La luz de un sol caluroso se asomaba por la ventana de la habitación, haciendo resaltar los tonos verde claro y blanco de las paredes, en ese lugar no había cama ni una mesa de comida, solo se encontraba una mesa con lápices de colores y hojas en blanco, sillas metálicas pegadas al suelo, sillones de un material blando y alguna que otra ventana, sin cortinas, sin adornos, pero una habitación al fin y al cabo.
El hombre sentado frente a Lay cuestiono:
-Lay ¿Qué día es hoy?
-Martes
-¿Cuántos años tienes?
-24 – dijo con una sonrisa
-¿Sabes dónde estás pequeño?
-en Changsha – aseguró- pero ¿Quién eres tú?
Suho negó con la cabeza pausadamente, cerró los ojos y suspiro. Acerco un espejo de mano al rostro de Lay para que pudiera observarse detenidamente por unos segundos antes de preguntar nuevamente.
-¿Qué edad tienes?
-24 – contesto nuevamente el castaño- ¿Por qué me enseñas esa fotografía del señor canoso?
Suho suspiro, - Lay no es una fotografía – sonrió de medio lado con un apreciable semblante de tristeza en su rostro- eres tu…
Lay miro tiernamente a la persona frente a él, ladeando un poco la cabeza en señal de no entender las palabras del contrario.
-¿Traes tu libreta contigo?- Lay observo el libro azul que sostenía entre sus manos sin haberlo notado antes – Si – respondió.
-¿Has estado escribiendo?- el aludido no respondió porque no lo recordaba.
El mayor tomo la libreta en sus manos y reviso la fecha de la última página manuscrita: 20 de marzo. Negó con la cabeza. –Hoy es 25 de abril, tienes más de un mes sin escribir alguna palabra.
*
10 de enero de 2010
Hola Lay, te escribe Suho, esta es mi primera carta para ti, he estado ausente un tiempo y probablemente haz olvidado mi rostro o mi voz, realmente no lo sé, lamento estar lejos de ti, el trabajo me ha mantenido ocupado, pero me han aconsejado algo, sé que el lugar en donde estar quizás no sea el más bonito, pero realmente espero que estés bien, sé que tienes una libreta azul, tu color favorito, me habías dicho que era como un diario, y he pensado en escribir yo también, por el momento me puedo permitir enviarte cartas solamente, pero prometo que serán constantes.
Ha pasado un mes desde la última vez que te vi, desde que te fuiste a tu nuevo hogar y yo me quede solo en el departamento, y ha sido largo y duro el estar sin ti. Tengo nuestras fotos por todo el lugar, de nuestros cumpleaños y aniversarios, también de los paseos y citas que tuvimos.
He pensado que como probablemente no me recordaras, quizás debería anexar alguna foto mía y lo hice, quizás ahora mismo la tengas en sus manos, en realidad te envié dos fotos, la primera es mía, soy Suho me presento nuevamente, en mi foto llevo un traje negro y una camisa azul claro, con una corbata negra, me dijiste que quedaban bien juntos así que lo use, y en la segunda foto estamos tu y yo en lo que fue nuestra primera cita, sonreías todo el tiempo, caminamos por el parque y compartimos un helado, eso fue hace algunos años, por la parte de atrás de las fotografías puse la fecha en que las tomamos, quizás eso sea de ayuda, de cualquier forma yo te estaré escribiendo, aun no tengo permitido verte, pero espero con ansias poder hacerlo.
Esfuérzate y da lo mejor de ti, prometo que nos veremos en poco tiempo.
No olvides que te quiero.
Suho.
*
Lay observo papel y las fotografías que tenía frente a él sin entender por completo lo que acababa de leer. ¿Suho quién eres?