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Eres mío por girlutena

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Notas del capitulo:

Bueno al fin lo acabe T_T

Espero que les guste *-* 

El clima era cálido, el sol brillaba en su total magnitud, las esponjosas nubes se veían totalmente blancas, mientras las ramas de las altas palmeras rozaban entre ellas. Mientras que el viento soplaba suavemente, haciendo que las cortinas de seda se movieron sutilmente.


Los suaves rayos del sol ingresaban por las puertas de cedro del bacón y no tan lejos de la habitación se podían ver las prendas de las ropas, desordenadas en todo el piso de madera.


Una cama matrimonial con el cubrecama tirado en el piso, los dos cuerpos se encontraban tan solo cubiertos por una fina sábana blanca.


Uno de los cuerpos empezó a removerse inquieto entre los brazos fuertes del otro, abriendo poco a poco sus hermosos zafiros, sonrojándose al ver el rostro del contrario, empezó a recordar las acciones de la noche anterior.


Las pestañas largas y negras, su rostro tan perfecto, níveo y sumamente varonil, llevo lentamente una de sus manos, acariciándole la mejilla, sintiendo como la fina capa de barba raspaba sin dañar sus dedos, siguiendo las facciones del bello rostro, acarició las cejas pobladas, las mejillas, sus labios, su quijada. Todo de él era perfecto.


-Naru. -El doncel sonrió al escuchar la voz profunda y ronca de Sasuke, cuando el mayor abrió sus ojos, se sonrojo levemente al verle aquellos ojos tan brunos y brillantes, aquella sonrisa, llena de amor, llevo lentamente su mano, acariciando juguetonamente el pecho desnudo del varón.


-Tengo hambre-ttebayo. -El mayor beso delicadamente la punta de la nariz del menor, bajando lentamente su mano hasta que llego a su vientre ya hinchado, dándole suaves caricias a su hijo, para que luego, fuera bajando sus labios, hasta que sus ojos brunos se fijaron completamente sobre el vientre.


-To-san ya regresa, pequeño. Iré a prepararles el desayuno. -Naruto no pudo evitar mostrar una gran sonrisa en su rostro, cuando vio como Sasuke le daba un tierno beso en su vientre, no pudo evitar acariciarle con ternura sus cabellos azabaches.


Cuando el mayor desapareció de la habitación, Naruto se puso de pie, alzo sus brazos y estiro sus piernas, movió su cuello, escuchando sus huesos tronar levemente, sin evitar que un gran bostezo salga de su cuerpo.


Se acercó al balcón, el viento aún soplaba suavemente, los rayos solares resplandecían sobre el inmenso mar azul, sus cabellos sueltos se movieron suavemente, al igual que la camisa del varón que usaba en estos momentos como camisón, llevo sus manos a su vientre, sintiendo como su pequeño se movía impaciente.


No tuvo que esperar para que Sasuke le acariciar por detrás, pasando sus brazos por su vientre, acariciándole, para calmar a su pequeño.


-Para mí que será un doncel. -Sasuke rio bajito al ver el puchero del rubio.


-¿No lo deseas? -El menor no se reprimió y soltó un leve jadeo al sentir como el moreno repartía besos por su cuello.


-La verdad no me importa, ya lo amo. Es solo que... si es un doncel voy a tener que compartirte-ttebayo. -El mayor soltó una limpia carcajada y volteo al menor lentamente, cargándolo suavemente para sentarlo sobre el barandal, sintió las manos del menor aferrarse a sus brazos.


-Pues, si es un varón yo también voy a tener que compartirte y si es una niña, será lo mismo. Aunque prefiero que sea un varón, porque así ya no tendría que preocuparme por alejar a todos esos pervertidos de mis hijos.


-¡Teme! -El menor golpeo suavemente el brazo del moreno, rodeándole su cuello, se alzó para poder alcanzar sus labios.


