Se removió en su cama nuevamente, el despertador sonaba como loco al igual que cada mañana, pero siempre se quedaba unos minutos más bajo las tapas de su cama, era invierno y el frio le sacaba de quicio.
No esperaba ver que el despertador mostrara las 7:30 am...llegaría tarde.
A pesar del frio, se levantó a toda velocidad hacia la ducha; en tiempo record esta vestido, pero sus pantalones no están. Tenía una importante reunión ese día y había dejado su traje listo sobre la silla para el día siguiente, a menos que...
Era una de esas veces que odiaba a Carlos, su gato; de todos los juguetes que le había comprado, su ropa siempre era su favorita, no siendo esta la excepción y su pantalón nuevo se encontraba despedazado y bajo el cuerpo de un cómodo gato durmiendo.
7:37 am, debía cambiarse y correr a la estación de tren, enojado, se viste con uno de sus trajes -no tan elegante como el destrozado-, en tiempo record se despide de su compañero de cuarto Jongdae y sale hacia la estación de trenes. La cantidad de gente no lo impresiona, son casi las 8am y el pequeño subterráneo no ayuda.
Con mucho trabajo, unos cuantos golpes en los brazos, sudado y desarreglado, llega al trabajo con 5 minutos de retraso.
-Llegas tarde -
-Buenos días para usted también jefe -
Minseok sonríe con dulzura y golpea la cabeza del recién llegado con un montón de papeles.
-Este papeleo te dará un dolor de cabeza más grande que el de este golpe-
- Espero que no-responde con una leve sonrisa, dejándose caer cansado sobre su silla.
Estaba por cumplir 3 años trabajando en aquella compañía, conoció a Minseok por un amigo de su padre y al necesitar un trabajo, no dudó en postular y por su parte, Minseok no tardó en aceptarlo. A pesar de ser su jefe, mantenían una relación cercana por la edad y la actitud tan dulce y cariñosa del mayor.
-Esto es más que de costumbre - comenta Kyungsoo observando la cantidad de papeles sobre su escritorio, comenzando a trabajar enseguida con un pequeño puchero marcado.
-uhm, puede ser, pero no tengo dudas en que lo terminarás para el final del día - Minseok toma su café y se retira a su oficina en el último piso del edificio.
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Día de mierda.
Luego de la reunión con los inversionistas, un problema técnico con su computadora y sumado al hecho que no había comido o bebido nada durante todo el día, pues el sueño le jugó una mala pasada y había pasado el desayuno.
Se acercaba el almuerzo y envidiaba a sus compañeros que se tomaban un descanso para comer, justamente ese día Minseok había decidido dejarle trabajo como de dos semanas y le había pedido finalizarlo para ese mismo día...tendría que quedarse horas extras.
Suspirando y cansado, veía como su reloj marcaba las 18:00 hrs, indicando la hora de la salida en un día normal, pues hoy debería quedarse hasta quien sabe qué hora para terminar todo el trabajo que le había dejado su, ahora no tan amado, jefe.
Sin embargo, le sorprendió que Minseok entraba a su oficina y apoyaba su cuerpo en el borde de su escritorio.
-¿Mucho trabajo? - pregunta cruzándose de brazos, sin borrar aquella dulce sonrisa característica de él.
- Creo que esa pregunta está de más, ¿sabes?
-Tengo una idea, ¿qué te parece si vamos juntos a comer algo? te ves hambriento y así podrás descansar, algo así como una cita, no, no, más que eso una salida solo entre nosotros y uhm, luego puedes ir a mi casa, ya sabes, ver películas o algo así..
Ya había perdido la cuenta de las veces que su jefe y gran amigo le había invitado a salir. Desde el comienzo supo que sería difícil trabajar con alguien que está enamorado de ti y más aún que esa persona sea tu jefe. Pero Kyungsoo no había cedido y no lo haría ahora tampoco, y como siempre lo rechazó.
-Min… ya sabes lo que pienso de eso, de verdad me gustaría ir a comer contigo, pero solamente eso, comer, sin otro significado como el de una cita - Dijo un tanto incómodo, recargando su espalda en la silla.
-Creo que tienes razón-el mayor asintió leve con la cabeza y durante unos segundos guardó silencio, hasta que una nueva sonrisa apareció en su rostro.
Kyungsoo suspiró aliviado, al parecer no se lo había tomado a mal y volvía a sonreír encantador como siempre.
