Capítulo 11. Medusas
Después de esa noche hemos decidido que lo mejor será que vivamos los tres juntos, Yuuri cree que nada puede perjudicarnos ahora. Yo he empezado con los preparativos de la boda pues el tiempo pasa muy rápido y yo no quiero que todo se me junte, estamos en junio y la boda está planeada para Diciembre de este mismo año, mi madre dijo que era muy apresurado cuando Yuuri le conto, pero no se opuso porque según ella nos veía muy felices y decididos a hacerlo.
En la universidad muchos de mis alumnos y de los otros maestros me han felicitado por mi matrimonio, yo quería una reunión sencilla que por lo visto va a terminar siendo algo muy grande porque se me hace de mala educación no invitar a las personas del trabajo.
Estoy decidido a casarme en una hermosa villa campirana, pero Yuuri cree que no es la fecha del año indicada para hacerlo, el prefiere la playa y e igual modo le digo que no es la época del año adecuada, hará mucho frio.
El pequeño Yuuri sugirió algo que a ambos nos dejó con la boca abierta, todo sucedió una tarde en la que nos proponíamos a bañarlo, él había ido de excursión en la escuela y nos estaba relatando lo que había visto- Entonces un tiburón enorme se nos acercó, pude ver sus dientes eran grandes y puntiagudos, mi maestra se asustó cuando lo vio…. Y luego pasamos por un túnel donde vimos muchos peces, me gustaría estar ahí de nuevo-
-Bingo- dijo Yuuri
-¿Qué es bingo papá?- pregunto el pequeño, mientras que nosotros nos veíamos diciendo “es el lugar perfecto” Yuuri dijo que el arreglaría lo del lugar además sugirió que nos repartiéramos las labores para que yo no estuviera tan saturado de tareas.
Cada noche me dormía pensando en ese día, en que diría mi esposo cuando estuviéramos bailando aquella canción que él había seleccionado para nosotros, pensaba en mi corazón corriendo a mil por hora al caminar por el pasillo del brazo de mi madre. En mis sueños podía escuchar perfectamente los comentarios de los invitados “que bonita pareja” decía la maestra de artes escénicas, “seguramente su amor será eterno” decía la amiga de Yuuri junior que elegí para ser la niña de las flores, y podía escuchar el pensamiento de mi madre “por fin salió, ya es uno menos de quien preocuparme” su cara de satisfacción lo decía todo.
Y las cosas no acababan ahí, una noche soñé en cómo sería mi noche de bodas, eso me puso a pensar en algo muy seriamente… ¿las parejas se atraen sexualmente toda la vida? Yo no soportaría que mi esposo se fijara en otro hombre o mujer, he de admitir que soy egoísta porque él es solo mío.
Esa mañana desperté solo y con pesadez en el cuerpo, a lo largo del día trate de convencerme de que yo era el único para Yuuri, y voy a confesar algo, en la escuela lo estuve espiando para ver con quien estaba, nunca había hecho eso, me sentía como un demente, pero tenía que estar seguro de que él era mío.
Entonces vi como en el patio se le acercaban un grupo de chicas, todas muy lindas y cada una de ellas emocionadas le daban una carta e incluso en uno de ellas pude ver un corazón, mi estómago se revolvió, yo no tenía mariposas en el estómago, yo tenía murciélagos con ganas de salir.
Después de regalarle unas sonrisas a esas chicas y darles las gracias se dirigió al comedor, saco su periódico y se puso a leerlo, yo me senté unas mesas después de la suya, otras chicas se acercaron a él y esta vez una de ellas le dio un ramo de rosas, Yuuri se paró a abrazarla y le dio las gracias, las chicas salieron corriendo muy emocionadas. Entonces el volteo hacia donde yo estaba, me hizo señas para que fuera con él, yo lo ignore y con los celos a flor de piel Salí de ese lugar- Wólfram… Wólfram…- escuche mi nombre, pero no pare hasta llegar a mi auto.
-wólfram… ¿Qué haces?- dice Yuuri en el asiento trasero del auto
-¿Cómo llegaste aquí?-
-Tu auto siempre está abierto- veo que lleva el ramo de flores en su mano, el nota mi mirada sobre las flores- Una chica de mi clase me dio estas flores para felicitarme por nuestra boda son lindas ¿verdad?-
-¿Quién?- contesto serio
-Las flores-
-Son feas-
-¿Qué tienes?- suspira- estas estresado- me acaricia el cabello- te dije que yo te acompañaba a la prueba del menú-
-Ya no importa, creo que lo mejor es cancelar todo-
-¿de que estas hablando?-
-Estas con unas chicas y yo no te importo- Yuuri tiene cara de desconcierto
-No te entiendo- pone su mano sobre su cabeza como tratando de recordar algo- bueno antes de seguir con todo esto, quiero que veas esto- de su bolsillo saca las cartas que le dieron- Son de felicitación, creo que las vamos a tener que regresar- veo cada una de las cartas, están dirigidas para nosotros, tengo tanta vergüenza.
-Yuuri… yo….-
-¿Yuuri yo te estuve espiando todo el día? Si Wólfram ya me había dado cuenta- y me da un beso en la frente
Después de ese día todo fluyo con tranquilidad, como una melodía dulce, tenía muchas ganas de que ese día llegue y cuando llego el día mí mundo se venía abajo, mis piernas no dejaban de temblar. Y ahí me encontraba yo, tras una puerta agarrado del brazo de mi madre, esperando la señal para poder salir, escuchamos la música de entrada y las puertas se abrieron frente a nosotros, mi mamá me volteo a ver y me regalo una sonrisa, con su mano acaricio la mía y dio un paso firme. En ese momento fue cuando vi el hermoso escenario que había planeado Yuuri, si estábamos en ese túnel del acuario del que había hablado el pequeño Yuuri, pero nunca me imaginé que fuera tan hermoso, un banco de peces paso frente a mis ojos, las personas me veían sonriendo, algunos lloraban, pero yo estaba muy feliz, deje de ver a los peces y a las personas para comenzar a buscarlo a él… estaba al final del camino con un traje negro que le quedaba a la perfección, se veía tan guapo.
Cuando estaba a punto de llegar junto a él, un grupo de medusas se apareció, estas medusas eran muy brillantes, todo se ilumino de distintos colores, mi madre le dio mi mano a Yuuri quien la sostuvo y le dio un beso.
-Te amo Wólfram-
Fin