Ya habían pasado seis meses desde que se enteraron de que iban hacer padres, cinco meses desde que el patriarca Namikase rompió a llorar, porque le habían arrebatado a su pequeño y único hijo, cuatro meses desde que Naruto les dio la noticia de que se mudarían de la ciudad, aún no sabían a donde irían, pero querían algo que sea solo suyo, solo de los dos. Cinco meses desde que decidieron no saber el sexo de su bebé, total no importaba lo que sea, ellos ya lo amaban por igual.


Las vacaciones ya habían terminado, pero así como Sasuke, Naruto, decidieron pasar ese tiempo a solas, alejándose de la civilización, y así fue como viajaron a Hokkaido, Otaru, el moreno ya había comprado una casa pequeña casa de dos pisos, con vista al mar.


Sasuke tuvo que acceder contarle, después de que el doncel haya estado insistiéndole, que apenas vio la casa, se había imaginado a todos sus hijos corriendo por la playa, mientras ellos podían verlos por aquel balcón. Sonrojándose levemente cuando su doncel rio, cuando le contó que también tenían un perro, un Husky siberiano con sus ojos de colores diferentes.


Naruto le había besado con mucha ternura, para que luego él mismo le haya incitado a hacerle el amor en aquella cama, que habían comprado juntos.


 


El menor se encontraba esperando en el porche de su nueva casa, a que su novio llegara del trabajo. Desde hace un tiempo, Sasuke había conseguido un empleo en una pequeña universidad, lo mejor era que quedaba cerca de su casa. Mientras que él llevaba clases por internet.


Naruto se había quedado dormido, apoyando sus delicados brazos, rodeando suavemente su vientre, con una delgada manta de color naranja que le cubría la mitad  del cuerpo.


Lentamente fue abriendo sus ojos, viendo emocionado el hermosos atardecer, el sol ocultándose detrás del mar, mientras que los colores oxilaban entre el naranja y el azul. El sonido del motor le hizo salir de su estupor, volteo la mirada y pudo ver como Sasuke aparcaba su mercedes Benz.


El moreno había estado recorriendo todas las tiendas del pequeño mall, con su ceño fruncido, intimidando a casi todas las personas, odiaba la impuntualidad, suspiro agotado y se sentó en una de las bancas de la pequeña plaza, cubrió su rostro con sus manos y cuando se cumplió la hora estipulada, volvió a entrar a la tienda, saliendo con una delgada y fina sonrisa.


 


Sasuke llego donde se encontraba su pequeño, no había programado nada y en realidad no quería mostrarse nervioso, pero verle ahí semi acostado, con aquella pancita que le hacía ver sumamente tierno y hermoso, aquella hermosa vista y los colores que caían suavemente sobre el delgado cuerpo del doncel, habían hecho el momento perfecto.


Respiro profundamente y cuando se vio demasiado cerca del contrario, se arrodilló al frente del  rubio, acaricio sus cabellos, quitando un mechón de su rostro, esos hermosos ojos zafiros brillaban tan solo para y por él, termino por recibir un tierno beso sobre sus labios.


-¿Cómo te ha ido? -La caricia que le menor le estaba dando sobre su acongojado rostro se detuvo abruptamente.


-Naru, tenemos que hablar... o bueno... tengo algo que decirte. -El menor se le quedo mirando extrañado, talvez por no responderle a su primera pregunta o tal vez por lo que él mismo había dicho.


-¿Pa... pasó algo? –El moreno le tomo sus manos y les acaricio sutilmente las palmas de las manos, llevándoselas a sus labios, para repartirle suaves besos, intentado calmarle.


-No... Bueno... ¿Cuánto tiempo llevamos juntos?


-7 casi 8 años. ¿Por?


-Sabes, cuando fui a tu casa aquel día, no imagine encontrarme con un doncel de secundaria de quince años, ni tampoco imagine enamorarme de aquel revoltoso e extrovertido doncel, aquel que a pesar de las edades y todo impedimento me llevaba persiguiendo a toda hora del día. Incluso irme a ver a escondidas a mi universidad. -Las mejillas del doncel se tiñeron de un leve carmesí.


