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Love and other things: just two of us {Minew} por LeeMinYoung

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Notas del fanfic:

Vuelvo a aclarar que este fanfic no me pertenece. Mi trabajo fue sólo traducirlo. Todos los créditos para la autora ranithepirate.

Notas del capitulo:

Ah~ amé este fic apenas lo leí jajaj espero que les guste tanto como a mí^^

MinHo sonrió, feliz, al ver a JinKi descansando en el sofá con un libro entre sus manos, a lo que mayor respondió con el mismo gesto cuando lo notó al rapero de pie frente a él, provocando que el corazón del más alto latiera más fuerte, así como sus ganas de mantenerse a su lado crecieron en su interior.

—Oh, parece que el actor famoso está en casa —bromeó el líder en voz alta y antes que el aludido tuviera tiempo de decir algo, se oyó el sonido de pies corriendo.

Súbitamente, Taemin apareció fuera de su dormitorio y se acercó rápido hacia ellos.

— ¡MinHo-hyung! —Gritó con una linda sonrisa en sus labios—. ¡Key-hyung me dijo que me llevaría al show de moda!

El maknae puso mala cara cuando vio que el otro fallaba en comprender la magnitud de la situación, impacientándose.

—Oh, por favor. ¿Acaso no te acuerdas? Esta mañana. Lo que te dije.

MinHo se devanó los sesos tratando de recordar qué había sucedido más temprano. Todo lo que venía a su memoria era la sensación de las manos de Onew en sus hombros mientras le deseaba que se divirtiera con las promociones de su drama junto a Sulli y el dulce sabor de su lengua cuando lo arrinconó en la cocina antes de irse a trabajar.

De pronto, aparecieron en su mente algunas frases de KiBum hablando sobre un desfile a JongHyun y al menor del grupo gimoteando. Más allá de eso, tenía más fresco en su memoria el contacto ocular que compartió con Onew cuando este rodó sus ojos por todo el alboroto que estaba sucediendo durante el desayuno. ¡Dios!, sólo al recordarlo quería saltar sobre él, justo en ese momento, frente a Taemin.

—KiBum-ah dijo que él y Jjong iban a asistir puesto que la invitación decía que sólo podía llevar un invitado —JinKi mencionó desde su lugar en el sillón.

El maknae sonrió al darse cuenta que alguien se preocupaba por su situación y empezó a hablarle a MinHo sobre cómo:

—Key-hyung llamó a un amigo, que llamó a su amigo, que habló con un tío que sabía que…

Y pronto voz se perdió en un lejano rincón de la mente del alto, que miró a JinKi sin vacilaciones, justo en el momento en que este cambiaba la página. Una mano de su líder se movió para poner un mechón de pelo detrás de su oreja, logrando que se desesperara por cogerla.

“Quiero estar más cerca de mi hyung”, pensó el rapero, deseándolo, completamente fuera de la conversación que Taemin tenía con él; sólo tenía la suficiente consideración como para esperar, en tanto que el otro, entusiasmado con la idea de no ser el único en quedarse en casa por la noche como usualmente sucedía, ni siquiera se percató de eso.

Key, quien presenciaba la escena completa desde la cocina, suspiró con enfado. Él también había recibido contento a MinHo cuando este regresó al hogar, pero su dongsaeng parecía estar pendiente únicamente del líder de SHINee sentado en el sillón.

JongHyun salió del baño y, al ver la expresión resignada de la diva, se dirigió directo a la cocina, enredando sus brazos alrededor de su cintura.

— ¿Por qué la cara larga, Bummie? —preguntó el mayor de ambos, presionando la mejilla contra la suave piel de su hombro.

KiBum sonrió ante el contacto, fundiéndose dentro de los brazos de su novio antes de estrecharlo aún más.

—Nada —respondió, mirando la situación en el living una segunda vez. Taemin continuaba hablando, MinHo continuaba observando acaloradamente y Onew seguía pretendiendo no darse cuenta de aquella ardiente mirada como escondía su rostro sonrojado detrás de su libro. Y la umma entendió por qué su líder odiaba mostrar su amor por el rapero delante de los demás—. Es sólo que parece que deberíamos pasar la noche afuera.

JongHyun sonrió maléficamente, susurrando suavemente en el oído del rubio.

—Entonces… ¿eso significa que tendremos algo de diversión en la habitación del hotel?

—Taeminnie estará con nosotros, ¿recuerdas?

Su voz era nostálgica, aunque no se lamentaba por permitir que el maknae fuera con ellos. MinHo y Onew no habían pasado tiempo juntos desde que comenzó el drama del alto y el lanzamiento de Sherlock, para lo que los cinco habían estado promocionando ávidamente apenas esta salió.

