Capitulo 1: Un simple amor de colegio~
Esta es una historia como cualquier otra, todos los chicos iban al colegio mientras las flores comenzaban a nacer por la primavera que había llegado, todos notaban cómo las parejas les refregaban su dulce y tierno amor en la cara mientras que algunos solo se conformaban con tan solo mirar aquellas parejas y suspirar por el amor que algún día llegaría a su vida y pensaban que también se verían así de genial y bonita.
Kibum era de las personas que sentía que las parejas le refregaba su dulce y tierno amor, haciéndole sentir un poco de asco por lo falsas que algunas suelen ser y que se le notaban a miles de metros pero sus parejas no se daban cuenta. Era verdad que estaba enamorado, pero sentía que nada era tan lindo ni tan tierno cómo mostraban aquellas parejas. Para él no era verdad la felicidad. Había pasado por varios amoríos, pero siempre fue él quien terminaba mal, por eso esta vez se prometió no sentir nada por nadie, pero claro, aquella promesa se deshizo al conocer a aquel chico que capto su atención, aquel chico que capaz ni siquiera sabe de su existencia. Esta bien, esta bien, no exageremos, iban al mismo curso, por lo tanto capaz sabía que existía.
Se odiaba tanto por volverse a enamorar, aquel repugnante sentimiento volvía a crecer dentro de él, sin quererlo. 'Si serás estúpido Kibum. Enamorarte de alguien quién ni siquiera te nota supera los limites de la estupidez' se dijo mentalmente mirando el suelo hasta que de pronto sintió un gran empujón clavando directamente su vista hacía quién lo había causado. Suspiró cansado mirando a aquella pareja corriendo y riendo felizmente. '¿Qué no se dan cuenta que todo tiene un final? El amor hace idiotas a las personas' se dijo algo enojado, pero luego suspiró algo derrotado, pues, si mal no recuerdan, él también estaba enamorado.
-¡UMMA! – le gritó en el oído y Kibum reaccionó.
-¡Ya! Taeminnie me asustaste – le dijo sobando su oído para luego sentir los brazos de Taemin rodear lo.
-Mianhe umma, pero estabas distraído y no me escuchabas – dijo elevando su vista para mirarlo directamente – ¿Te enojaste? – preguntó con un pucherito en los labios y Kibum sonrió.
-Descuida Minnie, no fue nada – revolvió su pelo y rió al ver la reacción de Taemin – Dime... ¿No era que venias con Minho? – Taemin bajó la cabeza.
-Minho y yo decidimos darnos un tiempo – dijo tímido y Kibum lo miró preocupado.
-¿Estas bien, Minnie? ¿Cuando decidieron eso? – preguntó algo preocupado por su bebé y lo abrazó.
-El viernes a la noche... …l me pidió unos días para que aclare algo con sus sentimientos... – Kibum suspiró – Pero estoy bien umma... Estoy tratando de alegrarme con otras cosas, así que abrázame... Nesheshito abasho – dijo tierna mente inflando sus mejillas y Kibum rió y lo abrazó tierna mente.
-Esta bien, esta bien, pero vamos que se nos hace tarde Tae – lo abrazó por los hombros y comenzaron a caminar mientras Kibum hacía reír a Taemin.
Y así llegaron al colegio riendo cada quién de sus tonterías.
Ya en el colegio se tuvieron que separar, ya que estaban en distintos años. Kibum suspiró y entró en su curso en donde estaba vacío, bueno, casi vacío, aquella persona especial estaba mirando la ventana tranquilamente disfrutando la vista de las flores y los pájaros cantar; al observar esa escena Kibum suspiró de nuevo, pero esta vez derrotado y cansado, no había duda de que todo el mundo estaba en su contra refregando le su dulce amor y felicidad por la cara.
Dio unos pasos y se dirigió a su pupitre haciendo un poco de ruido al chocar contra la mesa tirando los papeles que llevaba consigo, se agachó y comenzó a juntar cada uno de ellos, pero se sorprendió al sentir otras manos ayudándolo, no le dio importancia y siguió juntando pero, cómo en toda escena romántica siempre tiene que haber algún roce y porque no también un intercambio de miradas, así que eso pasó, tuvieron que mirar justo el mismo papel y querer agarrarlo al mismo tiempo haciendo que rocen sus manos, para luego Kibum levantar su vista y encontrarse con aquella mirada, que por primera vez la ve de cerca.