-Yo...yo pensé que no te habías dado cuenta de eso.


 


-Es muy difícil no darse cuenta con ese color de cabellos tan hermosos que tienes. Te amo, Naruto. Te amo tanto y es por eso que hoy te pido que te cases conmigo. Que tengamos muchos hijos y que envejezcamos juntos.


El menor llevo sus manos a su boca, intentando reprimir sus sollozos, sus lágrimas empezaron a caer al ver una hermosa sortija de color plateada con una gema zafiro siendo rodeada por una perla negra.


Sasuke se lo coloco en el dedo, para luego abrazarlo y besarlo, ninguno dudaba de que aquella noche harían nuevamente el amor, pero ahora como una pareja de prometidos, novios, confidentes y amigos.


El menor había empezado a llorar incontable de veces, algunos días, Sasuke se veía en medio de una tonta pelea con el rubio. La pareja de esposos que vivían muy cerca de ellos le habían dado unos concejos, pero nada parecía calmar al menor. Así que Sasuke decidió llegar mucho más temprano, acompañando a Naruto a dar sus caminatas en medio del atardecer.


-Sasu. ¿Me llevas al centro? -El moreno volteo su rostro para ver a los ojos del doncel, pero el menor había empezado a rehuirle la mirada.


-Claro amor. ¿Cuándo deseas ir?


-Puede ser mañana, me dejas antes de que te vayas a la universidad.


-Ni hablar. No pienso dejarte caminando solo por las calles.


-Pero teme...


-No, Naru. Si esperas, puedo acompañarte después que salga de trabajar.


-¡No quiero-ttebayo! ¡Te odio! -Sasuke suspiro cansado al oír el último grito, últimamente su rubio había empezado a tener constantes cambios de humor, demasiados explosivos para su gusto.


-Buenas tarde. Sasuke-kun.


-Taka-san. Buenas tardes. -El  moreno se acercó al hombre mayor, quien le sonreía desde el pórtico contrario.


El hombre de una edad mediana, tenía sus cabellos blanquecinos, pero siempre mantenía una sonrisa en su envejecido rostro.


-¿Cómo vas tomando los cambios de humor de tu pequeño esposo?


-Pues... es cansado. Hace unos días se molestaba porque apenas le tocaba, después se molesta por las horas que le dejo solo y ahora se molesta porque no quiero dejarlo solo.


-Los cambios que está pasando son muy normales. -Detrás de los varones, salió el esposo Shin, un doncel que a pesar de la edad su hermosura no cambio en nada.


-Solo intenta escucharlo. Pero por más que él te diga que "no" nunca le dejes solo.


Cuando Sasuke ingreso a su casa, no se sorprendió al ver algunas cosas tiradas en el suelo, preocupándose al escuchar el sollozo del doncel. Caminó hasta el jardín trasero y lo encontró arrullando su abultado vientre, no pudo evitar sentir una opresión en su pecho al oír sus lamentos.


-No te preocupes bebé, yo te amo y aunque tu to-san se aleje de nosotros yo nunca te abandonare.


-Eso no es justo. -El menor se asustó al escucharle hablar, el moreno se sentó al costado del menor, matándose por las ganas de querer tocarlo.


En el pequeño patio lleno de un inmenso jardín con hermosas flores y unos pequeños árboles, la luz del sol entraba suavemente colándose por las ramas de estas.


-No es justo que le digas eso de mí, a nuestro hijo. Nunca he tenido, ni tendré la necesidad de verme lejos de ustedes. Naruto yo te amo y sé que estás así por las hormonas y enserio que lo intento, intento darte todo lo que me pides, porque te amo y amo a este pequeño. Nunca lo dudes.


El menor cubrió su rostro entre sus rodillas, intentando abrazar sus piernas con sus brazos, siendo en vano a causa del vientre, lo que cause que su llanto aumentara.