La diva pensó que era hora de que los dos se dieran tiempo para un sexo intenso y revitalizante — ambos lucían sexualmente privados, lo que no era divertido.

— ¿No podemos dejarlo en casa? —El más bajo lloriqueó y su chico indicó a los tres miembros en el living.

Jjong miró alrededor. Después de evaluar la situación por un momento, lo captó; MinHo continuaba sin sentarse, JinKi permanecía escondido detrás de su libro y Taemin seguía hablando. De hecho, nunca lo había visto hablar tanto — realmente debía estar alucinando con ir.

—Supongo que deberíamos llevarlo. Se ve como si realmente quisiera acompañarnos —el platinado sonaba comprensivo, obviando lo que el otro quería decir en realidad.

Rodando sus ojos, Key le indicó que se preparara, para después lograr que Taemin lo escuchara al mencionar en voz alta el desfile de modas, mientras sonreía al ver en el borde de su campo visual cómo MinHo finalmente se movía hasta alcanzar a Onew, presionándose contra él para mirar el libro por encima de su hombro. Pronto comenzó a susurrar cosas en el oído del mayor, momento en el que KiBum se marchó para darles un poco más de privacidad.

 

Dos horas más tarde, resultó que Taemin debía ir a casa a visitar a su familia. Así como se sentía decepcionado por perderse el show, había un brillo en sus ojos al pensar que vería a sus padres otra vez.

Key y Jjong salieron poco después que el maknae. Los alegres ojos del mayor de la pareja brillaban con algo más que entusiasmo mientras seguía a su novio fuera del dormitorio, el rostro de la diva enrojeciéndose cada vez que hacían contacto visual.

MinHo estaba jugando con el cabello de JinKi cuando quedaron solos en la sala, cómodamente abrazados en el sofá.

Había pasado un tiempo desde la última vez que estuvieron solos, y comenzando a sentirse inquieto, el mayor se excusó diciendo que se sentía cansado y se fue a su habitación, colapsando rápidamente en su cama.

Sin dejarse engañar por aquél acto, el más alto se reunió con él acostándose a su lado, llenando el corazón del mayor de alegría y anticipación.

Onew podía sentir la respiración del otro contra su pelo, en tanto el menor apoyaba la barbilla sobre su cabeza, sus ojos cerrados así como lo sostenía firmemente y acariciaba su nariz en el suave, esponjoso cabello marrón. Sus corazones aumentaron su ritmo ante el íntimo contacto incluso cuando un extraño sentimiento de paz se apoderaba de ellos al yacer juntos en silencio.

La habitación estaba oscura y tranquila; fue en ese momento que comprendieron que sólo ellos permanecían en el departamento. Esa rara oportunidad fue algo que MinHo apreció gratamente, apretujando a JinKi contra su pecho aún más que antes.

—MinHo-ah~ —dijo el mayor, rompiendo el silencio—. Me estás haciendo daño.

Su novio no respondió, sin aflojar su agarre.

—Hyung, si yo te dejo ir apenas un centímetro, te besaré durante toda la noche —susurró finalmente.

El corazón de Onew comenzó a latir tan fuerte ante aquellas palabras que incluso su pareja podía sentirlo contra su cuerpo.

Tomando aquella reacción como un consentimiento para hacer lo que quisiera, ahuecó la mejilla de su hyung en su mano, inclinándose para coger esos suaves y sonrosados labios. Los chupó, mordió y lamió hasta tornarlos hinchados y rojos. JinKi respondió de igual manera, deseoso, devolviendo cada mordida y lamida de manera ansiosa.

Finalmente, se besaron profundamente, sus lenguas enroscándose en una danza húmeda, hipnótica.

La parte baja del cuerpo del menor reaccionó entusiasmada ante los jadeos que brotaban de la boca del contrario, presionándola contra su cintura.

Sintiendo como si una bestia hubiera despertado en su interior, Onew enroscó una de sus piernas alrededor de MinHo, dándole más acceso al interior de sus muslos.

El moreno rodó sobre su novio, empujó su longitud hacia la aún vestida entrada y el mayor gimió en voz alta contra sus labios. Sus manos encontraron su camino por debajo de su polera, moviéndose por su espalda lentamente hasta alcanzar el borde de sus pantalones. Luego las deslizó hacia el interior de ellos, pasando el elástico de la ropa interior. Con ambas afirmó el trasero del mayor, gentilmente, llevándolo hacia su erección.

Mientras tanto, JinKi estaba buscando a tientas la parte delantera de los jeans de MinHo, intentando abrirlos desesperadamente. Cuando lo logró, quien estaba encima le quitó polera, pantalones y bóxers, dejándolo a su merced.