Los ojos de cada uno se clavaron en la mirada del otro, sintiendo cómo el corazón de Kibum latía a mil por hora, aquellos ojos marrones y cautivadores, vio cómo aquel chico le sonreía y rápidamente carraspeo su garganta un poco sonrojado. Se levantaron al mismo tiempo para luego Kibum apoyar sus hojas en su pupitre.
-Ten – le pasó las hojas con una sonrisa alegre en la cara.
Kibum agarró las hojas sonrojado y lo miró de nuevo.
-Gr-gracias –.
-No hay de qué... Kibum, ¿verdad? – él asintió y aquel chico de mirada cautivadora le sonrió – ¿Te ayudo a ordenarlas? – Kibum reaccionó y antes de que pudiera contestar Jonghyun se encontraba ordenando sus hojas.
Por Dios, hasta caballeroso salió el tipo, ¿ven? Hombres así se necesitan actualmente.
-Listo, todas ordenadas Kibum – miró a Kibum quién estaba sonrojado.
-Graci... Gracias Jonghyun – bajó la cabeza pero sintió las manos de Jonghyun levantar su barbilla.
Sus mejillas se sonrojaron más mientras sentía cómo iba siendo atraído hacía el rostro de Jonghyun, vio cómo este cerraba los ojos y sus labios se acercaban. Sintió a su corazón salirse de su lugar por lo rápido que latía, pero cómo en todo cuento de princesas, el momento de irse llegó; tocó el timbre indicando que las horas de clases comenzaban haciendo que Jonghyun se aleje y le sonría mirándolo a los ojos.
-Te salvó el timbre, mi princesa – le dijo en el oído tierna mente aumentando el sonrojo de Kibum.
Jonghyun acarició su mejilla y se fue mostrando una sonrisa en su rostro dejando a un sonrojado Kibum paralizado por lo sucedido... Acaso ¿Jonghyun quiso besarle? Y... ¡Le dijo su princesa! Eso no era de creerse, ¿acaso escuchó bien? “Te salvó el timbre, mi princesa” Kibum reaccionó y se sentó en su lugar escuchando la risita de Jonghyun quién ya se había sentado; comenzaron a entrar todos sus compañeros cómo así también comenzaron las clases.
Pasaron las horas de clases al igual que las ideas en la cabeza de Kibum, tuvo que admitir que no prestó atención en clase por lo sucedido anteriormente. Por suerte se sentaba atrás y los profesores casi no notaron su ausencia mental en clase, pero eso no pasó cuando se estaban retirando, habían salido la mayoría de sus compañeros y él estaba por seguir sus pasos pero...
-Kibum, ¿podrías llevar estos libros a la biblioteca? Son muy pesados para mi – pidió su profesora amablemente con una sonrisa en el rostro.
-Claro profesora, yo los llevo – respondió sonriendo igualmente.
-Gracias Kibum... – le dio los libros y antes de que Kibum diera un paso fuera del salón – Ah y Kibum... Presta más atención en clase, los profesores te llamarán la atención – Kibum se sonrojó y asintió retirándose con los libros en las manos.
De verdad eran pesados, tenía cómo unos doce libros de gran tamaño pero bueno, es lo de menos, todavía seguía pensando en lo que pasó hace unas cuantas horas atrás, seguía caminando en dirección a la biblioteca viendo cómo todo el mundo se iba, haciendo que el colegio quede vacío poco a poco, caminaba medio perdido ya que su mente se encontraba en "aquel" momento del día logrando así que Kibum se tropezara con el primer escalón de las escaleras, pero antes de tocar los fríos escalones con su cara sintió unos brazos rodear lo de la cintura.
-Una princesa cómo tú no debería de llevar tanto peso – escuchó aquella voz susurrándole en el oído y sintió un escalofrío por todo su cuerpo.
Reaccionó y aclaró su garganta.
-Des-descuida, puedo solo – quiso seguir subiendo pero unos brazos lo detuvieron.
-Dame esto, yo lo llevó – agarró unos cuantos libros y comenzó a subir él.
Kibum lo quedó mirando cómo subía hasta que sus pies comenzaron a moverse, se dio cuenta de que en sus manos solamente tenía cinco libros, así que avanzó más rápido subiendo aquellas escaleras.
