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Mi musa por kothe099

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Notas del capitulo:

ACTUALIZACIÓN!!!

perdon por la demora.

Capitulo 2: La pintura.

-Quiero que te desnudes.

-espera ¿¡Qué!?

-Quiero que te desnudes, es simple- dijo señalando un lugar de la sala- gánate ahí.

-Okey- dijo con duda en la voz- ¿me voy al cuarto o me desnudo aquí?

-Aquí.

-Esta bien.

Ambos permanecieron en silencio, Ezio se ganó donde Leonardo le había indicado, al principio se quedó estático, al principio pensó que tendría que hacer quizás una pose y mirar hacia un punto en específico como siempre había visto en la pinturas, pero nunca el estar desnudo, posar y mirar a un punto en específico. Respiro profundo y se retiro la capucha, poco a poco retiro su armadura dejándola caer en el suelo, después se saco su ropa, al final solo quedaba su ropa interior, su cuerpo ya había entrado en contacto con el cálido aire de la habitación, sus pectorales se movían sincronizada mente con su respiración, el castaño estaba nervioso, no por el hecho de desnudarse, sino por la penetrante mirada azul que no se separaba de sus movimientos, mantuvo su mirada avellana fija en el suelo.

-Así estas bien, pero te falta lo último- Ezio sabía perfectamente a lo que se refería, por lo que lentamente se los bajo, ahora ya estaba totalmente desnudo, totalmente invulnerable- seria genial que te colocaras parado contra la pared mirando hacia la ventana.

-Sí- asintió y lo hizo, ambos quedaron callados.

Leonardo comenzó a trazar la figura que tenía delante, cada detalle lo hacía minuciosamente, él quería que fuera perfecto, porque era Ezio a quien dibujaba, ambos no intercambiaban palabras, la habitación simplemente era llenada por el sonido de la respiración de ambos. Ezio miraba hacia la ventana, observaba el lento movimiento de las nubes perdiéndose en el cielo, seguía tenso, no entendía por qué, pero estaba realmente nervioso ante la mirada del mayor, esto nunca le sucedió, pero es que su mirada se sentía tan penetrante que lo debilitaba. El ojiazul seguía trazando, línea tras línea, curva tras curva, mandaba ciertos reojos demás a el castaño, quería mirarlo más, quería saber cada profundo secreto de aquel cuerpo, realmente había sido bien dotado por dios, Leonardo pensaba que Ezio hubiera sido un verdadero ícono en la antigua Grecia, seguía dibujando, trazando con gran devoción cuyas facciones los volvían loco, los ojos, las pestañas, los pómulos, las mejillas, la pera, el cabellos, la frente, el cuello, los labios, oh esos labios que lo encandecían cada vez que lo veía moverse, Leonardo deseaba jugar con aquellos pétalos de rosa, deseaba poner a prueba toda la experiencia del menor. Paró de trazar, ahora comenzaría colorear, tomó la pintura de óleo, él quería que esta pintura perdurara para siempre, quería que todos vieran lo que el tanto deseaba, empezó a pintar la tostada piel del menor, con sus sombras y cicatrices. Ninguno de los dos sabía cuando tiempo había pasado, quizás cinco horas, ahí ambos estaban perdidos en sus pensamientos, sin darse ningún descanso de los incesantes pensamientos los cuales comenzaron a inquietarlos lentamente, Ezio quería salir huyendo, no quería sentirse así, necesitaba un bueno vaso de cerveza, alguna mujer de compañía, quería restaurar su confianza usual, en cuanto a Leonardo que cada vez se veía más dificultoso en terminar la pintura, él no sabía cuánto más podría aguantar, realmente quería hacerlo suyo y no le beneficiaba en nada que estuviera desnudo frente a él. Los segundos siguieron pasando, cambiado a minutos, para luego ser horas.

-Terminé- dijo con una inmensa sonrisa que hizo sonrojar al de mirada avellana.

-Al fin- se sentó sobre el suelo mientras que estiraba sus extremidades para calmar el dolor de sus músculos- parecía que no iba terminar nunca.

-Perdón por la demora, pero lo valió, creo que será mejor que te vistas si no quieres pescar un resfriado.

-Si- se sentía más seguro, se puso la ropa interior, los pantalones, la polera de manga largas, lo básico.

-¿no te colocaras tu armadura?

-¿Para qué?, si ya se me fue el día en esto, déjame quedarme una noche más.

-Está bien.

-Tengo hambre- dijo sobándose el estomago.

-Estamos iguales- rió- preparare carne, así que espera.

-Sí- sonrió, se sentía bien el convivir con alguien, Ezio ya había olvidado cómo era, pasaba mucho tiempo trasladándose de aquí para allá en la caza de Rodrigo Borgia, no tenía un hogar, no tenía tiempo para pensar en ello, pero en estos días volvió a recordar aquel sentimiento, volvió a sentir lo que era que alguien se preocupase por uno, el que te cocinen con cariño, el estar acompañado de alguien que te quiere.

 

Continuara…

Notas finales:

Proximo capitulo : LEMON :D

 

dejen reviews si pueden, recuerden que eso me alimenta como escritora.


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