas charlas con sus padres decidió volver aquí a Iwatobi para acompañar a esta pobre viejecita en sus días de soledad, ¿no es así, Kazuya?- Preguntó acariciando el suave cabello de su nieto.
-Si abuela, ya no estarás sola otra vez, no me volveré a ir- Respondió sin levantar la cabeza totalmente sonrojado.
Makoto todavía con su amable sonrisa los miro a ambos.
-¡Ohhh, Haru debe estar esperando, no podemos llegar tarde!- Exclamó poniéndose de pie. –Fue un placer conocerte Kazuya, espero volverte a ver; hasta luego señora Yoshiyama, adiós Sorata.- Dijo alegremente mientras se alejaba con rapidez.
-Adiós- Susurro Kazuya mientras lo veía subir las escaleras.
-Es un jovencito muy amable- Suspiró la ancianita mientras entraba de nuevo a su hogar.- Ven Kazuya, se va a enfriar el desayuno.
-¡Ah, sí, claro!- Dijo poniéndose de pie, alzando a Sorata y cogiendo el tazón. –Makoto Tachibana- Se dijo a si mismo sonrojándose inconscientemente, antes de entrar a su casa.
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-Al final resultó ser su gato y se llamaba Sorata- Contaba feliz a su amigo mientras esperaba que la clase empezara.
-Que bien, supongo.- Respondió el con su tono y mirada típica y particular.
Iba a continuar su historia, ya que en el camino a la escuela no pudo hacerlo porque iban tarde, cuando la voz de su maestro los interrumpió.
-Muy bien alumnos antes de empezar la clase, quiero que conozcan a su nuevo compañero, trátenlo bien por favor; preséntate muchacho- Dijo sentándose para dar paso al recién llegado.
Tomo aire y empezó- ¡Mi nombre es Jun Gakusha, tengo 17 años, mido 1.73 centímetros, peso 60 kilogramos, nací el 24 de septiembre por consiguiente soy signo libra, viví en Australia varios años pero decidí volver a Japón para encontrarme con un muy buen amigo!- Jadeó algo cansado – ¡Y amo la natación!- Agregó con aun mucha más fuerza.
Todo el salón quedo pasmado y en completo silencio.
-E-está bien, puedes sentarte al lado del Señor Tachibana- Dijo su maestro manteniendo la compostura.
-¡Si señor!- Exclamó feliz mientras caminaba hacia su pupitre mirando alrededor como si buscara a alguien.- ¿Tachibana, cierto?- Pregunto al muchacho de pelo verde que estaba sentado junto al espacio vacío.
-Sí, ese soy yo, Makoto Tachibana- Respondió con una sonrisa como siempre lo hacía.- Y él es Haruka Nanase, o Haru como me gusta llamarlo.- Dijo señalando a su mejor amigo.
-Hola- Dijo Haruka con su mirada fría y seria.
-Ehhh ¡Hola!- Movió su mano saludando a ambos. -¿Oigan, les puedo preguntar algo? ¿Ustedes saben en qué salón se encuentra Rin Matsuoka? – Pregunto Jun, sin estar al tanto de la situación en la que se encontraba.
-¿Rin Matsuoka? Ehhh, él no va a esta escuela, solo su hermana Gou.- Makoto respondió disculpándose mientras se rascaba la cabeza.
-¿¡QUE!? no, de seguro están mal, Gou está en Samezuka y Rin está aquí en Iwatobi ¿cierto?.-
-No, es al revés.- Haruka respondió inmediatamente al muchacho de ojos naranjas.
-¡Agggg, apenas llegue y ya empecé a hacer las cosas mal!- Dijo algo enojado recostándose en su pupitre.
-No te preocupes, hablaremos con Rin luego- Makoto dijo sonriendo dándole pequeña palmaditas en la espalda.
-Uhmm, si tu deberías haber llegado a Samezuka...me pregunto cómo estarán las cosas por allá- Dijo Haruka, mirando por la ventana.
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-¿Estás seguro de que llegaba hoy?- Pregunto Sosuke serio, con un gorro de fiesta y sosteniendo un extremo del cartel de bienvenida.
-Eso era lo que decía el mensaje, ¿Verdad Ai?- Dijo Rin, con un espantasuegras en su boca, y sujetando el otro extremo del cartel.
-S-si Rin-senpai, ya he releído el mensaje diez veces, lo siento- Respondió Nitori disculpándose como siempre.
-Heh, que forma de empezar las cosas ¿no?- Rio Sosuke.
-Sí, tienes toda la razón- Suspiro Rin con una sonrisa.