Llegó a la biblioteca encontrándose con que Jonghyun lo estaba esperando en la puerta y al verlo le sonrió haciendo que Kibum se sonrojara. Este entró a la biblioteca y dejó los libros en su lugar para luego salir del lugar, pero al cruzar la puerta sintió unos brazos atrayendo lo haciendo que quede muy pegado al cuerpo del otro.
-La vez pasada te salvó el timbre, pero ahora no creo que te salve nadie princesa – le dijo divertida mente en su oído para luego sonreír.
Kibum sintió la nariz de Jonghyun pasearse suavemente por su cuello subiendo hasta llegar a su barbilla y dejar un suave beso ahí para luego sentir su respiración sobre su boca. La mano de Jonghyun subió hasta la mejilla de Kibum acariciándola con dulzura haciéndole sentir miles y miles de sensaciones en el cuerpo del otro. Sus labios se rozaron un poco unas cuantas veces para luego convertirlo en un beso, haciendo que Jonghyun lleve su mano desocupada hasta la cintura de Kibum para atraerlo más.
Inconscientemente las manos de Kibum se dirigieron hasta el pecho de Jonghyun acariciando levemente ese lugar haciéndole sentir cosquillas al culpable de sus sentimientos.
Se separaron por falta de aire y Jonghyun notó las mejillas de Kibum notoriamente sonrojadas causando una risita.
-Me gustas Kibum. Me gustas mucho – le confesó haciendo que no se notara la diferencia entre un tomate y Kibum. Este bajó la cabeza aún con sus manos en el pecho de Jonghyun – ¿Quisieras... Salir conmigo esta noche? –.
Kibum se mordió el labio levemente mientras su corazón pareciera salirse de su caja torácica; levantó su vista encontrándose con la atenta mirada de Jonghyun, esos ojos marrones, con esa mirada de cachorrito rogándole que le aceptara aquella propuesta. Por otro lado, Jonghyun estaba siendo poseído por la desesperación y la angustia por aquella respuesta, aquellos nervios eran peores que cuando los profesores entregaban las notas, quería escuchar alguna palabra de aquel chico que lo enamoró con tan solo una risa. Varias veces sus profesores hacían chistes en clase, y en una de esas tantas veces Jonghyun notó la perfecta risa entre tanto chicos, esos segundos bastaron para que su corazón comenzara a latir rápidamente por él, y ahora había logrado besarlo sin que él saliera corriendo, era un gran paso, solo faltaban que Kibum abriera su boca para responder.
-Yo... – Aleluya, ¡Kibum hizo caso! – No sé... Tal vez... – tartamudeaba por lo sonrojado que estaba – Tal vez pueda pedir permiso a mis padres – Jonghyun sonrió.
Y antes de que diera otra respuesta los labios de Jonghyun ya se posaban en los suyos. Kibum cerró los ojos lentamente sintiendo aquellos labios acariciar los de él, aquella sensación de nuevo, las mariposas en su estomago, hace mucho no las sentía, aquella sensación de ser querido de nuevo, las de sus manos acariciando su mejilla, sintiendo cómo la mano que estaba en su cintura se colaba lentamente por debajo de su camisa, acariciando con sus frías manos su piel pálida haciéndole sentir más sensaciones de las que ya sentía.
Jonghyun terminó con el beso bajando sus labios de nuevo hacia aquel pálido cuello, besando tímida y lentamente, acariciando con su mano la cintura de Kibum sintiendo lo suave que era, terminó de besar su cuello y repartió varios besos más subiendo hasta su boca, donde estaba medio abierta gracias a los leves jadeos que salieron de ahí.
Escucharon cómo alguien carraspeaba su garganta detrás de ellos y se giraron rápidamente asustados mientras Jonghyun sacaba su mano del cuerpo de Kibum.
-Jóvenes, el horario escolar terminó – dijo de nuevo aquella profesora que le había pedido a Kibum llevar los libros – Pensaba que te habías perdido y no encontrabas la biblioteca por eso todavía no salías... Pero veo que me equivoqué, tan perdido no estabas – las mejillas de Kibum se habían sonrojado haciendo reír levemente a la profesora – Descuiden chicos no diré nada, pero tienen que irse, no querrán que cierren la escuela con ustedes todavía aquí, ¿verdad? –.
-Lo sentimos, profesora – dijo Jonghyun también un poco sonrojado – Ahora nos iremos – tomó la mano de Kibum y se fueron, no sin antes saludarla.