-¡Odio esto! me veo gordo y feo. A veces siento calor y otras frio. ¡No sé lo que me pasa! -Naruto empezó a llorar aún más fuerte y Sasuke le rodeo con sus brazos, acercándolo a su fuerte pecho, le acaricio la espalda, intentando calmarle.


-Mi amor, es  normal. Todo esto es normal. Déjame decirte una cosa. Te vez hermoso, no hay ni un segundo en que quiera hacerte el amor, no importa si es en la sala, la cocina, en el baño. Te veo tan irresistible, tan sexy, caminando por toda la casa con mi camisa, tus piernas torneadas, no sabes todo lo que se me pasa por la mente y saber que no puedo hacértelo.


-¿Hablas en serio? –El menor había escondido su rostro sumamente sonrojado en el pecho de su esposo.


-Claro que sí y nunca dudes de que te amo.


-Yo... yo pensé...que ya no me amabas. -Naruto se cubrió en el pecho del mayor, sintiéndose culpable y a la vez reconfortante. -Pequeño, discúlpame por hablar así de tu to-san. –Llevo su mano sobre su vientre, sintiendo como la mano más grande que la de él, la cubría, acariciando también su vientre.


 


Cuando se cumplieron los nueve meses, Sasuke había tomado su baja por unos meses, no quería dejar al doncel ni un momento a solas, ni ahora ni cuando el pequeño naciera.


Naruto se encontraba ocupando su tiempo libre (el cual era demasiado) en sembrar unas plantas especiales. Su vecino doncel, venía a hacerles compañía, el menor le había empezado a coger mucho cariño al no tener a su familia cerca.


-Últimamente me estoy cansando más rápido.


-Es normal, es más, deberías de dejar de hacer mucho esfuerzo. -Shin le alcanzo una taza de té de jazmín.


-Sasuke quiere que este todo el día en la cama-ttebayo.


-Él solo quiere lo mejor para ti y su hijo. -El menor cubrió su sonrojo con la taza. -¿Para cuándo te han dado fecha?


-Para dentro de una semana. -Shin le acarició con una paciencia y amor que tan solo un papi podría dar. -Todo estará bien. ¿No has llamado a tu familia?


-No... Sasuke quiso hacerlo. Pero... le pedí que no lo hiciera-ttebayo. Quiero que este sea un momento de los dos. Sé que si mi Ka-san o mi To-san vienen, no nos dejaran ni un minuto a solas.


-Eso está bien, pequeño. Sabes que para cualquier cosa, duda o problema que tengan, siempre podrás ir a tocar mi puerta.


-Muchas gracias, Shin-san. -El menor le abrazó lo poco que podía, el pequeño en su interior empezó a removerse.


-Tu pequeño es muy inquieto.


-Sasuke dice que muy posiblemente se parezca a mí. Pero yo quiero tener una mini copia de Sasuke.


 


Cuando la fuente se rompió, eran entrada las cinco de la tarde, Sasuke había terminado de limpiar la cocina, mientras que había dejado a su pequeño que tomara un baño. El grito que le llego, le asusto demasiado pero no le importo dejar el plato en el suelo hecho añicos.


Sasuke había manejado lo más rápido que pudo hasta el hospital, tan solo le había colocado uno de sus polos de dormir que al menor le quedaban como bata. Una enfermera llego con una camilla y suavemente el moreno le coloco.


-Teme... no te vayas-ttebayo.


-No me voy a ir, Dobe.


-Señor Uchiha, si desea entrar al quirófano, será necesario que se coloque esta ropa.


-Mi vida, iré un rato a cambiarme, solo será un segundo. -El menor que había mantenido fervientemente el agarre de su mano en el fuerte brazo del moreno, fue soltándole poco a poco.


-Tengo miedo.


-Yo estoy aquí. -Los dos juntaron sus frentes y Sasuke le mostro una sonrisa, pasándole una pequeña toalla en el rostro del menor.


-Joven Uchiha, una vez más, puje una vez más. -Después de una hora se dejó escuchar el llanto de un pequeño y sano bebé varón.