-Entonces, me iré a casa...tú también deberías hacerlo cariño, por cierto, estás despedido.
En un día normal, se hubiese enfadado porque lo llamase cariño, pero en esta situación...
-¿Des-despedido? -preguntó con sus ojos más abiertos que de costumbre
-Si, des-pe-di-do
- ¿¡Qué!?- Kyungsoo se puso de pie abruptamente, haciendo que la silla fuese a parar al suelo y llamara la atención de los demás- ¿Despedido? ¿Por qué?
-No eres el único, tenemos unos pequeños problemas con la compañía y...-intentó explicar el mayor, mas siendo cortado por el contrario.
-¿Es porque te rechacé? - preguntó el menor señalándose a sí mismo- ¡acepto, acepto! vamos, tengamos una cita, yo invito si quieres, luego iremos a tu casa y y... nos besaremos y haremos todas esas cosas que quieres, yo acepto
-Soo, Soo, tranquilo-le tranquilizó el contrario, tomando sus brazos que movía frenéticamente- Suena MUY tentador, pero yo separo el trabajo de la vida personal, estas despedido, pero si quieres podemos tener la cita de todos modos
KyungSoo lo empujó con fuerzas haciendo que al golpear el escritorio todos los papeles cayeran al suelo.
-Vete a la mierda - Le replicó acusadoramente señalándolo con un dedo-¡tú y todos ustedes váyanse a la mierda!
-KyungSoo...
-De todos modos planeaba irme pronto, ¡renuncio!-Gritó con odio, pateando la pila de papeles del suelo.
-Realmente lo siento, son órdenes de los dueños y yo debo obedecer-intentó calmarlo, intentando cubrir una pequeña sonrisa divertida- Por cierto, sabes que debes ordenar todo eso, ¿no? te los entregué por fecha y debes devolverlos tal cual -Encaró una ceja, señalado los papeles esparcidos por el suelo.
-¡Jódete! -dijo lanzándole su sandwich recién preparado, el que sería su desayuno-almuerzo-cena.
Minseok levantó los brazos, rindiéndose, y se marchó, no sin antes darle una mirada apenada al menor que a pesar de todo, se disponía a ordenar el papeleo.
18:45, caminaba bajo la lluvia, sin paraguas y amargado. Si el día había comenzado mal, al parecer todo podía empeorar. No podía creer que su "amigo" lo había despedido con una maldita sonrisa y ahora estaba desempleado, con un gato que alimentar y deudas que pagar.
Peor aún era el hambre que tenía en esos momentos, estúpido día.
Corrió hasta la panadería más cercana y compró un café y algo para comer, le dio un pequeño sorbo a la caliente bebida antes de salir a las calles y caminar a paso lento hasta la estación de trenes.
Como cada tarde, estaba atestado de gente y lo único que quería hacer era llegar a su casa con Carlos y ver televisión hasta dormirse.
Bajó las escalares hasta el subterráneo con la cabeza gacha...mala idea. Sintió un fuerte golpe en su espalda, haciéndole caer dos escalones hasta el suelo, su café terminó esparcido sobre su blanca camisa y su sandwich pisoteado por personas.
-¿Pero qué mierda? -gritó enfurecido hacia la persona que había acabado con su única comida del día, siquiera había probado su pan.
-Lo siento, voy tarde-se disculpó el joven rápidamente, queriendo correr nuevamente en dirección al tren-
-¡Me importa un carajo!-siguió gritando aun en el suelo-
-De verdad lo siento y tengo que irme-El contrario corrió hasta el tren, mas las puertas se cerraron frente a su rostro, dejándole fuera. Apretó los puños y regreso donde el menor, quien permanecía en el suelo, frustrado. - Hey, tu, hiciste que perdiera el tren
-¿Disculpa? -Preguntó KyungSoo, levantándose y apoyando su cuerpo sobre una pierna y su manos sobre la cintura- ¡TÚ, y tu estúpido cuerpo me hicieron caer!
-¡No fue mi culpa! ¡Debía tomar ese tren para llegar a casa!
-¡Pues yo también! ¡Además tiraste mi café y mi sandwich!
-Es porque eres un enano despistado, ¿quién te manda a bajar las escaleras como tortuga mientras miras a cualquier lado?
-¿E-enano despistado? -enojado, tomó su vaso de café del suelo y le lanzó lo poco que le quedaba en la cara-
-Mierda, ¡está caliente! -el contrario cubrió su rostro con ambas manos, dejando caer así su mochila al suelo-
-¡BIEN! ¡Así quizás te deformas un poco y se te quita lo feo!