Corrieron escaleras abajo riendo por lo sucedido y así hasta llegar a la puerta de salida. Se detuvieron cansados por el recorrido pero aún no se soltaban las manos, al notar esto, Kibum lo miró y se sonrojó haciendo que Jonghyun sonría y lo acerque más hacía él.
-En cuanto sigas así no sé cuanto tiempo más podré contenerme Bummie – dijo en su oído suavemente haciéndole sentir un cosquilleo en el cuello de su Bummie.
-¿Qué... Qué te hace creer que puedes tenerme? – logró decir un poco separado de Jonghyun, pero solo un poco. Jonghyun lo besó fugazmente en los labios y sonrió.
-Tus reacciones me lo dicen todo princesa, sé que también te gusto – llevó su mano a la mejilla de Kibum y la acarició suavemente – Mira, cada vez que hago algo o digo algo te sonrojas – Kibum se sonrojó – ¡Ves! – dijo riendo haciendo que Kibum también ria dejando ver aquella risa que lo enamoró.
-Pero es qué... – miró hacía abajo un poco tímido y Jonghyun sonrió.
-No importa, no me digas nada si quieres... Pero mejor vayámonos, se esta haciendo tarde – Kibum levantó su vista encontrando con la sonrisa de Jonghyun y también sonrió.
-De acuerdo – Jonghyun agarró su mano nuevamente y comenzaron a caminar.
-Así que... ¿Dónde queda tu casa? – Kibum lo miró extrañado – ¿Qué? ¿Ahora no puedo acompañarte? – Kibum sonrió y negó.
-Son dos cuadras más hacía allá y luego doblar a la derecha – señaló con su mano.
Jonghyun sonrió pero luego se detuvo al ver que Kibum se clavó en el piso no queriéndose mover.
-Kibum... – pasó su mano en frente de su rostro pero este tenía su mirada furiosa clavada en dos personas del frente – Ki... ¿Kibum? – sintió cómo su mano era apretada más fuerte – Emm... ¿Cariño? – Kibum reaccionó y soltó la mano de Jonghyun.
-Lo- lo siento ¿estas bien Jjong? – se preocupó por su mano y Jonghyun sonrió.
-Descuida Bummie, no es nada – Kibum sonrió – Pero dime... ¿A quién mirabas tan furioso? ¿Acaso era tu ex-pareja? – preguntó curioso y Kibum negó.
-Es que mi hijo esta siendo abusado por una rana ojona – Jonghyun abrió los ojos sorprendido haciendo que Kibum ría fuertemente, ya saben, esa delicada risa con la que nos enamoró a todas, si, esa risa tan delicada que se escucha a tres cuadras de distancia – Mejor vamos y te muestro – tomó de nuevo su mano y se fijó que no pasara ningún auto para cruzar.
Ya en el otro lado, Kibum adelantó su paso deprisa siendo seguido por Jonghyun.
-¡TÚ! – gritó señalando a aquel chico alto haciendo que se separe de Taemin.
-Hola Key, ¿cómo has... – no hubo nada más que decir pues la mano de Kibum se estampo en su mejilla – ¿¡Y ESO POR QU… FUE!? – gritó desesperado ya que había dolido escuchando la risita de Taemin y Jonghyun.
-¡Y encima preguntas! – dijo sin poder creerlo – Primero, ¡Qué sea la última vez que hagas sufrir a mi hijo! Segundo, ¡Terminas con él el viernes pero hoy lo estas besando a más no poder! Tercero, ¡... No te hagas el sordo! ¡CHOI MINHO! – le gritó ya que Minho miró hacía otro lado – No me obligues a pegarte – le amenazó y Minho lo miró.
-No gracias, con el que me diste tengo para rato... – dijo suave sobando su mejilla por el dolor.
-Entonces escúchame Choi Minho – lo miró asesina mente y Minho sintió que su piel se erizaba por aquella mirada – La próxima vez que hagas sentir mal a MI hijo, toda tu hermosa cara quedará marcada por esta – levantó su mano y Minho retrocedió un paso – Y estas – mostró sus uñas y Minho retrocedió dos pasos – ¿Entendido? – Minho asintió frenéticamente – Más te vale Choi – le dejó una mirada asesina para luego darse cuenta de que Jonghyun y Taemin se estaban riendo a escondidas – ¿Y ustedes de qué se ríen? – los miró a ellos asesina mente y ellos se dejaron de reír para quedarse como estatuas.