Entonces, el alto se alejó un poco, quedando en manos y rodillas para observar el desorden que había bajo él.

El cuerpo de su hyung temblaba de necesidad, su miembro goteando líquido pre seminal. Sus ojos prácticamente habían desaparecido así como se mordía su labio superior con ansias, sus mejillas rojas debido a la vergüenza y la frustración sexual.

Onew acarició el abdomen contrario, deslizando sus extremidades suavemente en dirección a la erección aún cubierta.

—No te detengas —susurró envolviendo sus piernas alrededor de la cintura del alto, rozando su trasero contra aquella protuberancia que lo estaba enloqueciendo.

Incapaz de seguir esperando, MinHo se enderezó para quitarse la camiseta. Entre tanto, el líder se relamía la boca al ver cómo bajaba el cierre de sus jeans, dejando fuera su miembro palpitante. El menor alcanzó el bote de lubricante que había escondido bajo los cojines horas antes, aplicando una buena cantidad en sus dedos y su pene antes de agacharse para chocar sus labios con los del platinado, una vez más.

Tomó sus muslos, empujándolos hacia arriba para dejar a su hyung completamente expuesto, sus ojos deteniéndose en la mortificación que golpeaba su rostro.

Después de proporcionarle una saludable cantidad de lubricante a su estrechez, MinHo hundió uno de sus dedos en ella.

Onew gimió fuerte, su cintura moviéndose ante la sorpresiva invasión.

El menor podía sentir como empezaba a impacientarse y no tardó mucho en tener tres dedos estimulando a su novio. Pronto los quitó, provocando un lloriqueo de JinKi ante la sensación de pérdida.

No pasó demasiado tiempo antes que alineara su virilidad con su entrada, empujándola.

El líder chasqueó la lengua al percibir el golpe de dolor a través de su anatomía, y MinHo gimió fuerte por cómo ese canal estrecho lo envolvía.

Por un par de minutos no se movió, esperando porque el otro se acostumbrara a la sensación de tenerlo por completo en su interior y que le diera la señal para empezar. Apenas se la dio, salió de él y se empujó de vuelta para repetirlo varias veces. Lo hizo hasta que las caderas del mayor comenzaron a mecerse ante la sensación.

—Oh, Dios —JinKi gimió, su voz quebrándose por el placer.

El alto no podía estar más de acuerdo, intentando impulsarse más y más profundo, sintiéndose en su propio paraíso terrenal.

De pronto, el mayor dejó caer su cabeza contra la cama, sus pupilas entornándose cuando su novio tocó un grupo de nervios particularmente sensitivos. Una sonrisa extraña apareció en la cara de MinHo, tomando su reacción como una invitación para enviar su miembro hacia dentro con toda su fuerza.

Las lágrimas se empezaron a formar en los ojos del más bajo al sentir las intensas olas de placer y calor, sus caderas sacudiéndose y su longitud torciéndose con cada golpe directo, cada empuje profundo, cada beso caliente.

Un poco de saliva cayó de su boca cuando el menor le dio un beso tan profundo que logró saborear el café que había bebido en el desayuno.

Temblando de felicidad, Onew se percató de cómo perdía contacto con la realidad al sentirse al borde del abismo, listo para liberarse.

—MinHo-ah, yo… —jadeó, incapaz de continuar hablando una vez que el mencionado selló sus labios una vez más.

Choi también podía percibirlo; la tensión en el trasero de su hyung, el calor que éste irradiaba, su mirada llena de lujuria que le decía claramente “fóllame-más-duro” lo estaba enloqueciendo.

Entonces, su líder liberó su semilla sobre sus cuerpos, sin siquiera haber tocado su miembro.

La expresión que llenó su rostro durante el orgasmo llevó al alto a su propio clímax, descargándose dentro de él mientras gritaba su nombre real. JinKi, a su vez, gimió al ser llenado por el líquido caliente mientras el cuerpo del contrario se sacudía en su interior.

El alto se empujó fuera, cayendo al lado de su pareja, acercándolo hacia sí mismo para poder abrazarlo, yaciendo así, sin aire y jadeando mientras intentaban volver en sus sentidos.

MinHo no podía dejar de mirarlo, su cara estaba enrojecida y sus ojos pestañeaban por la desorientación producto de la intensa satisfacción. Su piel brillaba por el esfuerzo al hacer el amor tan ardientemente, en tanto su ondeado cabello ahora era un húmedo caos.

El líder lucía cautivador después del sexo; rezumaba tentadoras feromonas que hacían sentir a su dongsaeng listo para un par de rounds más, así que besó y mordió su mandíbula y cuello, sintiéndose satisfecho con cada gemido entusiasta que provenía de su boca.