-Si claro, ¡lo dice el enano de ojos saltones! –escupió enojado, retirando una mano de su rostro para poder verle.
-¡Piérdete, imbécil!-Con furia, Kyungsoo se acercó hasta el más alto y con todas sus fuerzas lo pateó en la entrepierna, seguido corrió escaleras arriba y de reojo vio como el chico estaba en el suelo, retorciéndose de dolor.
Una sonrisa de victoria cruzó por su rostro mientras corría fuera de la estación, sabía que el chico no iba a perseguirlo por su estado, pero quien sabe. Llegó hasta un parque cercano, donde la triste realidad volvió a invadirlo.
Estaba desempleado, mojado, sucio, con hambre y sin comida, oh, y sin dinero. Suspiró resignado, y vació sus bolsillos, al menos le alcanzaba para comprar otro café. Camino lento por aquel parque, arrastrado sus pies por la tierra y pensado en todo lo que tendría que hacer de ahora en adelante, sus amigos podrían ayudarle, Baekhyun tenía un trabajo estable, como mejor amigo no tendría problemas en prestarle dinero, o incluso su compañero de cuarto. Se detuvo en una cafetería cercana, comprando un café de vainilla, y así gastado lo último que le quedaba. Por suerte su apartamento no quedaba tan lejos, podría caminar sin morir en el camino.
Regreso al camino del parque y lentamente bebió su café mientras avanzaba por éste, por sus mente nada más pasaba la imagen de una deliciosa cena preparada por él mismo, el hambre lo mataba.
Ahogó un grito cuando, nuevamente, un cuerpo chocó con el suyo, haciéndole caer de trasero al suelo, y nuevamente, su café fue a parar a su camisa ya manchada. Atónito, observó como el líquido que bebía segundos atrás, se esparcía por la tierra.
-Mi… café –susurró luego de un suspiro-
-Oh, perdona, cuanto lo siento ¿estás bien? – Aquel hombre se agacho hasta quedar más o menos a su altura-Dios, lo siento, manché tu camisa…no estaba atento al camino, fue mi culpa-
-Mi café-volvió a susurrar KyungSoo, esta vez mirando al extraño directamente a los ojos- Mi segundo café...
-Perdona, te compraré otro, déjame ayudarte-el chico se puso de pie y le ofreció una mano al contrario, la que rechazó y se cruzó de brazos en el suelo-
-¡Por la mierda! – Exclamó frustrado, tirando de sus cabellos- ¿es que nadie ve por dónde camina? –Agarró su vació vaso de café y se lo lanzó al contrario, echándose a llorar en el suelo sin importarle las miradas curiosas-
-De verdad que lo siento…-susurro preocupado el chico-no fue mi intención, ten-sacó un pañuelo del pantalón de su traje y se lo entregó al contrario, quién acepto gustoso-
-Los odio a todos, son todos unos idiotas-susurró entre sollozos, tomando un puñado de tierra el que lanzó en dirección al chico.
Sin problemas logró quitarse del camino.
-¿Qué haces?-Preguntó al ver como el alto se sentaba a su lado en el suelo, y le miraba con una sonrisa-
-Te acompañaré mientras lloras para luego ir por otro café
-Pero no te conozco, ¿cómo se yo que no quieres violarme?
-Uhm, no hay manera de saberlo, pero te aseguro que no tengo esa intención –le sonrío amable, ganándose una sonrisa igual por parte de KyungSoo- ¿Me contarás lo que paso? De todos modos llegaré tarde-
-Está bien-Soltó una pequeña risita y se dispuso a contarle la mierda de día que había tenido, comenzando por el despertador en la mañana hasta ser llamado enano despistado.
-¿enano despistado?
-Shi, enano despistado- infló las mejillas mientras jugaba con tierra y movía sus dedos sobre ésta, haciendo figuras amorfas.
-Pues, enano despistado, te compraré un café y una camisa para que vayas limpio a casa, ¿si?
-Uhm…-KyungSoo lo miró por unos momentos, ¿debía aceptar ir con un desconocido amable?, no se veía nada mal, pero durante sus 21 años aprendió que no todo es lo que parece- ¿Cómo te llamas?
-Soy Park Chanyeol, ¿y tú?
-Kyungsoo –respondió con una sonrisa amable, ahora si aceptado la mano del contrario.
-Vamos por tu café.~