El pequeño empezó a patalear en los brazos de la enfermera que rápidamente le limpio y lo coloco sobre el doncel.


El pequeño se quedó tan calmado, siendo arrullado por los latidos del corazón de su papi.


Rápidamente pero siendo cuidadoso el menor empezó a contarle los deditos de las pequeñas manitas y de los pies de su hijo.


-Sasu, es igualito a tí. -Sasuke abrazó con tanta ternura a su joven esposo y a su pequeño hijo.


Cuando el bebé por fin fue entregado a sus padres, para que sea alimentado, el pequeño mostraba unas gemas tan negras y brillantes.


-¡Tengo otro Teme! -Sasuke no pudo evitar reír al ver lo emocionado que estaba su rubio.


 


Ya habían pasado cuatro años desde que tuvieron a su primer hijo, el pequeño Hoshi había nacido con tanta energía como su padre doncel, cuatro años desde que sus padres lloraron por no haber presenciado el nacimiento de su nieto. Cuatro duros años en los que tuvieron que aprender a cuidar a un bebé, cuando el pequeño tuvo su primera fiebre o su primer cumpleaños.


De cómo tuvieron que compartir todas sus horas con su hijo, aunque lo que le alegraba al doncel era que Sasuke nunca se olvidaba de él, siempre haciéndole el amor todas las noches.


 


Naruto se encontraba en la cocina preparando una pequeña cesta para reunirse con su familia, desde adentro podía escuchar la risa de sus pequeños y el ladrido del can, viéndolos por la pequeña ventana como el pequeño animal perseguía a sus dos hijos.


-¡To-san! -Cuando Naruto salió al pórtico vio cómo su pequeño niño de dos años se lanzaba a los brazos de su esposo.


Ryo era un doncel, con sus cabellos azabaches pero con unos ojos tan azules y profundos, había nacido a la mitad de la noche, sus llantos podían despertar a toda una ciudad, no pudieron llegar al hospital así que Shin les ayudo a traerlo al mundo.


-¿Qué ha pasado, mi bebé? -Pero el pequeño doncel no le contesto, solo cubrió su fino rostro en el cuello del varón. Habia sentido celos al saber que su pequeño era tan apegado a Sasuke, casi dejándole sin tiempo que los dos pasaran juntos.


-Me gusta como huele To-san. ¡Me gusta To-san!


Las pequeñas piernecitas del doncel habían rodeado la cintura de su padre, rodeándole el cuello con sus bracitos. Riendo al sentir los besos del mayor sobre su enrojecido rostro. Naruto llevo lentamente su mano a su vientre, viendo como el mayor de sus hijos se acercaba al varón.


-¡To-san, no malcríes a Ryo!


-Mi niño, ¿Tú también quieres un abrazo de tu To-san? -Naruto rio bajito al ver el tierno puchero de su primer hijo, lentamente, sin decir nada, el menor se acercó a los brazos de su padre.


-¿Y yo? -Los tres morenos vieron como el rubio se acercaba con una hermosa sonrisa en su rostro bronceado, con aquel camisón ancho cubriendo su abultado vientre.


-¡To-chan! –Los dos niños corrieron donde su padre doncel abrazándolo hasta donde alcanzaban. Los dos pequeños mostraban unas enormes sonrisas en sus rostros, mientras que sus ojos brillaban fuertemente.


El moreno vio a su esposo y a sus dos pequeños niños, aquel vientre, donde protegía a su tercer hijo, sonrió al ver como Hoshi era sumamente protector con el pequeño Ryo, al mismo tiempo que el pequeño doncel era demasiado celoso con él mismo, Sasuke llego, cargo a sus hijos, recibiendo un beso de cada uno de sus pequeños, Naruto tomo en sus brazos a Ryo mientras que con su otro brazo cubría el cuerpo de su esposo.


-Te amo, los amo. 

Notas finales:

T_T waaaaa se acabo T_T

 

espero sus comentarios u.u 

Gracias por seguirlo y por que les haya gustado *-*


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