De pronto, el teléfono del alto comenzó a sonar en el bolsillo de sus jeans. Pretendía pasar de ello y continuar disfrutando de su noche con Onew, quien olía a su colonia.

—Podría ser importante —su hyung respondió a su justificación.

Su mirada mordaz lo puso a punto de nuevo, pero, a regañadientes, lo complació, con una pequeña protesta.

— ¿Qué? —Dijo en un tono de voz demandante, molesto porque hayan interrumpido su precioso tiempo con el seductor líder de SHINee.

Onew, queriendo limpiarse, se alejó del cálido abrazo de MinHo, quien lo observó triste al verlo de pie.

Súbitamente, se detuvo, congelado en su lugar. Alarmado, el alto rozó su codo.

— ¿Qué es lo que está mal? —Le preguntó.

El mayor no tuvo que darse vuelta para saber que el rostro de su acompañante se enrojecía, un profundo estremecimiento bajando por su espina dorsal.

Finalmente, MinHo entendió qué pasaba — vio con sus ojos más abiertos que nunca un hilo de semen deslizándose desde el interior de su hyung por sus muslos directo al suelo.

La pasión al rojo vivo ardió a través del cuerpo del alto; aquella vista fue suficiente para que la mitad inferior de su cuerpo se endureciera, su erección volviendo a despertar.

—Maldición, keroro.

El tono de Onew era avergonzado. Incluso se estaba cubriendo la cara con sus manos.

Mientras tanto, el alto había colgado olvidándose de qué se trataba la conversación y arremetió contra su líder, empujándolo al suelo. La sorpresa en la cara de este último fue descarada pero complaciente y no rechazó a su pareja cuando con su voz, gruesa debido a la necesidad, pidió estar dentro de él una vez más.

Sus manos se aventuraron por el cuerpo de cada uno y el alto elevó sus piernas más rápido que antes, su miembro palpitante empujando contra su entrada.

Esta vez, golpeó inmediatamente su punto más sensitivo. El líder se sintió tan bien que dejó escapar un quejido, logrando que MinHo empujara más rápido, más duro dentro de él. La segunda vez fue más frenética en la búsqueda de placer que la anterior, por lo que su hyung se derramó pronto entre sus cuerpos, sin que su dongsaeng estuviera siquiera cerca de acabar.

Se estrelló contra su interior con fuerza, sus golpes fuertes y rápidos, tan profundos que la bendita fricción que provenía de todo eso endureció al más bajo por tercera vez.

Gruñía, jadeaba y se quejaba ante el placer del séptimo cielo que le entregaba su novio, sus labios implacablemente húmedos e hinchados por la fuerza con la que su keroro los besaba.

Necesitaron de un cuarto clímax de Onew para que el otro por fin pudiera alcanzar un orgasmo ambos al mismo tiempo.

El menor ni siquiera tenía la fuerza para abandonar su interior, descansado exhausto sobre su líder, quien había enrollado sus brazos alrededor de su cintura.

— ¿Realmente lo que hice te provocó tanto? —Le susurró en el oído, con su garganta doliendo por los gritos previos.

Choi era incapaz de comprender por sí mismo su reacción; ver a su pareja en esas condiciones lo volvió loco. Era la primera vez que sentía que el líder era suyo y únicamente suyo. Él compartía la amistad y el cuidado del mayor con todo el grupo, pero esa clase de estado físico y mental que JinKi había mostrado era para MinHo… y sólo para él.

Sintiéndose un poco avergonzado, se retiró de su interior y le ayudó a ponerse de pie. Tal como esperaba, las piernas del menor temblaron y tuvo que aferrarse a su pecho para no caer.

El alto enredó sus brazos alrededor de sus hombros, aferrándolo con tanto entusiasmo que el corazón de su hyung revoloteó, ignorando el dolor que sentía en la parte baja de su espalda y que se acentuaría aún más en la mañana.

Le hizo un gesto para que lo girara y así poder darle un suave y dulce beso, sus labios aún heridos por lo que habían hecho.

—Te amo —el mayor susurró en su boca, apenas siendo capaz de mantener los ojos abiertos.

—Yo también te amo.

El alto le respondió mientras profundizaba el ósculo, una sonrisa jugando en sus labios al tiempo que sus manos se deslizaban hacia el trasero de su novio.

Se detuvo por un momento, antes de murmurar sensualmente contra su oído:

— ¿Estás listo para el siguiente round?

Notas finales:

MinHo... realmente :c ¿estaban tan deprivados sexualmente? XDDDD amo lo que dice Key en su momento jajaja ah~ denle amor al Minew :3


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