-Umma... ¿Me perdonas? – Kibum sonrió y lo abrazó cómo una madre – Abasho... – refregó su cabeza en el pecho de Kibum cómo un gatito.
-No has hecho nada bebé – acarició su pelo suavemente y dejó un beso ahí.
-Te quiero umma – levantó su cabeza y le dejó un beso en la mejilla.
-Yo también te quiero bebé –.
Taemin sonrió y lo abrazó haciendo que Kibum le dé la espalda a Minho y a Jonghyun, oportunidad que Taemin no desaprovecho para hacerle burla y ellos iban a protestar pero no lo hicieron por dos cosas: Uno, se habían separado, dos, si lo hacían, corría peligro su vida. Nadie, pero NADIE, dice algo malo de su bebé. NADIE.
-Minnie, ¿qué haces aquí? ¿Tus padres saben que te quedas hasta tarde? – Taemin abrió los ojos – ¡Vete ya mismo a tu casa! – lo regañó – ¡Eres menor y no tienes permiso de quedarte aquí! –.
-Pero esta con... – iba a decir Minho pero Kibum levantó su mano haciendo que se callara.
-¡Vete Min! – lo apresuró.
-Lo siento umma, ¡Ya me voy! ¡Te quiero! – le dio un beso rápido en su mejilla y comenzó a correr no sin antes agarrarle la mano a Minho y correr con él – ¡Adiós umma! – gritó un poco alejados de ellos.
Kibum saludó con la mano y con una sonrisa feliz en la cara para luego darse vuelta y suspirar encontrándose con la atenta mirada de Jonghyun quién trataba de aguantar su risa.
-NO te atrevas a reírte de mi – le amenazó con el dedo y con su mirada asesina.
-Te ves muy tierno – apretó sus mejillas.
-Ei, ei, ei, ei... No me aprietes mis mejillas, suficiente tengo con mi abuela... – esto último lo dijo suave pero aún así Jonghyun logró escucharlo.
-Te quiero Bummie – lo abrazó y lo besó en los labios tierna mente.
-Yo... Yo también – dijo sonrojado teniendo su mirada gacha haciendo que Jonghyun sonriera.
-¿Alguien te dijo que te ves muy lindo sonrojado? – Kibum negó y Jonghyun se sorprendió – Entonces te lo digo yo... Te ves demasiado lindo cuando te sonrojas Bummie – le dijo en su oído tierna mente haciendo que el sonrojo de este aumentara.
-¡Kibum! – una voz de atrás lo llamó y este miró y al ver a aquella persona se sorprendió.
-On-Onew – perdió el color y se escondió atrás de Jjong – ¡…l tiene la culpa! –.
-A mi no me vengas con excusas, tenias que estar en casa hace media hora – le dijo serio – Vamos a casa –.
-Onew... Por causalidad ¿Mamá te...? – Onew lo cortó.
-No, salió con papá a visitar a nuestra tía – Kibum suspiró y salió detrás de Jonghyun – Te asuste ¿verdad? – dijo riendo y Kibum rodó los ojos y bufó molesto haciendo que Jonghyun y Onew rían – ¿Y bien? ¿El nombre de mi cuñado es... ? – Kibum se sonrojó.
-Soy Jonghyun – se presentó estirando su mano sonriendo le.
-Un gusto, mi nombre es Jinki, pero... Cómo creo que ahora te veré más seguido, puedes decirme Onew – estrechó su mano y sonrió amablemente para luego pasar a mirar a Kibum – ¿Tú no pensabas volver a casa? – Kibum bufó.
-No te quieras hacer el hermano mayor ahora –.
-Soy el hermano mayor – Kibum rodó los ojos y se cruzó de brazos.
-Haz lo que quieras – hizo una seña con sus manos y comenzó a caminar en dirección a su casa.
-Ki... Ki... Kibum... – lo llamó Onew pero Kibum se iba tranquilamente sin hacerle caso – Qué haré contigo... – suspiró y Jonghyun rió – Y bien... ¿Quieres ir a nuestra casa? Descuida, Kibum solo se enojará si entras a su habitación –.
Los dos rieron y comenzaron su marcha hacía la casa de nuestro querido Kibum, quién por cierto, iba felizmente riendo por todo lo que pasó ese día.
Y así mis niñas termina esta historia.
~CHAN CHAN~
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español